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[NARRADOR]
La casa de la manada Stilinski estaba sumida en un silencio sepulcral, Stiles, el amado alfa de todos los lobos allí, había estado involucrado en un incendio que provocó aquello por lo que ahora ambas chicas lloraban mientras que Sean y Roy intentaban hacerse los fuertes frente a las chicas, aunque a este ultimo no le estaba yendo muy bien porque las lagrimas estaban agolpadas en sus ojos.
- Miles de veces le dije que no debía hacerse el héroe - Dijo Sean mientras daba una profunda respiración.
Frente a él estaba Derek, había logrado llevar el cuerpo inerte del ojimiel hasta la casa en la que su manada vivía. Al principio no fue muy bien recibido, ya que ellos creyeron que él le había hecho todas esas heridas a su alfa, pero al ver que este apenas respiraba se concentraron en ayudarlo. Por su parte, el alfa llamó a Deaton ya que cualquier ayuda era bienvenida en ese momento, todos esperaban a que el Druida y la mayor de los betas del herido salieran del cuarto del chico para darles noticias de como se encontraba.
A todos los Hombres lobo les regresó la sangre al cuerpo cuando Ana salió del lugar con una expresión de alivio, eso significaba que el chico estaba bien o por lo menos no estaba muerto. La primera en llegar con ella fue Angie, la cual no llegó a preguntar nada porque Deaton habló antes.
- Él está bien, pero tiene quemaduras que tardaran en curarse y inhaló una cantidad peligrosa de humo.
- Pero vivirá ¿Verdad? - Preguntó Roy, quien a pesar de no llevar mucho en la manada ya adoraba a Stiles.
- Lamento decirles que no es seguro, si resiste esta noche lo mas seguro es que lo haga, pero necesita un descanso extremo.
- ¿Qué quiere decir con eso? - Esta vez habló Sora.
- Deben dejarlo solo en un lugar donde no pueda sentirlos, porque su lado alfa no le permitirá curarse si debe preocuparse por ustedes.
Nuevamente todos quedaron en silencio, pero Sean podía escuchar a su alfa hablándole, lo que pocos sabían era que si una manada era lo suficientemente unida el alfa incluso podía hablarles mentalmente a sus betas. Eso era lo que el joven Stilinski estaba haciendo en ese momento a pesar de estar inconsciente, hablaba con Sean pidiéndole que se hiciera cargo de la manada mientras él no pudiera.
- Iremos a un hotel - Dijo el de ojos grises - Tú - Señaló a Derek - Cuídalo y mas vale que no le ocurra nada malo o personalmente me encargare de deshacerme de ti.
El pelinegro estaba a punto de opinar, pero algo le dijo que guardara silencio, si era como Deaton decía y Stiles estaba protegiendo a sus betas no era bueno ponerse a pelear con uno de ellos.
- ¿Podemos pasar a verlo? - Preguntó Angie.
- No creo que sea buena idea...
- Solo sera un minuto, por favor - Agregó Soraya.
Al ver que el Druida no tenía intenciones de aceptar ambas pusieron en practica el arma definitiva, los ojos de cachorro, ya los habían usado varias veces con los chicos de la manada para conseguir lo que se les diera la gana, entre esas cosas que Sean les comprara celulares nuevos después de que Angie los destruyó por "Accidente", aunque en realidad los rompió para tener una excusa de por qué necesitaban teléfonos nuevos.
Deaton intentó resistirse, de verdad que trató, pero a las miradas de cachorro de las chicas se le sumo una mirada asesina de Sean detrás de ellas, la cual le dejaba el mensaje de que si no les daba lo que querían lo iba a hacer sufrir. El de ojos grises hizo tronar sus puños mientras la mostraba sus ojos azules al Druida.
- Está bien, pero solo unos minutos.
- ¡Gracias! - Angie corrió hacia el cuarto del alfa y detrás de ella entraron Sora, Roy, Ana y Sean.
(...)
Dentro de la habitación Angie ya se había lanzado a abrazar a Stiles, evitando con todo el cuidado del mundo tocar las quemaduras que el chico poseía, estas iban a tardar en sanar y de seguro dolían. La chica se levantó y miro a su alfa, el cual a pesar de las heridas les sonreía.
- Escuche que se irán a un hotel - Sus betas asintieron - Prométanme que tendrán cuidado.
- Por favor Stiles ¿Nos conoces? - Dijo Sora fingiendo estar ofendida por lo que debían prometer.
- Lo suficiente como para saber que le harán la vida imposible a Sean.
- ¡OBVIAMENTE! - Gritó Angie abrazando a su amiga.
Ambas chicas rieron al ver como Roy se ocultaba detrás de Sean para que no le hicieran nada. Stiles soltó una carcajada que le provocó una punzada de dolor, por lo que dejo de reír.
- Déjenme un minuto con Sean, por favor - Pidió el adolescente.
Sus betas asintieron y los dejaron solos en la habitación, el pelinegro se acercó hasta donde estaba su alfa para que así nadie los escuchara hablar.
- Me imagino que ya saben que me metí en el edificio a sacar gente - Sean asintió - Tuve que morder a un chico.
- Solo sacaron a una mujer con un bebé y un niño.
- Ese niño es el que mordí, debes asegurarte de que no haga nada estúpido.
- Lo haré, de todas formas la luna llena es dentro de dos semanas.
- Tenemos tiempo.
Luego de la charla Sean salió de la habitación y con él se fueron los betas, a excepción de Ana, la cual su instinto materno le impedía dejar solo al ojimiel con Derek. El Druida creyó que al ella ya ser adulta no molestaría tanto al alfa de Stiles, por lo que no había problema en que se quedara.
Estuvieron algunas horas casi sin hablarse, Ana le hacía compañía a Stiles cuando Deaton finalmente se fue y Derek estaba recorriendo la casa, asombrado por el tamaño y la cantidad de cuartos que había. No sabía como es que Stiles había tenido dinero para semejante lugar, pero dejo de preocuparse por ello cuando el sonido de un automóvil llegó a sus oídos.
Peter, era el auto de Peter el que había llegado a la entrada de la casa, Derek iba a dirigirse a la puerta pero Ana se le adelantó caminando con la típica expresión de madre furiosa. Abrió la puerta justo cuando Peter iba a tocar el timbre, al verla el viejo lobo abrió los ojos como platos.
- ¿Se le ofrece algo? - Preguntó la pelirroja al abrir la puerta.
Peter tragó grueso al ver la expresión de la mujer, pero rapidamente recuperó la compostura mientras la observaba mas detenidamente.
- V-vengo a hablar con Stiles - Dijo, Ana se hizo a un lado para que pudiera pasar - No sabía que Stiles tuviera una beta tan...
- ¿Tan yo?
- Iba a decir hermosa, pero creo que son sinónimos.
Derek levantó una ceja ¿De verdad su tío estaba coqueteando? No se lo creía, o mas bien si, pero no parecía estarle funcionando.
- Venga por aquí - Ana pasó junto a Peter y lo guió hasta la habitación del alfa.
Stiles estaba sentado en un sofá leyendo mientras evitaba hacer presión sobre sus quemaduras. Él había insistido en que estaba harto de estar acostado, además de que estaba esperando la llegada de Peter.
[STILES]
Estaba leyendo cuando escuche a Peter coqueteando con Ana, de en serio ese viejo lobo no tiene vergüenza. Reí por lo bajo y continué con mi lectura, aunque estaba mas concentrado en escuchar lo que ocurría fuera del cuarto.
La puerta se abrió y por ella entró Ana seguida de Peter y Derek, el de ojos azules sonreía mientras que el ojiverde estaba cruzado de brazos.
- Este hombre vino a verte - Me dijo Ana.
Pude notar las miradas que le dedicaba Peter a mi beta mientras esta evitaba el contacto visual a toda costa, se que el viejo lobo puede ser algo exasperante, pero Ana debería darle una oportunidad o dejarle en claro que no está interesada. Pero bueno, esa no es mi división.
- Gracias Ana, bienvenido Peter.
Me levante de donde estaba y vi como la vista de ambos Hombres lobo se clavó en mi brazo, me había quitado los vendajes para que la piel tomara un poco de aire y de verdad se veía mal. Hasta a mí me daba asco mi propio brazo y parte del hombro.
- Al parecer no soy a prueba de fuego - Dije intentando aligerar un poco la tensión del momento - Pero bueno... vayamos a lo importante.
Me acerque a Peter y le entregue un recorte del periódico de esa mañana en el que mostraban imágenes de todos los sobrevivientes al incendio. El de ojos azules observó la del chico al que mordí, ya le había explicado por mensaje que ese era el chico al que mordí.
- Debido a que aun si pudiera salir de aquí Scott me atacaría antes de siquiera entrara al hospital y no estoy en condiciones para pelear, necesito que vayas y ayudes a mi manada a encontrar a este chico.
- ¿Qué tienes con morder niños? - Preguntó, obviamente burlándose de mí.
- Fue la circunstancia.
- ¿Con los demás también?
- No te creerías en cuantas extrañas circunstancias me he estado metiendo.
Peter soltó una carcajada y yo rodé los ojos, Derek no decía nada, aunque si nos miraba con su típico seño fruncido marca patentada mientras estaba cruzado de brazos. Estaba escuchando y analizando situación.
Peter aceptó lo que le pedí y por donde vino se fue, aunque no sin antes guiñarle un ojo a Ana y entregarle un pequeño trozo de papel ¿De verdad le había dado su número? Este hombre me sorprende cada vez mas, no se si es o muy valiente o muy idiota como para usar su intento de flirteo con una de mis betas estando yo frente a él, creo que un 50/50 de ambas opciones.
Nuevamente me dejaron solo en el cuarto, aunque pude escuchar a Derek recorriendo la casa, hasta que se detuvo en la biblioteca y escuche como cerró la puerta luego de entrar. Creo que iré a ver que hace en un rato.
(...)
[NARRADOR]
Derek estaba en la mini biblioteca que había en la casa, a pesar de que no llevaban mucho tiempo allí Sean y Stiles se habían encargado de equipar todos los libreros con diferentes tipos de libros, había de todo un poco: Desde libros viejos hasta los mejores vendidos del mes, de todos los tipos, incluso libros que les servirían a las chicas para la escuela. El pelinegro revisaba los estantes en busca de algo que le llamara la atención, finalmente encontró un libro que le llamó la atención: "La Chica del Tatuaje de Dragón".
Mientras leía no se percató de que el joven alfa había entrado para ver que hacía él en la biblioteca. El de cabello castaño se acercó con pasos lentos por detrás como si fuera un depredador asechando a su presa indefensa, era una venganza por todas las veces en las que el ojiverde había irrumpido en su cuarto y por poco le provocaba un infarto cuando era aun un simple y débil humano, pero ya no mas, ahora se invirtieron los papeles.
- ¡Buu! - Derek saltó en el lugar al sentir sus hombros ser atrapados por las manos del ojimiel.
Se volteó a verlo y su expresión de sorpresa se transformó en una de obvio enojo. Golpeó a Stiles en el hombro, con la mala suerte para el castaño de que el contrario no recordó las quemaduras que allí tenía. El de ojos color miel se sujetó el hombro y su cara se tiñó con una mueca de dolor.
- Auch... - Fue lo único que llegó a decir.
- Mierda, lo siento - Se disculpó el mayor acercándose al chico - Fue un impulso.
- No hay problema, recuerdame no volver a asustarte - Stiles volvió a sonreír mientras se frotaba el hombro.
El de cabellos negros se sintió culpable por golpear al chico en sus heridas de quemadura, Peter ya le había contado hace un tiempo que aun después de diez años las quemaduras seguían siendo dolorosas, por eso se arrepentía de haber golpeado al chico.
- Aun no me explicas que hacías en el edificio - Dijo Stiles para sacar un tema de conversación, se había formado un silencio incómodo.
- Estaba de paso y vi el escándalo, el policial ese amigo tuyo...
- Parrish - Lo interrumpió Stiles - Se llama Parrish.
- Ese mismo, me detuvo y me gritó que tú estabas ahí dentro.
- ¿Y luego qué pasó?
Derek detestaba que Stiles, incluso ahora que era un ser sobrenatural, seguía siendo un preguntón entrometido. Al pelinegro le daba vergüenza aceptar que no había podido moverse por el pánico que le causó ver aquel humo negro saliendo del edifico y sentir el olor de las cosas en el interior del lugar reduciéndose a cenizas ante el toque de las llamas ardientes. Le provocó un escalofrío el agudizar sus sentidos y poder oler a Stiles, olía a carne quemada, un olor realmente horrible para la delicada nariz de un Hombre lobo.
- Hey, Tierra llamando a Derek - El mencionado parpadeó varias veces para reaccionar - ¿En qué piensas?
- En que tú aun no me has dicho que hacías en aquel lugar y con quién estabas, porque cuando te olí y fui a buscarte escuche a alguien hablando contigo.
El de ojos color miel se quedó petrificado ¿Cómo le explicaba a Derek que su loca ex-novia y su loca novia se habían aliado para matarlo? Y además que la cazadora Argent seguía viva, mas viva y sana que nunca. Lo cual aterraba a Stiles. El menor levantó la vista para ver a Derek, quien lo observaba con sus ojos reflejando que esperaba una respuesta.
- Veras... dos mujeres me atacaron - Comenzó a hablar el alfa - Fueron Kate... - Los ojos del pelinegro se abrieron como platos - Y Braeden.
- ¿¡QUÉ!? - A Stiles le dolieron los oídos por el grito que pegó Derek - Debes estar de broma.
- Derek, yo no...
- ¿Acaso este era tu plan desde un principio? Ganarte mi confianza y así ponerme en contra de los que me importan.
- Eso ni siquiera tiene sentido, yo no...
- ¡Pues tu plan no va a funcionar! - El mayor estaba fuera de sí - Scott tenía razón, no eres alguien en quien podamos confiar.
Al joven alfa le dolieron esas palabras, esperaba desconfianza de Scott, de sus betas, incluso de las chicas de la manada, pero no de Derek, nunca de Derek. Él siempre había sido la única persona que había demostrado ser capaz de confiar ciegamente en el lobo amargado, pero al parecer esa confianza no era algo recíproco.
- Si no me vas a escuchar entonces vete - Soltó Stiles con enojo reflejado en su voz, no iba a permitir que supiera que lo había lastimado con aquellas palabras.
El de cabellos negros pasó junto a Stiles y este lo siguió hasta la entrada de la casa. Antes de que el alfa mayor se subiera a su Camaro Stiles volvió a hablarle.
- Y Derek - El mencionado lo observó de reojo, Stiles estaba en el umbral de la puerta de su hogar - Si le dices a alguien donde vivo perderás a otra manada.
Sin agregar nada mas el de ojos color miel cerró la puerta con todas sus fuerzas y Derek se fue del lugar. Ambos alfas furiosos el uno con el otro por la recién acabada pelea, pero ninguno iba a disculparse por eso, jamas en sus vidas iban a aceptar la derrota. Los alfas no hacen eso.
NOTA DE LA AUTORA:
Me cago en la zorra barata de Braeden, alguien por favor ayúdenme a matarla, acepto que se haga la perra con Derek, incluso que se alíe con Kate para matar a Stiles ¿¡Pero que se meta con el Sterek y retrase el Smut!? No no no ¡NO! Esa mierda es pecado, cochinadas del Diablo.
En fin, sin mas que decirles me despido, les mando muchos besos y abrazos, recuerden que los quiero mucho. Adiós mi hermosa manada.
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