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[NARRADOR]
Stiles se arrepentía de haber aceptado la propuesta de salir de fiesta de Sean, ya que este al ser ambos bisexuales lo llevó al mismo club gay al que hace ya un largo tiempo había tenido que ir con Scott. El de cabello negro estaba bailando con dos chicas en el centro de la pista, esas dos chicas se frotaban entre ellas y contra él de forma incómoda, por lo que Stiles desvió la mirada de aquel extraño trío, el joven alfa estaba sentado en la barra sacudiendo si vaso de cerveza medio vacío, no le gustaba la idea de no poder emborracharse, pero ahora era un hombre lobo y debía aguantárselo quisiera o no. Un chico sentado al final de la barra llamó su atención, ese chico tenía unos seis vasos de cerveza alrededor y parecía realmente deprimido, cada tanto se le escapaban unos hipidos que Stiles no podía reconocer si eran porque había estado llorando o porque estaba ebrio, el chico levantó la mirada y miro a Stiles.
- ¿Mala noche, uh? - Preguntó el chico con una sonrisa de medio lado mientras le daba otro sorbo a su cerveza.
El de cabello castaño se le acercó, sentándose junto a él y prestando atención a unos moretones que el chico tenía en sus brazos y cuello. El desconocido pareció darse cuenta de lo que miraba Stiles, porque soltó una pequeña risa y nuevamente le habló.
- Mi ex-novio, era un chico rudo - Volvió a beber de su cerveza - Acabo de romper con él.
Stiles se atragantó con su bebida, aquel desconocido se le estaba abriendo como si él fuera su amigo o algo así, aunque al decir eso sonaba claramente como si estuviera esperando un consejo o algo por el estilo.
- Pues... es un idiota - Dijo Stiles bajando su vaso - Se nota que eres un buen chico y ademas eres guapo.
- Hey, gracias... tú tienes un buen culo - Stiles miro al chico incrédulo ¿De verdad le había dicho eso?
- ¿Gracias?
- De nada - El chico bajó su sexta cerveza y le extendió su mano a Stiles - Soy Roy Samuels.
- Stiles Stilinski - Stiles estrechó la mano del chico.
- No te ves como la clase de persona que viene muy seguido aquí, yo lo hago y nunca te he visto.
- Vine con un amigo, es ese - El ojimiel señaló a Sean, el cual ahora bailaba con otras dos tías mientras cargaba a una pelirroja pechugona sobre sus hombros - Aunque no parezca, le van mas los chicos.
- Pues eso es obvio si te trajo aquí, aquí o eres bisexual o eres homo - Dejo el vaso vacío sobre la barra - ¿Tú qué eres?
- Bisexual.
- Lo sospechaba, no te ves como un homo.
- Me alegra saber eso - Ambos chicos rieron.
El de ojos color miel continuaba charlando animadamente con Roy, el cual ya parecía mas animado y extrañamente menos ebrio que antes. Stiles se quedó estático cuando sintió aquel olor, era un olor muy común en los clubes nocturnos, pero él había olvidado que cierto beta suyo tenía debilidad por eso.
- Marihuana - Susurró volteándose a ver a Sean.
El pelinegro estaba en el medio de la pista de baile, las tres chicas con las que había estado bailando le preguntaban si se sentía bien, pero el chico no les respondía. Stiles podía sentir el corazón de su beta latiendo frenéticamente, estaba perdiendo el control en medio de una pista de baile repleta de personas ebrias e incapaces de escapar dentro de un club nocturno cerrado, el castaño corrió hacia su beta sin prestarle atención a los gritos de Roy que lo llamaba. El joven alfa llegó hasta su acompañante y lo arrastró hacia la puerta trasera del club, diciéndole a las chicas que había bebido demasiado y solo necesitaba aire fresco; arrastró al de ojos grises hacia afuera y cuando este se transformó y se le lanzó encima Stiles recibió el golpe de lleno, provocando que ambos cayeran al suelo y comenzaran a pelear. El de cabello castaño logro ponerse encima de su beta e inmovilizarlo, este se retorcía intentando liberarse pero le era imposible.
- ¿Q-qué mierda?
El joven alfa levantó la vista y se encontró con Roy, el cual lo miraba con los ojos abiertos como platos y su labio inferior temblaba a causa del miedo que sentía e igualmente el joven alfa podía oler. Sean finalmente se calmó y Stiles lo dejó levantarse, no sin antes hacerle señas a Roy para que cerrara la puerta del club y así su beta no percibiera el olor a drogas que emanaba desde adentro, una vez el pelinegro pudo controlarse por completo y esconder sus garras su alfa le dio espacio para que se acomodara la ropa.
- Demonios, creí que ya lo había superado - Dijo Sean juntando los dientes, luego volteó a ver a Roy - ¿Él es...?
- S-soy Roy Samuels - Dijo el chico rapidamente - Diablos... ¿Qué mierda fue eso?
Stiles se acercó al humano, el cual retrocedió unos pasos intimidado por los ojos rojos del chico frente a él. Cuando Roy chocó la espalda contra la pared Stiles dejó de acercarsele.
- No puedes decirle a nadie ¿Entiendes?
-¿P-pero que sois? - Preguntó con cierta emoción el chico.
- Hombres lobo - Respondió Sean sonriendo orgulloso.
- Wow ¿¡Pueden volverme uno!? - El chico estaba eufórico.
- Veras, es mas complicado de lo que parece, además de que...
- Está bien, si quieres - Stiles interrumpió el discurso que estaba a punto de dar Sean - Pero sera mejor que impongamos reglas.
El chico de cabello color miel asintió repetidas veces emocionado.
- Regla número 1: Nadie puede saber lo que eres - El chico volvió a asentir - Regla número 2: debes proteger a los demás miembros de la manada.
- Entendido ¿Algo mas?
- La mas importante de todas... Regla número 3: Si en algún momento te vuelves una amenaza, sin importar la razón, te matare.
- Wow... das miedo, trasero lindo.
Sean soltó una carcajada y su alfa lo fulminó con la mirada, por lo que instantáneamente se quedó callado y miro hacia otro lado. Stiles regresó la vista a Roy y este miraba a Sean completamente ido, el joven alfa tuvo que carraspear la garganta para que el humano le prestara atención, este dio vuelta la cabeza y volvió a mirar a Stiles.
- Si ya terminaste de contemplar a mi beta... - Sean se puso rojo por el comentario - Tenemos que irnos de aquí.
- ¿Por qué? - Preguntó el chico haciendo un puchero infantil.
- El olor le hace mal a Sean, yo me llevo el auto. Sean, lleva a Roy a su casa, te vendrá bien el aire fresco - El mayor asintió cruzándose de brazos - Piensa bien en tu decisión chico, no es algo para tomar a la ligera.
- Lo se - Asintió decidido el chico.
Stiles se despidió de ambos chicos y se fue, llevándose el vehículo de Ana y regresando a la casa para ver como estaban sus betas. Sean y Roy se quedaron parados unos segundos viendo como el castaño se alejaba a toda velocidad para luego comenzar a caminar uno junto al otro en la dirección que el de cabello color miel le había indicado al hombre lobo, mientras caminaban por las oscuras calles se Beacon Hills ninguno de los dos hablaba, pero fue Roy el primero en romper el hielo.
- Así que... ¿Un hombre lobo, eh? - La única respuesta que recibió fue ver como la cabeza del mayor se movía hacia arriba y abajo asintiendo.
El de cabello color miel volvió a hacer un puchero, él amaba hablar mas que cualquier cosa en el mundo y ese chico no parecía del tipo conversador, cosa que ya estaba empezando a odiar de él. Caminaron otras cinco calles en silencio hasta que una tercera persona apareció frente a ellos, un chico de cabello marrón con mechas rubias y chaqueta de cuero les sonreía de forma arrogante.
- Roy ¿Cómo has estado? Seguramente llorando como la pequeña zorra que eres - Dijo aquel chico con burla en su voz.
- Maldita sea - Escuchó el lobo como susurraba su acompañante.
- ¿No vas a presentarme a tu amigo? - Roy no respondió - Soy Martin, el EX de esa zorra que te acompaña.
- Oh... ¿Así que eres su ex? - Sean sonrió y pasó un brazo por sobre los hombros de Roy - Un gusto Martin, soy Sean, tu remplazo.
Antes de que el chico de cabello color miel pudiera reaccionar sus labios fueron presionados contra los del de ojos grises. Roy se puso tenso al recibir aquel brusco beso, pero al ver el seño fruncido de Martin lo correspondió, cuando se separaron el menor observó a su ex con una sonrisa triunfal.
- Yo que tú no me haría ilusiones, si yo te deje es obvio que este mastodonte lo hará - Dijo el de cabello teñido antes de pasar junto a ellos y marcharse.
El lobo y el humano retomaron su caminata en silencio, Roy intentaba esconder un sonrojo salvaje que comenzaba a teñir sus mejillas. Pero era algo inútil, ya que Sean al ser un lobo pudo oler la excitación que desprendía el chico por cada poro de su cuerpo desde que le dio aquel beso sorpresa para cerrarle la boca a aquel bastardo hijo de perra que insultaba a su acompañante. Una vez llegaron a la que parecía ser la casa del chico, este se despidió con un movimiento de su mano y se acercó a la puerta de su hogar.
- Así que... ¿A qué hora mañana?
- Stiles vendrá a buscarte, tú estate listo y ten tu decisión clara, no hay vuelta atrás.
Luego de decir esa frase con una voz seria se dio media vuelta sin esperar una respuesta del chico y emprendió camino de regreso a su hogar, quería darse una ducha e irse a dormir, mañana sería un largo día para toda la manada conociendo la ciudad.
(...)
Todo a su alrededor estaba oscuro, no podía escuchar ni ver nada mas que susurros y sombras a su alrededor. La Banshee intentaba entender que le susurraban aquellas voces del mas allá, pero no tardo mucho en darse cuenta de que no eran las voces de los muertos, sino de personas vivas, una en particular a la que ella conocía muy bien.
- ¿Ya has tomado tu decisión? - Preguntaba su querido amigo Stiles a alguien que estaba de espaldas a ella.
- Si - Le respondió aquel chico cuyo rostro no podía ver.
- Muy bien. Sean... - Un chico alto de cabello negro apareció junto a Stiles - Sujétalo.
Aquel hombre de apariencia imponente sonrió de medio lado y caminó hacia el chico, sujetándolo con fuerza provocando que este no se pudiera mover. El chico no oponía resistencia, pero se lo notaba realmente nervioso y su respiración era errática.
- No voy a mentirte, esto dolerá un poco.
- Eso me dicen siempre - Dijo el chico con una risita.
El de cabello castaño sonrió y sus ojos se volvieron rojos, solo en ese momento Lydia notó como los colmillos del chico se hacían mas grandes y relucían gracias al reflejo de la luz del lugar en el que se encontraba. Stiles hizo que el chico ladeara la cabeza y removió unos cabellos del color de la miel que le obstruían el camino a su cuello, paso la mano por la piel de este provocandole un escalofrío al chico.
- Si fuera tú cerraría los ojos - Aconsejó el que lo sostenía.
- No voy a hacerlo.
- Como quieras - Sin decir nada mas Stiles clavó sus dientes en el cuello del chico.
La pelirroja se tuvo que cubrir los oídos a causa del grito que pegó el chico, este fue ahogado y remplazado rapidamente por sonidos de dolor.
- Stiles, detente - Le dijo la Banshee a su amigo - Lo vas a matar ¡DETENTE!
En ese momento Lydia se quedó helada, los ojos de su amigo se abrieron y se clavaron en ella, como si de verdad pudiera verla aunque ella sabía que se suponía que él no podía hacerlo. Se supone que cuando tiene una visión nadie puede verla, sentirla o escucharla, pero el chico la obedeció y removió sus dientes del cuello del contrario, este perdió el equilibrio y fue salvado de caer por aquel hombre de cabello negro que acompañaba a Stiles.
Ella quería quedarse y ver que ocurría con el chico, pero de repente su visión comenzó a volverse borrosa y una fuerza superior comenzó a alejarla de aquella escena, volviendo a internarla poco a poco en aquella silenciosa oscuridad de siempre. Sus ojos se abrieron y soltó un grito desgarrador, se obligó a callar cuando vio a todos a su alrededor cubriéndose los oídos. Scott fue el primero en acercarsele obviamente preocupado, se había desmayado en medio de una reunión que habían tenido a primera hora de la mañana.
- ¿Qué ocurrió? - Le preguntó Allison, preocupada por ella - ¿Qué viste?
- S-stiles... mordió a un chico y sus ojos, por Dios... - La Banshee comenzó a llorar y la cazadora la abrazó para reconfortarla - Fue horrible, había mucha sangre...
- Ya está Lydia, ya pasó... - Allison acariciaba la espalda de la pelirroja mientras que esta empapaba el hombro de su chaqueta con sus lagrimas.
Scott y Derek se dedicaron una mirada que solo ellos entendían, ambos estaban preocupados, si Stiles se volvía una amenaza iban a tener que tomar medidas drásticas para demostrarle que la manada dominante allí eran ellos. Aunque no contaban con una muy buena relación con sus betas como para hacerlo, el de rasgos latinos carecía de dos cosas que a Stiles le sobraban: Una inteligencia superior y una forma de hacer que con unas cuantas palabras, una broma y una sonrisa la gente le confiara sus vidas. Ni Scott y mucho menos Derek podían competir con eso, estaban en desventaja ante las capacidades y lo impredecible que era el castaño al ser un alfa recién convertido y ya tener varios betas que lo seguían incondicionalmente.
Nunca creyeron que luego de enfrentarse a Deucalion, al Kanima, al Darach, a Wendigos y a un Nogitsune, entre otras criaturas, conocerían el infierno con la persona que menos se esperaban. Aquel chico lleno de lunares y pecas por todo el cuerpo que en un principio parecía débil pero en cuanto lo conocías re dabas cuenta de que no en casi ningún aspecto lo era, tal vez un poco físicamente, aunque estando rodeado de hombres lobo a cualquier ser humano se lo puede considerar débil. Pero Stiles ya no era humano y estaba descubriendo sus poderes, el que una vez fue el amigo y consejero de todos allí se convirtió rapidamente en el enemigo y problema número uno de la manada.
NOTA DE LA AUTORA:
Bueno gente, aquí les dejo otro capítulo en el cual les presentó al pequeño y sensual Roy Samuels de 19 años, 1,78 de altura y una personalidad muy pervertida, se caracteriza por no tener filtro a la hora de hablar. Tiene dos tatuajes, uno del ying y yang en el pectoral izquierdo y otro de un ancla debajo de la oreja, también tiene piercings, uno en la lengua y dos en la oreja.
Su creadora es la gran ZiamParadixe, mi love forever for you baby. En fin, espero que disfruten del capítulo y les mando muchos besos y abrazos a todos. Adiós mi linda manada.
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