Temp III / Cap XVIII
Kyle acababa de escuchar todo lo que había ocurrido en aquél cuarto. Escuchó los gritos, los pedidos de que detuvieran lo que sea que estuviera pasando allí y... El rugido, nunca en su vida iba a olvidar aquél rugido, ni los gritos. Esos gritos se iban a quedar en su cabeza por el resto de su vida.
- ¿Qué es lo que sigue? -Escuchó preguntar a una mujer.
- Debemos probar sus capacidades con alguien -Escuchó que explicaba Deucalion.- La loba que trajimos un día después de a él ya no nos sirve, será una buena carnada.
Kyle corrió hacia la sala de interrogatorios y por poco y tira la puerta al abrir. Alejandra le miró extrañada al ver la expresión de shock del mayor.
- ¿Qué te ocurre? -Le preguntó.- Parece que viste un fantasma.
- Tengo que sacarte de aquí -Dijo antes de acercarse a ella, cogerla por el brazo y comenzar a correr hacia algún lugar el cual la beta no conocía.
- ¡Espera! -Alejandra se detuvo frente a la jaula en la que antes estaba metida.- No me iré sin ellos.
Kyle la miró a ella y luego a los chicos en la jaula. Quiso negar, pero al ver la decisión en los ojos de la beta, solo bufó.
- Está bien -Aceptó mientras abría la puerta de la jaula.
Soltó las cadenas de los otros lobos y estos se levantaron casi al instante.
Eli ayudó a que Lya y Leo se levantaran y los sacó de la celda. Kyle cogió en brazos a la niña, que estaba realmente herida, mientras que el chico de cabello cobrizo ayudaba a Alejandra y a Leo.
- Coge mi arma -Le dijo Kyle a Alejandra.
La beta dudó por un par de segundos, pero asintió.
- No se usarla -Advirtió.
- Tú solo sujeta y apunta.
Comenzaron a ir hacia el pasillo que se encontraba al otro lado del pasillo de las celdas, cuando de repente un chico se les cruzó y les apuntó con una AK 47.
- ¡Joseph, espera! -Se apresuró a gritar el cazador.
- ¿¡Kyle!? -Preguntó sorprendido el chico.- ¿Qué estás haciendo?
- Necesito que me ayudes, hermano -Le pidió.
- ¿Estás loco? Mira, no te voy a disparar, pero no puedo ayudarte, yo...
- Bro... -Le miró con suplica.- Me conoces desde hace años.
El del arma de alto calibre miró a los lobos y luego a su amigo, bufando y deseando arrancarse los cabellos.
- Dame a la niña y tú lleva el arma -Le dijo e hicieron el cambio.- Voy a arrepentirme por esto.
Nuevamente, comenzaron a correr por el pasillo.
- ¿El rubio es amigo tuyo? -Le preguntó Kaira a Alejandra.
- Algo así -Admitió la chica mientras apresuraba el paso.
- Es lindo el weon.
Alejandra ignoró el último comentario y se adelantó un poco, lo cual hizo reír a Kaira.
- Tenemos que ir al ascensor -Dijo Joseph mientras cargaba a Lya.
- Solo un poco más -Jadeó Kyle.- Dios, odio correr.
- Te falta ejercicio -Se burló Eli.
(...)
Deucalion estaba observando como Alec aún se retorcía en el suelo, cuando uno de los uniformados entró corriendo al cuarto que se hallaba del otro lado del vídrio polarizado. Con su oído de lobo comenzó a escuchar.
- Señor -Dijo jadeante al jefe de las instalaciones, el cual también había estado observando.- Hay un uso no autorizado del elevador y cinco de nuestros lobos desaparecieron.
Lo siguiente que hizo el jefe fue presionar el botón del micrófono y comenzar a hablar.
- Señor Deucalion -Habló.- Creo que este es un buen momento para demostrarnos la lealtad que este sujeto le tiene.
- Será un placer -El hombre sonrió de oreja a oreja.- Monstruo...
El Wendigo levantó la vista, mostrando unos ojos blancos que no reflejaban ni un ápice de vida en ellos.
- Encuéntralos.
Un segundo rujido salió de la garganta del Wendigo, quien casi al instante de recibir la orden se lanzó a la carrera. Siguiendo el aroma a sangre de los lobos heridos.
(...)
Las puertas del elevador se abrieron y les dejaron ver que se encontraban en una especie de hospital. Pero este estaba vacío.
- ¿Qué es este lugar? -Preguntó Eli mientras observaba todo.
- Sigan caminando -Ordenó Joseph.
Consiguieron salir sin mucha dificultad, con Kyle disparándole a las cámaras de seguridad antes de que estas les captasen.
Estaba todo tranquilo, demasiado tranquilo. Tanto que debieron sospechar que algo andaba mal. Pero no fue hasta que un disparo impactó contra la frente de Leo que se dieron cuenta de ello.
- ¡No! -Kaira gritó a todo pulmón al ver el cuerpo del chico desplomarse en el suelo.
Todos se quedaron viendo al uniformado que les apuntaba mientras aún se encontraban en shock.
- Baja el arma Kyle -Ordenó el hombre.
Kyle hizo lo que el otro indicaba, dejando el arma en el suelo y volviendo a ponerse de pie lentamente.
- Ya quiero ver la cara de tu tío cuando descubra que nos has traicionado -Dijo sonriendo aquél hombre.- Y todo por unos lobos, increible. Y tú, Joseph, ayudándole. Me esperaba más de ti.
- ¿En serio? -Joseph dejó de estar serio para verse sorprendido.- Ni yo espero nada de mí, incluso me asusto cuando algo me sale bien.
- Silencio.
El hombre le apuntó a Kyle, pero antes de que disparace. Una criatura saltó por encima de las cabezas de los lobos y se le lanzó encima a aquél uniformado, al cual comenzó a despedazar.
Los demás no se quedaron a ver. Kyle cogió su arma y les empujó para que siguieran moviéndose. Una vez cruzaron la puerta, Kyle se detuvo y atrancó dicha entrada para que aquella cosa no saliera.
- ¿Qué hacemos ahora? -Preguntó Alejandra, quien abrazaba a Kaira, la cual no paraba de llorar.
- Cogemos una de las camionetas y salimos de aquí -Dijo Joseph mientras dejaba a Lya en el suelo.- Conducimos lo más lejos que podamos, nos cambiamos de nombre y apariencia y seguimos con nuestras vidas.
- Mi manada debe estarme buscando -Dijo Alejandra.- Ellos pueden ayudarnos.
- Claro, seguro que tu alfa nos recibirá con los brazos abiertos -Ironizó Kyle.
- Tú nos sacaste, un chico con el que pasé cuatro meses compartiendo celda murió porque nos sacaste -Le recriminó Eli.- Lo menos que puedes hacer es llevarnos con su manada para que nos ayude.
Kyle se iba a negar, pero incluso Joseph le miraba como si le estuviera echando en cara la muerte de Leo. Por lo que no le quedó más que morderse la lengua y asentir con la cabeza.
- Iré a por una camioneta -Dijo Joseph mientras se alejaba.
- Te ayudo -Kaira, la cual acababa de calmarse, fue detrás de él.
Alejandre quiso decirle algo a Kyle, pero este pasó a su lado sin siquiera mirarla. Obviamente, la estaba ignorando olímpicamente.
- Parece enfadado -Denotó Eli.
- Lo está -Confirmó la beta de Stilinski.
- Cuando se calme, dile que le agradecemos por habernos sacado -Le pidió mientras abrazaba a Lya.- Leo se lo agradecería también.
Alejandra solo asintió para luego ir a ver si Kaira y Joseph necesitaban ayuda con la camioneta.
NOTA DE LA AUTORA:
Lograron escapar, pero dejando al pobre Leo atrás ¿Quién era la criatura que se lanzó a despedazar al uniformado?
En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.
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