Temp II / Cap XXVI

[NARRADOR]

Derek se encontraba en la veterinaria de Deaton, ya habían pasado dos días desde el desafortunado acontecimiento que había dejado marcada a la manada Stilinski, e incluso a la manada McCall. Puesto que Allison y Lydia eran amigas de las dos betas fallecidas.

El pelinegro se planteaba el ir a ver a Stiles, ya que sabía lo doloroso que era perder seres queridos. Pero Scott le había dicho que lo mejor sería darle un poco de tiempo e ir todos juntos, aunque cada tanto Peter llegaba y le informaba como estaban las cosas.

- Buenos días.

El mayor de los Hale entró por la puerta, en su rostro no lucía la misma sonrisa socarrona que normalmente llevaba a todos lados. Por lo cual Derek se preocupa.

- ¿Qué ocurrió? - Pregunta el Druida preocupado.

- Las cosas no están mejorando, al contrario, el ambiente está muy tenso. Además de que Stiles no se encuentra bien y...

- ¿¡Qué pasó con Stiles!? - Derek saltó como resorte.

- Está enfermo - Alan y Derek le miraron sin creerlo - No se cura y parece mucho mas débil de lo normal.

- ¿Qué tan débil?

- Sus betas mas jóvenes le dan una paliza - Derek gruñó - Creo que deberías ir a verlo, sobrino. Aprovecha ahora que la mayoría de la manada está en la escuela.

Derek asintió con la cabeza y se puso de pie, saliendo de la veterinaria. Estuvo a punto de cortar camino por el bosque, pero se frenó al recordar que aun no se habían desecho de la criatura que amenazaba con matar a todo el que pusiera un pie allí.

- Te llevo, sobrino - Le dijo Peter jugando con las llaves de su auto.

El Druida también fue con ellos, pues quería asegurarse de que la manada Stilinski estuviera sana. Sobre todo por el alfa, ya que si un alfa se enfermaba podía enfermar a sus betas.

Llegaron y Peter abrió la puerta, ya que tenía una copia de la llave, Derek se sintió celoso hasta que vio como su tío salía disparado detrás de una de las betas de Stiles. La mayor de todos.

Al alfa se lo encontró sentado al pie de las escaleras con la cabeza baja y ambas manos cerradas en puño.

- Stiles...

El mencionado levantó la mirada cuando fue llamado, Derek tragó grueso al sentir como su lobo se revolvía inquieto dentro de él, pidiendo salir para contentar al alfa. Aunque se resistió, no era el momento ni el lugar adecuado.

- ¿Averiguaron algo? - Preguntó Stiles poniéndose de pie, ambos negaron con la cabeza - ¿Entonces qué hacen aquí?

- Veníamos a ver si estabas bien - Dijo Deaton.

- ¿Tengo cara de estar bien? - El ojimiel alzó una ceja - Pues entonces ya me vieron, pueden irse.

- Stiles - Alejandra apareció bajando las escaleras - Solo quieren ayudarnos.

El joven alfa observó fijamente a su beta y suspiró con cansancio, luego regreso la vista hacia los dos hombres frente a él.

- Angelin está enferma - Declaró el alfa - Sus heridas no sanaron, intentamos que no se infectaran, pero no soy doctor.

El Druida pidió ser llevado con la joven loba, Stiles le guió hacia uno de los cuartos. Dentro se encontraban Sean, Percy y Angie, esta ultima estaba en la cama con un paño húmedo en la cabeza y parte de su abdomen vendado, aquellos vendajes también le cubrían el pecho. Por lo cual no se encontraba del todo desnuda.

Los dos betas, al ver que Deaton entraba al cuarto, fruncieron el ceño. Pero un movimiento de cabeza del alfa bastó para calmarlos a ambos.

- ¿Podemos hablar? - Preguntó Derek.

- Aquí no - Dijo Stiles.

El ojimiel le hizo una ceña con la mano al lobo de ojos verdes y este comenzó a seguirlo. Yendo ambos hacia el sótano, el cual ahora olía a una mezcla de varias plantas y medicamentos, entre otras cosas que el pelinegro no lograba reconocer.

- ¿Qué es ese olor? - Preguntó Derek frunciendo el ceño, no era un aroma agradable.

- Es el olor de todo lo que Lydia y yo hemos probado para repeler a esa criatura.

- ¿Repelerla?

- Puede meterse a cualquier terreno verde, y créeme que no es agradable verla en el patio trasero. Casi me provoca un infarto.

El ojiverde frunció el ceño imaginando a esa cosa en el patio trasero de la casa del joven alfa, o aun peor, atacando al chico.

De repente la Banshee entró corriendo al sótano, en su rostro portaba una sonrisa un poco oculta por una mueca de cansancio. En sus manos llevaba un libro y una bolsa con un símbolo que a Stiles se le hacía familiar.

- ¡Lo encontré! - Gritó eufórica la pelirroja - ¡Ya tengo la solución!

- ¿En serio?

- ¡Si! - Lydia sacó unas flores extrañas de aquella bolsa - Estas son Hellebores, tenemos que quemarlas y hacer que esa cosa quede en contacto con las cenizas.

Ambos lobos se miraron con cierta desconfianza, primero porque el plan parecía planeado hace dos minutos y segundo porque el Nemeton había sido partido en dos desde raíz, aun estaba aquella grieta en el bosque.

Antes de que Lydia diera mas información, Stiles decidió que lo mejor sería que llamaran a Scott. Además de que mientras mas fueran mejor podrían planear todo.

Una vez que ambas manadas se encontraban en la casa de la manada Stilinski, comenzaron a planear bien lo que se haría.

- Entonces... - Comenzó a hablar Scott - ...Stiles, Deaton, Lydia y yo iremos al Nemeton ¿Así será?

- Si - Dijo Stiles - Pero necesitaremos a alguien que distraiga a esa cosa y luego la guíe hacia nosotros.

- Yo lo haré - Se ofreció Derek, todos le miraron extrañados - Soy un lobo nacido, soy mas rápido.

- Entonces yo también voy - Dijo Brad.

- ¿Tú ayudaras? - Sebastian no se lo creía.

- Soy más que una cara bonita y un cuerpo de Dios griego, pequeño - Le guiñó un ojo - También soy un lobo nacido y si somos dos ese bicho raro no se centrará solo en él.

Derek lo pensó y luego asintió con la cabeza, indicando que el chico estaba en lo correcto.

(...)

[STILES]

Ya teníamos el plan calculado, ahora solo faltaba que nos pusiéramos en acción. Nos encontrábamos al límite del bosque, junto a la carretera; para atraer a la criatura íbamos a comenzar a aullar mientras que Brad y Derek intentaban colarse de alguna forma y alejarla del Nemeton. No nos costó mucho atraerla porque luego del primer aullido esa cosa apareció corriendo, la distrajimos haciéndole señas y gritándole mientras mi beta y Derek se escabullían de ella. Aunque cuando el Hellhound sintió pisadas detrás de él comenzó a perseguirlos.

- ¡Vamos! - Dijo Scott y comenzamos a corree hacia el Nemeton.

Lydia y Deaton venían de camino, nuestro trabajo por ahora solo era que nos aseguráramos de quemar rápidamente las flores. Llegamos al árbol y al verlo partido en dos me entró un escalofrío en la columna, esa aura poderosa que siempre había tenido parecía desaparecer.

- ¿Ahora qué hacemos? - Le preguntó Scott por radio a Deaton.

- ¡Tenéis que unir los dos trozos del Nemeton! - Nos indicó el Druida.

- A empujar - Dije mientras me ponía a un lado y comenzaba a empujar uno de los trozos del tronco con todas mis fuerzas.

Scott hizo lo mismo del otro lado y con mucho esfuerzo logramos que ambos lados quedaran juntos, una corriente eléctrica me recorrió los brazos y tuve que alejarlos del tronco. El cual por suerte y gracias a las raíces se quedó en su lugar.

- ¡Coge las flores y ponlas encima! - Me gritó Scott.

Cogí aquellas flores extrañas y comencé a golpearme los bolsillos en busca de mi encendedor ¡Diablos! No puede ser que se me haya caído justo ahora.

- ¡Perdí mi encendedor!

- ¡Yo tengo otro! - Scott sacó su propio encendedor y quemó las flores.

Mientras las plantas ardían, Lydia y Deaton llegaron, se bajaron del vehículo en el que habían venido y corrieron hacia nosotros.

- ¿Ahora qué?

- Alguno de los dos tiene que decir este conjuro seis veces.

La pelirroja nos tendió a Scott y a mí el libro donde indicaba lo que debíamos decir, era una frase larga que estaba en latín.

- Yo no puedo decir eso - Dijo Scott frotándose la nuca.

Todos me miraron a mí, supe exactamente que fue porque yo siempre he sido capaz de hablar mucho y muy rápido.

Un rugido nos hizo temblar, era esa cosa regresando ¡Demonios! Esa cosa ya viene y nosotros aquí papando moscas.

- Redit ad naturalem modum creatura potest ablata restitueret .... - Vi como Brad y Derek pasaban corriendo junto a nosotros y tragué grueso - ¡Redit ad naturalem modum creatura potest ablata restitueret. Redit ad naturalem modum creatura potest ablata restitueret. Redit ad naturalem modum creatura potest ablata restitueret. Redit ad naturalem modum creatura potest ablata. Redit ad naturalem modum creatura potest ablata. Redit ad naturalem modum creatura potest ablata!

- ¡CUIDADO!

El gritó de Lydia y su expresión de horror me hicieron voltear, en ese momento todo comenzó a ocurrir como si fuera una escena en cámara lenta. Mientras me volteaba el Hellhound se me estaba lanzando encima, sus patas delanteras chocaron contra mi pecho y comencé a caer hacia atrás. Cuando sus dientes estaban a punto de aferrarse a mi cuello, una nube de ceniza le rodeó ¡Eran los restos de esas flores! La criatura comenzó a retorcerse, pero sin quitarseme de encima, Scott intentó ayudarme y fue lanzado como si me rodeara un circulo de Mountain Ash.

Yo estaba en shock, mirando fijamente como esa cosa comenzaba a desaparecer frente a mí. No, no estaba desapareciendo, se estaba haciendo mas pequeña y su pelaje estaba desapareciendo, sus garras salieron de mi pecho y se dirigieron hacia su propio rostro. Comenzando a rasgarse el cráneo que tenía por cabeza.

De repente el sabueso infernal soltó un alarido tan fuerte que tuve que cubrirme los oídos y apretar mis parpados con fuerza. Los demás hicieron lo mismo, de repente sentí como algo caía encima de mis piernas, abrí los ojos para ver de qué se trataba; era la calavera de esa cosa. Pero pude ver algo, algo se estaba moviendo dentro de aquel cráneo.

NOTA DE LA AUTORA:

Wojojo... que cosas que pasan, luego de la perdida de dos queridas betas ambas manadas se aliaron y finalmente consiguieron derrotar al Hellhound. Pero si revisan bien la frase que puse en latín se darán cuenta que no lo mataron.

En fin, sin mas que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

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