Temp II / Cap XV

[STILES]

La cena con mi padre y la manada había sido un éxito sin precedentes, él había logrado lleverse bien con todos mis betas. Sobre todo con Alejandra, la cual parecía ser la mas interesada en el asunto de la policía. Estaba ayudándola a lavar los platos mientras hablábamos acerca de su pequeño trauma con las motos.

- Así que Mikaela y Nagisa - Escuché que decía mi padre - ¿Japoneses?

- No, lo que pasa es que mis padres tuvieron nueve meses para pensar nuestros nombres y al pensar el mio perdieron inspiración.

Todos reímos ante el comentario del menor de los gemelos, era la verdad que Nagisa no era el nombre mas común. Pero a mí me gustaba, era realmente original, ademas de que yo entiendo lo que es que tus padres te castiguen con un nombre raro y feo.

Volvía centrar mi atención en secar los platos que Alejandra me daba ya lavados. La miré por el rabillo del ojo y la vi realmente concentrada.

- ¿Te parece ir mañana a conducir la moto? - Casi se le cae un plato cuando me escuchó decir eso - Sé que Maicol te pone nerviosa de tanto insistir, pero que tal si vamos solo tú y yo.

Ale se lo pensó por unos dos minutos y luego me miró fijamente, le sonreí y ella relajó los hombros para luego suspirar.

- Está bien, pero solo nosotros - Asentí - Este es el ultimo plato.

- Por fin - Me quité el sudor de la frente - En esta cocina hace mucho calor.

- Si nos mudamos podríamos poner un aire acondicionado en nuestra próxima casa.

- Aun no es seguro, pero no descarto que es buena idea - Alejandra sonrió.

- Ya son casi las doce - Miró la hora en su móvil - Me voy a mi cuarto.

- Nada de ver cosas pervertidas en Internet que te vigilo - Le hice la seña de "te estoy vigilando", ella rió - Que descanses.

- Igualmente.

Me guiñó un ojo y comenzó a caminar escaleras arriba, rápidamente escuché el portazo que dio.

- A este paso va a dejar la puerta giratoria - Dijo Brad detrás de mí - ¿Dónde está el chico?

- Te das cuenta que tengo muchos betas hombres como para que seas tan poco específico ¿Verdad?

- Creí que era obvio que hablo de Sebastian.

- ¿Cuales son tus intenciones con él? - Alcé una ceja.

- ¿Qué acaso eres su padre?

- No, pero soy su alfa y si él me dice que le estás haciendo algo no dudaré en matarte.

- Pues no te veo matando a ese Peter Hale.

- Peter no es un peligro - Le informé - Sé todo lo que ha hecho, pero aun así le tengo confianza. Tú por otra parte me dejas con muchas dudas.

Brad clavó su mirada en mí, yo fruncí el ceño mientras le miraba con la misma intensidad que él lo hacía. Sus ojos se volvieron azules y yo volví los míos rojos, si el quería jugar a sometedor y sometido yo le seguiré el juego y no pienso ser quien se someta.

El chico me bufó y desvió la mirada, enseñándome el cuello en señal de que ya no buscaba pelea. Mi lobo infló el pecho con orgullo y yo sonreí de medio lado.

- Sigo sin saber tus intenciones, además nuestra línea de confianza es muy delgada. Así que solo lo diré una vez más - Brad regresó si vista hacia mí - Si lastimas a Sebastian o a alguno de mis betas, no te voy a desterrar, no te voy a lastimar... te asesinaré ¿Entendido? - Él asintió - Bien, ahora largo de mi vista.

Sin mediar mas palabra Brad se volteó sobre sus pasos y subió las escaleras, yo apenas había notado que Sean había estado escuchando nuestra conversación.

- Te noto molesto - Me dijo - ¿Estás bien?

- No - Admití - Siento como si tuviera un ancla en la espalda.

- ¡Esto requiere fiesta! - Roy apareció y se me colgó de la espalda - ¿Alguien mas quiere salir? Porque yo llevo dos días sin salir a ninguna discoteca y ya me siento morir.

- Admito que salir es una buena idea - Dijo Sean - ¿Qué dices, Stiles?

Suspiré y pensé en lo que me dijo por unos diez segundos, Roy me miró con una expresión de súplica. Por lo cual me vi obligado a asentir con la cabeza.

Llevé a mi padre a casa y aproveché para cambiarme por ropa que tenía allí, ropa mas apropiada para salir. Cogí mi móvil y le envié un mensaje a Erika.

***

Stiles: Hey, Catwoman. Vamos a ir al club "Diamond" ¿Vienes por tu cuenta o te tengo que secuestrar?

***

Luego de enviar el mensaje me guardé el móvil en el bolsillo y me despedí de mi padre. Luego de pedirle que se cuidara, salí de la casa y me subí al auto de Sean, él me estaba esperando junto con Roy, Sebastian, Brad  y los gemelos.

(...)

[NARRADOR]

- ¿Por qué debo ir yo? - Derek bufaba mientras Erika se pintaba las uñas en el asiento del Camaro.

- Ya te lo dije, no pienso ir sola.

El pelinegro la observó de reojo y frunció el ceño al ver como varias veces su beta estuvo a punto de dejar caer el esmalte color rojo sangre.

- Si se cae en el asiento te lo haré limpiar con la lengua.

- Dios... necesitas un polvo urgente - Derek por poco choca al escuchar eso, miró incrédulo a la rubia - ¿Qué? No me mires como si alguno de los dos fuera virgen.

- No quiero continuar esta conversación.

La rubia soltó una carcajada y el lobo de ojos verdes puso la mirada en blanco, se mantuvo en silencio mientras continuaba conduciendo hacia aquel club que Erika le había mencionado. Según la chica un amigo de ella la había invitado a ir allí, pero la rubia nunca le había dicho quien era el que la había invitado.

- Por fin llegamos - Exclamó la beta - Conduces como anciana tuerta.

Derek frunció el ceño y se bajó del Camaro, Erika hizo lo mismo y ambos comenzaron a caminar hacia la entrada donde un hombre de piel morena y aun mas alto que Derek les detuvo.

- Nombres... - Pidió el hombre.

- Erika Reyes - Dijo la rubia - Él viene conmigo.

El hombre les hizo una señal con la cabeza para que entraran y la rubia le sonrió. Ambos entraron y rapidamente se perdieron en el mar de gente que había allí, la música retumbaba en los oídos del pelinegro mientras intentaba no perder de vista la cabellera rubia que iba frente a él.

- ¡Allí están! - Escuchó que dijo la rubia antes de cogerle la mano y comenzar a arrastrarlo hacia algún lado.

Erika arrastró a Derek hacia donde había una mesa, en ella estaban un chico rubio, una chica de cabello rubio rojizo, un chico de cabello negro que parecía oriental, otro que usaba unos lentes y uno con pinta de matón. El chico de cabello color miel se puso de pie y caminó hasta abrazar a la beta, al parecer eran amigos.

- Chicos, él es Derek - Todos saludaron con un "Hola" - Derek, ellos son Roy, Mikaela, Nagisa, Sebastian, Sean y... Lo siento chico ¿Tú eres?

- Brad - Respondió el más alto.

Los dos se sentaron junto a ellos, mas temprano que tarde Erika comenzó a hablar sobre cosas triviales con aquella chica y con el que parecía ser su hermano según ellos habían dicho. Los otros cuatro chicos se habían ido a bailar.

El pelinegro se puso de pie y comenzó a caminar entre la gente para llegar a la barra del lugar. Un embriagador aroma le movió el mundo por un segundo, comenzó a buscar entre las personas al dueño o dueña de aquel aroma. Cuando lo encontró no se podía creer de quién se trataba.

Stiles estaba en el centro de la pista, bailaba animadamente con dos chicas y un chico. En su euforia el chico se subió a una de las chicas a los hombros y acercó a sus otros dos acompañantes, estos siendo ambos mas bajos que él se frotaban contra su cuerpo mientras el chico bailaba como si su vida dependiera de ello.

Los ojos del chico estaban rojos, pero con las luces parpadeantes y el hecho de que todos estuvieran pasados de copas nadie se daba cuenta. De repente aquellos ojos color sangre se clavaron en los ojos verdes del pelinegro, el cual tragó grueso al ver la sonrisa ladina que se dibujó en los labios del menor.

- Perdónenme preciosuras - Stiles se bajó a la chica de los hombros - Pero me necesitan.

- Nos vemos, hermoso - Le dijeron ambas al mismo tiempo mientras que el chico le guiñó un ojo.

Stiles recibió tres papeles con números de móvil y se despidió de nuevo, para luego ir hacia donde estaba el lobo de ojos verdes. Sin dejarle siquiera fruncir el ceño le cogió del rostro y estampó sus labios contra los de él, Derek tardó unos segundos en reaccionar, cuando finalmente lo hizo cogió el rostro del joven alfa y nuevamente se encontraban en una batalla de lenguas.

No supieron en qué momento dejaron de escuchar la música, menos cuándo fue que salieron del club por la puerta trasera. Pero cuando volvieron a abrir los ojos ya estaban en el asiento trasero del Camaro, besándose como si por dejar de hacerlo fueran a morir. Stiles mantenía una de sus manos presionando el paquete de Derek, mientras que con la otra le sujetaba de la nuca para que este no rompiera el beso.

Derek jadeó e intentó alejarse, por lo cual el joven alfa se sintió ligeramente rechazado.

- Si me dices que te separaste por aire te golpearé - Amenazó el chico.

Derek no respondió, o por lo menos no con palabras, sino que gruñó y cogió al chico por los hombros para volver a besarlo. Ambos dejándose controlar por sus sentimientos e instintos mas primarios.

NOTA DE LA AUTORA:

Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que les haya gustado y que no me peguen por cortarlo ahí. Ahora tengo una adivinanza para hacerles ¿Quién de los dos será pasiva? Porque tenemos a Stiles que ahora es un alfa dominante y a Derek que es un beta amargado.

En fin, sin mas que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

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