ESPECIAL

Este será un especial para darle contexto a ciertos personajes que serán importantes para el desarrollo de la historia.

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La lealtad es uno de los pilares fundamentales en cualquier relación humana, ya sea amistosa, romántica o profesional. Es el vínculo que une a las personas y crea un sentido de confianza y seguridad. Sin embargo, las falsas amistades y la desconfianza pueden destruir rápidamente estos lazos, dejando tras de sí un rastro de dolor y traición.

-diálogos en japonés -

??1: Estamos muy orgullosos de ti, Tomoe-chan. -Se limpia una lágrima-

Tomoe: Sí, mamá, ya verán que no los defraudaré.

??2: Eso espero. Hemos arriesgado mucho por esto, y quiero que te dediques a estudiar en la capital. No quiero escuchar que lo arruinaste.

Tomoe: Te voy a extrañar mucho, papá. -Lo abraza-

Para una joven de campo, ir a la capital puede ser tanto emocionante como aterrador. Mientras el tren pasaba entre los edificios, Tomoe solo podía mirar asombrada los enormes rascacielos y los brillantes letreros. Tokio siempre había sido un lugar lleno de modernidad y, al mismo tiempo, de tradicionalismo. Tomoe había trabajado arduamente para obtener una de las mejores becas universitarias disponibles en su pequeño pueblo, destacándose entre sus compañeros. Una vez en la universidad, intentó acomodarse en las instalaciones. La beca le ofrecía un dormitorio y cubría los gastos alimenticios, así que ya no tenía que preocuparse por eso.

Tomoe: Uf... y eso es todo...

Aiko: -Entrando al cuarto- Vaya, veo que te instalaste bien.

Tomoe: Mm... S-sí... eh... bueno...

Aiko: Jajaja, me llamo Aiko Yaoyorozu. Seremos compañeras de habitación.

Tomoe: Sí. -Hace una reverencia- Será un gusto conocerte. -Feliz-

Aiko: Bueno, Tsurugi-san, ¿te molesta si uso la cama de arriba?

Tomoe: N-no, para nada. -Saca rápidamente sus cosas de la cama superior- Puedes usarla si quieres.

Aiko: Excelente. -Mira su celular- Oh, no puede ser, llegaré tarde a la fiesta de ingreso. Oye, Tsurugi, sé que aún no somos muy amigas, pero ¿crees que podrías acomodar mis cosas? De verdad estoy apurada. Además, sería un gran gesto de tu parte, y quién sabe, tal vez en el futuro te pueda compensar.

Tomoe: Mmm... P-por supuesto, n-no te preocupes, yo me encargo.

Aiko: Tú y yo vamos a ser muy buenas amigas, Tsurugi-san.

El tiempo pasó, y las semanas se convirtieron en meses y luego en años. Tomoe sobresalía en todos los ámbitos, dominando a la perfección diversas materias, incluidas artes como el esgrima, el kendo y el tiro con arco. Sus profesores estaban maravillados con su desarrollo, pero estar tan centrada en sus estudios la aisló de sus compañeros, afectando sus habilidades sociales. La persona con la que más interactuaba era Aiko, quien a veces la llevaba al karaoke con sus amigos o a algún centro comercial. "Casualmente", Aiko nunca llevaba dinero consigo, y Tomoe se ofrecía generosamente a pagar las salidas. Más de una vez, la dejaron sola y borracha en algún karaoke. Aunque no era de beber, Tomoe cedía por presión social y para no incomodar a los amigos de Aiko, quedando con resaca en varias ocasiones.

En una de esas ocasiones, conoció a un chico llamado Kenji. Era alto, atlético y podía seguir sus conversaciones académicas, mostrando ser inteligente. Tomoe no tenía claro el concepto del amor romántico, pero siguiendo el consejo de Aiko, intercambió números con él. La universidad fue una etapa emocionante para Tomoe, una montaña rusa de emociones. En sus últimos ciclos, se dedicó exclusivamente a su investigación para graduarse. Durante este tiempo, hizo amigos rápidamente entre los estudiantes extranjeros: un joven cineasta, una experta en moda, un diseñador ambicioso, una arqueóloga y una ingeniera mecatrónica. Aunque prometieron que ella iría a Francia una vez se graduara, al final, todos tuvieron que regresar a su país.

Aiko: Oye, Tomoe, los chicos y yo vamos a salir y nos gustaría que nos acompañaras.

Tomoe: Mmm... Lo siento, Aiko-san, pero debo terminar esto.

Aiko: ¿Cómo es posible que siempre estés haciendo tarea? -Se acerca- ¿Qué es todo eso?

Tomoe: Estoy haciendo algunos arreglos para mi trabajo de investigación. Creo que ya casi lo tengo, solo me falta un poco más y podré patentarlo.

Aiko: No me digas... Y cuéntame, ¿de qué trata?

Tomoe: Bueno, trata sobre la optimización y mantenimiento predictivo de vehículos y dispositivos electrónicos mediante inteligencia artificial.

Aiko: Eso suena muy interesante. Bueno, espero que termines pronto para poder ir a festejar como es debido. -Se va de la habitación-

Tomoe: Me alegra mucho haberla conocido. -Dice feliz-

El tiempo siguió su curso, y Tomoe había perfeccionado su trabajo de investigación. A veces, Aiko la convencía de salir y festejar, además de llamar a Kenji y a sus amigos para pasar el rato. En una de esas salidas, Kenji le propuso ser su pareja. Tomoe, muy nerviosa, no sabía qué hacer, pero por presión social terminó aceptando. Así, alternaba entre sus estudios, las salidas con sus "amigas" y las citas con su nuevo novio. Aunque nunca había estado en una relación, después de pasar tiempo con Kenji, se convenció de que él era su alma gemela y que su amor prevalecería hasta el fin de sus días. Tomoe soñaba con convencerlo de ir juntos a Francia e iniciar una nueva vida allí.

Solo faltaban dos semanas para la graduación, y su trabajo de investigación estaba terminado. Solo necesitaba la validación de los profesores de tesis para poder patentarlo. Tomoe estaba muy emocionada, al fin su arduo trabajo daría frutos. Por la emoción del momento, decidió acceder a las insistentes peticiones de su "mejor amiga" para salir al karaoke. Lo que no esperaba era que, durante la fiesta, alguien colocara un somnífero en su bebida, dejándola totalmente adormecida.

???: Listo, el trabajo está hecho. ¿Qué hacemos con ella?

Aiko: Solo déjenla aquí, el encargado me conoce y cuidará de ella.

Cuando despertó, había pasado un día entero. Revisó su celular y tenía numerosos mensajes de sus profesores y algunos compañeros preguntando por ella. Uno en particular llamó su atención: un mensaje de su profesora de tesis que decía: "Espero que sepas lo que estás haciendo. Es una lástima que no pudieras presentarlo tú". Confundida, no le dio mucha importancia en ese momento. Salió del cuarto de karaoke y agradeció al encargado por cuidarla. Luego, fue a una cafetería cercana para comer algo y se dirigió a la universidad.

Mientras iba de camino, revisaba los mensajes, cada uno más preocupante que el anterior, hasta que leyó uno en particular: "No puedo creer que le hayas dado tu trabajo de investigación a Yaoyorozu. Espero que el que presentes sea mucho mejor que el anterior, porque si no, sería una gran pérdida de tu tiempo". En un instante, su mundo se detuvo. Volvió a leer el mensaje, sin poder creerlo. Rápidamente revisó el catálogo de patentes de su universidad con gran temor en su corazón, y de repente lo vio: "Desarrollo de un Sistema Inteligente Integrado para la Optimización y Mantenimiento Predictivo de Vehículos y Dispositivos Electrónicos mediante Inteligencia Artificial, por Aiko Yaoyorozu". Corrió a toda velocidad a su habitación, pero no encontró nada. Sus anotaciones, sus fórmulas, todo había desaparecido. Todo su trabajo de meses se había esfumado.

La desconfianza puede llevar a un estado de aislamiento y vulnerabilidad, donde la persona afectada se siente incapaz de confiar en los demás. En entornos académicos y profesionales, donde la colaboración y el apoyo mutuo son esenciales, la traición puede tener consecuencias aún más profundas.

Los días pasaron y llegó el día de la fiesta de promoción. Muchas personas la habían invitado, pero ella yacía acostada en su habitación sin querer salir. Las cosas de Aiko ya no estaban para cuando llegó, así que se la pasaba sola, preguntándose por qué le habían hecho eso. ¿No se suponía que eran amigas? Eso no se hace entre amigas. Mirando su celular mientras lloraba, intentaba evitar todos los mensajes que le llegaban hasta que uno le causó repudio: "Aiko estará en la fiesta".

El mensaje fue la gota que colmó el vaso. Tomoe decidió que no podía quedarse en su habitación mientras Aiko se pavoneaba con su investigación. Se vistió rápidamente y se dirigió hacia la fiesta. Su mente estaba nublada por la ira y la traición. No sabía exactamente qué iba a hacer cuando la enfrentara, pero no podía quedarse sin hacer nada.

Cuando llegó a la fiesta, la música y las luces la recibieron con una bofetada de realidad. La gente estaba feliz, celebrando, ajena a la tormenta que rugía dentro de Tomoe. Miró a su alrededor y pronto vio a Aiko, rodeada de un grupo de amigos, riendo y disfrutando como si nada hubiera pasado. Con determinación, Tomoe se abrió paso entre la multitud hasta llegar a ella.

Tomoe: ¡Aiko! -Gritó, su voz temblando de rabia-

Aiko se volvió, su sonrisa se desvaneció por un momento, pero rápidamente recuperó la compostura.

Aiko: ¡Tomoe! ¡Qué sorpresa verte aquí! -Dijo con una falsa amabilidad-

Tomoe: ¿Cómo pudiste hacerme esto? -La acusó, sintiendo las lágrimas quemar sus ojos- ¡Robaste mi trabajo! ¡Todo por lo que trabajé durante meses!

Aiko suspiró y puso una expresión de fingida tristeza.

Aiko: Tomoe, no entiendo por qué te pones así. Solo hice lo que tenía que hacer para asegurar mi futuro. Tú también podrías haber hecho algo mejor si te hubieras esforzado más.

La ira de Tomoe se intensificó, sus manos temblaban y su visión se volvía borrosa por las lágrimas no derramadas.

Tomoe: ¡Eres una mentirosa y una ladrona! -Gritó, empujándola ligeramente-

Aiko mantuvo su postura, aunque su rostro mostraba una ligera sorpresa por la reacción de Tomoe.

Aiko: Amigos, saldré un rato con Tomoe para aclarar esto. -Dijo a sus amistades, quienes la miraban con curiosidad-

Aiko tomó a Tomoe del brazo y la llevó fuera de la fiesta, a un callejón tranquilo donde pudieran hablar sin ser escuchadas.

Aiko: ¿Qué es lo que quieres, Tomoe? ¿Denunciarme? Adelante, hazlo. Pero te advierto, no vas a ganar. Mi familia es multimillonaria, tenemos influencias en todas partes. Puedo saltarme cualquier procedimiento y asegurarme de que nada me afecte.

Tomoe: No te saldrás con la tuya. Después de patentar mi trabajo, te haran preguntas y deberás justificarlo. No podrás, porque no entiendes ni la mitad de lo que escribí.

Aiko soltó una carcajada fría.

Aiko: ¿Justificarlo? ¿Eso crees? Tengo todo lo que necesito para que los profesores se traguen cualquier historia que les cuente. Y si intentas algo, si me denuncias, me aseguraré de que tu vida aquí sea un infierno. Nadie te creerá y terminarás más arruinada de lo que ya estás.

Tomoe sintió que su mundo se desmoronaba aún más. Las palabras de Aiko la golpeaban como puñales. La ira se mezclaba con la desesperación y el miedo.

Tomoe: Eres despreciable...

Aiko: -Con una sonrisa maliciosa- ¿Despreciable? No, Tomoe. Soy práctica. Tú decides qué hacer, pero te aseguro que no saldrás ganando. Ahora, lárgate de aquí.

Tomoe, con el corazón roto y las lágrimas en los ojos, se dio la vuelta y salió corriendo. La desesperación la cegaba, tanto literal como figuradamente. Corrió sin rumbo por las calles de Tokio, las luces de la ciudad convirtiéndose en un borrón mientras su mente intentaba procesar lo que acababa de suceder.

Al cruzar una calle, no vio el coche que se aproximaba rápidamente. El conductor, distraído, no tuvo tiempo de frenar. El impacto fue inevitable. Tomoe sintió un dolor agudo y luego todo se volvió negro.

Despertó en el hospital, con el sonido de los monitores y el murmullo de las voces de fondo. Trató de abrir los ojos, pero el mundo seguía siendo oscuro. La desesperación la envolvió cuando intentó moverse y un dolor insoportable recorrió su cuerpo.

Un médico se acercó, su voz era amable pero firme.

Médico: Tomoe-san, tuviste un accidente muy grave. Estamos haciendo todo lo posible para ayudarte, pero necesito que te mantengas calmada.

Tomoe: ¿Qué... qué pasó? -Susurró con voz quebrada-

Médico: Sufriste un traumatismo craneal y daño en los nervios ópticos. Vamos a hacer todo lo posible, pero es probable que tu vista se deteriore gradualmente.

El mundo de Tomoe se derrumbó por completo en ese momento. No solo había perdido su investigación y su futuro, sino también su visión, el regalo más precioso que tenía. Las lágrimas corrían por su rostro, un símbolo de su impotencia y dolor.

Pasaron semanas en el hospital, cada día una lucha para aceptar su nueva realidad. Sus padres llegaron de su pequeño pueblo para estar a su lado, su madre siempre consolándola y su padre brindándole fuerza.

Madre de T: Estamos aquí para ti, Tomoe. No estás sola.

Padrede T: Saldremos adelante, como siempre lo hemos hecho.

El apoyo de su familia fue fundamental para Tomoe durante su recuperación. Sus padres la visitaban con frecuencia, ayudándola en lo que podían y brindándole todo el amor que necesitaba para sobrellevar su nueva realidad. La noticia de su situación llegó hasta sus amigas francesas, Emily y Audrey, quienes no dudaron en viajar para estar a su lado.

Un día, mientras Tomoe estaba sentada en su habitación del hospital, escuchó un par de voces familiares en el pasillo.

Emily: -Con una voz suave y cálida- ¡Tomoe-chan! ¡Estamos aquí!

Audrey: -Con un tono ligeramente engreído, pero con sinceridad- Vamos, Tomoe. No puedes deshacerte de nosotras tan fácilmente.

Emily entró primero, abrazando a Tomoe con ternura, seguida por Audrey, quien a pesar de su actitud altiva, también le dio un abrazo cálido.

Emily: -Acariciando el cabello de Tomoe- Nos enteramos de lo que pasó y no podíamos dejarte sola en este momento. Sabes que siempre estaremos contigo.

Audrey: -Cruzando los brazos y haciendo una mueca- Sí, Tomoe. Aunque no te lo diga tan a menudo, te considero una amiga muy importante. No vamos a dejar que esta situación te venza.

Tomoe se sintió conmovida y reconfortada por la presencia de sus amigas. La calidez de Emily y el apoyo firme de Audrey le dieron una nueva perspectiva y fuerza para seguir adelante.

Tomoe: -Con lágrimas en los ojos- Gracias, chicas. No saben cuánto significa para mí que estén aquí.

Emily: -Sonriendo- Sabemos que eres fuerte, Tomoe. Y estaremos aquí para recordártelo cada vez que lo necesites.

Audrey: -Asintiendo- Exactamente. Ahora, debemos enfocarnos en lo que viene. Tienes un gran futuro por delante y no vamos a dejar que nada ni nadie lo arruine.

Con el apoyo incondicional de sus amigas y su familia, Tomoe encontró la fuerza para retomar sus estudios. A pesar de los desafíos que enfrentaba con su visión deteriorándose, se dedicó con aún más determinación a su nueva investigación. Pasaron un par de años, pero finalmente logró patentar una nueva tesis, un logro que le devolvió parte de su confianza y sentido de propósito.

Sin embargo, no todo fue fácil. Tuvo algunos inconvenientes con su pareja, Kenji, ya que la situación era difícil para ambos. A pesar de ello, lograron sobrellevarlo juntos, encontrando formas de apoyarse mutuamente.

Kenji: -Tomando la mano de Tomoe- Sé que esto es difícil, pero estamos en esto juntos. No voy a dejarte.

Tomoe: -Sonriendo débilmente- Gracias, Kenji. Eres mi fuerza cuando siento que no puedo seguir.

El deterioro gradual de su visión se volvió cada vez más molesto y desafiante, afectando su día a día. Sin embargo, Tomoe se negó a rendirse. Adoptó tecnologías de asistencia y métodos alternativos de aprendizaje que le permitieron continuar con sus estudios y su vida. Su determinación y resiliencia se convirtieron en un faro de inspiración para quienes la rodeaban.

Tomoe: -A pesar de la dificultad, con voz firme- Puede que mi visión se esté desvaneciendo, pero no dejaré que eso me detenga. Mi mente y mi espíritu están más claros que nunca.

Emily: -Sonriendo- Sabíamos que no te rendirías, Tomoe. Eres una luchadora nata.

Audrey: -Con una sonrisa arrogante pero sincera- Si alguien puede superar esto y lograr grandes cosas, esa eres tú, Tomoe.

A medida que el tiempo pasaba, Tomoe se adaptó a su nueva realidad, convirtiendo sus desafíos en oportunidades para crecer y aprender. Aunque su visión continuaba empeorando, su determinación y el amor de los suyos la guiaban hacia un futuro lleno de promesas y nuevas posibilidades.

Sin embargo, las penurias de Tomoe no habían acabado.

Después de un par de años en esta situación, su visión se redujo al 20%. Prácticamente ya no podía ver casi nada. Hubo momentos en los que se sentía insuficiente, atrapada en una oscuridad que amenazaba con consumirla.

Un día, Tomoe estaba en su apartamento, tratando de leer con dificultad unos documentos cuando escuchó una conversación en el pasillo. Reconoció la voz de Kenji, su pareja, hablando en tono bajo y cariñoso con alguien. Su corazón se aceleró y, con mucho esfuerzo, se levantó para acercarse a la puerta. Escuchó claramente una risa femenina y las palabras de Kenji.

Kenji: -Con voz suave- No te preocupes, ella no se enterará. Está prácticamente ciega y no sospecha nada.

El mundo de Tomoe se desplomó. Sintió como si le hubieran dado una bofetada. Las lágrimas comenzaron a caer mientras se apoyaba en la puerta para no caer al suelo. No podía creer lo que estaba escuchando. Se apartó de la puerta, su mente en caos, sin saber qué hacer o cómo enfrentar a Kenji.

Más tarde esa noche, cuando Kenji regresó, Tomoe decidió enfrentarlo.

Tomoe: -Con voz temblorosa- Kenji, ¿quién era esa mujer?

Kenji: -Evitando su mirada- ¿De qué hablas, Tomoe?

Tomoe: -Desesperada- Sé que me estás engañando. Te escuché hablando con ella. ¿Por qué me haces esto?

Kenji suspiró, finalmente enfrentando la verdad.

Kenji: -Con frialdad- Está bien, sí, he estado viendo a alguien más. Pero, ¿qué esperabas? Apenas podemos tener una vida normal con tu condición.

Tomoe sintió un nudo en el estómago, su corazón hecho pedazos. En un ataque de desesperación, decidió ofrecer más de sí misma, pensando que eso podría salvar su relación.

Tomoe: -Con lágrimas en los ojos- No quiero perderte, Kenji. Haré lo que sea necesario para que te quedes conmigo. Incluso... incluso si eso significa ofrecerte mi cuerpo de cualquier manera que desees.

Kenji la miró con una mezcla de sorpresa y deseo. Aprovechó su vulnerabilidad, y con el tiempo, Tomoe quedó embarazada. Cuando se enteró, estaba aterrada. No sabía cómo afrontar esta nueva realidad, especialmente con su visión casi inexistente.

Finalmente, reunió el valor para contarle a Kenji la noticia.

Tomoe: -Nerviosa- Kenji, estoy embarazada.

La reacción de Kenji fue inmediata y brutal.

Kenji: -Enojado- ¿Estás loca? No podemos tener un bebé ahora. Eres prácticamente ciega. ¿Cómo esperas cuidar de un niño? Sería una carga doble para mí.

Tomoe: -Desesperada- Pero, Kenji, podemos hacerlo juntos. Te necesito más que nunca.

Kenji: -Con crueldad- Tomoe, te quiero, pero has sido una carga durante mucho tiempo. Ahora un bebé sería demasiado problemático. No puedo hacer esto.

Con esas palabras, Kenji se alejó, dejándola devastada y sola. Tomoe solo podía sufrir por lo acontecido, sintiéndose traicionada y abandonada en su momento más vulnerable. Las lágrimas caían sin cesar mientras se daba cuenta de que ahora enfrentaría no solo su ceguera, sino también la maternidad y la vida sin el hombre que pensó que la amaba.

Tomoe: -Sollozando- ¿Por qué me haces esto, Kenji? Pensé que me amabas...

Kenji: -Sin volverse- Tal vez lo hice alguna vez. Pero ya no puedo seguir así. Adiós, Tomoe.

La puerta se cerró tras él, dejando a Tomoe en una oscuridad aún más profunda que la que conocía. Pero incluso en medio de su dolor, un pensamiento se aferró a su mente: tenía que encontrar la fuerza para seguir adelante, por ella y por el bebé que crecía dentro de ella.

Nueve meses después : 

En el hospital, Tomoe estaba en la sala de parto, luchando por traer a su bebé al mundo. Mientras tanto, en la sala de espera, sus amigas Emily y Audrey estaban acompañadas por Gabriel, el novio de Emily, y Andre, la pareja de Audrey. La atmósfera estaba tensa, llena de nerviosismo y ansiedad.

Emily: -Con una sonrisa cálida y esperanzadora- Todo saldrá bien, chicos. Tomoe es fuerte y el bebé estará sano y salvo.

Gabriel: -Tratando de mantener la calma, aunque con algo de miedo en su voz- Sí, estoy seguro de que todo irá bien. Tomoe ha demostrado ser una luchadora en todo momento.

André: -Desesperado y alterado- Pero ¿y si algo sale mal? No puedo soportar la idea de que Tomoe esté pasando por esto. Es una locura que tenga un bebé en su condición.

Audrey: -Con tono engreído pero visiblemente preocupada- André, calma. Tomoe sabe lo que está haciendo. Además, tiene un equipo médico increíble cuidándola.

André: -Alzando la voz- ¿Cómo puedes estar tan tranquila, Audrey? Es una situación delicada y todos estamos aquí muriendo de miedo.

Emily: -Colocando una mano en el hombro de André- Respira, André. Sé que estás preocupado, todos lo estamos, pero debemos tener fe en que Tomoe saldrá adelante, como siempre lo ha hecho.

Audrey: -Suspirando, decidida a cambiar de tema- Bueno, ya que estamos aquí, supongo que es un buen momento para decirlo. Estoy embarazada.

El anuncio de Audrey cayó como un balde de agua fría sobre el grupo. Por un momento, olvidaron la razón principal por la que estaban allí, sorprendidos por la noticia.

Gabriel: -Con los ojos muy abiertos- ¿Qué? ¿De verdad, Audrey?

Emily: -Parpadeando, tratando de asimilar la información- ¡Audrey, eso es increíble! ¡Felicidades!

André: -Visiblemente confundido- Espera, ¿qué? ¿Estás embarazada? ¿Cómo puedes decirlo así, sin más?

Audrey: -Encogiéndose de hombros- Sí, lo estoy. Pensé que todos deberían saberlo.

André: -Mirándola fijamente- ¿Y estás segura de que es mío?

Audrey lo miró con una mezcla de incredulidad y molestia, mientras Emily y Gabriel intercambiaban miradas nerviosas, tratando de no reírse.

Audrey: -Frunciendo el ceño- ¿En serio, André? ¿De quién más podría ser? Claro que es tuyo.

André: -Aún algo inseguro- Bueno, solo quería estar seguro...

La situación, aunque tensa, se volvió un tanto cómica con la reacción exagerada de Audrey y la expresión de arrepentimiento en el rostro de André. Emily y Gabriel no pudieron evitar soltar unas risitas nerviosas.

En ese momento, una enfermera salió a la sala de espera con una sonrisa tranquilizadora.

Enfermera: -Con una voz suave- Tomoe y el bebé están bien. Todo salió perfecto.

Emily: -Con lágrimas de alivio- ¡Gracias a Dios! Sabía que todo saldría bien.

Gabriel: -Suspirando de alivio- Esto es increíble. Gracias por la noticia.

André: -Relajándose un poco- ¡Qué alivio! Estaba tan preocupado.

Audrey: -Sonriendo, aunque con su tono habitual- Sabía que Tomoe lo lograría. Ella siempre encuentra la manera de salir adelante.

Dieciséis años después :

Las hojas de los cerezos se movían al compás del viento, realizando elegantes piruetas en el aire. Cada hoja que caía simbolizaba el paso del tiempo y la belleza inherente en la naturaleza. El cambio de estaciones mostraba lo efímero de cada momento y la inevitabilidad del cambio. La naturaleza, en su infinita sabiduría, nos enseña que la vida es un ciclo de transformación continua, donde cada estación trae consigo su propia belleza y lecciones.

En un parque en el centro de la ciudad, una joven de cabello corto y azulado, con ojos color miel y piel pálida, se veía maravillada por la belleza del cambio de estación. Mientras observaba las hojas rosadas caer, reflexionaba sobre lo que le deparaba el futuro. Pronto se mudaría a París, y aunque no es que fuera a extrañar mucho este lugar, no podía evitar pensar en su situación actual.

No tenía amigos debido a su baja capacidad social, y hacía tiempo que se había enterado de que la mayoría de sus compañeros de clase se burlaban de ella a sus espaldas, llamándola "copo de hielo sin corazón". Aunque esto no le afectaba mucho, ya que no había desarrollado afecto por ninguno de ellos, sí la hizo reflexionar sobre su propia forma de ser. Se preguntaba si realmente era tan fría como decían, o si simplemente no había encontrado las personas adecuadas con las que conectar.

En unos días estaría en un país diferente, con nuevas personas y nuevas maneras de ver el mundo. La perspectiva de empezar de nuevo le llenaba de una mezcla de nerviosismo y esperanza. Tal vez, en este nuevo entorno, podría encontrar verdaderos amigos y redescubrir aspectos de sí misma que había olvidado. La idea de explorar París le emocionaba: pasear por los Campos Elíseos, admirar la Torre Eiffel, y visitar el Louvre. Sin embargo, dudaba que tuviera mucho tiempo libre para turismo, ya que su agenda estaría repleta con clases normales, esgrima y dibujo.

Secretamente, soñaba con convertirse en mangaka, y esperaba que el cambio de ambiente le proporcionara la inspiración necesaria para sus creaciones. El cambio de estación le recordaba que, así como la naturaleza se renueva y florece, ella también tenía la oportunidad de transformarse y crecer.

??? : Espero que las cosas sean diferentes allá. -Se levanta del banco al ver acercarse un auto rojo.-

Auto (IA): Bienvenida, señorita Kagami. Su madre la espera en sus aposentos.

Kagami: Satzu, pasa por una cafetería. Me gustaría un espresso.

Satzu (el auto): Como usted diga, señorita.

Dos días después, en el aeropuerto:

Altavoz: ¡Tin tin tin tin! Última llamada para los pasajeros del vuelo Jektlag 0845 con destino a Francia. Por favor, diríjanse a la puerta de embarque.

Tomoe: Es el momento. Todo está listo para tu instalación. Entrarás al colegio a inicios del próximo año, tu impecable historial académico te permitirá saltarte esas clases. Ya he coordinado todo con el director. Mientras tanto, te dedicarás a tus prácticas de esgrima y kendo.

Kagami: Sí, madre.

Kagami (pensamiento): Vamos, es ahora o nunca. ¡Tú puedes, solo díselo!

Kagami: ....

Tomoe: ¿Tienes algo que decirme, Kagami?

Kagami: No, madre.

Kagami (pensamiento): ¡Inútil!

Tomoe: Está bien.

Kagami: E-en realidad... -tose- Me preguntaba si... podríamos visitar un poco los alrededores.

Tomoe: No hemos venido a hacer turismo, Kagami. Llegaremos al anochecer y necesito que estés bien descansada para empezar con tu entrenamiento a primera hora.

Kagami: Entiendo, madre. -un poco triste-

Tomoe: -suspira- En una semana será mi reunión de negocios con Gabriel. Su hijo estará ahí, él puede darte un recorrido del lugar.

Kagami: Muchas gracias, madre.

Kagami (pensamiento): ¡Siiii!

Una vez que el avión aterrizó, Kagami estaba muy entusiasmada por disfrutar del recorrido. Aunque por fuera no lo demostraba, se sentía muy feliz por poder empezar de nuevo. Apenas salieron del aeropuerto, un auto rojo los esperaba para llevarlos a su mansión. Kagami miraba las casas pasar; tenían una arquitectura algo moderna pero sin perder su estilo clásico. Era lindo ver que cada casa tenía al menos una planta en maceta. Se podía notar un aire acogedor en las calles de París. Mientras la joven esgrimista admiraba el paisaje, de repente una brusca parada del auto hizo que su cabeza se fuera hacia adelante. Al levantar la mirada, pudo ver a varios policías completamente equipados desviando el tráfico.

Tomoe: Satzu, ¿qué está pasando?

Satzu (el auto): Al parecer, la milicia de París está desviando el tráfico por... un ataque de un akuma.

Tomoe (pensamiento): Un akuma... Gabriel ya me habló sobre esto.

Kagami: Madre, ¿qué está pasando?

Tomoe: ¿Podemos usar una ruta alterna a la desviación?

Satzu (el auto): Me temo que no, señora Tsurugi. La policía de París ha bloqueado todas las rutas alternas con el fin de evitar que el akuma se esparza. Al parecer, su poder le permite poseer el cuerpo de cualquier persona que toque. Mis datos indican que lo único que podemos hacer por ahora es seguir la desviación y esperar a que los héroes de París derroten al villano.

Tomoe: ¿Así es como nos recibes, París? -suspira- Está bien, adelante.

Kagami (pensando): ¿Villanos, héroes? ¡Es igual que en Japón! Esto va a ser muy emocionante.

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Autor: Aquí aparece uno de mis personajes favoritos de la serie y mi amor platónico. En esta ocasión, decidí hacer un especial ya que no aporta nada a la trama principal y se desvía considerablemente, por lo que no cuenta como un episodio formal. Sin embargo, veremos más de ella porque me parece un personaje muy interesante, cuanto menos. Probablemente ya se hayan dado cuenta de que los últimos cuatro episodios se desarrollan en el mismo día.

Espero que hayan disfrutado de este especial. Estamos a pocos capítulos del final de temporada y estoy muy agradecido por sus votos y todo el apoyo de su parte. ¡Gracias! 

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