Unidos y en conflicto
Un nuevo día había comenzado, en Karmaland solo había paz y tranquilidad, no había nada que pudiera alterar a los queridos ciudadanos de Karmaland.
- ¡Willy!
- ¡Fargan!
Y ahí se había ido toda la tranquilidad de ese momento. Los gritos se escuchaban provenir de la casa de árbol.
Después de una larga discusión entre Willy y Fargan del día anterior, finalmente terminaron por ir a la casa de Willy, esto se decidió por una madura manera en una batalla entre los dos jugando piedra, papel y tijera, el ganador de esa batalla fue Willy.
Ahora seguían enfrentando una situación que deseaban ya terminar ¿Por qué les sucedía eso? ¿Qué habían hecho para merecer eso? No querían seguir juntos todo el tiempo, especialmente que estaban enojados uno contra el otro, ahora estaban las 24 horas del día y los siete días de la semana juntos sin poder despegarse a más de cinco metros o morirían electrocutados y no era bonito sentir eso.
- ¡Fargan! ¡Mi casa! ¡Mis reglas! - gritó Willy.
- ¡Willy! ¡Que soy oficial de policía! - dijo Fargan.
- ¡¿Y eso que tiene que ver?! ¡Eso es abuso de poder!
- ¡¿No eres el mejor para decir eso!
- ¡¿De qué hablas?! ¡Yo no tengo ningún poder en Karmaland! ¡Solo soy un guerrero como todos ustedes!
- ¡¿Y la hermandad qué?! ¡Siempre haces las cosas a tú manera!
- ¡Eso no es verdad! ¡Pido vuestra opinión!
- ¡Las cosas siempre terminan como quieres! ¡No creas que no me doy cuenta de tus sucios trucos!
Fargan ya no quería pelear con Willy, lo apreciaba y mucho. Para él, Willy era más que un compañero, hermano oscuro y amigo en sus travesuras, le encantaba pasar tiempo con él, le encantaba verlo sonreír y reír cuando estaban juntos. Pero temía que Willy no sintiera lo mismo, es por ello que ese día en que lo dejó con las arañas lo comprendió... Ya no le perdonaría ni dejaría pasar nada por alto, siempre era él quien lo terminaba perdonando, aunque no tuviera la culpa porque Willy se ofendía como si fuese la víctima, pero ya no, quería que él fuese el que diese el primer paso. Estaba pensando en ir con Vegetta para que le diese consejos en como tratar con Willy, pero ahora que los dos estaban enlazados ya no podía hacer eso, pero tal vez que no pudiesen separarse era bueno, tal vez así Willy podría abrir su corazón y tomar el primer paso, realmente esperaba eso... Por que por más que le doliese el corazón de estar peleando en cada momento... No se disculparía, no tenía la culpa de nada, quería una disculpa de Willy que viniese desde su corazón con total sinceridad. Y así volviesen a ser los mejores amigos de antes, no quería perder su amistad, es por ello que nunca le había dicho a Willy algo... Lo amaba, lo amaba con locura, estaba consciente de ello desde hace bastante tiempo, pero su amistad era lo más preciado, así que nunca lo dirá, menos ahora que estaban en una situación delicada.
Willy por otra parte... Sabía que tenía la culpa y era un cobarde, pero su orgullo era tan grande que no podía pedirle disculpas sinceras a Fargan sin bromear o molestar con otra cosa. Ya no quería seguir en esa tensa situación, en ese poco tiempo de estar juntos había notado que en ciertos momentos se notaba la mirada triste de Fargan y eso le carcomía el pecho. ¿Qué podía hacer? No quería que su amistad terminara de esa forma, suficiente tuvo con haberse alejado de Vegetta, si bien, aún hablaban y pasaban ratos juntos, ya no convivían como antes, antes eran como uña y mugre ¿Y ahora? Quien siempre estaba al lado de Vegetta era Rubius, podía ver que entre ambos surgía una química especial que sus tontos amigos no se daban cuenta, pero se alegraba que Rubius ahora esté al lado de Vegetta porque él... Fue quien lo dejó abandonado por pasar más tiempo con Fargan y ahí fue cuando su amistad comenzó a deteriorarse y nunca le pidió disculpas. Era por ello... Qué no quería perder también a Fargan, y lo comenzaba a perder, ahora se llevaba bastante bien con Alexby, si esto seguía así se quedaría solo por su propia culpa. Quería pedirle perdón y de ser necesario de rodillas lo haría, porque Fargan se había vuelto una persona muy especial para él, pero su maldito orgullo... ¡Su maldito orgullo era su peor enemigo! ¡Sabía que quien estaba mal era él mismo, pero no lo admitía frente a los demás! ¡¿Qué es lo que podía hacer?!
- Eh ¿Por qué me jalas? - dijo Willy al sentir su brazo siendo jalado por Fargan.
- ¿Ya lo olvidaste? Soy oficial de policía, debo trabajar - dijo Fargan sin mirarlo caminando hasta la salida. En ese momento portaba el uniforme de policía.
<< ¡¿Cuándo se cambió?! >> pensó Willy. - ¡Ni siquiera hemos desayunado!
- Alexby tiene café en su oficina, no creo que le importe invitarte un poco - dijo Fargan. - ... Él sí es un buen chaval.
La última frase hizo enojar a Willy ¿Acababa de insinuarle? Sí, sí, Alexby era uno de los más santos después de Luzu, ¿Pero y qué? No es como si él fuese un santo, juntos han hecho todo tipo de maldades.
De mala gana Willy siguió a Fargan hasta la comisaria. Antes de poder entrar al edificio vieron dos siluetas acercarse y por su forma de caminar dedujeron que eran zombies, pero ¿Zombies en plena Luz de día? Probablemente tenían protección así que sacaron sus armas listas para atacar.
No pasó mucho tiempo cuando inmediatamente las guardaron al mirar mejor, no eran zombies, eran Vegetta y Rubius cargando a Luzu y Auron respectivamente además de que Rubius traía la pañalera. Willy y Fargan miraban como sus amigos parecían estar idos mientras caminaban.
- ¿Por qué tenéis esa cara? - preguntó Willy.
- Parecéis un zombie - dijo Fargan,
- Luzu, Auron - contestaron Vegetta y Rubius cansados.
- ¿No os dejaron dormir? -preguntó Willy ante la obvia respuesta.
- No - respondieron ambos.
- ¿No se supone que entre los dos era menor la carga? - preguntó Fargan.
- Se supone - respondieron.
- Nos turnamos, pero al final ninguno pudo dormir... - dijo Vegetta.
- ... ¡¿Están viviendo juntos?! - reaccionó Willy al fin después de analizar sus propias palabras y las de los demás.
- S-solo por ahora... Estoy ayudando a Vegetta - dijo Rubius nervioso.
- No parece ayudar - comentó Fargan.
- Ya... Luzu es bastante activo de noche - dijo Rubius.
- ¿Y Auron? - preguntó Willy.
- Auron... Teníamos que sesionarnos que siguiera con vida... -contestó Vegetta confundiendo a Willy y Fargan.
- ¿Cómo? - preguntaron confundidos Willy y Fargan.
- ¡Ah! ¡Aquí estáis vosotros dos! - gritó Alexby al verlos en cuanto llegaba a la comisaría.
- ¡Alexby! ¡Compañero! ¡Me alegra verte! - dijo Fargan corriendo a abrazarlo. - ¡Ayúdame!
- Sabes que eso ya dependerá de Lolito y Mangel, ¡A lo que vine! ¡Agente Fargan! ¡Arreste a ese desgraciado! - dijo Alexby apuntando a Rubius.
- ¿Eh? ¿Yo? - dijo Rubius confundido.
- ¡Alto! ¡Policía! - dijo Fargan quitándole a Auron de los brazos entregándoselo a un confundido Vegetta al igual que la pañalera y después prosiguió a colocarle las esposas.
- ¡¿Pero yo que he hecho?! ¡No he hecho nada! ¡Soy inocente! - gritó Rubius.
- ¿Qué hizo Doblas? - preguntó Vegetta.
- Hay una queja por parte de un ciudadano - contestó Alexby. - Dice que te vio pasear con una criatura ilegalísima.
- ¡Eso es mentira! ¡La única criatura ilegalísima con la que he paseado ha sido Vegetta con ese cuerpazo ilegalísimo que se carga! - dijo Rubius sin darse cuenta de lo último que había dicho provocando un sonrojo a Vegetta. - ... Oh - dijo al percatarse poniéndose rojo.
- Dios... Eso se verá en el juzgado - dijo Alexby.
- Pero el juez Auron no está disponible - dijo Willy apuntando a Auron que miraba atento.
- Por eso el juez suplente se hará cargo de este caso - dijo Alexby. - Así que... Vegetta te vienes.
- ¿Eh? Pero... ¿Y Luzu y Auron? - dijo Vegetta.
- No te preocupes hombre, yo los cuido - dijo Willy.
Vegetta entonces se le quedó mirando a Willy de arriba abajo desconfiado.
- Que desconfiado eres caray - dijo Willy ofendido.
- ¡Hey! ¡Soy policía! ¡Tengo que estar ahí también! - dijo Fargan.
- No te preocupes Fargan, estarás de descanso hasta que la maldición ya no esté - dijo Alexby.
- ¡¿Qué?! ¡¿Pero por qué?! - dijo Fargan.
- Con Willy a tu lado no podrás, es como si obligaras a un ciudadano a trabajar, hay más policías, ellos tomarán tu lugar por ahora - dijo Alexby.
- Pero, pero - intentó decir Fargan.
- Pero nada, nos vemos después, te espero en el juzgado Vegetta - se despidió Alexby jalando a Rubius con él.
- ¡NOOO! ¡SOY INOCENTE! ¡VEGETTA! ¡AYUDAAAA! - gritó Rubius hasta desaparecer a la vista de los demás.
- ... Ah... Es tontito - dijo Vegetta suspirando.
- Vegetta - llamó Willy extendiendo sus brazos hacia enfrente.
- ... No confío en ti Willy - dijo Vegetta.
- Ouch, eso dolió - dijo Fargan entre risas.
- Ni en ti Fargan - dijo Vegetta.
- Ouch, eso dolió - se burló Willy y entonces se miraron entre sí enojados.
- Preferiría dejarlos con las doncellas nuevamente pero ya las molesté ayer - dijo Vegetta cansado.
- Vamos hombre, ahora que estoy libre yo los puedo cuidar fenomenalmente - dijo Fargan arrebatándole a Auron y la pañalera.
-No, no, yo los cuidaré bien - dijo Willy arrebatándole a Luzu.
- ¿Qué dices? Está claro que yo los cuidaré mejor - dijo Fargan.
- ¿Tú? Claro, los dejarás a su suerte a que aprendan a caminar por su cuenta para explotarlos.
- No digas tonterías.
- Tú no digas tonterías.
- ¡PARAD! - gritó Vegetta enfadado haciendo que los volteasen a ver. - ¡¿Los van a cuidar entre los dos o no?!
- S-sí, sí - contestaron asustados.
- ¡Pues os dejo! ¡Y más os vale cuidarlos debidamente o me cabrearé! ¡Y os dejaré sin descendencia! - amenazó Vegetta haciendo que tragasen duro, después se acercó a Willy y a Fargan asustándolos más y acarició la cabeza de Luzu y Auron. - No os preocupéis que no me tardo.
Dicho esto, se dio media vuelta y caminó hacia el juzgado, necesitaba terminar rápido y volver por los niños, ya ni tan siquiera recordaba a que habían ido al pueblo en primer lugar.
En cuanto perdieron de vista a Vegetta. Willy y Fargan se miraron entre sí y después desviaron su mirada a otra parte, caminaron devuelta a la casa árbol en total silencio.
Una vez que entraron a la casa, se sentaron en el sofá en completo silencio mientras aún sostenían a Luzu y Auron, la pañalera fue colocada entre ambos. Se quedaron en silencio por varios minutos... ¿Y ahora qué? Ambos no tenían ni idea de como cuidarlos, Vegetta no les dijo nada, solo suponían que en la pañalera estaba lo necesario.
- Huh... ¿Y si los dejamos que estén en el suelo? - sugirió Fargan.
- Sí, me parece bien - contestó Willy.
Entonces ambos los dejaron en suelo sin saber que más hacer. Willy miró el interior de la pañalera, solo había pañales, dos biberones ya preparados, talco, toallas húmedas y pures para bebé... Rezaba a los dioses no tener que usar los pañales.
Fargan y Willy seguían molestos entre sí, pero tanto silencio les incomodaba demasiado, aun no resolvían sus peleas internas, Fargan quería bromear y charlas, pero esta vez no iba a ser el primero en hacerlo, Willy quería disculparse, pero las palabras no le salían. Ya no aguantaban esa tensa situación, ambos querían reír y bromear como antes, pero nadie daba el primer paso.
No fue hasta que escucharon un llanto que se dirigieron al lugar donde provenía. Luzu estaba llorando mientras frente a él estaba Auron con un rasguño en su mejilla, entraron en pánico.
- ¡Ay la leche! ¡¿Pero qué ha pasado?! - gritó Fargan.
- ¡Un curita! ¡Un curita! ¡Alcohol!... ¿Se les echa alcohol a los bebés?
- ¡No hay curitas!
- ¡¿Qué hacemos?!
- ¡No sé!
- ¡Al médico!
- ¡Ay! ¡Que Luzu no deja de llorar!
- ¡Y Auron no llora! ¡¿Qué tienes Auron?!
- ¡Ambulancia! ¡Ambulancia!
- ¡No hay ambulancias en Karmaland!
- ¡Qué asco de sitio!
- ¡Corre, corre!
Willy y Fargan salieron corriendo hasta la clínica con ambos bebés en manos, tanto fue el pánico que no se percataron que era un rasguño superficial, no había ni sangre escurriendo. Ahora se encontraban en la sala de espera.
- ¡No debí decirle que podía cuidarlos cuando no se cuidar bebés! - chilló Willy.
- ¡Y yo también dije que podía cuidarlos! ¡Y mira! ¡Se nos muere! - chilló Fargan.
- ¡Lo siento Fargan! ¡No siempre tengo la razón!
- ¡Lo sé Willy! ¡Lo sé!
- ¡A veces me paso un poco y no admito las cosas!
- ¡Lo sé perfectamente Willy! ¡Yo también a veces me he pasado!
- ¡Si Auron perece me hago responsable!
- ¡Yo también! ¡Estamos juntos en esto!
- ¡Lo siento Fargan!
- ¡Te perdono Willy!
Ambos chillaban mientras se abrazaban y en medio de ambos estaban Luzu y Auron, el primero que había dejado de llorar, pero sollozaba y el segundo seguía sin decir nada. Cabe mencionar... Que los demás pacientes los miraban raros.
- Pueden pasar a ver al doctor - dijo la enfermera e inmediatamente se pararon y fueron hasta el consultorio.
- ¡Doctor! - dijeron Fargan y Willy abriendo la puerta de golpe.
- Es inusual verlos por aquí ¿Qué es lo que pasa? ¿Cuál es su urgencia? - contestó el doctor.
- ¡Se nos muere el niño doctor! - dijo Fargan entre lágrimas mostrando a Auron.
- ¿Fiebre? ¿No quiere comer? ¿Diarrea? Por favor sea específico - dijo el doctor comenzando a revisarlo.
- ¿Qué no ve? - dijo Willy confundiendo al doctor.
- ¡Tiene una herida en su mejilla! - dijo Fargan.
Entonces el doctor miró la cara de Auron y se echó a reír confundiendo a los dos mayores, el rasguño parecía desaparecer durante el día.
- No hay nada de que preocuparse, es solo un pequeño rasguño, probablemente para mañana ya no esté. Pero de todas formas lo desinfectaré para que estén más tranquilos.
- Pero ¿Cómo se hizo eso? - dijo Willy.
- Él mismo o... ¿Tal vez su compañero de juegos? - dijo el doctor mirando a Luzu quien tenía los ojos cristalinos.
Una vez que salieron de la clínica, se quedaron parados unos segundos mirando al suelo y se pusieron rojos de la vergüenza, habían entrado en pánico y tuvieron que pasar por esa vergonzosa situación, además... Dijeron lo que sentían... A medias...
- V-volvamos a mi casa - dijo Willy.
- S-sí, probablemente tengan hambre - dijo Fargan.
Vergonzosa situación o no, los alejó de ese tenso ambiente e incluso sentían que ya no era tan incómodo estar juntos, por fin se podían relajar sin entrar en conflicto cada dos por tres. Y así pasaron dos horas que aún no llegaban por ellos.
- Mf mf, no me creíste - sollozó Rubius.
- No es que no te creyera, tenía que tomarme bien el papel de juez y tú actuabas sospechoso - dijo Vegetta.
- ¡Estaba nervioso!
- ¡No había por qué estar nervioso si eras inocente! ¡¿Por qué actúas así cuando claramente es sinónimo de sospechas?!
- ¡Por qué soy imbécil!
- ... Al menos lo admites.
Rubius y Vegetta por fin habían salido del juzgado y ahora estaban frente a la puerta de la casa de Willy. Se percataron que la puerta estaba semi abierta y echaron un vistazo.
- ¡¿Qué es esto?! ¡¿Enserio es un bebé?! ¡Ya ni yo hago tremendas cagadas! - gritó Fargan.
- ¡Agh! ¡Qué asco! ¡Huele mejor la caca de las vacas que esto! - dijo Willy.
Estaban cambiándoles el pañal a cada uno, Rubius sonreía al ver las caras de sufrimiento de sus amigos y hermanos oscuros, él también tuvo que pasar por eso. Por otro lado, Vegetta solo esperaba a que terminaran de colocarles el pañal y entrar, que alguien más los cambase por él no le molestaba.
- Ufff... Listo -dijo Fargan soltando un suspiro.
- ¿Qué pasa chavales? - dijo Vegetta entrando asustándolos.
- ¡¿Vegetta?! ¡¿Cómo entraste?! - preguntó Willy.
- Tenías la puerta abierta - contestó Vegetta.
- Pensé que estarías ahora entre las rejas - dijo Fargan en burla.
- Ja ja... Nunca más vuelvo ahí - contestó Rubius.
- ¿Cómo están Luzu y Auron? - preguntó Vegetta acercándose a mirarlos, pero fue detenido por Fargan y Willy quienes se pararon en su camino.
- ¡Están perfectos! - dijo Willy.
- ¡Ni un solo rasguño! - dijo Fargan.
- ... Auron tiene un rasguño en su cara ¿O me equivoco? - dijo Vegetta asustándolos.
- ¡¿Cómo sabes?! - gritaron Fargan y Willy sorprendidos y asustados.
Vegetta suspiró y los apartó.
- Por que Luzu lo rasguña, por eso no podemos apartarle el ojo de encima - contestó Vegetta mirando el nuevo rasguño en la cara de Auron.
- ... ¡¿Por qué a ellos no los regañas?! - se quejó Rubius.
- Por que a ellos no les dije de eso, a ti sí - contestó Vegetta. - Pero... De todas formas, no se salvan, no los cuidaron debidamente.
Fargan y Willy tragaron duro, no querían sufrir su ira.
- A-a todo esto, lo había notado antes, Luzu y Auron parecen haber crecido un poco - dijo Willy intentando cambiar el tema.
- ¿Enserio? No lo había notado - dijo Vegetta.
- Pues que crezcan ¡De una maldita vez! - gritó Rubius. - ¡Quiero que vuelvan a ser los boomers de antes!
- Yo también... Ya los extraño tío - dijo Fargan.
- ¿Crees que yo quiero cuidarlos eternamente? - dijo Vegetta. - ¿Ya les dieron de comer?
- No, hace rato no quisieron - contestó Willy.
Vegetta entonces, agita los dos biberones, deja a Auron y Luzu en el suelo y le da el biberón a cada uno. Auron y Luzu comenzaron a beber gustosos.
- Quería comentaros de una cosa - dijo Vegetta. - Existe una flor que contra resta el hechizo de vosotros dos.
- ¡¿Enserio?! -dijeron Willy, Fargan y Rubius.
- ¡¿Por qué no nos dijiste antes?! - dijo Willy.
- ¡Sí, sí! ¡¿Por qué no?! - dijo Fargan.
- Ah ¿Eso era de lo que hablabas con Alexby? - dijo Rubius.
- Sí, primero se lo comenté a él, es quien tiene palomas mensajeras, conocemos a alguien que nos puede traer esa flor, no se encuentra cercas así que tuvimos que recurrir a eso - dijo Vegetta.
- Pero... Podemos ir nosotros ¿No? - dijo Fargan.
- No estamos en condiciones, ninguno de nosotros y por lo visto debe ser un viaje largo, Lolito y Mangel siguen de viaje, es mejor pedírselo a alguien más - dijo Willy.
- Así es - contestó Vegetta.
- Vaya lío... Y... ¿Quién es la persona de la que hablaban? - preguntó Rubius.
- Mmm... Ya lo verás - dijo Vegetta.
A Rubius no le gustó la respuesta, solo esperaba que no fuera alguien tan cercano a Vegetta... No lo decía por que estuviera celoso... No, para nada.
No muy lejos de aquella plática a Luzu se le cayó su biberón y miró como rodaba lejos de él, todos al escuchar el sonido voltearon a ver y se asustaron pensando que comenzaría a llorar, pero no sucedió, solo miraba fijamente su biberón rodar cada vez más lejos.
- ... Shet - dijo Luzu.
Ante esto los demás se habían quedado cayados y Vegetta tenía la boca abierta de la impresión.
- Awww su primera palabra, que mono - dijo Fargan.
- ¡Willy! ¡Qué le estuviste enseñando a Luzu! - gritó Vegetta enojado sacudiendo a su amigo.
- ¡Yo no le he enseñado nada! ¡Además, deberías alegrarte! ¡Esa palabra la utiliza el Luzu normal! - se defendió Willy mientras intentaba alejar a Vegetta.
- ¡Oh! ¡Es cierto! - dijo Rubius de la nada al escuchar a Willy. - Tal vez comienza a recordar.
- Yo pruebo, Luzu ¿Quién es el más guapo de todo Karmaland? - dijo Fargan acercándose a Luzu quedando enfrente de él, pero no recibió respuesta por parte de este y solo se le quedó mirando con sus grandes ojos. - Vamos, sabes que soy yo, Fargan.
- Quita - dijo Rubius empujando a Fargan. - ¡Luzu! ¡¿Sabes quién soy yo?!
Luzu entonces sonrió y a todos se les iluminó la cara, ¡Por fin comenzaba a retomar sus recuerdos!
Luzu entonces alzó ambos brazos en señal de que lo cargase.
- ¡Papa! - dijo Luzu sonriendo estirando sus brazos hacia Rubius.
Un gran silencio se había formado en el lugar.
- ... ¿Parezco una papa? - dijo Rubius confundido.
- Creo que en realidad quiso decir papá... - dijo Willy quien por fin se había librado de Vegetta.
- Ah ya veo... Espera... ¡¿Qué?! - dijo Rubius sorprendido volteando a ver a Willy.
- Aww cree que este asqueroso es su papá - dijo Fargan.
Luzu al ser ignorado bajó los brazos y comenzó a llorar asustándolos. Vegetta caminó rápidamente a su dirección empujando a Rubius y alzó a Luzu para cargarlo dejando de llorar al instante.
- Nos vamos, Rubén tu carga a Auron - dijo Vegetta tomando la pañalera.
- Sí cariño - dijo Rubius en broma, sin saber que esa palabra había hecho sonrojar a Vegetta.
- Huh eso me recuerda, Auron ¿Quién es el más guapo de todo Karmaland? - dijo Fargan a Auron quien ya estaba en brazos de Rubius. Pero no hubo respuesta ni gesto alguno. - Vaya tío, no parece Auron siendo tan serio.
- Mejor, quién más lata da es Luzu - dijo Rubius soltando un suspiro. - ... Pero que Auron no haga ni un solo ruido nos hace ir a checarlo a cada minuto para ver si sigue vivo...
- Oh, con que de eso hablaban antes de que te llevaran preso - dijo Willy.
- Después hablan de eso en otro día, estoy tan cansado y hoy se complicó por tu culpa - dijo Vegetta.
- ¡Pero si ya viste que no fui yo! - se defendió Rubius.
- Descansen... O al menos el intento de - se burló Willy.
- No me hagas enfadar Willy - dijo molesto Vegetta.
- Adiós tortolos, sigan con su familia feliz - bromeó Fargan provocando un sonrojo en ambos.
- ¡No somos ninguna familia! - gritaron Vegetta y Rubius completamente sonrojados.
- Luzu no piensa lo mismo - dijo Fargan entre risas.
- ¡D-dijo papa! ¡No papá! - dijo Rubius rojo de la vergüenza.
- ¡Luzu! - llamó Willy captando la atención del menor. - ¿Quién es tu mamá?
Luzu se quedó un rato mirando a Willy y después se giró volteando a ver a Vegetta el cual se asustó, posteriormente sonrió y se abalanzó a su cuello.
- Mama - dijo Luzu sonriente.
Tanto Rubius como Vegetta estaban aun más rojos de la vergüenza. Willy y Fargan se aguantaban la risa mordiendo sus labios y ver como la piel de sus amigos se volvía cada vez más roja.
- ¡G-gracias por cuidarlos! ¡Nos vemos después! - dijo Vegetta comenzando a correr.
- S-sí ¡Adiós! - se despidió Rubius corriendo tras Vegetta.
Al ya no estar sus amigos, Fargan y Willy estallaron de risa, Fargan se retorcía en el suelo mientras Willy se agarraba el estómago. Eran tan obvios, pero parecía que los únicos que no se daban cuenta de eso eran ellos. Solo esperaban que pronto dejaran de ser tan tontos y se confesaran. Aunque se deberían de preocupar por ellos mismos primero.
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¡Espero que les haya gustado!
Estoy feliz de que Lolito ha vuelto a Karmaland, pero triste de que me está sepultando mis tareas :'c
El próximo capitulo se viene Mangel y Lolito <3 (Si no se me olvida😅)
Cuidense ヾ(^-^)ノ
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