Primera maldición
En el mismo lugar de la cueva se encontraba Mangel sentado en el piso siendo con ambos bebés en sus piernas, Vegetta hacía guardia por si algún monstruo o la misma bruja pudiesen aparecer.
Los demás fueron a buscar a la bruja quedando solo ellos dos a cargo de Luzu y Auron que aún dormían. Vegetta casi hacía un berrinche por querer también ir a buscarla, pero Mangel no podría con los bebés y luchar al mismo tiempo por si algún enemigo viniese, Willy dijo que Vegetta era uno de los mejores en batalla así que sería perfecto para cuidar a sus tres amigos, por lo cual, Vegetta al ser alagado se quedó junto a Mangel esperando.
- Creo que fui estafado... - susurró para sí mismo Vegetta enfadado cruzando ambos brazos.
- ¿Dijiste algo Vegetto? – preguntó Mangel quien pellizcaba las mejillas de Luzu.
- Nada, nada... ¿Aún no quieren despertar?
- Están profundamente dormidos, pero siempre podemos despertarlos.
- No, no, prefiero que sigan así, tengo miedo de que despierten.
- Pero está la posibilidad de que solo sus cuerpos sean de bebés y sigan siendo los mismos de siempre.
- Que los Dioses de Karmaland te escuchen Mangel... Prefiero no averiguarlo ahora.
- Bien~
Los demás comenzaban a llegar uno por uno cansados y mirando a Luzu y a Auron para después suspirar.
- Supongo que no la encontraron... - dijo Vegetta.
- Supones bien – contestó Willy.
- ¡Por todos los rincones he buscado y solo encontré un creeper que casi me reventaba la cara! – gritó Fargan.
- Shhh – calló Mangel apuntando a los bebés en sus piernas.
- ¿Y si son los mismos, pero con cuerpo de bebé? – dijo Rubius.
- Eso dije yo – dijo Mangel.
- No sabemos, y no quiero averiguarlo por ahora... - dijo Vegetta.
- ¡Pero mira que cositas tan lindas! Nadie diría que los dos son unos desquiciados – dijo Lolito.
- Mira quien habla... - dijo Alexby.
- ¿Y sí regresamos al pueblo? – sugirió Rubius.
- ¡¿Qué?! ¡¿Y dejar nuestra misión incompleta?! ¡¿Qué dirán los del pueblo?! ¡¿Qué somos unos parguelas?! ¡No podemos irnos, así como así! – gritó Vegetta sacudiendo de los hombros repetidas veces a Rubius.
- ¡Shhhh! – dijo Mangel más fuerte. Luzu se movió y comenzó a abrir los ojos.
- Uis... - dijo Vegetta.
Todos miraban a Luzu curiosos y nerviosos esperanzados a que se sorprendiera y gritara "¡¿Qué le pasó a mi cuerpo?!" aunque tal vez no pudiera hablar.
Luzu por su parte miró a todos incluyendo a Mangel, después se quedó mirando a la nada por unos segundos y comenzó a lagrimear hasta romper en llanto.
- ¡Noooo! ¡Luzuuuu! – comenzó a llorar Vegetta.
- ¡¿Por qué lloras tú también?! – gritó Rubius.
- Mira lo que hiciste Vegetta, Luzu está llorando – dijo Lolito.
- ¿Confirmamos que no recuerdan nada y son unos bebés por completo? Confirmamos – dijo Alexby.
- He, que aún falta Auron – dijo Fargan. – Puede que él si recuerde.
- Lo dudo – dijo Willy.
Mangel intentaba calmar a Luzu sin éxito, para su desgracia el llanto de Luzu despertó a Auron asustando a los demás.
Auron miró a su alrededor posando su mirada en cada uno, después se quedó mirando a la nada asustándolos aún más, pero de ahí se quedó callado sin decir nada.
- ¡Auron! ¡Mi mano derecha! – gritó Lolito y corrió a cargarlo restregando sus mejillas contra las suyas. - ¡¿Me recuerdas verdad?!
Pero Auron seguía sin decir nada y solo miraba curioso a su alrededor.
- Confirmamos – volvió a decir Alexby.
- Espera, espera, Auron es un maldito cerdo, puede estar fingiendo – dijo Rubius.
- Tal vez él, pero ¿Y Luzu? – dijo Willy.
- Luzu es Evil Luzu – dijo Fargan.
- ¿Qué quieren insinuar? Mi Luzu será Evil pero sigue siendo un santo – dijo Vegetta.
- Bueno... Toda esa lava en su casa... - comentó Alexby.
- No comiencen una nueva pelea... ¡Y ayúdenme! – gritó Mangel quien aún no lograba calmar a Luzu.
Entonces Vegetta se acercó y cambió su voz a una más aguda.
- Luzu~ - dijo Vegetta, al instante Luzu calló y lo volteó a ver con sus grandes ojos. Vegetta estiró sus brazos y Mangel se lo entregó- ¿Quién es un buen niño? ¡Tú lo eres!
Luzu comenzó a reír y se acomodó mejor en el pecho de Vegetta. Un suspiro colectivo se escuchó de fondo.
- ¿Y Auron? -preguntó Mangel buscando a su pareja.
- Aquí – dijo Lolito quien traía a Auron como costal de papas entre su brazo a la altura de su abdomen.
- No soy experto en cuidados de bebés, pero no creo que esa sea la forma de cargar a uno – dijo Rubius.
- Pero no se queja – contestó Lolito.
- Emm chicos, lamento interrumpirlos, pero volviendo al tema principal ¿Qué haremos con la misión? Necesitamos atrapar a la bruja – dijo Alexby.
- ¿Y esto Alexby? ¡¿Y esto no es importante?! – dijo Vegetta refiriéndose a Luzu y Auron.
- Sí, sí escucha, si atrapamos a la bruja los puede volver a transformar a su forma original, podemos negociar con ella.
- ¿Qué pasa si no quiere? – dijo Willy.
- Si no quiere... ¡La amenazamos a muerte! ¡Y si eso no funciona la matamos! – gritó Alexby.
- Pero, muerta ya no podría volverlos a la normalidad... ¿O sí? – dijo Fargan.
- ¡Vegetta! ¡Willy! Ustedes han hecho pociones ¿No? ¿No hay algo que los pueda volver a la normalidad? – dijo Rubius.
- ¿Eres tontito? – dijo Vegetta. – Esto es un hechizo, no hay poción que revierta el hechizo... Creo.
- Cres, así que es un tal vez – dijo Rubius.
- Bueno... ¡Nunca he hecho algo así!
- Y si ¿Le preguntamos a Merlon? Es el único hechicero del pueblo – dijo Willy.
Todos se quedaron callados pensando y mirando a Willy.
- ¿Merlon es hechicero? – preguntó Mangel.
- Tiene pinta de serlo – contestó Willy.
- Jaja, así que no sabes – dijo Lolito.
- No ganamos nada estando aquí, Vegetta, se que no te gusta irte sin terminar una misión bien, pero si no está la bruja no podemos hacer nada, además tenemos que averiguar que hacer con Luzu y Auron – dijo Alexby.
- Mmm... Está bien... - dijo Vegetta en voz baja.
- Suerte y Merlon es realmente un hechicero – dijo Fargan.
- Pero... ¿Qué les diremos a los del pueblo? – dijo Vegetta preocupado.
- No te preocupes demasiado, el tiempo lo dirá – dijo Rubius.
Caminaron hacia la salida, Alexby los guio por el camino que había tomado y llegaron rápido a la salida. Ya era de noche, avanzaron rápido por el bosque sin detenerse, Lolito y Vegetta caminaban en el medio siendo rodeados por sus amigos al ser ellos quienes cargaban a los ahora bebés Luzu y Auron.
Finalmente, al llegar al pueblo se resguardaron cercas de los guardias quienes les saludaron y dieron la bienvenida, caminaron hacia la iglesia y se dejaron caer en las bancas agotados.
No parecía haber indicios de la bruja por el pueblo, es como si realmente se hubiera esfumado para siempre, lo cual los preocupó. Ahora su esperanza era Merlon para solucionar el problema.
- Mañana a las ocho – dijo Alexby
- Mañana a las ocho – repitió Mangel.
- Sí, mañana a las ocho – dijo Rubius.
- No vayan a faltar – dijo Vegetta.
- No, estaré ahí mañana a las ocho
- Ya entendimos, mañana a las ocho – dijo Willy.
- Mañana a las ocho... ¿Qué hora es? – preguntó Fargan.
- Por lo que vi... La luna está en una posición de ser pasadas de media noche – contestó Vegetta.
-Entonces... Hoy a las ocho ... Me voy a casa... - dijo Fargan levantándose de su lugar y dirigiéndose a la salida.
- Yo también... - dijo Alexby.
- Adiós – dijo Willy dirigiéndose a la puerta.
- ¡¿A dónde van?! – gritó Vegetta deteniéndolos. - ¿Quién se hará cargo de los bebés?
Un silencio se hizo presente y todos comenzaron a verse entre sí nerviosos. Habían olvidado ese pequeño detalle, bueno, esos dos pequeños detalles.
- ¡Oh! ¡Oh! ¡Yo! ¡Yo lo hago! – gritó Lolito alzando la mano que tenía libre.
- Como dije... ¿Quién se hará cargo? – volvió a preguntar Vegetta.
- ¡Yo me hago responsable Vegetta! ¡Yo! – volvió a decir Lolito.
- ¿Alguien? – dijo Vegetta.
- ¡Yo! ¡Yo! ¡YOOOOO!
- ¡Que te calles Lolito! ¡Tú no!
- ¡¿Pero por qué?! – dijo Lolito. - ¡Si puedo ser un buen padre! ¡Mi niña y yo seremos unos excelentes padres!
- De Mangel todavía lo creo, pero a veces es temperamental y tú eres un psicópata – dijo Vegetta.
- Pero ¿Qué dices? Si me estoy reformando, ¡Es más! ¡Ya estoy completamente reformado! ¿Verdad psicólogo? – dijo Lolito preguntándole a Auron quien solo parpadeó dos veces confundido. - ¡¿Vez?! ¡Eso es un sí!
- Ya dije que tú no Lolito, además ustedes dos viven separados – dijo Vegetta.
- Sí... además no pude calmar a Luzu... - dijo Mangel.
- Yo digo que se lo dejemos al más responsable y que se preocupa por los demás – dijo Fargan. – Hablo de Luzu por supuesto.
- Luzu es uno de los bebés... - dijo Rubius.
- Ah, es verdad jaja – rio Fargan
- Yo digo que se los dejemos a Vegetta – dijo Willy abriendo la puerta para irse.
- ¿Qué? – dijo Vegetta.
- Sí, sí, eres el más responsable y tu casa es segura – dijo Alexby siguiendo el ejemplo de Willy.
- Me parece bien – dijo Fargan comenzando a salir.
- Si necesitas ayuda avísame – dijo Mangel caminado a la salida.
- Mff, mff adiós Auron, no puedo llevarte conmigo – dijo Lolito entregándole el bebé a Vegetta y retirándose del lugar sollozando.
- Pero... ¡Por lo menos custódienme asquerosos! – gritó Vegetta quien sostenía ambos bebés uno en cada brazo.
- ... Vegetta ¿T-te acompaño a tu casa?
La voz de Rubius lo asustó, miró detrás de él y sonrió asintiendo con la cabeza.
- ¿Puedes llevar a uno? – dijo Vegetta. Rubius tomó a Auron y salieron de la iglesia caminado hasta la mansión del mayor.
Durante el camino esquivaron a todos los enemigos posibles hasta llegar a la torre donde estaba el ascensor para subir a la fortaleza.
- ¿Puedes? – preguntó Rubius entregándole a Auron quien ya estaba durmiendo como Luzu.
- Sí, tengo las torretas activadas así que no pasa nada. Gracias por acompañarme.
- No es nada... Emm... Si necesitas ayuda puedo venir en cualquier momento.
- ¡¿Enserio?! ¡Me pone feliz que me digas eso! Menos mal que no eres como esos cerdacos.
- Tú sabes, para ti estoy disponible en cualquier momento y en cualquier situación. Y... Si los cuidamos juntos seríamos como sus padres...
- ¡Oh! ¡Qué gran idea! ¿Entonces puedes venir por mí antes de las ocho? Cargar a los dos es un poco difícil.
- Ah... Sí, claro – contestó Rubius. Al parecer Vegetta no había entendido la indirecta.
- Te veo en la mañana – dijo Vegetta y desapareció al subir por el ascensor.
- Adiós... - dijo Rubius al aire y después se fue maldiciendo internamente.
Al día siguiente Rubius esperaba a Vegetta en la torre a que bajara. Pasaban los minutos y Vegetta no bajaba, estaba por ir y subir rezando para que las torretas estuvieran desactivadas, pero llegó Vegetta con ambos bebés durmiendo y su apariencia lo asustó.
- ¡¿Qué te sucedió?! – dijo Rubius preocupado. Vegetta se veía totalmente cansado y con ojeras en sus ojos.
- Luzu... Auron... - dijo Vegetta en voz baja.
- ¿Sucedió algo con ellos?
- Los puse a dormir en mi cama, pero despertaron y Luzu comenzó a jalonear el cabello de Auron... Entonces Auron comenzó a llorar... Los separé quedando yo en medio, pero... Luzu comenzó a llorar... ¡No se qué quería! ¡No estaban sucios! ¡Le di leche de vaca, pero no quería! ¡Le canté canciones! ¡Le di los muñecos que tenía! ¡Pero no se callaba! ¡Estuvo llorando toda la noche y después Auron se le unió! ¡Solo dormí una hora!
- Uis...
- ¡Nada de Uis!
- Vegetta tranquilo, vamos con Merlon a reunirnos con los demás, después yo los cuido y tú duermes.
- Rubén... Mff... Te abrazaría, pero tengo dos bebés en brazos.
Rubius rio y tomó a Luzu. Caminaron hasta la casa de Merlon y se quedaron frente la puerta, no había nadie más que ellos. Eso irritó a Vegetta.
- Ya deberían ser las ocho ¡¿Dónde demonios están?! – gritó Vegetta.
- Deberían estar por llegar – dijo Rubius, en realidad no creía que vinieran, pero no quería enojarlo más.
- ¡¿Me están tomando el pelo?! ¡Primero me dejan a los dos conmigo! ¡No duermo en toda la noche! ¡¿Y ahora no vendrán?!
- Ah, ah, Shhh Shhh – intentó callar Rubius al sentir que Luzu se movía.
- ¡Oh! ¡Volvieron!
La puerta de la casa de Merlon se abrió y lo voltearon a ver. No estaban preparados mentalmente para decirle que la bruja se les escapó y que además dos de sus amigos resultaron afectados.
- ¡Gracias a ustedes la bruja no apreció anoche! – dijo Merlon feliz.
- ¿No? – preguntaron confundidos.
- Pero, ¿Por qué tienen don bebés en brazos?... ¿Eso es un trapo en vez de pañal? – preguntó Merlon.
- Emm bueno queríamos decirle algo – dijo Vegetta.
- Oh, pero pasen – dijo Merlon invitándolos a pasar a su casa. - ¿Qué es lo que me quieren decir?
Vegetta pensó un poco, pero dejó salir un suspiro y habló. – Estos bebés en realidad son nuestros amigos, ya los debe de conocer, son Luzu y Auron. La bruja los transformó en bebés y ahora no sabemos como regresarlos a la normalidad.
- ¿Luzu y Auron?... ¡Oh! Luzu es el muchacho que siempre me ha ayudado con mi huerto y animales, Y Auron es el muchacho que siempre me ha gastado bromas y tomado algunas cosas de mi huerto – dijo Merlon recordando. – Mmm mi magia no sirve para transformarlos devuelta a la normalidad.
- ¡¿Si eres hechicero?! – gritó Rubius sorprendido.
- ¿No se los había dicho? Perdonen, esta memoria mía me comienza a fallar.
- Entonces, ¿Qué podemos hacer? - preguntó Vegetta.
- La única solución es encontrar una bruja o hechicera que esté dispuesta a transformarlos a su forma original, deben ser personas que usen magia negra o de transformación, yo me especializo en magia orgánica así que no les puedo ser de ayuda.
- ¡Ohhh! ¡¿Dónde podemos encontrar a esas personas?! – preguntó Rubius.
- Lo siento, eso no sabría decirles, esas personas suelen esconderse en los bosques, solo pocas viven en los pueblos.
- Ya veo... Gracias Merlon por contarnos esto – dijo Vegetta.
- No hay de qué – contestó Merlon.
Vegetta y Rubius salieron y caminaron hasta el pueblo en silencio.
- No le contamos sobre la bruja que se escapó- dijo Rubius.
- No podía... - dijo Vegetta. – Ah... No quiero pensar en eso... Al parecer tendremos que seguir esperando, por ahora compraré pañales y alguna ropa.
- Terminemos esto rápido y vayamos a tu casa, necesitas descansar.
- Ni que lo digas... Esos asquerosos que deben de seguir en sus camas solo espero que estén felices y contentos por que esa felicidad no durará mucho - dijo Vegetta enfadado, por su mente solo veía a sus amigos suplicar por su ayuda mientras él sonreía sentado en un trono.
Por otra parte, los demás quienes estaban en la comodidad de su hogar sintieron un escalofrío recorrer por su cuerpo.
Y los pensamientos de Vegetta solo era uno, Luzu y Auron debían de volver a la normalidad cuanto antes.
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Espero les haya gustado, la verdad no me convenció mucho xDu me estoy muriendo del sueño así que debí cometer algunos errores.
De todas formas espero lo hayan disfrutado <3
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