Niñeras
Vegetta y Rubius se encontraban cercas de la casa de Auron por la comisaria. Habían acabado de comprar las cosas necesarias para Luzu y Auron, en ese momento Vegetta terminaba de ordenar las cosas en la pañalera, Rubius solo miraba mientras cargaba a ambos bebés en cangureras, enfrente estaba Luzu y en su espalda estaba Auron, apenas habían despertado y para alivio de ambos mayores, estaban tranquilos mirando su alrededor.
- El calvo tóxico me tendrá que reponer el dinero gastado en lo que compré para él – murmuró Rubius quejándose.
- La mayoría lo puse yo ¿Recuerdas? ...Bien, todo listo- dijo Vegetta cerrando la pañalera y acomodándosela a Rubius en su hombro. - Recuerda darles su papilla y biberón, mira sus pañales que no estén sucios y no dejes que gateen por lugares donde se puedan lastimar y también...
- Sí sí sí, ya lo sé ¿No confías en mí? - dijo Rubius con ojos tristes.
- Pues la verdad...
- No me respondas... ¡Todo estará bien Vege! ¡Soy un adulto responsable! – dijo Rubius.
- ... ¿Estás seguro que no prefieres pasar toda la tarde en mi casa?
- Ya te dije que no, lo que necesitas es reponer las energías, estuvimos todo el día de ayer buscando a la bruja y hoy no pudiste pegar el ojo, si comienzan a llorar no descansarás bien.
- Bueno aprecio el gesto, pero no se si podré dormir al saber que los tienes paseando por allí – dijo Vegetta preocupado.
- Prometo solo ir a un lugar en el pueblo y de ahí me iré a mi casa.
- Está bien... Las torretas estarán desactivadas por sí necesitas algo o cambias de opinión.
- Deja de preocuparte tanto, pareces una madre dejando a sus hijos por primera vez en la guardería. ¡Yo soy el osito más confiable del pueblo! ¡Y uno de los guerreros de Karmaland! ¡Así como el cura del pueblo! ¡No hay persona más confiable y responsable como yo! - dijo Rubius todo orgulloso apuntándose con el dedo mientras sonreía con la cabeza en alto.
- Sí tú lo dices... - dijo Vegetta no del todo convencido ¿Confiaba en Rubius? Sí, ¿Confiaba la vida de sus ahora infantes amigos en sus manos? No, pero se moría del sueño y cansancio, estaba desesperado.
Vegetta miró mejor a Rubius y al verlo bien dejó salir una risa.
- ¿Qué es lo gracioso? – preguntó Rubius.
- Perdón, perdón, pero tu imagen de cargar a dos bebés y sostener la pañalera como un autentico padre me parece tierna – dijo Vegetta sonriendo.
Ante este comentario Rubius se sonrojó hasta las orejas ¿Por qué era tan malditamente lindo?
- Te los dejo entonces, cuídalos bien, chao – dijo Vegetta despidiéndose caminando hacia su casa.
- Chao... Ahora que Vegetta se fue... ¿Qué demonios hago? – dijo Rubius comenzando a entrar en pánico.
Si bien, había aceptado cuidarlos, pero ¡No tenía ni una maldita idea de como cuidar bebés! ¡¿Por qué no pudieron ser por lo menos niños de cinco años?!
Rubius suspiró, ahí seguía en el mismo lugar y volteó a ver las casas de sus ahora bebés amigos maldiciendo a sus propietarios por recibir la maldición. Comenzó a pensar quien le podría ayudar, no sabía cambiar un pañal, ni darles de comer ni tan siquiera como tratarlos. No eran sus amigos que conocía... ¡Oh! Ahora recordaba quien podría ayudarle.
Caminó lo más rápido posible hacia donde antiguamente era la casa de lolito. Entre más se acercaba se podía apreciar un enorme edificio blanco que era el nuevo templo de Karmaland dedicado a los Dioses Karmalandieses.
Entró y por los pasillos fue buscando a las personas que cuidaban ese lugar. No caminó mucho hasta llegar al mini patio de atrás de ese templo donde había una pequeña fuente. Las personas que buscaba se encontraban descansando y hablando entre sí.
- ¡Ah! ¡Rubius! ¡Me alegro de volver a verte!
- ¡Nieves! ¿Cómo has estado? – dijo Rubius.
- ¡Todo ha estado perfecto por aquí! – dijo Nieves feliz de verle.
- Es bueno verte, ¿Regresaron ayer? Me alegra que todos estén bien – dijo Akira.
- ¡Oh! ¿Y esos bebés tan lindos? – preguntó Dulce.
- Venía a verlas para que me ayudasen con ellos... - dijo Rubius apenado. - ¡Por favor! ¡Son las únicas a las que puedo pedir ayuda!
- Nosotras encantadas, pero... - intentó decir Akira.
- ¡Oye! ¿Cuándo tuviste un hijo? – preguntó Dulce mirando a Luzu quien la miraba curioso.
- En realidad... Son dos – dijo Rubius dándose la vuelta mostrando a Auron y volvió a girarse. - ¡Pero no son míos! Son Luzu y Auron... Fueron maldecidos.
- ¿Puedo cargar a uno? – preguntó tímidamente Nieves a lo cual Rubios asintió y sostuvo a Luzu. - ¿Es Luzu? Es muy tierno.
- ¡Oh! ¡Oh! ¡Déjame a Auron! – dijo Dulce y tomó a Auron. – Es tan lindo así. Ojalá se quede así por siempre.
- ¡Por Dios! ¡No! – dijo Rubius espantado. – Como veréis, están así. Vegetta los cuidó, pero no lo dejaron dormir, así que me ofrecí a cuidarlos por lo mientras.
- Ya veo, no sabes nada de los cuidados de un bebé. Por salvarnos, lo menos que podemos hacer es en ayudarlos a cuidarlos, pero justo hoy quedamos en ir a ayudar a las monjas a recoger bayas en el bosque– dijo Akira.
- Nosotras tampoco sabíamos cuidar a niños, pero Nieves, Akira, Lana y Yo fuimos voluntarias en cuidar a los niños del orfanato en varias ocasiones – dijo Dulce.
- ¿E-entonces? – preguntó Rubius nerviosamente.
- Antes de que nos vayamos podemos enseñarte – dijo Akira.
- ¡Se los agradezco! – dijo Rubius feliz.
- ¿Qué sucede con este ruido? – dijo Mónica quien venía llegando junto a Lana. Miró a los bebés que estaban en los brazos de Dulce y Nieves. – Agh... Niños.
- ¡Mónica! ¡Son solo unos bebés! – regañó Lana.
- Por eso – contestó Mónica.
Luzu al reconocer la voz comenzó a reír y alzar sus manos en dirección de Lana.
- Oh... ¿La recuerda? – se preguntó Rubius al ver esa acción.
- ¿Mnh? ¿Quieres que te cargue? – dijo Lana sonriendo y Nieves se lo dio. Luzu no paraba de sonreírle y comenzó a jugar con uno de sus mechones. – Jaja que lindo eres.
- Rubius nos contó que son Luzu y Auron – dijo Akira.
- ¿Esta cosa es Auron? – dijo Mónica apuntando a Auron.
- ¡Sí! ¿Quieres cargarlo? – dijo Dulce acercando a Auron a Mónica.
Auron comenzó a lagrimear en cuanto estuvo cercas de Mónica y después comenzó a llorar a todo pulmón.
- Auron también parece recordarla... - dijo Rubius recordando que estos dos no tenían una muy buena relación.
- ¿E-eh? ¿Por qué llora? – preguntó Nieves.
- Su primer trauma de la niñez – dijo Rubius.
Después de una media hora de estar con las doncellas, Rubius caminaba por el pueblo con sus nuevos conocimientos adquiridos y con Luzu haciendo puchero enojado por separarse de Lana mientras tanto Auron tenía los ojos rojos de tanto llorar. ¿Cómo se las había apañado Vegetta con ellos sin ningún conocimiento previo?
Rubius se sentó en la hierba junto a la iglesia y dejó a Luzu y a Auron en el piso junto a él, sacó la libreta donde había anotado todo lo dicho por las doncellas y comenzó a leer.
Ya era hora de que comieran algo, así que primero empezó a preparar los biberones mientras seguía las instrucciones. Cuando finalizó de prepararlas sonrió orgulloso.
No sabía a quien dárselo primero, ni tan siquiera sabía si ya podían sostener el biberón por sí mismos, así que con un piedra, papel y tijeras consigo mismo lo decidió, Auron sería el primero. Cuando volteó para darle el biberón, casi le daba un paro cardiaco.
- ¡Vegetta me va a matar! – gritó Rubius aterrorizado. Tanto Auron como Luzu ya no se encontraban a su lado.
Mientras tanto en la comisaria en el despacho del comisario, Alexby miraba pensativo la ventaba, Fargan quien estaba a su lado miraba el piso pensativo.
- Sigo sin recordar que era eso importante que se debía hacer a las ocho de la mañana – dijo Fargan.
- Ni yo, si lo olvidamos es por que no es nada importante – dijo Alexby.
- Tienes razón, no ha de ser nada importante, nos preocupamos por nada – dijo Fargan tranquilamente.
- Pero aún así siento que olvidamos algo importante – dijo Alexby.
- Na, no lo creo, debe ser solo tu mente.
- Sí, tal vez tengas razón – dijo Alexby.
En eso la puerta se abre bruscamente, Rubius llegaba sudando y con la respiración agitada.
- ¿Eso es una pañalera? – comentó Fargan confundido.
- ¡Alexby! - gritó Rubius intentando tomar aire.
- ¿Qué sucede? ¿Por qué estás tan agitado? Cálmese por favor – dijo Alexby.
- ¡¿Cómo quieres que me calme cuando no encuentro por ningún lado a Luzu y Auron?! ¡Me los han secuestrado! ¡Vegetta me va a matar! – gritó Rubius histérico.
- ¿Luzu y Auron? Deben de estar en sus casas ¿No? – dijo Fargan confundido
- ¡¿A caso ya se les olvidó que ahora son unos bebés?! – gritó Rubius.
Alexby y Fargan se quedaron en silencio por unos segundos hasta que recordaron, ya recordaban que tenían que hacer a las ocho.
- ¡Alexby! ¡Ya no fuimos con Merlon! – gritó Fargan.
- ¡Ese no es el problema ahora! – gritó Rubius agitando a Fargan de los hombros. - ¡Niños extraviados! ¡Repito! ¡Niños extraviados!
- Querrás decir bebés extraviados para mayor precisión – dijo Fargan, incrementando los nervios de Rubius.
- ¡Oficial Fargan! ¡Tenemos un asunto que atender! ¡A buscar a esos bebés! – dijo Alexby.
- ¡Entendido comisario! – dijo Fargan. - ¿Cuáles son sus señas particulares? – dijo sacando una libreta y pluma.
- ¡¿Es enserio?! – gritó Rubius desesperado y molesto. Ahora comprendía perfectamente a Vegetta... Aguantar las idioteces de tus compañeros en asuntos serios no tiene precio.
Al mismo tiempo pasando la iglesia se encontraba Luzu lleno de hojas en su cabeza y espalda, su nueva ropa estaba sucia de tierra, gateaba en dirección al templo.
- ¿Eh? ¿Pero qué tenemos aquí? – una voz conocida hizo a Luzu parar y miró hacia arriba.
Lolito lo miraba con curiosidad ¿Qué hacía Luzu solo ahí? Vegetta era muy sobreprotector como para permitir eso.
Luzu lo ignoró y siguió gateando hacia el frente.
- ¡Eh! ¡Eh! ¡¿A dónde crees que vas?! – dijo Lolito y lo cargó para disgusto de Luzu. - ¿Dónde está Vegetta? ¿No te debería estar cuidando?
Lolito Miraba por todos lados en busca del pelinegro y correcto que tenía como amigo, pero no veía ni un alma. Luzu enojado tomó uno de los largos mechones Rubius de Lolito y comenzó a jalarle el cabello fuertemente.
- ¡Oye! ¡Duele! ¡Luzu, para! ¡Niño malo! ¡Niño malo!
Lolito le quitó su cabello y entonces Luzu formó un puchero comenzando a lagrimear.
- ¡Entiendo, entiendo! ¡Toma mi cabello! – dijo Lolito volviendo a entregarle su cabello y suspiró. – Supongo que por lo mientras estarás conmigo hasta que encuentre a Vegetta.
Dicho esto, caminó en dirección a la casa de Mangel, primero lo visitaría y después irían en busca de Vegetta juntos, total, no es como si se estuvieran muriendo por no ver a Luzu.
- ¡Luzuuuu! – gritó Fargan mientras buscaba en cada rincón e incluso debajo de las piedras cercas del molino. - ¡Luzuuu! ¡Sí estás por aquí di sopa de veneno!
- ¡Es un bebé! ¡No puede hablar! – dijo Rubius.
- Tienes razón – dijo Fargan. - ¡Luzuuuu! ¡Si estás por aquí di agugu gaga!
- ¿Qué hacéis? – la voz perfectamente reconocible para Fargan hizo que este se fuera por otro lado a gritar. - ¿Sigues enojado conmigo Fargan?
- ¡Luzuu! ¡Auron! – ignoró Fargan.
- ¡Willy! ¡Luego arreglan sus asuntos! ¡Ayúdanos a buscar a Luzu y Auron! – dijo Rubius.
- ¿No se los había quedado Vegetta? – preguntó Willy.
- ¡Eso no importa ahora! – gritó Rubius quien por cada segundo que pasaba se le acortaba su vida.
- ¿No has visto ningún bebé en tu camino hacia acá? – preguntó Alexby.
- ¡Aurooon! ¡Luzuuu! – se escuchaba de fondo a Fargan.
- No, ninguno, solo niños grandes jugando y adultos caminando – dijo Willy.
- ¡Luzuuu! ¡Aurooon! – gritaba Fargan.
- ¿Estás seguro que por aquí los perdiste? – preguntó Alexby.
- ¡Aurooon! ¡Luzuuu!
- No los perdí, se extraviaron – dijo Rubius. – Y que sí leches, estaba en el pasto de la iglesia.
- ¡Luzuuu!
- Son bebés, no debieron ir lejos – dijo Willy.
- ¡Aurooon!
- ¡Por eso digo que debieron secuestrarlos! – gritó Rubius.
- ¡Estefaniaaaa!
- ¡Fargan! ¡No te van a responder! – gritó Rubius.
- Pasar tanto tiempo con Vegetta ya te está afectando compañero – dijo Willy.
- Pero, pero, pero ¡Es normal! ¡Auron y Luzu no están cuando me ofrecí a cuidarlos! ¡Vegetta me matará! ¡Todos ustedes no ayudan! ¡Vegetta me matará!
- Creo está mas preocupado por el hecho de que Vegetta lo vaya a matar que por Luzu y Auron – dijo Alexby.
- Si estabas en el jardín de la iglesia ¿No deberían estar escondidos en algún arbusto? – dijo Willy.
- ... ¡Oh! ¡Eso no miré! – dijo Rubius y corrió hacia los arbustos de la iglesia.
Los demás le siguieron el paso también comenzando a buscar a sus amigos, cuando la gente pasaba les preguntaban si no habían visto un bebé castaño y otro pelinegro. Los demás policías buscaban por todo Karmaland mientras ellos seguían buscando alrededor de la iglesia.
Ya habían pasado veinte minutos y Rubius estaba a punto de llorar e ir a su casa a rezarle a los Dioses para que les devolvieran a Luzu y Auron o por lo menos una pista de su paradero, aunque eso fuera legalísimo.
- ¿Qué hacéis? ¿Por qué os veis cansados? - la voz de Lolito les llamó la atención. Había llegado junto a Mangel.
A Rubius se le iluminó la cara cuando vio a Luzu en los brazos de Mangel y corrió hacía él arrebatándoselo de los brazos.
- ¡Luzu! ¡Ya no te vuelvo a sacar de la cangurera en mi vida! – gritó Rubius.
- Con que les pongas más atención basta – dijo Alexby.
- Te dije que lo estarían buscando – regañó Mangel.
- Lo siento mi niña...
- Un objetivo localizado y recuperado, repito, un objetivo localizado y recuperado, falta uno más – dijo Fargan en su radio de policía.
- Mensaje recibido, sigan buscando – contestó Alexby por su radio.
- Emmm... Literalmente están a dos centímetros de distancia entre ustedes dos – dijo Willy.
- ¿Perdona? ¿Tú quien eres? – dijo Fargan.
- Uuuhhh, que no te conoce dice – dijo Mangel.
- Eh, no empecen que aún falta Auron – dijo Rubius. – Después mátense entre ustedes, pero primero encontremos a Auron.
- Tú tranquilo – dijo Fargan. - ¿Qué es lo malo que podría pasar?
Una explosión detrás del molino se escuchó alertando a todo ciudadano cercano.
- Sí, no es como que hace un segundo explotó detrás del molino, todo está tranquilo – dijo Lolito
Curiosos se acercaron, lo más seguro es que fuera un creeper, pero de todas formas debían confirmar.
Cuando llegaron se quedaron con la boca abierta, si Vegetta hubiera estado ahí jurarían que se hubiera desmayado de la impresión.
Detrás del molino no muy lejos de un gran agujero provocado por la explosión, se encontraba Auron con varias minas a su alrededor. Agitó una y la lanzó provocando otro agujero más grande, Auron solo reía por las explosiones.
Rubius rápidamente se acercó y sujetó a Auron colocándolo en la cangurera de enfrente, Luzu ocupaba la de su espalda.
- Auron siendo Auron, aunque sea un bebé... Ese es mi niño – dijo Lolito.
- Pero... ¿Quién le dio esas minas? – preguntó Mangel.
- Ah sí, bueno, son mis provisiones por si se me antojaba arrojar una que otra mina por aquí y para no ir hasta mi casa las guardé aquí ¡Pero hace tiempo que las abandoné! – dijo Fargan defendiéndose.
- Estuve a un microsegundo de ser asesinado por Vegetta... - susurró Rubius pálido. – Maldito calvo, me las pagarás cuando vuelvas a la normalidad.
Esta vez volvería su casa y ahí se quedaría hasta que llegase la hora de ir a la casa de Vegetta. No quería volver a experimentar esa mala experiencia... Además, aun no comían, no faltaba mucho para que empezaran a llorar por comida ¡Debía apresurarse a ir a su casa! Pero antes... ¡Debía amenazar a sus amigos para que no le contaran nada a Vegetta!
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Estoy triste por que Lolito dejará Karmaland u.u
Y me entristeció más lo que dijo hoy en su Instagram. Que ha estado recibiendo mucho apoyo desde que publicó que ya no juagaria y dice que ese apoyo era necesario cuando él aun jugaba ¿Por qué esperan en mostrar su apoyo cuando sucedía algo como eso? Deben apoyar desde sus inicios.
Y es cierto, no sirve de nada los apoyos cuando alguien ya decidió abandonar algo, si siguen a alguien y les gusta su contenido ¡Apoyenlo!, no importa si es un artista, un cantante, youtuber, un fanfiquer, etc, etc. Dejen su comentario, su like o lo que sea que se haga en la plataforma en que trabajen. Los hates pueden ser pocos, pero son visibles cuando no se muestra el apoyo.
¡No dejemos que Alexby sea el siguiente! Yo cada que veo su notificación no veo el directo porque estoy retrasada y quiero ponerme al día, pero dejo correr el directo y de vez en cuando dejo un comentario (Por que a veces escucho lo que dice).
Así que por favor, si realmente les gusta el contenido de alguien muestren su apoyo si no quieren que dejen de subir lo que les gusta a ustedes. ° ͜ʖ ͡ – ✧
Espero que les haya gustado y perdonen si es corto ≧﹏≦
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