Viktor quería hacerle un regalo de aniversario a Yuuri sin que este lo supiera, aún no estaba acostumbrado a las calles de Hasetsu y mucho menos a Japón, rechazó que uno de sus suegros o la amiga de Yuuri lo acompañarán, porque pensó que no se iba a perder ... mala idea porque acabo perdido.

— Papá, ya pasamos por aquí muchas veces —se quejó Victoria de doce años.

—No, no es cierto, nosotros giramos en esta esquina y entonces...

— Papá, ¡está es la misma heladería donde me compraste un helado de moras!

— Tienes razón Victoria, admito que estamos totalmente perdidos. —reconoció el peli plateado con un deje de decepción y suspiro.

— Estoy cansada, me duelen los pies de tanto caminar, debí ir a la pista de patinaje con los chicos de la escuela —exclamó Victoria con un puchero.

Viktor cargó a Victoria y ambos llegaron a un parque, ahí se sentaron en una banca, decidieron descansar un poco y ambos comieron algunos bocadillos que compraron en una tienda cercana.

Su japonés no era tan bueno así que en definitiva la comunicación para pedir indicaciones estaba resultado complicada, estaba pronto a anochecer, así que Viktor decidió apresurarse para encontrar una solución y volver a casa antes de que Yuuri se preocupara demás.

Caminaron unas cuantas calles y se dieron cuenta de que al fin habían dejado de dar vueltas y estaban avanzando en lugar de volver a llegar a los mismos lugares, así encontraron un templo en cuyo letrero decía.

"Templo Mikage"

El peli plateado decidió entrar y Victoria quien ya estaba mucho más tranquila por haber descansado en el parque, no le pareció una mala idea.

Se hicieron las debidas ofrendas y oraciones como Yuuri le había enseñado y cerrando los ojos pidió al Dios del templo que lo guiará para encontrar el camino de vuelta a casa.

Mientras esto sucedía la diosa del templo Nanami y su familiar Tomoe tomaban nota de las peticiones que cumplirían y al oir la del peli plateado no dudaron en tratar de cumplirla.

¿Que tan bueno es tu inglés? —preguntó Tomoe a Nanami.

—Um bueno no es perfecto pero creo que tengo el suficiente nivel para comunicarme ¿y tú?

—Hee no me veas así...sabes que soy bueno en todo entonces ¿Los ayudamos?

—Claro que si, ya dije que está petición es importante y fácil de cumplir.

Nanami entonces apareció en el templo vestida como sacerdotiza, saludó a Viktor en inglés y este respondió alegremente.

—Entonces buscan regresar a Hasetsu y están totalmente perdidos ¿Su celular no funciona?
Viktor negó con la cabeza si hubiera sido así hubieran usado inmediatamente el GPS pero Victoria se había gastado la batería jugando un juego de citas y por un lado ella se sentía culpable por haber terminado así.

Nanami comprendió todo el problema, así que les indico la dirección de la estación de trenes y los acompañó hasta ahí, compro los boletos por ellos y así finalmente Viktor y Victoria pudieron regresar a casa en el último tren.

—Fue una buena idea ir a ese templo —comentó Victoria.

—Ciertamente lo fue, fuimos salvado por esa señorita.

El viaje de Tokio a Hasetsu era algo largo así que ambos se quedaron dormidos por el camino y se despertaron hasta que por el altavoz se avisó que habían llegado a su destino.

Cuándo finalmente llegaron a casa Yuuri estaba mirando preocupado su teléfono celular mientras veía a Yerik dormir, en su rostro se encontraba la evidente preocupación de que a su amado Viktor le hubiera pasado algo grave por el camino.

—¡Viktor...oh Viktor al fin llegas, no sabes lo preocupado que estaba al no saber nada de ti ni de Victoria. —sollozo Yuuri al ver por fin al peli plateado en la puerta de su habitación, llegando junto a Victoria quien bostezaba y se veía cansada.

—Lamento preocuparte así mi lindo esposo, verás quería comprarte algo por nuestro aniversario y decidí ir a Tokio con Victoria pero fue una mala idea, terminamos perdidos y fue tan aterrador no saber cómo regresar, el teléfono esta sin batería y bueno ahora estamos de regreso gracias a la sacerdotisa de un templo.

Yuuri abrazó a Viktor, gracias a que había regresado sano y salvo su semblante había cambiado por completo, su preocupación se había ido.

Ambos se metieron en la cama y se dispusieron a dormir, pues eran las 3 de la madrugada y Yuuri no había podido dormir tranquilo sin Viktor.

A la mañana siguiente fue el intercambio de regalos Yuuri le dió a Viktor unos guantes nuevos y el peli plateado le dio un montón de regalos que incluían varias de las cosas que le gustaban a su esposo, esto conmovió a Yuuri quien estaba bastante conmovido.

A pesar de la experiencia casi traumática en Tokio después de unos cuantos días más la familia Natsuki Nikiforov fue junta de nuevo y Yuuri le fue explicando a detalle como identificar las calles, donde estaban las estaciones del tren y en qué dirección quedaba cada cosa.

Después de aquel día de paseo, terminaron visitando de nuevo el templo Mikage, la diosa Nanami reconoció a Viktor y Victoria, sonrió satisfecha de que lo que había hecho aquel día había sido una buena decisión, miró a Tomoe y susurró.

— Me alegra haber hecho feliz a esa familia, cumplir las peticiones de los creyentes definitivamente es algo que me gusta de ser una diosa.

Tomoe abrazó por detrás a Nanami y dijo.

—Y sabes lo que pienso ¿Que una diosa también debería cumplir los deseos de su familiar?

Nanami trató de alejar a Tomoe y este se acurrucó en sus piernas esperando a que la diosa acariciara sus orejas.

—Mo...tú no tienes remedio.

Y así no cabía duda de que el poder divino sea egipcio o de otro tipo estaba del lado de la familia Nikiforov Katsuki.

Jajaja okno, bueno si, pero bueno dicen que más tarde que nunca, en realidad este capítulo extra ya lo tenía empezado pero no lograba terminarlo hasta apenas, por cierto gracias por tantas lecturas, no creí que tuviera tanto éxito está loca historia, en fin espero que les haya gustado este extra 🤧 recuerdo con cariño cuando escribí está historia, así que realmente estoy agradecida por sus leídas.

Ere se despide.