Julio suspiro, por lo menos ahora creía que estaría libre de las persecuciones de los demás reinos o eso era lo que pensaba. - Estúpida vida - se dijo a si mismo, ya había pasado un buen tiempo y aun extrañaba a su madre.

Miro detrás solo por si las dudas y siguió caminando, esperando llegar a un buen lugar para descansar, y comer algo, toda la persecución lo dejo hambriento, y solo esperaba estar tranquilo.

Observó un árbol un poco alto, pero con un fruto exquisito, empezó a escalar subiendo de rama en rama, mientras veía lo cerca que estaba de los frutos que se encontraban. Al llegar, le fue un poco difícil sacar aquel fruto, era demasiado resistente, pero lo bueno era la recompensa.

Tuvo que bajar con mucho cuidado, tenia solo tres frutos, esa planta se caracterizaba por la poca cantidad de frutos que daba, pero era lo suficientemente sabroso como para no dejarlo pasar, se los comió con toda la calma del mundo, mientras sonreía a cada probada que le daba.

Después pensó en descansar, pero sintió que debía ir a ocultarse para dormir. Tomo su escudo y arma, y camino en busca del mejor lugar, encontró la sombra de un árbol y al lado un arbusto, ese podría ser su día de suerte, así que se estiró y se echó creyendo que el arbusto le podría  tapar algo.

Cuando se levanto no supo cuantas horas paso, pero de algo estuvo seguro, era de que había recuperado las energías, lo primero que hizo fue buscar aquel objeto que llevaba en la cabeza, pero se dio cuenta que no estaba, así que de un salto se levanto, y ahí atrás tal como lo supuso alguien le había seguido, aunque se notaba la cara del Rey de picas muy enojado, demasiado, ya no parecía soportar mas todo lo que pasaba - Buscas esto - Dijo mirando el objeto y observando que tanto su escudo como su arma, estaba amarradas en el caballo - No pensé que te ibas a despertar tan rápido, pero bueno - Agarro esa ultima cosa al caballo.

- Devuélvemelo ahora - Fueron las palabras del menor, mientras se deba cuenta que quedo un poco desprotegido, su escudo, arma y aquel objeto le daban ciertas fuerzas que aun ni él comprendía. 

-Que pasa si no lo hago, tu fuerza desaparece o dependes de eso para vivir - la verdad esas palabras las dijo porque no estaba muy seguro el porque el chico tenia esos objetos. El menor quedo en posición de defensa, no iba dejar que el otro le ataque así por así. - Es mejor que te dejes de juegos, y obedezcas - tenia en su mano una soga la cual era obvio que lo iba a amarrar, para que no vuelva a escapar.

-Crees que te haré caso, solo devuelve lo que no te pertenece. - Si no fuera por esos objetos eran valiosos para Julio, él ya hubiera escapado hace rato. Por otro lado el Rey no tenia ganas de seguirle el juego al menor, así que como pudo empezó la pelea, fue rápida, ya que había dejado al menor sin poder mover sus brazos, - Suéltame maldito - Trataba de soltarse, tampoco es como si se dejara poner una soga en los brazos, no estaba imbécil.

-Es mejor que dejes de comportarte como un niño, y obedezcas, ya fuiste capturado antes por mis tropas - El rey no podía dejar de agarrar al menor, sabia que con solo una soltura, este se soltaría y escaparía, aun se preguntaba como fue que lograron capturar al otro joker, "Maldito niño", fueron los pensamientos. - Me obligas a dejar el sello para que dejes de joder - le dijo, y fue ahí cuando Julio lucho mas, aun mas que antes, la idea de que le dejen un sello no era nada honorable, en especial porque él seria el primer Joker Negro con sello de algún reino.

-No te atrevas - Esta vez utilizaba las piernas para tratar de golpear al otro, aunque este termino también por inmovilizarlo de ahí también, El Rey se agacho un poco y con su propia cabeza dejo un espacio para poder dejar la marca como sea, por otro lado el Joker sintió su cabeza irse a un lado, y trato de mover también su cabeza, para apartar al otro, aunque fue casi imposible, ya que sintió la sensación de una mordida en el cuello y una succión, le dio asco esa sensación - ¡No, que asco, suéltame!, ¡NO! - dijo al sentir que termino, luego el Rey lo soltó, el menor se toco la parte del cuello, le ardía, ya sabia que había sido marcado, y no era nada agradable la idea - Maldito - le miro enojado, al Rey.

-Ahora deberás obedecer a cualquier orden que yo te dé - Miro al otro, aunque se notaba la mirada afilada del Joker, el cual se notaba al tiro que pensaba en golpearlo, aunque el menor no lo notaba, en su cuello empezaba a aparecer el símbolo de las picas, era algo desagradable. - Es mejor que subas ahora sino quieres que te vaya mal después.- Estaba retando al menor con la mirada, por otro lado el menor, estaba buscando la forma de vengarse ese mismo rato, o sino después pero seria mucho peor.

-Ya veremos quien le va peor - Esas fueron las palabras, del menor para luego correr directo al otro, para tumbarlo al piso, usando una tacleada para luego decir - Me la pagaras de la misma forma.- Dijo para luego subirse en cima del otro, aunque es su interior quería ahorcarlo ese rato, no podía o sino luego moría, si todos se enteraban que mato el rey de picas. Así que tomo la cabeza del otro, también le dejaría su marca para maldecirlo para siempre, antes que el otro pudiera hacer algo, le dio un beso, mientras una marca en el cuello del rey se  hacia visible, un rostro caricaturesco, sonriendo dando a entender que era una marca maldita, se alejo cuando ya supo que la marca se puso ahí, "Solo espero que te mueras de la peor forma", Esos fueron los pensamientos finales del menor, se levanto y solo le miro a los ojos, aunque el Rey no sabia muy bien que pasaba, solo supo que había recibido un beso y nada mas, pero no pensó en nada, y tomo la cuerda para amarrar al menor, aun no muy seguro de que había pasado, aunque el Joker se quedo tranquilo y no hizo nada mas.