21

Pasado el mes, en plena noche, en un horario que el consejero sabia que nadie tomaría turno, hasta pasado media hora, Rene tomó al bebé entre sus brazos, mientras tenía algunas cosas, más aquellos objetos, que antes el Joker tenía.

Abrió la puerta, Julio ya estaba listo para irse, con una capucha que Rene le dio se cubrió a él bebe y a él, bajaron silenciosamente y lo más rápido que podían.

Llegaron abajo, donde ya había una carroza, y dos caballos preparados, todo listo para subir y largarse antes de que alguien se dé cuenta.

Julio se subió, y miraba a su hijo, había añorado tanto irse de aquel lugar, que parecía ser su prisión, ser obligado a cosas que él no quería, y más aún cuando el rey se le proponía "tratando" de ser más amable, pero ya estaba más que claro, que Julio nunca accedería.

Mientras iban llegando a la dirección que el Joker había dado, se notaba una pequeña casita en medio de la nada. Aún Rene no entendía porque el otro insistía con ir a aquel lugar, no parecía que hubiera algo importante.

Al llegar, ambos se bajaron, aunque Julio le pidió que tomará a su hijo, mientras abría aquella casa, tomando sus antiguas pertenencias, poniéndose aquel objeto en la cabeza, y el escudo en su brazo izquierdo, aquella arma de raro metal en su brazo derecho, lo abrió, y no había nada, así como se dice no había nada, - Yo quería venir aquí con Alex, para mostrarle algo, porque pensé que quizás ambos en el futuro tendríamos una familia... - el menor se le quebraba la voz, era su ilusión y sueño arruinado.

- Tú y Alexander se querían de verdad, recuerdo que las veces que charlábamos cuando él se iba a ir o las pocas veces, él me decía que le gustaba estar a tu lado. - Hablo, mientras que Julio se daba la vuelta para verle de frente, - Le gustabas mucho, ya veo porque me golpeó así de fuerte aquella vez, él tampoco quería que te casaras con él, - Le dijo hablándole del rey, - Creo que el poder a veces hace perder un poco de la razón a algunos.

- Ya veo, pero creo que es mejor empezar de cero. - Miro su bara, y con la punta donde se veía la cabeza de un cóndor lo plantó en un agujero que estaba cerca de él, empezando a verse una puerta hecha de magia más pura que había visto en toda su vida, aquella puerta se abrió por completo. - Ven, esto es lo que debo hacer cuando se tiene a un hijo joker, o hasta donde recuerdo que debo hacer.

Empezaron a bajar las escaleras, Rene aun tenía al bebé en su brazos, durmiendo con tranquilidad. Estuvieron bajando como un piso y medio hacia, hasta que llegaron. Julio metió aquella bara un otro agujero en el piso, y el lugar se iluminó, dejando a la vista, una enorme cantidad de libros todos de magia, y en diferentes idiomas, en el fondo se veía varios cuadros.

- Esos cuadros son mis familiares con sus respectivos hijos, y hoy me toca hacer lo mismo. - Se acercó a Sorprendido consejero, para tomar al bebe en sus brazos. - podrías sacar la foto, por favor. - Rene asintió, mientras el menor se colocaba frente, para luego no tardar mucho en que la foto fuera sacada.

- Así que ellos son tus familiares. - Observó cuadros antiguos, dando a entender que era de los tatarabuelos que tuvo, se percató de algo, - No hay mujeres, solo tu madre.

- Nadie sabe como fue, pero solo se sabe que mi madre fue la única joker negro, después de eso nunca más antes se supo de eso.

- Ya veo, - fue a donde estaba los libros, una enorme cantidad, tomó uno, y se topo con cosas que nunca imagino, era magia demasiado poderosa, pero se encontraba en otro idioma.

- A mi madre no le dio tiempo de enseñarme esos idiomas, hasta ahora no sé de decía aquellos libros.

- No hay problema, solo quiero leer un poco. - le dijo muy interesado en saber más de aquellos libros.

- Está bien, yo iré a descansar, aún es de madrugada. - le dijo en un bostezo, mientras Entraba aun cuarto con su hijo en brazos, para luego dormir, pero al lado del pequeño.

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