Capítulo 31: la idea de que seas mía
Dedicado a: Rossyborrero
Capítulo 31: la idea de que seas mía
AURORA DUNKEL
...Su boca chocó contra la mía de manera violenta, jadee cuando su lengua se abrió paso para profundizar el beso y mordió mi labio inferior como si quisiera comerme entera.
Como si, se muriera de ganas de hacerme suya.
Quise resistirme a lo que mi cuerpo sentía y quería cuando él me besaba y me tocaba de esta manera, pero era inútil para mí, no podía ser indiferente cuando a mi cuerpo entró en ardiente calor sofocante, a mi cuerpo le gustaba lo que le hacía este degenerado sin corazón ni sentimientos sanos.
Yo era una completa enferma.
Su boca bajó por mi cuello lentamente, su lengua húmeda tocando mi piel caliente, la mano que tenía en mi cintura bajó por mi cadera hasta el borde de mi vestido.
—Espera... —jadee echando la cabeza hacía atrás sintiendo que mis piernas temblaban ante su intensidad, había olvidado lo feroz que era en el sexo, él era como un animal, lo sentía como un lobo devorando a una oveja.
—¿Qué quieres que espere? ¿Tu arrepentimiento? —su boca subió a mi oído y mordió el lóbulo causando que todo mi cuerpo se estremeciera por completo.
Estaba ardiendo, estaba en llamas y es que la última vez lo sentía como si hubiera sido una eternidad.
—Aquí no hay arrepentimientos, Printsessa —susurró con voz ronca sobre mis labios.
Me obligué a pensar en que las veces que estuve con él fue supervivencia y que ni siquiera lo disfruté, me obligué a pensar que no quería, pero ahora que estaba con él otra vez, me di cuenta que los recuerdos que intenté cambiar de forma obligada, se desvanecieron frente a mí en la lujuria del momento.
Con su rodilla la metió en medio de mis piernas y me las abrió, sin perder tiempo, su mano tocó directamente encima de mis bragas húmedas, me mordí el labio inferior para evitar gemir rehusandome a hacerle saber a Igor que lo disfrutaba.
—Siento como te estremeces, siento como deseas más —susurró a mi oído mientras seguía tocándome—, quiero meterte toda la polla y darte sin piedad bien fuerte, printsessa. Quiero que grites mi nombre hasta quedarte sin respiración.
«No lo haré»
Ya esto era cuestión de orgullo, y yo me resistía, pero, de alguna manera se sentía como si todas las sensaciones fueran más intensas que antes.
Me apartó la tela de las bragas a un lado ahora tocándome directamente entre mis piernas toda mi zona sensible, jadee sin poder contenerme y contraje el vientre sintiendo que estaba a nada de venirme, él se rió entre dientes con superioridad mientras seguía moviendo su mano y dos de sus dedos entraron en mí entrando y saliendo mientras su pulgar presionaba mi clítoris palpitante e hinchado.
Me mordí el labio inferior para evitar gritar, pero fue imposible, todo mi cuerpo temblaban sintiéndose al borde de venirme, mis jadeos volviéndose intensos, separé aún más las piernas y eché mi cabeza hacia atrás mientras él besaba mi cuello y entonces cuando el intenso vapor caliente se empezaba a extender desde mi vientre al resto de mi cuerpo él se detuvo de golpe.
Abrí los ojos sintiendo que me bajaban forzadamente del cielo cuando estaba a tan solo centímetros de tocar una estrella, mi cuerpo entero temblando por la acción interrumpida. Fruncí el ceño y cuando alcé la vista mis ojos se trabaron con los suyos pardos enteramente oscurecidos cuando susurró:
—¿Qué quieres?
—Sígueme tocando. —ordené necesitando liberarme, había estado tan cerca que no podía pensar en otra cosa.
Moví las caderas buscando rozarme contra sus dedos yo misma, pero él los separó de mí dejándome frustrada.
—Uhm ¿Eso quieres? —susurró—, ¿quieres que te clave la polla y te haga venirte?
Joder, cuando me hablaba sucio me excitaba aún más.
—Sí. —susurré y él pasó su pulgar por mi labio inferior, haciendo que me lo soltara de entre mis dientes, ni siquiera me di cuenta de que me lo estaba mordiendo.
Se río entre dientes.
—Así quiero que sigas, deseandome tanto que cada partícula de ti, me desee con locura.
Movió sus dedos lentamente hacia adelante y hacia atrás, sentía que las piernas se me acalambraban, deseaba que me hiciera terminar.
Me estaba torturando.
—Por favor. —jadee.
Él dio un paso hacia atrás soltándome, noté como su bragueta la tenía abultada, pero parecía controlarse, tenía una irritante sonrisa en su boca dejándome el cuerpo entero temblando.
—Todo se gana —dijo—, y si esta noche tienes mejor actitud, entonces te haré llegar.
¿Qué?
Me quedé atónita de que de verdad él me estuviera dejando con las ganas a propósito. De repente sus guardias entraron y me agarraron por los brazos.
De verdad el muy hijo de puta me iba a dejar con las ganas.
—Llevenla a la habitación. —ordenó Igor.
—¡No puedes hacer eso!
—Claro que puedo.
—Déjame ir con mi padre. —pedí rabiosa, creo que de hecho estaba más amargada que antes porque me había dejado sexualmente frustrada.
—No te has ganado ningun privilegio —replicó.
—¡Dejé que me tocaras!
Él se acercó quedándose frente a mí, y bajó su mano para tocar mí barbilla, su maldito toque me estremeció todo mí cuerpo sensible que aún esperaba su toque de manera masoquista.
—Soy alguien que odia a los manipuladores —dijo entre dientes—, y tu te has llevado el premio, printsessa. Esa mirada es mí debilidad, pero es la mirada de un demonio disfrazado de Ángel.
Claro que lo intentaba hacer, pero mí error fue pensar en que Igor seguía siendo el mismo hombre con el que logré jugar y manipular hasta escapar. Él había aprendido de sus errores, ahora estaba preparado para cualquier cosa que yo pudiera hacer.
—Entonces mátame. —rugí.
—¿Quieres morir? —alzó una ceja— ¿Tan segura estas de que tu alma será recibida en un lugar mejor? Porque no creo que en el cielo alguien logre lidiar contigo.
—¿Y por qué tu me soportas? —repliqué— ¿para qué me quieres junto a tí?
Su mirada continuó clavada en la mía, su gesto ligeramente más serio cuando dijo:
—Porque estoy desquiciado con la idea de que seas única y exclusivamente mía.
Me quedé sin aliento, y entonces él dio un paso hacia atrás para que los guardias me llevaran a la habitación. Sin embargo cuando estaba de salida, una mujer de cabello platinado me llamó la atención por su particular belleza y su largo vestido azul, ella entró a la oficina con Igor sin ni siquiera mirarme y cerró la puerta.
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