Capítulo 28
—¿Qué te pasa? —insisto en saber.
Andrea no dice nada. Lleva una semana siendo cortante y distante. Al principio creí que se debía a lo que pasó con Derek, incluso consideré la posibilidad de que él si le hubiera hecho algo o alguien cercano a él la estuviese chantajeando, pero no. Hay algo que no me ha querido decir.
Hablé con Beca y le exigí que sus amigas dejen en paz a Andrea. Ella negó que la estuvieran acosando. Beca nunca me ha mentido, pero supongo que siempre hay una primera vez porque tampoco tengo motivos para dudar de Andrea.
—¿Qué te pasa? —insisto.
Es viernes y otra vez se niega a que la lleve en coche a su casa.
—Nada más quiero estar sola — dice.
Eso me dice nada.
—¿Qué va mal? —le pregunto—. ¿Hice o dije algo que te molestara?
Hago memoria y no puedo recordar qué.
—Sólo necesito espacio —dice.
Y se fue dejándome hablando solo.
No contesta mis mensajes o mis llamadas, parece querer alejarse de cualquier cosa que tenga que ver conmigo.
Si vas hoy a las cinco de la tarde a casa de Andrea Bitch la encontrarás de zorra con su ex novio Sebastián.
Recibí ese mensaje de texto de un número telefónico desconocido. Quise enviárselo de inmediato a Andrea, pero... No debería estar dudando de ella, pero como últimamente se comporta rara, me pone en estado de alerta.
¿Andrea se mira a escondidas con Sebastián? ¿Andrea es capaz de engañarme? ¿Me traicionaría con Sebastián? Sebastián = el idiota que arruinó su vida.
Estoy dando vueltas por mi habitación pensando. Voy a ir. ¿Y si no hay nada? Bien. Si no pasa nada voy a tomar esto como una mala broma e intentaré hablar otra vez con Andrea para que esta vez sí me diga qué diablos le pasa.
...
Querido diario,
Sebastián vendrá hoy y con Karla preparamos un guión. Estas son las preguntas que debo hacerle:
1. ¿Por qué nunca borraste el video?
2. ¿Por qué intentaste chantajearme con él y lo publicaste cuando terminamos?
Porque él debe aceptar que es culpable.
3. ¿Después de publicarlo lo estuviste divulgando?
4. ¿Has obtenido dinero con el video?
5. Necesito que me confirmes si Joseline fue y si aún es tu cómplice.
6. ¿Conoces a Chris Morán?
Las preguntas no deben ser literales, las debo de mezclar entre promesas de que necesito su sinceridad para poder perdonarlo.
P.D.
Mamá viene esta noche a casa, le diré que no soporto la presión por lo de Derek y que necesito mudarme otra vez.
Andrea.
...
Mi mano está temblando cuando toco el timbre de la casa de Andrea. Ella se sorprende un poco al verme, pero me deja entrar. Eso es buena señal, ¿cierto? Son las cinco de la tarde, por lo que ya debería de estar dándome de golpes con Sebastián.
Me quedo en la sala de estar con ella, pero nada marcha bien. Insiste en ser cortante y distante.
—Debes decirme qué sucede —le pido.
—No sé a qué te refieres.
—¿Ya no me quieres?
No me mira a los ojos. —Es mucho más complicado que eso, Oliver.
—Explícame entonces.
—Creo que... —La escucho suspirar— necesito un nuevo comienzo.
Mi corazón se desagarra lentamente.
—¿Y no me incluyes a mí en tus planes?
¿Qué hice mal?
—Eres demasiado bueno para eso —dice, pero sigue sin mirarme cuando habla.
—Haz el favor de si quiera mirarme, Andrea —suplico, doliéndome.
Entonces lo hace. —Quiero que terminemos —pide, terminando de matarme.
...
Querido diario,
Karla tenía razón. Joseline advirtió a Oliver que Sebastián estaría a las cinco de la tarde en mi casa, por lo que fue astuto de nuestra parte adelantar mi cita con él dos horas antes.
Hoy terminé con Oliver. Cuando se fue corrí a mi habitación para encerrarme.
No puedo parar de llorar.
Andrea.
...
Terminó conmigo.
Y su única justificación fue que necesita tiempo y espacio. Ni siquiera quiero hablar de eso. Me siento un completo estúpido.
Me tomé la tarde para reflexionar en cómo era mi vida antes de conocer a Andrea, o dicho de otra manera: antes de decidir que Andrea Evich sería importante para mí. Había tres cosas en mi lista de prioridades.
1. Papá.
2. Papá.
3. Papá.
Iba a la Prepa no queriendo ir y el resto de mi vida, si es que se le podía llamar vida, lo vivía como si mi meta fuera esperar el día para por fin morirme. Andrea cambió eso.
¿Qué hice mal? ¿Qué hice para que ahora ella quiera terminarme? No puedo dejar de preguntarme eso. Y es que tampoco sé cómo empezar desde cero. Yo, Oliver Odom, no había empezado nada antes de conocer a Andrea.
—Oliver, te buscan —toca a mi puerta mamá y me sorprende.
¿Qué rayos? —¿Quién?
Añado que es un poco extraño tener a mamá en casa.
—Una chica.
¿Andrea? Lo dudo. Porque si fuera ella mamá hubiera dicho "Oliver, te busca Andrea".
Salgo de mi habitación acomodando el cuello de mi camisa y camino hasta la sala.
Ahí me está esperando Beca.
—Murió —dice, sin preámbulos.
—No puede ser —digo, sintiendo un golpe en mi pecho. No lo quiero creer.
¿Por qué todos están muriendo?
—Ella te amaba, Oliver —solloza Beca.
Me dejo caer en el sofá frente a ella y coloco mi cabeza entre mis manos. Hablando de no saber quién era antes de conocer Andrea, mi única compañía antes de ella, además de Byron, era la señora Pratt.
—Lo siento tanto, Beca. Yo...
—Intenté llamarte hace un rato —dice—, pero no entró la llamada y no tengo el número de tu casa.
Es que apagué mi teléfono para no tener que hablar con nadie.
Los cambios en mi vida empezaron con una decisión que tomó la señora Pratt para la clase de Español y nunca pude agradecerle o reclamarle. Ya no sé qué.
—Beca...
—No tienes que decir nada, Oliver —dice ella, con actitud distante. Nuestra relación es mala desde que el huracán Evich pasó por territorio Odom—. Sé de buena fuente lo manipuladora que puede ser Andrea y...
No puede ser.
—No voy a hablar de ella contigo —la interrumpo, recordando por qué apagué mi teléfono. No dejaban de entrarme mensajes señalando que Andrea volvió con Sebastián.
—Te repito que mis amigas nunca la han acosado.
No me consta.
Miro un punto lejano antes de contestar. —Sabes, ya no me importa —decido—. Me siento cansado, frustrado... Lo único que quiero es ya no pensar en nada.
—Lamento mucho lo que te ha pasado estás últimas semanas.
—Yo sólo quería hacer bien el trabajo de Español —río, sin ganas.
¿Qué falta? ¿Qué un terremoto destruya mi casa? ¿Qué Byron me diga que se va a casar? ¿Qué anuncien que ya no habrán más películas de la Guerra de las galaxias?
—Te pido que aceptes una disculpa de mi parte —le digo a Beca—. Quizá últimamente me he portado como un patán contigo, pero...
—Está bien, Oliver —dice, interrumpiendo—. Sé que eres un buen chico.
¿Lo soy?
Cuando Beca se va me encierro otra vez en mi habitación para pensar en Andrea, mi Andrea, no la chica indiferente que me mandó al carajo. Miro películas tristes y veo lluvia caer por mi ventana. Vamos, sólo me falta un maldito cuenco de helado y una pijama rosada de ositos de colores para verme aún más patético.
¿Por qué el amor tiene que doler tanto y en mi caso llevar el nombre de Andrea?
-------------------------------
¿Voluntarias para consolar a Oliver? :)
Capítulo dedicado a @Sofi-pereyra. Gracias por tu cariño :')
No olviden que estamos a NADA del gran final de La mala reputación de Andrea Evich.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top