La mala noticia


Resumen:

"Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada produce una dulce muerte." Frase de Leonardo da Vinci.

Capitulo único.

A Yuuri y Yurio les encantaba el patinaje sobre hielo, habían participado en torneos y campeonatos mundiales donde se disputaban el primer puesto con determinación. Siendo rivales tan férreos por la ansiada presea se pensaría que compartir una tarde ocio y confidencias estaba fuera del panorama.

Pero contrario a ello ambos chicos disfrutaban de su mutua compañía. Por eso quizás el hecho de que Yuuri, una tarde cualquiera mientras comían helado y miraban en el televisor un video del último Gran Prix, le preguntara ―¿Crees que en el Cielo haya competencias de patinaje? ―no fue que digamos trascendental.

―Es una buena pregunta cerdo, ―respondió el ruso sin considerar verdaderamente su respuesta. Luego con una sonrisa torcida agrego. ―El que llegue primero debería avisarle al otro de alguna manera si es así.

Yuuri Katsuki asintió con la cabeza, muy ilusionado con la propuesta. Quien diría que Yuuri sufría unos pocos años después un accidente aéreo que truncaría su carrera. Para en ese entonces Yurio ya había olvidado por completo su propia propuesta, y él dolor que le causo la perdida de unos de escasos amigos le hizo querer olvidar, para que cada recuerdo no se convirtiera en algo doloroso.

Al correr del tiempo Yurio tomó el lugar que le correspondía, sus logros fueron realmente grandes y llego a adjudicarse varios récords mundiales. El bien llamado tigre de rusia pronto se colocó sobre prácticamente sobre la cima de todos los pódiums.

La vida era buena, pues a sus veintiséis años gozaba una pareja increíble que lo amaba y comprendía, estabilidad económica y un brillante futuro.

No podía pedir más.

Fue una tarde cualquiera, sin nada relevante que la hiciera especial. Había entrenado las horas normales, tomado un almuerzo ligero y una comida más bien rigurosa para mantener su peso. Con el cuerpo pidiendo un descanso saco las llaves de su casa, para abrir con movimientos pesados la puerta. Apenas entrar se encontró con que en la sala lo esperaba, sentado en el sofá, un viejo amigo.

Yurio tuvo una mezcla entre pánico, asombro, alegría y nostalgia al verlo, sentimiento variopinto que le apretó el corazón al mismo tiempo en que le aceleraba el pulso. No sabía si creer lo que veía, si era real o solo un invento de su mente cansada.

―Hola Yuri ―saludo Katsuki con su dulce y amable sonrisa de siempre, la que él recordaba estaba destinada a sus personas cercanas y a su familia.

―¿Cómo esta todo allá arriba? ―pregunto Yurio intentando que su lengua no se hiciera nudos. Las manos le estaban temblando y mentiría si dijera que no deseaba salir corriendo como alma que lleva Pifas.

―¡Oh! De eso quería hablarte. ¿Recuerdas lo que dijiste? ―y espero mientras veía a Yurio hacer muecas intentando hacer memoria. ―Que quien se fuera primero...

―¡Ah! Eso... ―soltó Yurio demasiado consternado para poder disimularlo. ―No lo decía en serio.

Yuuri parpadeo y luego volvió a sonreír.

De verdad es él, es el cerdo japonés, pensó Yurio con el valor para acercarse lo suficiente y tomar asiento en el otro mueble frente a su inhumano visitante.

―Qué bueno que aún lo recuerdes, ―continuo Katsuki, ―ya que estoy aquí porque te tengo buenas y malas noticias.

Yurio ante sus palabras no sabría decir si quería o no escucharlas. Aun así, decidió dejar que siguiera.

―La buena noticia es que en el Cielo puedes patinar. Hay como aquí competencias. He participado un par de veces y debo decirte que es muy divertido. Además, tienes la oportunidad de conocer a los campeones anteriores y... simplemente es increíble. Esa es la buena noticia.

―¿Y cual es la mala noticia? ―cuestiono Yurio, en ese instante todo el estaba más duro que una piedra.

―La mala noticia... ―vacilo Yuuri, porque siempre fue así, un chico demasiado amable al que le disgustaba hacerlo enojar. ―La mala noticia es que mañana empieza un nuevo torneo.

―¿Y esa es la mala noticia? ―cuestiono casi en un gruñido y poniéndose de pie con la mirada colérica.

―No, la mala noticia es que vas a poder inscribirte.

.

.

Fin. 


N. A.

A las increíbles personas que hacen el favor de leerme, saben lo que viene ¿verdad? 

Así es. Los especiales de Halloween o día de muertos según la región donde se encuentren. Cada año intento publicar mínimo tres historias de terror que espero disfruten. esta es la primera. 

Les deseo un escalofriante día de todos los Santos. 

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