VIII

*Mundo Tortus*

Ya había pasado dos meses desde que Ryo y Kaori habían escapado del reino.

Durante ese tiempo, no se supo nada acerca de ellos, por lo que algunos llegaron a pensar que habían muerto.

Debido a las órdenes del rey, los estudiantes invocados entrenaban sin descanso para aumentar sus niveles y puedan luchar contra los demonios.

En estos momentos, todos se encontraban reunidos en una sala solo para ellos, en donde se preparaban para seguir con el entrenamiento.

Bien, hagamos nuestro mejor esfuerzo hoy -habló animadamente Tsukasa-

En el tiempo que había transcurrido, el "héroe" Tsukasa entrenaba sin descanso solo para poder sacar la espada y probar que el es héroe que este mundo estaba esperando.

Solo cállate, ¿quieres? -respondió uno de sus compañeros-

A causa de los excesivos entrenamientos impuestos por el reino, poco a poco, algunos estudiantes comenzaron a aburrirse de su actual situación.

Oye, ¿hay más información sobre esos espadachines? -preguntó uno de los estudiantes-

En uno de los grupos que se había formado dentro del lugar, se podía escuchar como dos estudiantes hablaban sobre los rumores que circulaban por toda la ciudad, debido a que fue esparcida por el gremio y comerciantes.

No, pero escuché que es una pareja de espadachines... El espadachín negro y la espadachín blanco -respondió mientras se llevaba un pedazo de carne a la boca- Dicen que son poderosos... Al parecer nadie sabe sus identidades

Solo espero que sean más poderosos que nosotros, así ya no tendríamos que luchar -habló otro chico-

¿Te imaginas que sean Himura-san y su novio? -preguntó uno de los estudiantes que se unió a la conversación-

Hmm... Lo dudo -respondió- Si no me equivoco, Himura-san tenía solo magia sagrada... En cuanto a la habilidad de su novio, es un enigma

No importa... Lo más probable es que estén viviendo una alegre vida o estén muertos -dijo otro estudiante, solo para terminar golpeado por la mejor amiga de Kaori-

Mientras estos seguían discutiendo,un grupo de 4 personas se acercaron a Tsukasa.

¿Ocurre algo, Kuzunoha-san? -preguntó Tsukasa- La misión es dentro de 1 hora

Queríamos despedirnos -habló Kuzunoha-

Esto ocasionó que todos fijarán sus miradas en ellos.

¿D-despedirnos? ¿Qué quieres decir? -preguntó Tsukasa-

Que nos largamos de este maldito lugar -respondió otro chico-

¿Eh? P-pero no pueden irse. ¡Qué hay del rey demonio, de las personas que tenemos que salvar! -gritó Tsukasa-

¡Despierta de una maldita vez! -exclamó Kuzunoha mientras lo tomaba del cuello- Hemos estado entrenando y luchando durante dos malditos meses sin ninguna razón... Ese estúpido sacerdote no dice más que: "deben hacerse fuertes", "ustedes nos salvarán"... Salvarán, salvarán, salvarán... ¡Pero de quién!... No hay ni una puta amenaza que ponga en peligro a este país, a este mundo... Todos nosotros hemos estado arriesgando nuestras vidas entrenando para nada... -gritó mientras soltaba a Tsukasa-

Ellos nos han mantenido cautivos en este reino por todo este tiempo, siendo la mazmorra el único lugar al que podemos ir... Sin mencionar que tenemos prohibido alejarnos del castillo si es que no estamos con los guardias -habló una chica- ¿Acaso no te parece sospechoso?

Todo lo que había dicho Kuzunoha era verdad... Hasta ahora no habían recibido ni una sola noticia sobre un rey demonio o demonios que ataquen sin razón... Desde el ataque de los demonios que ocurrió en el primer día, no había ocurrido otro hasta la actualidad... No uno que fuera necesario seres de otros mundos para subyagarlos.

Además, ellos solo conocían el palacio y la mazmorra, debido a órdenes del rey...

Solo han habido ataques de demonios insignificantes, los cuales fueron derrotados por los aventureros de este mundo -dijo Kuzunoha- No tenemos ninguna razón para estar aquí

Saben, he estado investigando acerca de este reino y resulta que no está en buenos términos con los demás países -dijo una chica que estaba en el grupo de Kuzunoha-

Lo más probable es que solo nos vean como armas para derrotar a sus enemigos en el hipotético caso que ocurra una guerra -informó otro de los chicos-

¡¿A dónde piensan huir?! ¡¿Acaso no saben que pueden morir?! ¡¿No quieren regresar a su mundo?! -gritó Tsukasa-

Nosotros ya tenemos todo planeado -respondió Kuzunoha- Para ser sinceros, yo no tengo a nadie esperándome en nuestro mundo, por lo que he pensado en vivir una nueva vida aquí... Además, si nos quedamos acá, nunca vamos a conseguir una forma de regresar a casa

Los escuchaste la primera vez, ¿no?... Ellos no saben cómo regresarnos a casa, y si lo supieran, nunca nos lo contarán -habló otra vez la chica-

Te voy a decir lo mismo que dijo el novio de Himura-san, Satō dijo Kuzunoha- No debiste decidir por nosotros... Puede que quieras salvar a todos de una amenaza que quizás no existe, pero ¿de qué sirve eso cuando ni siquiera puedes protegerte a ti mismo?

Y-yo... -trató de hablar Tsukasa-

No sé si ese chico Ryo fue o muy inteligente o muy tonto -dijo Kuzunoha, logrando llamar la atención de todos- Él se escapó de este lugar en la primera oportunidad que tuvo, sin mostrar sus habilidades, logrando que el reino no sepa nada de él... Pero, se fue sin siquiera conocer lo básico de este mundo, sin ninguna experiencia de combate, sin haber practicado sus habilidades... Solo espero que él y Himura-san puedan estar a salvo

De pronto, tanto él como sus otros tres compañeros, sacaron unos cristales de su bolsillo.

E-eso es... trató de hablar Tsukasa-

Este es el cristal de teletransportación... Recuerda que en este mundo sobreviven los fuertes y los astutos... Espero que puedas sobrevivir, Satō -fue lo último que dijo antes de desaparecer-

Pero no acabó ahí... Varios de los estudiantes sacaron los cristales de teletransportación, para después desaparecer.

Así que... Nos abandonan -habló Satō al ver a uno de sus amigos con un cristal en la mano-

No lo tomes a mal, Tsukasa... Pero no pienso seguir jugando al héroe... Solo quiero hallar la forma de regresar a casa, regresar con mi familia -dijo mientras concentraba mp en el cristal para activarlo- Espero que algún día nos podamos volver a ver... Pero esta vez, en nuestro mundo

Cuando fueron invocados a este mundo, fueron 30 estudiantes en total. El primer día se fueron Ryo y Kaori, por lo que quedaron 28... Ahora, se fueron 12 estudiantes más, dejando a 16 estudiantes que decidieron quedarse en el castillo... Por ahora...

[…]

*Al mismo tiempo con Ryo*

Ryo se encontraba en un bosque, al otro lado del mundo, parado en frente de un grupo de niños.

Oye, Kaori -llamó Ryo, quien estaba listo para atacar-

¿Qué sucede? -preguntó un poco nerviosa-

¿Me puedes repetir la misión? -dijo Ryo mientras escuchaba los sollozos de los niños-

Escoltar a un grupo de niños nobles hasta la capital real -contestó mientras limpiaba la sangre de su vestimenta blanca-

No sé si me equivoco, pero ¿no mencionaron que los más peligroso por aquí eran los ogros? -preguntó nuevamente mientras trataba de pensar en un plan-

S-sí -respondió aún más nerviosa-

Entonces... ¡¿POR QUÉ HAY UN PUTO DRAGÓN DELANTE MÍO?! -gritó Ryo, logrando asustar aún más a los 8 niños que estaban detrás de él-

Un enorme dragón se encontraba delante de ellos, listo para atacarlos, por lo que Ryo no tuvo más alternativa que invocar un círculo mágico debajo del dragón, que con un chasquido, un enorme pilar de fuego surgió y envolvió al dragón.

¡Corran hasta donde se encuentra Kaori! -le ordenó a los niños, logrando que se alejaran-

De un solo rugido, el dragón desvaneció el fuego que logró hacerle un poco de daño.

Tsk... Ahora, ¿cómo se derrota a un dragón? -se preguntó Ryo mientras sacaba una espada negra de la nada-

¡Ryo! ¡Si derrotas a ese dragón, yo seré tu premio esta noche! -gritó una chica con orejas puntiagudas, que se encontraba luchando con otros monstruos que querían atacar a los niños-

Maldita elfo pervertida... Ya te dije que no lo seduzcas -dijo Kaori enfadada mientras derrotaba a los monstruos que querían atacar a los niños que estaban detrás de ella-

Yo también quiero que Ryo me haga lo mismo que te hizo a ti durante toda la noche -dijo mientras lanzaba cuchillas de viento-

¿D-de Q-q-que demonios estás hablando, estúpida elfo pervertida? -preguntó sonrojada-

¿Eh? ¿Acaso quieres que te lo haga recordar? -preguntó de manera divertida a pesar de la situación- Bien... "Oh, Ryo-kun, no pares", "Ryo-kun, más rápido", "kyaa, me vengo"... Y muchos gritos más

T-t-tú, ¿nos estuviste espiando? -preguntó totalmente sonrojada-

No había necesidad de eso... Fueron sus malditos gritos que no me dejaron dormir -reclamó la elfo-

De la nada, algo impactó contra el árbol que estaba cerca de ellas... Ese era Ryo, quien había sido lanzado por el enorme dragón.

¿Te encuentras bien? -preguntó Kaori luego de terminar de derrotar al último monstruo-

S-sí, estoy bien -respondió mientras se ponía nuevamente de pie- Será mejor que nos larguemos de aquí mientras podamos... No quiero que esos niños mueran

¡Cierren los ojos! -gritó Kaori-

Levantando su mano, creó una enorme bola de luz que comenzó iluminar todo el lugar, logrando cegar al dragón.

Aprovechando esto, Ryo se tomó a Kaori y la chica elfo, y se acercó hasta donde estaban los niños, para después invocar un círculo mágico debajo de todos.

Cuando nuevamente el dragón recuperó la vista, se dio con la sorpresa que no había nadie en ese lugar, solo se encontraban los cadáveres de los monstruos que habían sido derrotados.

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