Capítulo 3
Michelle Evanson
La luz del sol que pasaba por mi ventana me despertó, un día nuevo empezó.
Admito que no podía dejar de pensar en lo de ayer, no se que paso, jamas me había abierto tanto con alguien, jamas había tenido tanta confianza.
Baje para prepararme el desayuno, hoy papá se había ido a trabajar y probablemente no volvería en algunos días así que me las tendría que arreglar.
Me vestí y fui a la escuela en mi bicicleta.
cuando llegue allí estaba el, había llegado en un lujoso auto negro.
Vestía un saco negro con un pantalón que le hacia conjunto, se veía tan jodidamente bien y se dirija a mi,justo a mi.
Todos tenían los ojos puestos en el, era tan hermoso y elegante, pero a la vez tan tímido que su timidez llegaba a ser sexi cuando su mirada te penetraba.
Pero yo fingiría desinterés, como lo hacia con todo lo demás sin ninguna razón.
—Hola Michelle - dijo mientras arreglaba su cabello
—Hola, quería decirte que hoy yo elegire el paisaje que iremos, ya tengo pensado cual - dije mientras sacaba un cigarrillo
—Esta bien ... ¿fumas? - dijo con cara de asco
—Solo cuando estoy nerviosa - respondí sin pensar y luego me arrepentí
—¿Acaso yo te pongo nerviosa? —Pregunto con una risa burlona
—No te ilusiones, Brekker— respondí seria y firme
Antes de que Molly llegara Brekker dio la vuelta y se fue.
—¿Quien era ese chico? - pregunto Molly y luego tomo su batido de fresas
—El despistado del que te hable - respondí
—Pues no me lo imaginaba así—
-¿Así como que? - pregunte confusa
—No se ... ¿Guapo?
Luego de la charla me fui a clase de Matemática, estaba en matemática con Esme y ella siempre me ayudaba porque nunca entendí nada en lo absoluto.
Luego de la clase fuimos a Almorzar y allí estaba el, sentado solo en un rincón, contemplando mis ojos así como yo los suyos, tan misterioso.
—El chico despistado no deja de mirarte— dijo Madison y le siguió Molly —Y ella no deja de mirarlo a el—
—Oh, claro que no,yo solo estoy mirando...- y no termine la frase porque ni si quiera sabía que decir,era tan obvio
Luego de clases fui a buscar mi bicicleta
—Hoy iremos en mi auto— dijo Brekker mientras se acercaba a mi con las llaves en su mano
—Bien pero yo elegiré el lugar, sera un bosque— dije mientras sacaba un mapa - Yo te guiare.—
Aleksander Brekker
Llegamos, escuchaba los pájaros cantar, respiraba aire puro, el sonido del río me tranquilizaba y allí estaba ella, verla correr tan libre, con su vestido y el viento hacía que su cabello se moviera delicadamente, su mirada hipnotizante tenía atrapado a mi pobre corazón.
sacamos las fotos y hicimos las descripciones.
Siempre me pregunte si ella sabia que era tan hermosa cuando estaba concentrada, como cuando estaba sacando las fotos.
- ¿Que miras, Brekker? —Pregunto levantando las cejas
—Mmm— A ti, a tus hermosos ojos marrones, tu cabello lacio que vuela con el viento, tu hermosa y imperfectamente perfecta piel y ... tu alma- Claro, me detuve en el "mmm" porque solo soy un cobarde más que no dice lo que realmente piensa.
—esta bien, estaba bromeando es que eres tan serio— dijo mientras soltó una risita, una de esas que te da ternura y un mimo al alma.
—Tengo mucho calor¿y si nos tiramos al rio? - pregunto mientras guardaba sus cosas
—Bien, yo también tengo calor - respondí
nos sacamos la ropa y nos tiramos.
Lo que admiraba de ella es que siempre fue tan libre, tan rebelde, no le importaba nada, hacia lo que quería, nunca lo pensaba dos veces.
estábamos abajo del agua y tome su mano y subimos, me miro fijamente y yo mire sus labios, sus rosas y perfectos labios.
Quería besarla pero era demasiado tímido, demasiado tonto y demasiado roto...
Ojalá fuera mas valiente.
Luego de eso llegue a mi casa y le escribí este poema, aunque ella no lo leería.
Chica de corazón de oro
dueña de mis pensamientos
si supieras cuanto anhelo tus besos
Ojala ser valiente
Ojala poder decirte
Que eres todo lo que quiero.
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