🌠 05 🌠

VIAJE

La expresión de Alex, era la misma que había puesto su madre al verlo. No esperaba volver a verlo. Pero ahí estaba él.

-Lamento no haber venido antes. Tuve muchos inconvenientes y...

-¿Sabes cuánto tiempo espere a que vinieras? -gesticuló Alex hecho un desborde de emociones. -¡Años! ¿Y dices que tuviste inconvenientes cuando estabas pasandotela bien con tu amante?

-Quise venir -dijo él-. Pero no tuve la oportunidad. En serio, discúlpame.

-Ya que -dijo Alex. -No importa...

Claro que importaba. A Alex le dolía no ver tan seguido a su padre, ¿pero qué podía hacer él? Su papá se la vivía viajando de un lado a otro con su amante. Apenas y tenía tiempo para verlo.

Era un padre lamentablemente, desobligado de su hijo.

-¿Cómo estás? -preguntó después. -Escuche que te desmayaste.

-Estoy mejor...

-Me alegra saberlo.

Mirar al señor Astruc Collins, era como ver a Alex más grande y más viejo. El señor Collins medía uno ochenta y tres. Tenía el cabello castaño un poco más que su hijo, los ojos azules y un lunar debajo de su ojo, al igual que Alex.

-Bueno, me dió gusto verlos -dijo el señor Collins-. Pero ya me tengo que ir.

-Apenas llegaste y ya te quieres ir -reclamó Elizabeth-. Puedes pasar la noche aquí.

-Está bien.

Al día siguiente, Alex debía asistir a clases.

Una vez que ya estuvo arreglado, se despidió de su mamá y papá, quien este último, ya tenía ganas de irse.

-Mi papá siempre será Chayanne -bromeó Alex.

-¿Chayanne? -dijo el papá de Alex confundido. -¿Quién es ese?

-Ja, ja -soltó una carcajada Elizabeth-. Luego te lo explico. O tal vez no.

Alex llegó a la universidad «Prescott» y entró. Caminó hasta su aula y se sentó en su pupitre, sus amigos todavía no llegaban. Pero se había vuelto popular de un segundo a otro en el aula, varios compañeros suyos le preguntaron si se encontraba bien.

Mientras que otros se burlaron.

-Miren, es el marica que se desmayo -dijo Ashton burlesco.

-Tú serás el siguiente en desmayarse como sigas así imbécil -respondió Alex.

-Mejor cállate nenita.

-Silencio. -dijo la profesora de Literatura tras haber entrado al aula.

En seguida de ella, entro William al aula y ahora sí empezó la clase.

Alex miró a su compañero, y verlo con el uniforme puesto, le gustó. Para que mentir.

-Usted, el de al fondo pase.

Por un momento Alex creyó que la profesora se dirigía a él.

Pero no.

Se dirigía al que estaba alado de él.

-Conteste la primera pregunta del libro -ordenó.

El pobre chico contesto como pudo, pero no lo había hecho bien.

-No se va a sentar hasta que lo responda bien -sentencio.

Y así estuvieron como diez minutos, hasta que el chico contesto como pudo la pregunta.

-Bien, todos, pónganse a trabajar en el trabajo escolar. No aceptaré trabajos fuera de tiempo.

Ante eso, Alex fue hacia donde estaba William, y le dijo sobre el incidente que le ocurrió recientemente.

-No te preocupes, podemos trabajar hoy en la biblioteca -sugirió William, y aunque Alex quiso ir a la casa de William, para conocer la casa de su amado, era imposible. Pues William tenía problemas casi todo el tiempo dentro de su casa, por lo que sería un caos llevarlo a ese ambiente.

-Está bien no tengo inconvenientes -dijo Alex.

-Bien.

***

Posteriormente la clase de literatura finalizó. Y quedaron en hacer el trabajo fuera de clases en la biblioteca.

-¿Y qué demonios vamos a hacer con Sonia? -preguntó molesto Alex.

-Decirle a la profesora que no quiso poner de su parte. -respondió con simpleza William.

-De acuerdo.

Se sentaron un momento después en las sillas de madera oscura que habitaban en la biblioteca y buscaron en internet como hacer una novela literaria. Ya que el trabajo por equipos, consistía en hacer una novela literaria de cualquier género.

-Encontré en internet que el primer paso para hacer una obra, es indagar en la trama -dijo Alex.

-Yo encontré que aparte de indagar en la trama, hay que pensar en los personajes.

Y así estuvieron un buen rato haciendo la obra, hasta que tuvieron todo listo.

Su obra era de romance. Y se llamaba "Entrelazados".

Pese a que William no le gusta el romance, las ideas emotivas de Alex lo conmovieron.

-Perfecto -dijo Alex con una amplia sonrisa. -Ya tenemos casi todo listo.

-Sí, bueno nos vemos.

Y posteriormente William se fue y finalmente llegó Alex a su casa después de quince minutos de estar viajando en autobuses, y lo primero que percibió fue el olor a comida que inundó su nariz.

-Déjame adivinar; ya se fue.

-Trate de detenerlo -repuso su mamá. -Pero es muy terco.

-Lo sabía -dijo Alex tras un bufido.

-Pero no pienses en eso, come.

Alex trato, pero no pudo. Era su padre después de todo.

La última vez que lo vio fue hace tres años.

Tres largos años.

Cuando terminó de comer, subió a su cuarto y se encerró. Cogió su teléfono y leyó en Whatsapp que mañana había un viaje escolar.

Navegó por Youtube y cuando dieron las dos de la mañana se decidió a dormir.

La alarma sonó a las seis de la mañana, tanto para Alex como William.

Alex se levantó entre bostezos y William sin sueño.

Alex fue hacia el baño a lavarse la cara, mientras que William desayunaba.

Cuando terminaron de arreglarse ambos, salieron de sus casas.

Llegaron al aula y después llegó la instructora del viaje escolar.

-En orden, vayan saliendo -ordenó la instructora.

Todos salieron, como se les dió la gana, y casi como, si fuese obra del destino, William y Alex quedaron juntos en los asientos.

-Hola -lo saludo Alex con una tímida sonrisa.

-Hola.

"Okey, estoy con mi crush y no es un sueño" pensó Alex tornándose rojizo de sus mejillas.

-¿Y qué opinas sobre el viaje? -Alex, intentaba sacarle plática a William, quien no quería hablar con nadie. Incluyendo a Alex.

-Nada en especial.

Aunque sacarle plática a William, era casi que imposible, Alex no se iba a rendir tan fácilmente.

-¿Estás escuchando música? -preguntó Alex, observando a William con los audífonos puestos.

-Sí.

Alex escuchó a Lana del Rey.

Al parecer, William era amante de la cantante Lana del Rey.

-Veo que eres fan de lana del rey -objetó Alex. -Yo también lo soy.

-¿Ah, si? Que bien.

Se hizo un rotundo silencio entre ellos dos.

Ninguno dijo nada más, pero, Alex volvió a hablar, aunque el era tímido con los chicos que le gustaban, ya que Alex siempre se había enamorado más de hombres que de mujeres, habló aún así.

-¿Y como sigue tu prima?

-¿La recuerdas?

-Sí.

-Pues... Está bien. ¿Y tú?

-Pese a que me desmaye hace unos días, ya estoy mejor.

-Genial.

Más silencio.

El viaje transcurrió normalmente, pero para Alex, era sumamente lento. Lo cual agradeció, pues así podía estar más tiempo con su crush.

-¿Cada cuantos días va tu prima al centro de salud? -cuestionó Alex.

-No lo sé... Creo que cuatro días. ¿Por qué?

-Oh, no... es que... ¿Te incómoda que te hable?

Y de pronto, algo en William se removió.

Este chico Alex, de verdad estaba intentando sacarle plática, por lo que no iba a ser más descortés.

-No, no me incómodas. Solo que no estoy acostumbrado a conversar.

-Oh, entiendo.

Alex miró a William y con tan solo oler su cara colonia, su corazón empezó a latir demasiado rápido.

-¿Y desde hace cuanto vas al centro de salud? -indagó William.

-Desde el año pasado -respondió Alex.

-Ya veo.

En todo lo que quedó del transcurso, ya no volvieron a hablar más.

-Bien, en orden vayan saliendo. -dijo la instructora.

Tal parece, ya habían llegado al museo de arte.

Todos, bajaron, y curiosamente Alex y William permanecieron juntos.

-Bueno muchachos -dijo la instructora-. ¿Alguien puede decirme a que autor pertenece esta obra visual?

La respuesta era fácil. A Leonardo Da Vinci.

Contesto una compañera y siguieron observando más obras de arte, en aquel museo.

-Wow, es precioso -murmuro Alex, observando aquel cuadro de noche estrellada. Creado por Van Gogh.

-Lo es -dijo William.

Algo, que nadie sabía de William, es que a él le encantaba dibujar.

Le gustaba plasmar dibujos en su libreta.

-Ojalá pudiera dibujar como ellos -dijo Alex resignado.

-Es muy fácil -comentó William.

-¿Cómo lo sabes?

William estaba atrapado.

-Es muy sencillo, el talento es de gran ayuda en el dibujo.

-Supongo que tienes razón.

.

.

.

El grupo de estudiantes continúo observando las obras de arte. Y finalmente, pasado el rato, finalizó el viaje escolar.

Regresaron al autobús escolar.

Tanto William, como Alex se subieron, y volvieron a quedar juntos.

-¿Tomaste fotos? -preguntó William, observando cómo Alex miraba la galería de su celular.

-Sí, me encanta tener recuerdos de todo -confeso Alex.

-Ya veo.

Aunque iban a ritmo lento, poco a poco se iban conociendo mejor William y Alex.

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NOTAS DE LA AUTORA

Aquí les traigo una foto referente a la mamá de Alex.

En multimedia tenemos a Elizabeth Connor

Interpretada por Amy Adams.

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