🌠 04 🌠

SENTIMIENTOS

.

.

.

Eran las once de la mañana del sábado, cuando Alex se despertó. Anoche se había desvelado de nuevo viendo un maratón, cosa que sabía de antemano que a su mamá no le gustaría.

Fue al baño e hizo sus necesidades y posteriormente, se vió a través del espejo, mientras se lavaba las manos con jabón. Su cabello castaño estaba totalmente despeinado, aunque lo tiene lacio, parecía un nido de pájaros.

-Alex -tocó la puerta del baño la señora Elizabeth-. Báñate. Hoy tenemos cita con el doctor Jhon.

Era su chequeo del mes.

-Lo sé -dijo Alex y un segundo después se despojo de sus prendas.

Abrió el grifo de agua caliente y acto seguido, entró a la bañera.

Dejó que las gotas mojaran su cabello, mientras cantaba: "Boulevard Of Broken Dreams".

Alex es amante del punk rock desde los trece años.

Posteriormente, cogío el jabón y se lavo cada milímetro de su cuerpo. Incluyendo su parte íntima.

Y unos segundos después, termino de bañarse.

Cerró el grifo y cogió una toalla blanca.

Primero se seco y después se enrolló la toalla en su cintura, cubriendo la parte baja de su cuerpo.

Caminó hacia su cuarto y saco una camisa negra y unos pantalones vaqueros azules. Se puso sus Converse rojos y se peino el cabello hacia la derecha. Posteriormente bajo hacia la cocina ya arreglado, y desayuno waffles.

-Te desvelaste otra vez -dijo Elizabeth exhausta-. Sabes que no me gusta, que lo hagas sobre todo, cuando es un día antes de la quimioterapia.

-Lo sé, mamá. Pero es que no podía dormir.

-Aún así -replicó Elizabeth-. Sabes muy bien que tienes que estar descansado para tus quimioterapias.

Alex no dijo nada más, pues sabía que era verdad.

Cuando terminaron de desayunar, Alex abrió la camioneta gris y se subió. Su mamá se subió en el copiloto y arrancó Alex.

Primero, la mamá de Alex lo regaño, y cuando terminó de regañarlo, empezaron a hablar sobre su recuperación y de como había mejorado Alex con las quimioterapias en las últimas semanas. Ya no necesitaba ir tanto al hospital.

Posteriormente Alex llegó al hospital «Central» y se bajó junto con su mamá.

Entraron y Elizabeth le dijo a la receptora que atendía, que Alex tenía una cita programada para hoy.

A lo que ella dijo que subieran a la segunda planta.

Subieron a través del ascensor a la segunda planta, y llegaron en menos de un minuto a la planta de arriba. Alex, se cruzó de brazos mientras reposaba en la pared de color blanca, mientras que su mamá hablaba con la recepcionista.

-Si gusta esperar, el doctor Jhon está en cita -le dijo la recepcionista.

-Gracias.

Esperaron durante veinte minutos en silencio, hasta que salió el otro paciente y le tocaba a Alex entrar.

Hoy iba a ser un día pesado para él.

Y por otro lado, William, se encontraba comiendo ramen.

Mientras recordaba a su compañero Alex (con quién iba a hacer el trabajo en la tarde) y de hecho, jamás se imagino que estuviera enfermo. Él lo veía sano.

***

Otra nueva jornada laboral empezaba para William y Alex.

Cuando llegó la clase de Química, fue de lo más normal. Finalizo en cincuenta minutos y después siguió otra materia. Educación física.

Educación física es la única materia en la que le va mal a Alex.

La profesora estaba al tanto de la condición de Alex, pero poco le importaba.

-Den tres vueltas para calentar.

Brad se acercó a su amigo y le pregunto si ya se sentía mejor, ya que desde la mañana se sentía fatal.

-Si hombre -respondió Alex. -No te preocupes.

Finalizó sus palabras con una sonrisa. Ante eso, Isaac y Erick se sintieron tranquilos. Pero Brad sabía que solo lo hacía para no preocuparlos.

Cuando llegó la hora de correr, Alex corrió como pudo, pero no pudo más y se desplomó.

Se desmayo cayendo al suelo.

Ante eso, sus compañeros se preocuparon, Brad corrio hacia donde estaba Alex e intento hacerlo reaccionar.

-¡Alex despierta! ¡Joder, Alex!

Isaac y Erick se acercaron también hacia Alex preocupados y Brad se dirigió a la profesora y dijo: -¡Todo esto es por su jodida culpa! ¡¿Qué acaso no vio el estado de Alex?! ¡Todo esto es su puta culpa!

-Agrediste a un profesor, estás expulsado -sentencio Mariana, la profesora de Educación física.

-¡¿Qué cojones?! -respondió Brad-. ¡Si usted es la que merece ser expulsada!

-¿Qué es todo este alboroto? -hizo aparición el prefecto del salón 201. Osea el encargado del salón en el que estudian Alex y William.

-Alex se desmayo... ¡Pero fue por culpa de la profesora! ¡Ella lo obligó a hacer ejercicio en ese estado! -explicó Brad.

-Nadie lo obligó a hacer ejercicio en ese estado -contestó la profesora.

Lo cual era mentira. Pues le dijo que si no hacía ejercicio tendría cero en su boleta.

-Déjenmelo todo a mi -dijo tomando entre sus brazos a Alex. -Ustedes continúen con lo suyo.

Cargó a Alex, quien pesaba cincuenta y cinco kilos.

Llevó a Alex a la enfermería, y le explicó la situación a la enfermera. La enfermera le dijo que debía reposar y que llamara a sus padres. Pero el prefecto no tenía forma de comunicarse con los familiares de Alex, así que le dijo a los amigos de Alex, que se comunicarán con ellos.

Pasados unos diez minutos, llegó la mamá de Alex preocupada.

Su papá que estaba fuera de la ciudad. Hoy se iba a regresar por la mala noticia que le dieron.

-Gracias por cuidar de mi hijo -agradeció la señora Elizabeth acariciando el cabello de su hijo, quien aún seguía con los ojos cerrados.

-No se preocupe -contestó el prefecto. Se fijó en el muchacho castaño y añadió: -¿Cuánto lleva con esa enfermedad?

-Un año -respondió Elizabeth.

Estuvieron platicando afuera de la enfermería para que Alex se recuperase. Y pasaron aproximadamente treinta minutos, cuando Alex abrió los ojos, y miró adolorido y extrañado el lugar en el que se encontraba.

-¿Dónde estoy? -murmuro con un dolor punzante en su cabeza.

-Ya despertó el bello durmiente -dijo Isaac.

-Estás en la enfermería -contestó Erick.

-¿Qué demonios, por qué? -dijo Alex.

-Te desmayaste... -contestó Brad. -¿Cómo te sientes?

-¿Joder, me desmaye? -respondió Alex desconcertado-. No me lo esperaba... Me sentía más o menos bien... Pero me duele la cabeza... Y tengo sed.

-Vayan por agua a la cafetería -les dijo el prefecto.

-No hace falta -dijo William entrando a la enfermería. En sus manos traía una botella de agua de setecientos mililitros.

Se la dió a Alex y Alex se lo agradeció.

-Cariño, ¿cómo te sientes? -le preguntó su mamá preocupada.

-Más o menos mejor -contestó Alex.

-Ay, cariño ya llame a Jhon -dijo la mamá de Alex-. Ya nos vamos. Gracias por sus cuidados -se dirigió hacia todos los presentes en la sala.

-Gracias -también agradeció Alex.

-Recupérate -dijo William y Alex sonrió débilmente.

Y posteriormente se fueron.

.

.

.

Llegaron al hospital «Central» y ya el doctor Jhon reviso a Alex.

-Padecía de fiebre y mareos desde la mañana. Eso fue lo que ocasionó el desmayo tan repentino -explicó el doctor Jhon.

-¿Estará bien, doc? -preguntó su mamá preocupada.

-Sí, solo necesita reposar - respondió el doctor. -Sigue tomandote el medicamento a tus horas, y con eso mejoraras.

-Gracias doctor -dijo la señora Elizabeth.

-Los veo en un mes.

Posteriormente se despidieron del doctor, y bajaron por el ascensor.

-¿En serio vendrá? -preguntó Alex. Casi no pasaba tiempo con su padre. Su papá se había divorciado desde ya hace tres años de su mamá y desde entonces muy apenas y lo veía.

-Eso dijo. Pero no esperes mucho.

***

Ya en casa, Alex descanso toda la tarde y se despertó por encima de las doce de la noche.

Se levantó sonámbulo y bajo las escaleras.

Cogió un vaso y se servió agua.

Un momento después bebió el agua y subió nuevamente las escaleras y se dirigió a su cuarto.

En ese mismo momentos recordó el trabajo escolar. Y como no pudo trabajar con William.

Cogió su celular y vio que tenía más de veinte mensajes recibidos en WhatsApp.

Unos eran de sus amigos.

Y otros de sus familiares.

Alex iba a responder, pero se sentía tan agotado y cansado, que solo atinó a echarse nuevamente en la cama con el celular en la mano.





Cuando dieron las siete de la mañana, los rayos solares cegaron el rostro de Alex. Él arrugó sus cejas y abrió los ojos.

Después escucho como abrieron la puerta de su cuarto y de ahí entro su mamá.

-Te hice el desayuno.

Le extendió la comida, que consistía en lentejas (comida mexicana) y Alex cogió el plato.

-¿Qué es esto? -preguntó tras darle un bocado.

-Comida mexicana. Estoy practicando.

-¿Comida mexicana? -repitió. -Así que soy tu conejillo de indias.

-Ja, ja. Cómetelo. Te espero abajo.

Elizabeth cerró la puerta del cuarto de Alex y Alex cogió su celular y abrió WhatsApp.

Contesto los mensajes uno por uno, hasta que terminó y se acostó nuevamente en la cama. Tenía flojera de hacer algo más que no fuese estar en su cama.

Y aunque quiso mandarle un mensaje a William, diciéndole que lamentaba no haber podido trabajar con él, en el día acordado, no tenía su número de teléfono, lo cual lo impidió todo.

Su mamá entró nuevamente a su cuarto, pero no para regañarlo, o decirle que dejará de estar acostado, sino para verificar que su hijo estaba bien.

Y cuando se dió cuenta de que así era, dejo de entrar al cuarto y dejo que pasarán las horas.

.

.

.

Para sorpresa de todos, el papá de Alex regresó de Los Ángeles después de cinco días y tocó la puerta de su casa, a las once de la noche.

Elizabeth abrió la puerta y la expresión que puso al verlo, fue de total sorpresa. Incluso le podrían haber dicho que vendría cualquier famoso a su casa, antes que su ex esposo y se lo hubiera creído completamente.

-Hola -saludó el ex esposo de Elizabeth. Tenía la voz rasposa. -Cuanto tiempo.

-Mucho tiempo -objetó Elizabeth con rencor.

A ella ya no le agradaba como antes el padre de Alex.

-Tuve muchos contratiempos, apenas pude venir.

-Ahorratelo -dijo Elizabeth sin piedad alguna. -Entra.

El señor Astruc Collins, entró a la casa y le iba a preguntar a Elizabeth donde estaba su hijo, a lo que ella rápidamente captandolo, le indico que subiendo las escaleras. El señor Collins subió las escaleras. Y tocó la puerta.

-¿Quién? -respondió Alex.

Su papá un momento después abrió la puerta y entró.

-Soy yo, tu papá.

---------------------------------------------------

NOTAS DE LA AUTORA

¿Qué opinan del papá de Alex?

Para mi es como esos chavorrucos. xd

En multimedia tenemos a Astruc Collins.

Interpretado por Leonardo Dicrapio.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top