20
El sonido de un coche deteniéndose puso alerta a los guardias de aquel enorme lugar que permanecía oculto al mundo, un auto negro de último modelo se detuvo solo un momento para después arrojar un cuerpo.
Los guardias se acercaron una vez el auto se fue y notaron que era uno de los miembros del líder Kim, rápidamente uno lo cargo en sus brazos para después llevarlo dentro del enorme lugar.
-¡¿Que le hicieron?!
- Nosotros nada jefe, así regreso.
Dijo uno de los guardias cuando el líder se puso frente a ellos, este suspiro y se acercó más notando los moretones en el rostro el joven, un pómulo hinchado y su labio partido, fruncio el ceño cuando movió su cuerpo y el menor no reaccionaba por lo que se dio la vuelta.
- Esta inconsciente.
-¿Que quiere que hagamos jefe?
- Llevenlo a su habitación y que mi médico lo revise, faltan pocos días para el segundo acto y no puede faltar nadie.
El líder siguió caminando hacia su habitación viendo como su "invitado" se sentaba en la cama y comenzaba a vestirse, se acercó hasta su cama sentándose mientras pasaba su mano por la espalda del contrario haciendo que se detuviera y soltara una risa.
-¿Acaso no te cansas?
- Sabes muy bien que no.
- Lo se, pero debo de irme a dormir, ¿te imaginas mi rostro con ojeras? Que horror.
Dijo lo último con temor mientras terminaba de vestirse y se ponía de pie mirando al líder que tenía el rostro serio y no decia nada, Seokjin soltó un suspiro mientras maldecia en voz baja y se sentaba frente al otro.
-¿Me dirás que pasa?
- Siento que cometí un error.
-¿Tu? Namjoon porfavor, en todos estos años que nos conocemos jamás te había visto con esa cara larga, somos Kim nuestro apellido siempre hace temblar al mundo entero y jamás nos arrepentimos de lo que hacemos o decimos, en nuestras vidas jamás ha existido un "error".
Dijo mientras posaba su delgada mano sobre la del otro haciendo que lo mirara, le sonrió y asintió. Nadie conocía a la perfección la historia de ellos dos porque mientras unos creían que eran enemigos otros pensaban que estaban juntos para matarse entre ellos y ninguno era verdad, porque solamente aquella habitación era testigo del "amor" que sentian el uno por el otro y de los sacrificios que hacían día a día por mantener todo oculto o por aparentar algo que no eran.
- Tienes razón.
- Yo siempre la tengo, ahora callate y acuestate que mañana será un día pesado.
-¿Enserio piensas eso?
- Lo se, Min es alguién duro y un maldito loco que apenas vea como quedó su "novio" tratara de matarte y entonces tendré que matarlo yo.
- No puedes matarlo, lo sabes Seokjin.
- Si te matan a ti me matan a mi, no puedo permitir eso ¿lo recuerdas?
Susurro lo último mientras juntaba sus labios con los de su líder y sin más ambos se entregaron nuevamente, porque mientras ellos se divertían a tan sólo unos metros se encontraban tres personas que miraban saqueados hacia diferentes lados y se tapaban los oídos.
- No puedo seguir escuchando esto.
- Me largo, vomitare si-
- Tenemos que hacer enormes sacrificios si queremos ganar todo, son un par de niñas. Uno es un asesino que antes de acostaba con prostitutas y el otro un caníbal que le da más asco escuchar gemidos que la propia carne humana.
- La carne sabe mejor.
- Ese no es el punto, ahora sabemos que si matamos a Seokjin nos matan de un solo tiro.
Una mafia siempre tenía al menos una persona que no era leal y que traicionada a todos pero ¿Seis? Todos buscaban lo mismo y sabían que no todos podían tenerlo porque derribar al líder era lo más difícil a menos que tuviera una debilidad.
La cual tres al parecer ya habían encontrado.
La madrugada transcurrió con normalidad para todos, siendo ajenos al dolor que sentía uno en todo su cuerpo hasta que después de mucho esfuerzo pudo abrir los ojos deseando volver a dormir y que lo que vieron sus ojos fuese una terrible pesadilla.
Aquel aroma a "medicamentos" lo odiaba, trato de cubrirse la nariz pero fue en ese momento que noto los diversos cables que estaban conectados en su brazo y mano monitoreandolo, fruncio el ceño y sin importancia alguna se arrancó los cables sentándose en la cama mientras trataba de calmarse.
- Al fin desperto.
Fruncio el ceño ante la voz irritante del asistente del líder y solo lo miro con burla notando sus prendas que le decía que era una pijama, rodo los ojos haciendo que el asistente logrará sonrojarse por la pena.
- Lamento no estar presentable, el líder me mando de último momento y-
-¿Que hora es?
- Alrededor de las cuatro de la mañana.
Soltó un quejido y se puso de pie comenzando a caminar fuera de la habitación escuchando las quejas del asistente que le "rogaba" que se quedara en cama, era un maldito asesino y ladrón ¿Desde cuando un asesino necesita reposo? Eso para el era un acto humillante.
Comenzó a pasar por los diferentes pasillos de aquel lugar logrando escuchar unos quejidos que lograron sacarle una sonrisa, camino por otro largo pasillo notando una enorme puerta que se notaba ser aprueba de balas.
Sin duda estaba en ese lugar.
Se detuvo frente a esta analizandola, sonrió ante tal vil burla y tomó la manija de la puerta notando a su pareja en el suelo con la mirada gacha y sus nudillos rojos.
-¿Si sabias que era inútil salir?
- Debía de intentar algo.
Susurro el pálido poniéndose de pie y acercándose a su pareja que lo abrazo y le dejó un corto beso en su mejilla, se separaron y el menor miro detrás suyo asegurándose que no mirara nadie.
- Logre conseguirlo.
- Sabía que lo harías, ¿Lo mataste?
- No.
-¿Que? Si el habla-
- No te preocupes por eso Yoongi, el no hablará.
-¿Como estas seguro de eso?
- Porque le corte la lengua.
- Ese es mi novio.
Ambos sonrieron entre sí al ver que su plan iba por buen camino.
Todos tenían un plan, uno muy diferente al de los demás pero que tenía el mismo propósito, pero ¿Quien lograría completarlo?
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- Jungyuli3312💜
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