VALERIE

Una vez hube salido de la habitación de Niall, seguía pensativa. Necesitaba reflexionar sobre lo que me había dicho, pero a la vez, ¿sobre qué debía reflexionar? Todo estaba ya dicho. Aún así, no sabía exactamente qué hacer.

Entré al salón, encontrándome con Harry sentado en el sofá. Me miró mientras se mordía el labio. Se levantó acercándose a mí y tomando mi cintura entre sus brazos. Besó dulcemente mis labios, eran suaves como si de porcelana se tratase.

Cuando el beso acabó, él tenía una ligera sonrisa en sus rosados labios y sus ojos verdes habían adoptado un brillo especial. Había peinado sus rizos hacia atrás en un pequeño tupé que hacia que su cabello cayese por ambos lados de su cara desordenados.

-Te he echado de menos estas horas -Murmuró acercándose de nuevo a mis labios. No pude evitar besarle de nuevo, pues era una sensación realmente agradable-. ¿Qué has echo durante esta mañana?

-He estado viendo la televisión, y todo hablaba sobre Christian -Le abracé, esperando una respuesta por su parte. Quizá que me confesase lo que había hablado con Niall, quería oírle decir que no se entrometería en nada. Quería que se quedase conmigo, que no corriese ningún peligro innecesario.

Y pensándolo bien, quería que Harry me contase lo que quería hacer. Una relación se basaba en la confianza mutua y sinceridad. De echo, quería conseguir que lo confesase sin yo tener que obligarlo a decir.

Tenía el pensamiento de no marcharme de allí hasta que Harry hubiese hablado. Me separé un poco de él, pues no había hablado nada, parecía pensativo. Si no tuviese idea de lo que sucedía, probablemente hubiese pensado que me estaba escondiendo algo.

-¿Estás bien? -Fingí, ¿qué estaría pasando por su cabeza en aquel mismo instante? Sus ojos mostraban incertidumbre, preocupación y ¿oscuridad? Sí, parecían haber tomado un color más oscuro.

-Sí -Contestó tras unos segundos de silencio-. Pero hay algo que me molesta, ¿por qué ese gilipollas aparece siempre en nuestra vida? ¿Por qué se entromete entre nosotros? Es como si crease una barrera cuando aparece en nuestras conversaciones.

¿Barrera? Sí, él estaba creando esa barrera. Probablemente debería profundizar algo más el tema. O preguntarle directamente. Mi mente funcionó rápidamente hasta llegar a una conclusión: introducir poco a poco el tema sería la forma más acertada de hacerle hablar.

-No pienso que se entrometa entre nosotros -Dije-. Al fin y al cabo, somos nosotros quienes construimos la relación y quienes decidimos qué hacer. No tiene porqué afectarnos.

-Valerie, no se trata de eso, se trata de que tienes miedo.

-Claro que tengo miedo. ¿No debería? -Harry se encogió de hombros, dándome a entender qué no tenía argumentos para contestar-. Ese hombre me ha intentado matar más de una vez, y una de ellas, eras tú quién debía matarme.

-Eres la mejor víctima que he tenido en mi vida -Sonrió mostrando sus hoyuelos. Era adorable.

-Harry -Murmuré cuando volvía a atrapar mis labios y robarme un beso-. Tenemos que hablar de esto, ya sé qué no es tu tema favorito de conversación...

-Obviamente no -Me interrumpió, separándose de mi y a continuación, sentándose en el sofá negro-. ¿Qué quieres hablar? -Preguntó directamente. Sus ojos verdes observaban cada movimiento que hacía, penetrantes.

Me sentía como si el carácter de Harry hubiese cambiado radicalmente. Sabía que no le gustaba hablar de ese tema, pero no era razón como para mirarme de aquella forma. No era para nada una mirada de odio, pero tampoco una mirada amistosa. Se trataba de algo intermedio, como si estuviese intentando analizar cada uno de mis movimientos.

¿Era ese el carácter de Harry que Niall no sabía describir? Me senté a su lado; evitando su mirada, aunque sabía que estaba ahí, fijada en mí.

Era una faceta totalmente distinta a la que conocía. Sus ojos desprendían una sensación diferente, como si tuviesen una función analítica.

¿Esa era la forma con la que miraba a los otros mafiosos? Para ser sinceros, intimidaba.

-Verás, él está en la ciudad y...

-Lo sé, está en Nueva York por negocios.

Habló de forma cortante, como si quisiese evitar ese tema por completo.

-Harry.

-¿Qué?

-¿Qué te pasa?

-No quiero hablar sobre el tema, eso es todo.

Volvió a utilizar el mismo tono de voz, parecía querer evitar todo lo relacionado con Christian. Era bueno guardando información.

-Harry -Repetí, esta vez le dirigí la mirada.

-Valerie.

Nuestros ojos se encontraron de nuevo. Él parecía pasivo y parecía no querer hablar sobre el tema.

-Escondes algo -Hablé.

-¿Qué te hace pensar eso?

-Para comenzar... -Decidí mentirle en todo, con la intención de sacarle la mayor información que estuviese en mi mano-. Tu mirada dice mucho, la mantienes firme y fría, para evitar que se vea lo frágil y vulnerable que eres por dentro -Harry abrió los ojos-. Has cambiado tu postura totalmente cuando te he propuesto hablar del tema, ¿para qué? -El chico parecía sorprendido. Comenzaba a enorgullecerme de mi ingenio-. Y para acabar, la forma que tienes para contestar, a parte de no querer hablar con el tema, me indican que escondes algo. Y quiero saber qué es.

-Valerie... -Murmuró, tomó mi barbilla.

-No te acerques más, Styles -Advertí con la voz firme.

Él tragó saliva.

-Escúchame, ¿por favor?

-Está bien, te escucho -Murmuré de vuelta.

Su mano bajó de mi barbilla hasta mi rodilla donde la dejó reposar.

-No estoy tramando nada, no sé porqué piensas que te mentiría -Su mirada cambió radicalmente, ahora se trataba de una mirada serena. Pero mentía. Todo lo que salía por su boca era una mentira tras otra-. Sabes que nunca haría nada que te hiciese daño.

-¿Y si se trata de una mentira por mi bien?

-Puede que lo hiciera -Contestó, aparté la mirada de él.

-Lo estás haciendo.

-Valerie, te he dicho que...

-No, Harry -Interrumpí-. No lo intentes más. Explícame todo de una jodida vez.

El chico quitó la mano de mi rodilla y entrelazó los dedos de sus manos. Había quitado su mirada de mí. Parecía que no podía seguir con esa mentira. Eso esperaba, que él mismo me lo explicase.

-Si te lo cuento, habremos terminado.

-¿Romperás conmigo?

-No -Negó-. Lo harás tú.

-¿Qué te hace pensar eso?

-¿Recuerdas que te prometí? -Le observé, esperando que siguiese con su "discurso"-. Dije que no volvería a meterme en el mundo criminal. Pues no lo he cumplido -Confesó-. Ha sido esta mañana cuando he visto a Niall que le he pedido un favor, por así llamarlo. Un último trabajo, no es nada más -Aclaró, sus ojos me miraban suplicantes, como si esperase una oportunidad-. Le he pedido a Niall que busque los eventos a los que va a ir Christian... Puedes deducir por ti misma.

-Lo imaginaba.

-¿Ahora...? -Sabía lo que esperaba, esperaba que rompiese con él. Que le echase en cara sus mentiras, el engaño que había llevado a cabo en una sola mañana. Como sus ganas de hacerme feliz se habían desbordado dando lugar a un desorden. Un desorden del cual, Christian era el culpable.

-¿Esperas que rompa contigo por eso?

-No sé qué esperar. Soy un idiota.

-Lo eres.

-Pero te quiero. Quiero que seas feliz y él..., él está haciendo que nos separemos. Esto es una mierda.

-¿Olvidas que soy feliz a tu lado? -Murmuré, fijando de nuevo mis ojos en los suyos-. Me importa lo que está sucediendo ahora mismo, pero me importa mucho más estar a tu lado.

Harry me atrapó entre sus brazos para abrazarme. Un abrazo cálido, sincero y acogedor. Así se podían describir sus brazos: acogedores.

-Volviendo al tema, ¿qué vas a hacer con Christian? -Me atreví a preguntar, unos segundos después de separarnos.

-¿No es obvio? Matarlo.

La franqueza de sus palabras me sorprendió. Aquella forma de hablar me resultaba sexy.

-Te diría que no lo hicieses, pero sé que lo vas a hacer igualmente -Murmuré.

-Cariño... -Su voz sonó suave y dulce, pero sin dejar de lado su tono ronco-. Sabes que te amo ¿verdad?

Te amo. No lo había dicho hasta ahora. Mi corazón se aceleró un poco más de lo habitual, estaba acostumbrada a que Harry aumentase mis pulsaciones con cada una de sus acciones. Sin embargo, esta vez se había superado.

-Yo también te amo.

-¿Me dejas hacerlo? -Le miré con curiosidad. ¿Qué quería decir? Hacerlo, ¿en qué sentido?-. No hablo con sentido sexual. Hablo de matar a esa persona.

-¿Tengo otra opción? -Rodé los ojos-. Lo vas a hacer igualmente, solamente prométeme que volverás.

-En el momento que Christian sepa que estoy en Nueva York, se va a desatar una batalla campal.

-No quiero que lo hagas -Me abracé a él, apoyando mi cabeza en su pecho y a la vez, acariciaba su torso.