Capítulo 6
HARRY
Llevaba cerca de media hora esperando a que los chicos apareciesen por el aeropuerto. El panorama del lugar se repetía una y otra vez, habían expresiones de felicidad en el reencuentro de familiares, expresiones de tristeza al ver a seres queridos marchar de viaje. Sin lugar a dudas, era algo observar aquellas escenas era bastante entretenido.
Me senté en un banco situado delante de la puerta que indicaba las llegadas de los aviones y saqué mi teléfono móvil. Aún no tenía ni la más remota idea de la hora en la que se dignarían a aparecer aquellos chicos.
La pantalla de mi teléfono indicaba que tenía tres mensajes, dos de Gemma y uno de Valerie. ¿Qué querría Gemma? Abrí la ventana de conversaciones, para acceder al chat con Gemma, la cual simplemente me enviaba una fotografía de cuando era pequeño desnudo. Sonreí al encontrarme con aquella foto, no recordaba ese día, pero la sonrisa que tenía dibujada en mi cara decía mucho. En el mensaje, Gemma decía que le apetecía venirse esta noche con nosotros, pues me había echado mucho de menos. Sí, yo también a ella.
Me sentía mejor sabiendo que tenía una hermana, alguien en quien confiar cuando me encontrase inseguro o alguien que me ayudase a tomar decisiones.
Luego leí el mensaje de Valerie:
-Te echo de menos, Harry, te quiero -Dijo una voz conocida detrás de mí. Niall. Me giré encontrándome con los cuatro chicos, quienes me miraban curiosos-. ¡Harry! -Exclamó el rubio abrazándome.
Les saludé uno por uno, quienes me abrazaron cariñosamente. Y al parecer, Louis, Liam y Zayn, habían alquilado ellos un apartamento por su cuenta pues Niall decía que necesitaba muchísimo espacio para sus ordenadores y tareas. Así que Niall, se había comprado un piso en el mismo edificio dónde yo vivía y los demás chicos uno en las afueras.
Nos despedimos de ellos y marché junto con Niall quien iba cargado de maletas.
-Y claro, yo necesito mi espacio personal, ¿sabes que te quiero decir? -Decía el chico rubio de ojos azules, quien vestía unos jeans azules y un jersey blanco, llevaba su chaqueta marrón de cuero en la mano.
-Sí, te entiendo -Le di la razón.
-Es que, yo cuento con una habitación llena de aparatos electrónicos, que por cierto me los envían a domicilio por una empresa de transportes transcontinental -Explicó-. El caso es que, al necesitar tanto material para trabajar, no puedo vivir con ellos. Molestarían y estropearían mi talento de hacker.
-No exageres -Suspiré.
-No exagero, Liam también vive aparte. Quería privacidad o no se qué -Comentó-. Decía que era muy viejo para vivir en grupo.
-¿Viejo? Liam se quiere follar a medio Nueva York y por eso quiere vivir solo.
-Eso mismo dijo Louis -Contestó Niall rápidamente-. Pero yo creo que Liam tiene la cabeza asentada, y que no se va a sobrepasar.
-No os veo desde hace semanas, no puedo opinar.
-¿Crees que la gente madura en tres semanas?
-Pueden pasar muchas cosas en tres semanas -Llegamos al aparcamiento y entramos en mi Range Rover negro. Niall guardó todas las maletas en la parte trasera del automóvil y se sentó en el asiento del copiloto.
-¿Cómo enamorarse?
Fruncí el ceño.
-No voy a contestar a eso -El chico rió. Yo sabía perfectamente dónde quería llegar Niall con aquel tema de conversación, lo hacía a propósito. Él era demasiado chafardero, era como un reportero de la prensa rosa pero metido en mi vida.
-¿Y cómo te va todo? -Preguntó con un tono curioso-. Parece ser que han pasado muchas cosas en estos días, ¿cierto?
-Cierto.
-Cuéntame, Harold.
Suspiré. Habían demasiadas cosas para contar, pero había un tema que era clave para evitar hablar de Valerie con Niall. Nunca me había gustado hablar de amor y menos cuando tiempo atrás les había dicho a los chicos que jamás me iba a enamorar.
-Pues veamos, ¿sabes a quién vimos ayer? -Pregunté con un cierto tono de ironía.
-¿Al amor de tu vida? -Niall contestó con el mismo tono de voz. Lo cual me hizo sonreír.
-No, gilipollas, a Christian Parker -El rubio no dijo nada durante un par de segundos, los cuales me bastaron para comprender su sorpresa al oír tal noticia.
Conducía por la autopista que se dirigía al centro de Nueva York, no había muchísimo tráfico aquella mañana, lo cual agradecía, pues me permitía mantener una conversación con mi compañero.
-¡Joder! Qué pesadilla de hombre... ¿Nos mudamos a California?
Sonrió ampliamente. Él tenía aquella forma de enfocar los problemas desde un punto de vista totalmente distinto al mío, lo cual hacía que le admirase por ello. Siempre intentaba ver el lado bueno de las cosas.
-No, pero quiero que me hagas un favor, Niall -Le pedí. Él me miraba atento, le lancé una corta mirada que chocó con sus ojos azules-. Quiero que investigues la verdadera razón por la que él está aquí y si entra a algún evento, avísame.
-Está bien -Acordó él-. Solamente una pregunta más, ¿para qué quieres saber los eventos a los que asistirá?
-Quiero ir a hablar con él -Sentencié.
-Harry...
-Ya sé que me dirás que no es una buena idea -Corté-. Pero he de hacerlo.
Niall suspiró.
-Párate por un momento a pensar en lo que podría suceder.
-Podría matar a Christian y problema solucionado -Observé a Niall, quien tenía el ceño fruncido.
-¿De verdad?
-De verdad de la buena -Afirmé, él volvió a suspirar.
-Piensa en lo que te voy a decir -Comenzó el rubio-. Piensa por un momento que nada sale cómo teníamos planeado. Piensa que se le da la vuelta a la tortilla, por así decirlo. ¿Qué crees que sucedería?
-Nos mataría.
-¿Y ya está? -Replicó.
Me quedé unos segundos pensando en silencio. No, eso no era todo. Ese sería mi final, sí, pero no el de ella. Seguramente, después de acabar conmigo, Christian iría a por Valerie y eso no debía pasar.
-No, claro que no. Ella...
-Exactamente, mataría al amor de tu vida -Pronunció cómo si de una obra de Shakespeare se tratase.
-¡Cierra el pico! -Me quejé.
Niall soltó una carcajada.
-Es bonito enamorarse, ¿verdad?
-¡No me he enamorado!
-No lo niegues.
-No lo niego.
-Entonces estás enamorado.
-¿Qué? ¡No me líes! -Me quejé y Niall volvió a reír.
Sonreí ante aquella estúpida conversación. Todas las conversaciones con Niall acababan así, hablando tonterías varias sin sentido alguno.
-Había echado de menos estos momentos -Dijo Niall sonriente.
-Sí, yo también -Confesé. Podía decirse que con Niall tenía muchísima más confianza, era a quien le acababa contando mis sentimientos, pues su simpatía me impedía mentirse. Él siempre sabía la verdad-. Entonces, ¿buscarás los eventos a los que acudirá Christian?
-Lo haré -Contestó-. Pero prométeme que pensarás antes de actuar.
-Siempre pienso antes de actuar.
-No lo haces, la ira puede contigo la mayoría de las veces, Harry.
-Está bien. Lo prometo.
-Entonces, cuando se me pase el jet-lag, buscaré toda la información que necesitas.
Sonreí satisfecho, que se preparase Christian, que yo había vuelto. Y esta vez, no iba a dejarle marchar como la última vez, esta vez iba a por él.
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