VALERIE

-Llorar no va a solucionar nada, cálmate, ¿quieres? -Su voz resonó en mi mente. Se acercó a mi y tomó ambas de mis manos. Levantó la vista-. Niall, nos marchamos, será mejor para ella que despeje la mente y luego hablaremos.

'Luego hablaremos' aquellas dos palabras sonaron horribles en mi mente, tenía la sensación de que todo iba a ir mal entre nosotros a partir de lo que había echo.

No soltó mi mano derecha, me condujo junto a él al coche negro. Entré al todo-terreno, acomodándome en el asiento del copiloto.

Él entró a su asiento correspondiente, tenía la mandíbula tensa y sus movimientos  indicaban un enfado. Sus ojos verdes estaban posados al frente, en un punto fijo tras el cristal del coche y en algún remoto lugar de la calle. Esperaba que llevase a cabo la acción de poner las llaves en el coche y ponerlo en marcha, pero no fue así.

Sus manos se colocaron en el volante, su cabeza se echó hacia atrás y un suspiro salió de sus labios acompañado un extraño sonido que podía ser comprendido como una queja.

No dije nada. Esperaba que él hablase, que me reprochase lo que había echo mal, aunque yo sabía mis errores perfectamente. Mis manos acariciaron mis largos mechones de cabello castaño, buscando una vía de escape o un entretenimiento que bajase mis pulsaciones.

Los ojos de Harry se dirigieron a mi: severos y serios. Aquel silencio, aquella mirada y aquella postura que había adoptado el chico hablaban por si solas. No era necesario palabra alguna que mostrasen sus pensamientos o ideas, él era un libro abierto y yo, la persona que leía claramente sus páginas. Harry no era una persona complicada, podía comprenderlo que pasaba por su mente en cada momento sin necesidad alguna de descifrar códigos o comprender metáforas ilegibles.

-¿Quieres que sea sincero? -Habló finalmente, seguramente habría supuesto que yo no iba a decir palabra primero. Consideraba que la persona causante del problema nunca debía de ser quien hablase, aunque en este caso, no tenía muy claro quien había causado el conflicto.

Estaba claro que Harry había comenzado con este problema, pero yo había sido quien lo había seguido. Y probablemente, ambos seríamos quienes lo acabarían. 

Sin pensarlo dos veces, mi cabeza asintió, esperando su respuesta. Saber su opinión de todo aquello era algo que, en parte me daba miedo pero, en parte, quería saberlo. Una relación se basaba en sinceridad, algo que a mí, me quedaba por aprender. 

-No sé en qué estabas pensando para exponerte a tal peligro -Apoyé mi mano cerca de la ventana del automóvil. Palpando con mis dedos la textura de cuero que cubría la puerta del coche-. No soy quién para gritarte o reprocharte lo sucedido, no lo veo ético. Pero, has sido una estúpida yendo a hablar con él.

-Harry, yo solo...

-Espera, déjame decirte todo lo que he de decir -Me pidió, me abstuve de contestar e interrumpirle de nuevo. Me limité a callar y a mirarle, a admirar su perfil y esos preciosos ojos, que fijados en algún punto resplandecían su color verdoso. A pesar de estar enfadado, me parecía un hombre adorable-. Has sido muy ingenua, eso para empezar. Si querías arreglar cosas solamente tenías que hablar conmigo, algo solucionaríamos. Nos falta comunicación, no me puedes engañar diciendo que vas a salir un momento e ir a hablar con uno de los criminales más peligrosos. ¿Qué hubiese pasado si todo hubiese salido mal? Es un hombre que intentaba matarte hace un tiempo, ahora... No sé qué esperar. No tengo ni puta idea de lo que ha cambiado en él o no ha cambiado nada, ¿sabes lo mucho que he sufrido por ti cuando Niall me ha dicho que viniese inmediatamente porque habías ido a hablar con Christian? Le he preguntado tres o cuatro veces si estabas bien o si algo te había sucedido -Mis ojos se comenzaban a poner llorosos. Le amaba y mucho más cuando se preocupaba por mí. Me dolía en parte saber que nadie antes se había preocupado tanto por mí-. Valerie, no quiero perderte. Por suerte Niall me tranquilizó diciéndome que estabas en perfecto estado, prefiero ahorrarme un infarto.

-Harry...

-Aún no he acabado -Me interrumpió-. No quiero ser un novio controlador ni nada parecido, pero no te voy a dejar que salgas de casa si no comienzas a ser sincera y a decirme donde vas. No quiero que te metas en este mundo mafioso o como le quieras llamar, es peligroso. Quiero que estés bien. Quiero cuidar de ti -Confesó, su voz se adulzó en las últimas oraciones-. Ahora, explícame lo que ha sucedido. Ah, y aunque no lo parezca estoy enfadado contigo.

Sus palabras eran gentiles, Harry no necesitaba amenazar a nadie para ganarse respeto. Unas simples palabras le bastaban para hacerme sentir culpable de mis echos y hacerme cambiar totalmente de opinión. 

-Es algo complicado de explicar, verás... Decidí hablar con Christian pues él era quien publicó originariamente las fotos de tu cara y por esa razón te perseguía la policía. Él me propuso un trato, simularía tu muerte con el cuerpo de otra persona y le darían tu identidad, sus contactos del FBI apoyarían el caso y todo saldría bien. De esta forma tú, no correrías peligro alguno -Expliqué, los ojos de Harry me observaban pasivos, y tratando de esconder sentimiento alguno-. Su condición era que debería trabajar para él, ayudarle, hasta ahí, lo veía totalmente correcto. Bueno, era un tema un poco macabro, pero... aceptable -Murmuré la última palabra, encogiéndome de hombros-. Sus demás condiciones eran que si hablaba contigo sobre el tema, ambos moriríamos, nos mataría.

-¿Le has explicado lo mismo a Niall?

-Sí. Supongo que en esta última condición ha sido cuando ha decidido llamarte.

-Yo también lo creo. Me dijo que tendría que trabajar también con Ginny...

-¿¡La puta!? -Exclamó él sobresaltado. Aquella exclamación hizo que tratase de esconder una sonrisa en mis labios pues, me parecía bastante graciosa su reacción-. ¿Has conocido a la bruja que me intentó violar?

-Sí, pero no quiero hablar de ello, no nos salgamos del tema -No le di importancia, en aquel momento Ginny era irrelevante-. ¿Crees que nos matará?

-No, pero lo intentará. No lo va a conseguir. Yo mismo iré a hablar con él esta tarde, pero no solo, los chicos vendrán conmigo y tú también. O simplemente, podemos ir nosotros dos. En Wall Street no va a cometer ningún crimen, estoy convencido.

-¿Harry...?

-Saldrá bien, no te preocupes. Ese hombre acabará de molestarnos esta misma tarde -Habló convencido-. ¿No habrás firmado ningún papel?

-No.

-Perfecto -Su sonrisa se hizo presente por primera vez-. Entonces, nos enfrentamos a nada. A un conjunto de palabras, palabras que son negables, que no son creíbles y que de forma adecuada se pueden manipular. No hay nada que temer, si no has firmado nada, estate tranquila. Técnicamente, si no has firmado, no puedes trabajar con él, lo que has hablado esta mañana con Christian es simplemente, una conversación. Se podría decir que ese tipo de conversación es igual de relevante que una conversación sobre el tiempo soleado de hoy o sobre Beyoncé.

-¿Estás seguro?

-Me dispararía en el pié, si me equivocase -Sus ojos mi miraron y uno de ellos me guiñó-. Por cierto, se me ha pasado un poco el enfado, pero sigo molesto contigo. Mentir a tu novio es algo muy feo.

-Lo mismo te puedo decir, ¿eh, guapo? -Intervine-. Que casi te follas a Ginny.

-No confundamos la situación, yo estaba drogado, tú estabas consciente y queriendo participar en un plan con un criminal. Son dos situaciones muy distintas.

-Lo que tú digas.

-Hay días que pienso que eres tonta.

-Gilipollas.

-¿Nuestra primera pelea?

-Ya hemos tenido unas cuantas y sobre el mismo tema -Gruñí, cruzándome de brazos. Harry encendió el coche, comenzando a maniobrar para salir del aparcamiento de aquella calle-. Estoy cansada de ese hombre.

-Bienvenida al club -Comentó-. Recuerdo que mi madre decía que los problemas hay que cortarlos de raíz. O algo parecido, era muy pequeño y no me acuerdo.

-¿Te refieres a matar a Christian?

-Exactamente.

-Tendría que hacer una cuenta de todas las veces que dices eso y no lo haces, Harry.

-Surgen problemas entremedio y me olvido de matar a ese hombre -Comentó el chico de cabello rizado-. Lo intentaré de nuevo, ¿si?

-Está bien. Yo te apoyo.

-Oh, obviamente. Porque tu vienes conmigo.

-¿QUÉ?

-Después de todo lo que me haces sufrir, tienes que pagarme las deudas, y el sexo no sirve.

-¿Hablas en serio?

-Jamás había hablado más en serio en toda mi vida -Afirmó. Los árboles de aquella calle comenzaban a desaparecer, ahora los edificios altos comenzaban a verse cada vez más cerca, tratar de observar su altura era similar a querer subir a las nubes. Parecía no ver la distancia que había desde el suelo hasta el final de un rascacielos. Muchas veces me preguntaba cómo se podían mantener en pie tales estructuras de hormigón y ladrillo, me resultaba increíble.

-A partir de ahora, ¿eres mi compañero criminal?

-¿Compañero criminal? Yo soy más sofisticado que eso, cielo -Sonrió-. ¿Recuerdas? Soy Harry Styles, y vuelvo a ser el criminal más buscado en todo el mundo. Cielo, serás mi cómplice.

-Suena bien.

-Pues no es un camino de rosas como lo parece. Comenzamos a trabajar esta tarde y, ni una palabra a Gemma de esto. Si pregunta le diremos que vamos a ver al cine 'los mercenarios'.

-¿Está en cartelera?

-Claro que no. Es que hace mucho tiempo que no veo esa película. Eso es todo.

Todo comenzaría aquella tarde, y no sabía qué sucedería. Iría con Harry, aquello hacía que me encontrase más tranquila pero, aún así, todo era distinto. Estaba muy nerviosa. Mi estómago parecía querer explotar y el hormigueo que sentía parecía no querer desaparecer.