Capítulo 23

VALERIE


Mis ojos se abrieron,encontrando a Harry dormir tranquilamente. Su brazo rodeaba mi cintura, atrayéndome a él. Me dispuse a no moverme, pues un simple desplazamiento, despertaría al chico de cabello rizado.

Tendí mi mano hacia la mesita de noche, que se encontraba cerca de mi alcance. Con mi teléfono móvil entre mis manos, revisé los mensajes y otras cosas.Abrí Internet, pudiendo observar las noticias titulares, Harry estaba en ellas. No me atreví a abrir ninguna, temía lo que pudiese decir. Quería aislarme de la realidad.

Tenía pensado en decirle a Harry que iría a comprar y de forma contraria, me dirigiría a hablar con Christian para solucionar toda esa mierda.

Acaricié el cabello del chico, intentando que no se despertase. Sin embargo, sus ojos verdes se abrieron de par en par. Un gruñido salió de sus labios, se acercó a mi para darme un pequeño beso en los labios.

-Buenos días, preciosa-Susurró-. Ayer no me diste la oportunidad de hacer una segunda ronda, ¿eh?

-Esta noche hacemos lo que tú quieras -Murmuré, pensando en salir cuanto antes e ir en busca de Christian-. Hoy tengo que ir a comprar y obviamente, no vasa venir conmigo.

-¿Piensas dejarme encerrado en casa?

-Harry, no vas a salir hasta que no se calme todo esto.

-Ya lo sé -Murmuró el chico pasando su mano por el pelo-. Es arriesgado y toda esa mierda.Pero odio estar encerrado -Explicó-. Todo ha sido una puta mala idea. Desde que comenzó, ir a ese evento, relacionarme con Christian... Todo es una puta mierda.

-Lo echo, está echo-Murmuré-. No te tortures. Ya sabes que encontraremos una forma de salir de esta, ¿vale?

-Vale -Sus ojos mostraban preocupación, algo que no había visto antes en su mirada. Estaba asustado, y sucediese lo que sucediese, estaría preocupado. Aunque le dejase solo en casa, se preocuparía, se sentiría culpable...Pero, no se podía arreglar nada. ¿O quizá sí?

Me levanté de la cama,mientras notaba la mirada de Harry en mí. Entré en el vestidor,cerrando la puerta a mi paso. Preguntándome si era correcto o no decirle a Harry lo que iba a hacer, probablemente debía hacerlo. Por otra parte, si le decía lo que estaba apunto de hacer, trataría de evitarlo, de prohibirlo de alguna forma.

Así que decidí no comentarle nada. Él encontraría alguna forma de que no fuese a hablar con Christian y, no iba a dejar que él se interpusiese en mi camino.

-Valerie, ¿no quieres desayunar? -Preguntó el chico, asomando la cabeza por la puerta del vestidor, mientras cogía una camisa blanca.

-No, cuando vuelva comeré-Murmuré, pensativa.

-¿Estás bien?-Intervino él rápidamente. Asentí, tratando de parecer convencida-. ¿Segura?

-¡Sí! -Exclamé. Me parecía bonito que se preocupase por mí, sin embargo, ahora necesitaba reflexionar.

Una vez estuve cambiada,salí del apartamento, despidiéndome de Harry con un beso. Salí ala ocupada y bulliciosa calle Neoyorkina. Mientras miraba en mi teléfono móvil la dirección de las oficinas de Christian. Se encontraba a media hora de mi apartamento.

Esta vez, le había escondido mi objetivo a Harry pero, cuando volviese, le explicaría lo que iba a hacer. No lo lamentaría, y su enojo sería tal, que quizá dejaba de hablarme en unos días. No importaba, debía intentar ayudarle.

Guardé en el bolsillo de mi chaqueta de piel negra el teléfono móvil, de la misma forma que dejé reposar mis manos en los bolsillos. La piel de la prenda abrigaban mis manos. Mis pasos eran firmes y rápidos, sin pararme a curiosear por alguna tienda del centro de la ciudad o observar las personas. Aquel día, tenía un objetivo claro, y quería cumplirlo.

Quería darle a entenderá Christian que no me iba a marchar de aquellas oficinas sin que haya eliminado todo rastro en la red de Harry, sobre la denuncia o la orden de búsqueda y captura que había en su nombre.


Calculé veinte minutos hasta que llegué a un enorme edificio. Uno de los más importantes edificios de Wall Street, técnicamente Christian poseía una planta entera solo para su negocio. Mis nervios aumentaron a cada paso quedaba. Un hombre fornido y de estatura mucho más alta que la mía se encontraba vigilando la puerta de las oficinas.

Cuando estuve cerca de él, me decidí a hablar:

-Buenos días -Saludé,tratando de esconder mi nerviosismo-. Vengo a ver Christian Parker.

-No espera ninguna visita-Contestó como si estuviese irritado.

-Soy su hija -Repliqué,con una mirada seria. No tenía pensado utilizar ese argumento, sin embargo, no tenía otra opción.

El hombre asintió.

-Te dejaré pasar, pero como no sea así, saldrás por donde has entrado -Advirtió. Yo asentí, indiferente. Christian no iba a negar que era su hija, es más, quizá se alegraba de verme.

Entré dentro del edificio, acompañada por el fornido guardia de seguridad. Podría decir que era casi tan lujoso como su exterior, guiándome hasta un ascensor, el hombre pulsó el número cinco. Tratándose de un ascensor nuevo, en unos segundos nos encontrábamos en el piso adecuado.

Mi mirada se fijó en la única persona que había en la sala, tras un mostrador de madera oscura se encontraba una chica de cabello castaño y grandes ojos verdes. Parecía ser la secretaria de Christian. Me acerqué a ella y me miró sorprendida, dejando de teclear en el ordenador de forma ágil.

-¡Valerie! ¡Qué sorpresa! -Exclamó. ¿Cuantas posibilidades habían de que Christian le hubiese hablado a todo su personal de mí? Sus ojos verdes se quedaron por unos segundos fijados en los míos, mientras su sonrisa mostraba la sorpresa que sentía de verme.

No sabía quien era aquella chica, pero a decir verdad, se veía agradable.

-¿Es la hija de Christian? -La chica castaña asintió. Mientras que el guardia,simplemente se dirigió hacia el ascensor, de vuelta a su posición inicial. Una vez la puerta del ascensor se cerró, la chica cambió radicalmente su sonrisa agradable.

-¿Cómo está Harry?-Fruncí el ceño. ¿Quién era aquella chica y por qué conocía a Harry? Quizá Christian le había explicado a todo su personal quién era yo y Harry Styles.

-Muy bien -Contesté-.¿De qué lo conoces?

-Oh, casi se acuesta conmigo en el evento -Mi mente rápidamente identificó a aquella muchacha, era Ginny. Fruncí el ceño, sin intención de contestarle.Pareció darse cuenta de mi incomodidad, así que añadió-. ¿A qué se debe tu visita? No tengo todo el día.

Bajó su mirada hacia la pantalla del ordenador, para comenzar a escribir ciertas cosas.Olvidándose de que estaba allí.

-¿A que se debe tu desesperación por estar con Harry? -Contraataqué. Levantó su mirada y me observó.

-¿Has venido a echarme en cara lo caliente que se puso tu novio conmigo? -Contestó de forma pasiva, soberbia y supremacía.

-Cierra la puta boca.

-Yo no tengo la culpa de que Harry sea tan fácil -Volvió a mirar su ordenador y siguió con su trabajo-. Lástima no haber podido probar lo que tenía entre las piernas.

-Vengo a hablar con Christian, no contigo, así que deja de ser puta y déjame pasar.

-Tu novio ayer también me llamó 'puta'. Y me disparó en el brazo -Se levantó de su asiento, fastidiada-. Sois tal para cual. Utilizáis esa palabra para todo, ¿o qué?

-Yo solamente la utilizo contigo -Contesté de forma indiferente, cogiendo a la chica del brazo-. Más te vale no volver a intentar follarte a Harry o tendrás serios problemas.

-Cielo, él lo deseaba tanto o más que yo -Sonrió-. Estaba muy caliente. Y no hubiese importado que hubiese estado drogado o no, se hubiese acostado conmigo si Christian no hubiese irrumpido en la sala.

-¿Crees que soy tan imbécil como para creerte?

-¿Crees que me serviría de algo mentirte? -Añadió ella, dándome cosas que pensar, sin embargo, no quería darle la satisfacción de creer a esa chica y no creer a Harry.

Tenía la suficiente confianza con Harry como para contar todo lo necesario, obviamente no iba a creer a una mujer que a peas habían pasado tres minutos desde la primera vez que la había visto.

No iba a dudar de Harry. No en aquellos momentos.

-Confío en Harry, en lo que me confesó y no tengo tiempo para andarme con tus estupideces -Hablé segura de mi misma, sin dudar-. Yo no tengo la culpa de queseas una necesitada con ganas de violarle.

-Te repito que...

-No te arrepientas de tus actos, no hace falta -Ironicé-. Ya sé que Harry está muy bueno yes probablemente el chico más guapo que hayas visto en mucho tiempo,pero no está en el mercado. Así que deja de hablar conmigo y llévame a hablar con Christian, querida Ginebra.

Suspiró y comenzó a caminar, en dirección al que suponía que era despacho de Christian. Una puerta de madera maciza se encontraba delante de mí. La chica se quedó mirándome, yo le hice señas para que se marchara. No tenía ganas de escuchar a aquella tonta y toda su sarta de mentiras, no tenía tiempo para aquello.

No me importaba si ella creía que Harry quería follársela... No me importaban los sentimientos de esa chica, bueno, lo que hubiese sentido al besar aHarry. No estaba celosa de nada. Porque yo tenía a Harry y no ella.

Golpeé la puerta y a continuación, sin esperar el permiso, la abrí.

Christian se encontraba hablando por teléfono. Iba vestido como era habitual, con sus gafas de pasta, su traje de color negro y corbata, su cabello peinado hacia atrás, donde eran visibles las marcas del peine. Sus ojos se posaron en los míos, mientras cerraba la puerta de un portazo. El hombre rodó los ojos.

-Me cago en la puta -Se quejó , colgando en teléfono y dejándolo encima de la mesa, sin despedirse de la persona que se encontraba al otro lado de la línea telefónica. Sonrió irónicamente, poniendo sus manos sobre la mesa y me miró expectante; mientras me sentaba en la silla que tenía preparada para las visitas-. Tu querido novio vino ayer, abriendo la puerta e irrumpiendo mis llamadas. Exactamente como has echo tú, qué bonitos modales has adquirido de él...

-Veo que te alegras de verme -Ironicé, mientras observaba al hombre expectante y de forma desafiante.

-Eres mi hija, yo siempre me alegro de verte.

-Fin de la comedia, Christian.

-¿A qué has venido? -No me dejó tiempo para contestar-. Oh, espera, creo que lo sé...¿Tiene que ver con un chico alto y de cabellos rizados?

-Deja de actuar, me parece que sabes muy bien que vengo a hablar.

-No actúo, de verdad me alegro de verte -Sus palabras sonaron casi sinceras pero, yo no estaba allí para sentir compasión por él o incluso, creerme algunas de las mentiras que soltaba su boca.

-Pues bien, vamos a zanjar un tema -Aclaré, sin demorarme más. No había acudido a hablar con Christian sobre tonterías, temas casuales o incluso, del tiempo-. Elimina todo lo relacionado con Harry Styles de la prensa.


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