VALERIE

Acabamos de cenar la pizza cerca de las once de la noche. Gemma, tras un día largo, se fue a dormir pues la mudanza la había dejado agotada. Tanto Harry como yo, decidimos marcharnos al dormitorio a hablar sobre el evento que sucedería mañana.

Estaba sentada en la cama, con la espalda apoyada en el cabezal mientras leía un libro. Harry había decidido ducharse y mientras escuchaba el sonido del agua caer, decidí relajarme y leer un poco. Iba por la mitad de "Eleanor & Park" de Rainbow Rowell. Y era un libro que había conseguido cautivarme.

Minutos más tarde, Harry abrió la puerta del baño y salió. Solamente llevaba un bóxer negro y los rizos mojados. ¿Cómo podía ser tan sexy? Levanté la mirada para admirar su torso desnudo, adornado por algunos tatuajes dispersos. Recorrí con mi mirada su cuerpo algunas veces hasta encontrarme con sus ojos mirándome curiosos.

-¿Disfrutando de la vista? -Bromeó, yo no pude evitar sonreír y negar con la cabeza.

-Egocéntrico -Le contesté-. Pero sí, quédate ahí y así recreo la vista.

Él rio, acercándose a la cama y tumbándose a mi lado. Sus rizos, helados por el agua rozaron mi piel y hicieron que me estremeciese.

-Tenemos cosas que hablar -Comentó el chico, cogiendo mi libro y apartándolo.

-¡No me quites el libro así! -Me quejé y él me lo devolvió. A continuación, le puse el punto de libro y lo dejé en la pequeña mesita blanca que se encontraba al lado de la cama-. Ya podemos hablar -Dije sonriendo a Harry.

-O podemos hacer otra cosa -Insinuó-. Antes de que viniese Gemma nos ha dejado a medias.

-¿Sabes que luego se te olvidará lo que me tienes que decir? -Alcé una ceja, esperando que él contestase.

-A mí no se me olvida, el problema es que tú te duermes -Contestó él-. ¡Hablemos pues! -Sacó su teléfono móvil y después comenzó a buscar una nota rápida. Una vez la hubo encontrado me la enseñó-. Niall me ha pasado la dirección del lugar, es uno de los hoteles más importantes de la ciudad. Hay una convención de empresarios importantes.

-¿Y cómo vamos a entrar ahí? -Pregunté con curiosidad.

-Ahora te explico -Dijo suavemente, apagó la pantalla del móvil una vez hube visto la dirección del hotel-. Van a presentar un aparato nuevo de Apple y no se qué más. El caso es que, los mayores industriales, empresarios y peces gordos de la economía se reunirán allí; y entre ellos Christian Parker -Harry hizo una pequeña pausa y luego prosiguió hablando-. Niall ha buscado un empresario Inglés que no podrá asistir y me haré pasar por él y tú, por su mujer.

-¿Tienes el nombre de ese empresario?

-Dean Smith -Contesté-. Un nombre común.

Saqué mi teléfono móvil y busqué en Google, me salieron fotos de un joven castaño con rizos y traje. Parecía tener ¿acne? ¿Cuantos años tendría ese hombre? Solamente tenían semejanza en el cabello y por suerte, el color de los ojos de ese hombre no se podía apreciar en la única foto que había en la galería de Google.

-Harry...

-Dime -Contestó él y yo le enseñé la fotografía-. Ay, dios mío.

-No te pareces en nada, pero siempre podemos decir que ha sufrido una metamorfosis.

-O cirugía plástica -Sugirió.

-¿Irás en traje?

-Claro que sí, cielo -Contestó mordiéndose el labio-. Y se te caerán las bragas.

-Calla, Styles.

Apagué el móvil totalmente, pues no lo usaría más en toda la noche. Lo dejé encima del libro y volví a dirigirme a Harry.

-¿Y cómo sabe Niall que ese hombre no asistirá?

-Oh, sobre eso... -Harry parecía pensativo, incluso algo preocupado.

-Harry, ¿qué habéis echo?

-Yo nada -Se excusó-. Yo he pasado toda la mañana y tarde contigo -Tomó aire y soltó lo que tenía que decir-. Niall y los chicos, le han ¿secuestrado?

-¿SECUESTRADO? -Exclamé.

-Baja el tono de voz, que despertarás a los vecinos -Alertó él, yo asentí tapándome la boca pues sabía que había aumentado bastante el tono de voz-. O a Gemma, que es peor.

-Perdón -Me disculpé. Harry negó con la cabeza, divertido.

-No se le puede llamar secuestro del todo -Comenzó a decir Harry-. Está en una habitación solo, bueno con su mujer. Les dan de comer y tienen una cama bien cómoda para dormir y un baño, con agua corriente y jabón para ducharse.

-Harry, sigue siendo un secuestro -Añadí-. ¿No habéis pensado en enviarlos a las Fiji?

-¿A Fiji? ¿Para qué? ¿Para que disfruten de una luna de miel? -Ironizó-. Añádelo a la lista de lugares para ir de vacaciones, Laura.

-Siempre estamos de vacaciones... -Le recordé.

-Volviendo al tema, ¿tienes algún vestido precioso?

-Todos mis vestidos son preciosos.

-Me refiero a algo elegante, de gala.

-Claro que sí -Contesté.

***

Me desperté cerca de las nueve de la mañana. Mi cintura estaba rodeada por el fuerte brazo de Harry y su respiración chocaba con mi espalda. Al parecer, estaba durmiendo plácidamente.

Intenté moverme, aunque sin éxito. Además, tampoco quería despertarlo cuando Harry dormía era como un ángel, se le veía tan sereno y tranquilo.

Me di la vuelta para admirarle. Sus ojos estaban cerrados y sus pestañas adornaban sus párpados. Su pecho subía y bajaba lentamente, me quitaba el aire verle así. Era precioso.

Pasé una de mis manos por su cabello alborotado, lleno de rizos indomables que caían por ambos lados de su cara.

Su respiración cambió de ritmo y sus ojos se abrieron lentamente, una sonrisa se dibujó en su rostro al verme allí delante, observándole. Pasó por sus ojos la mano que antes se encontraba en su cintura y abrió todavía más sus verdes ojos.

-Buenos días, preciosa -Saludó, con su ronca voz de recién levantado. Sonaba mucho más sexy de lo habitual y aún no me había acostumbrado.

Nuestros labios se fundieron en un dulce beso.

-Buenos días, bello durmiente -Contesté con una pequeña sonrisa en mis labios.

-No entiendo porqué siempre te despiertas antes que yo -Murmuró estirando sus brazos y bostezando.

-Me gusta verte dormido y siempre me duermo antes que tú.

-Hoy es el gran día -Dijo de repente sentándose en la cama y pasando su mano izquierda por sus rizos, tratando de peinarlos, pero sin éxito alguno.

-Harry, yo no entiendo nada de economía o lo que sea que hablen esas personas.

-Tú solamente sígueme el rollo -Gesticuló-. Yo lo arreglaré todo. Además, los chicos también asistirán -Me sorprendí ante aquello-. ¿No pensarías que iríamos nosotros solos?

-No, bueno, sí me pensaba que sí -Murmuré insegura-. ¿Y si sucede algo con Christian, qué?

-Estaríamos en un local lleno de gente, no tiene porqué pasar nada.

-Hay que controlarlo todo -Dijo Harry confiado-. ¿Llevarás un vestido largo y que no sea ajustado?

-Tengo uno negro que es así, pero...

-¿Es de gala? -Asentí. Era un vestido que me había comprado años atrás y que a penas había usado, lo guardaba para alguna ocasión especial-. Entonces llevarás tú la pistola.

-¿Pistola? -Mi mente parecía haber dejado de funcionar-. ¿Qué?

-En una de tus piernas, se puede atar la pistola y no levantas ninguna sospecha -Habló naturalmente, como si fuese algo habitual-. ¿No querrás que lo lleve yo? Con un smoking ajustado...

-Está bien, lo llevaré yo -Me rendí-. Pero si se dispara solo la culpa es tuya.

-¿Cómo mierdas se va a disparar sola?

-No soy ningún especialista en esas cosas. No tengo ni idea, Harry.

-Bueno, yo te garantizo que no te pasará nada, yo te cuidaré.

-Está bien. Confío en ti.

-Lo mejor que has echo en tu vida ha sido confiar en mi -Dijo él convencido.