VALERIE

-¿Os apetece cenar una pizza? -Preguntó Gemma, tras haber pasado una tarde ayudándola con la mudanza, ya estaba toda su habitación completamente colocada. La chica castaña con algunas mechas pelirrojas salió de la habitación vestida con el pijama y su móvil en mano, del cual sonaba "Arabella" de Arctic Monkeys.

-Sí, pídela y págala tú, bastante hemos echo nosotros ayudándote con la mudanza -Contestó Harry, tumbado en sofá, con su cabeza apoltronada en mi regazo.

-Harry, no es una criada, ¡es tu hermana! -Le regañé, llevaban toda la tarde como el perro y el gato, polos opuestos o la luz y oscuridad.

-Hoy me ha tratado como si fuese su sirviente, llevando cajas hacia todos los lugares de este mundo. Está en mi casa, debería llevarme ella las cajas.

-Gemma, tu pide la pizza, yo le hago entrar en razón -La chica asintió con la cabeza y salió de la sala de estar-. Harry, compórtate, ¿quieres?

-¡Adoro discutir con ella!Mañana le diré lo mucho que la quiero y la aprecio como hermana. -Habló, y no pude evitar reír cuando escuché su primer comentario-. Ella lo sabe, simplemente es divertido discutir por cosas tontas, pero nosotros nos queremos.

-A vuestra manera.

-¿No querrás que la quiera como lo hago contigo?

-Harry, es tu hermana -Dije pausadamente y vocalizando-. Eso sería asqueroso.

-No tengo ojos para otra mujer que no seas tú, cariño -Dramatizó, dejando una serie de besos en mi mejilla.

El teléfono de Harry sonó, era el tono de mensajes. Se apresuró a sacarlo de su bolsillo y abrió la ventana, mientras yo observaba. Era de Niall y decía que había encontrado la información que Hary necesitaba:

Llámame cuando puedas, tengo fecha para el próximo evento al que asistirá Christian. Niall.

-¿Y por qué no te llama él? -Pregunté por curiosidad.

-Por si estaba ocupado haciendo cosas -Murmuró Harry, mientras buscaba el contacto de Niall en la agenda telefónica.

Me levanté del sofá y me dispuse a dirigirme donde Gemma se encontraba, después ya me explicaría Harry todo lo que íbamos a hacer para ese evento.

Entré en la cocina donde Gemma estaba sentada en un taburete, mientras consultaba algo en su teléfono y tarareaba alguna que otra canción.

-Harry está hablando por teléfono, con un amigo suyo -Anuncié cuando entré en la sala.

-¿Habéis discutido por mi? -Preguntó la chica, parecía preocupada-. Siempre me puedo buscar un apartamento nuevo.

-¿Qué? ¡No! Claro que no hemos discutido, solamente me gustaría que Harry te tratase un poco mejor, eres nuestra invitada. Por mucho que diga que es su forma de expresar su amor hacia ti, me parece un poco exagerado.

-Él de pequeño era así, nos pasábamos el día discutiendo, pero nos llevamos bien de esta forma -Gemma me sonrió-. Es divertido.

-¿Cuánto tiempo hace que vives en Nueva York?

-Desde los catorce -Contestó-. Cuando mataron a nuestros padres, una familia de acogida cuidó de mí y no supe nada de Harry hasta hace cinco meses. Aún así, le recordaba perfectamente y me moría de ganas de verle de nuevo.

-¿Sabías en lo que se había convertido?

-Sí, lo había visto en algunas noticias, no sabía qué pensar. Seguía siendo mi hermano pequeño, pero un asesino... ¿Cómo pudiste enamorarte de él?

-El amor es complicado -Murmuré-. Él era diferente conmigo, quizá eso hizo que viese algo más, alguna cualidad que nadie había visto antes.

-¿Te asustó al principio?

-Cuando supe que era un asesino, sí -Expliqué-. Pero las circunstancias, hicieron que mi forma de verle fuesen distintas y le viese como algo más que un amigo. Le veía como alguien en quien podía confiar y él, apareció un día diciendo que no se podía olvidar de mí y que me iba a enamorar. Al principio me pareció un poco acosador, pero luego, era muy diferente a los demás.

-Qué idílico todo -Comentó ella-. Aunque estoy segura que no es fácil para ti, lidiar con un criminal que aún quiere volver al trabajo... ¡Por eso estoy aquí! ¡Te voy a ayudar!

Sabía que Gemma me quería ayudar, pero ahora ya lo habíamos arreglado todo. Esta vez, me daba la sensación de que yo también iba a formar parte del plan y eso me emocionaba, pero me asustaba. Por mucho que supiese que Harry me iba a proteger de todo lo que pudiese suceder.

-Lo hemos solucionado todo -Mis palabras salieron a toda velocidad y ella asintió, feliz-. Hablé con él y le dije como me sentía, finalmente entró en razón y decidió no meterse en más problemas.

Decidí mentirle. A pesar de las consecuencias que podía tener no decirle la verdad a la hermana de mi novio, ¿qué se suponía que le iba a decir? Yo no podía confesarle lo que estaba a punto de suceder.

En tal caso, Harry debería explicarle todo, pues él era quien se encargaba de sus planes elaborados y toda esa mierda que a él le gustaba.

-Me alegro mucho -Confesó Gemma-. Si te soy sincera, no estaba totalmente convencida de que lo fuese a dejar. Estamos hablando de un criminal experimentado, si puede conseguir mucho dinero con su trabajo, ¿para qué lo va a dejar?

-Ya... es difícil de comprender.

-Supongo que lo habrá echo porque te quiere y no quiere correr un riesgo innecesario -Explicó Gemma, gesticulando-. Con todos los bancos que ha robado, debe de tener dinero de sobras ¿no? -Asentí. Tenía razón en todo lo que decía y quería apoyarla, pero no podía-.Entonces, ¿para qué conseguir más? ¡Puede vivir la buena vida tranquilamente y llena de lujos! -Expresó-. Y este apartamento, es inmenso, en el centro de la ciudad, la zona más cara. No quiero saber cuanto dinero se ha gastado, pero esto barato no es...

-Tienes toda la razón del mundo -Añadí-. Pero se lo puede permitir.

-Eso es fácil de ver -Comentó ella-. Una pregunta, no hace falta que me la contestes si no quieres, ¿no tienes familia?

Me sorprendió totalmente aquella pregunta. No esperaba que Gemma fuese tan directa, sabía que era muy extrovertida. Agaché la mirada sin saber qué contestar, cómo contestar a aquella pregunta. Ella me miraba curiosa y añadió:

-Perdona, no quería hacerte sentir incómoda -Podía notar su nerviosismo en la voz.

-No te preocupes, no hace falta que te disculpes -Sonreí-. Si te digo la verdad, no sabía como contestar, aunque si quieres te lo explico.

-Como tú quieras, no quiero forzarte a hablar sobre algo que no quieres y...

-No te preocupes -Repetí, y ella guardó silencio-. Yo nunca he conocido a mi padre, hasta que Harry apareció en mi vida. Sí, parece que Harry lo enlaza todo. Solamente tenía contacto con mi madre, la cual no era de mucha ayuda, pues era una borracha y bueno, Christian la mató después. Como no tengo hermanos, pues él es todo lo que tengo.

Gemma se levantó y me abrazó. Me sentí reconfortada en sus brazos, acarició mi cabello y después se separó de mí:

-¿Estás mejor? -Preguntó, asentí con la cabeza-. Mi madre siempre decía que dar abrazos hace sentir mejor a la gente.

-Harry también tiene una costumbre de abrazar a la gente.

-Sí, es lo que tiene ser hermanos. Hay algunas cosas que nos vienen por genética o viejas costumbres familiares.

Gemma se volvió a sentar en frente de mí y justamente cuando iba a comenzar a hablar calló y sonrió mirando a alguien detrás de mí. Volteé la cabeza, encontrándome con el chico de cabellos rizados y ojos verdes observándonos.

-¿De qué hablabais? -Preguntó el chico, curioso.

-Cosas de chicas.

-¿Cosas de chicas es igual a hablar de mí? -Preguntó de forma coqueta y con una burlona sonrisa en los labios.

-No eres el centro del mundo, Harry -Contestó Gemma, se escuchó el sonido de la puerta y Gemma salió a abrirla mientras canturreaba-. ¡La pizza ha llegado!

Una vez la chica hubo salido por la puerta, Harry abrazó mi cintura y dejó algunos besos en mi cuello. Cerré momentáneamente los ojos para segundos más tarde abrirlos y girarme, para estar cara a cara con él.

-¿Qué has hablado con Niall?

-Sobre "eso" -Murmuró.

-He hablado sobre "eso" con Gemma, le he dicho que no quieres volver a ese trabajo -Murmuré de vuelta y su cara se mostró interrogante-. Y lo ha creído.

-Entonces, mañana nos vamos de cena -Anunció él con una amplia sonrisa-. Una cena elegante, para ser exactos.

-¿Niall te ha informado sobre todo?

-Sí, después te doy los detalles, ahora tenemos que cenar y ocultar cosas a mi hermana -Se apresuró a contestar Harry, pues se escuchaban los pasos de Gemma acercarse y a la vez, un fuerte olor a queso fundido-. Mañana comienza la acción, cariño.