Capítulo 12

VALERIE


Una foto de Harry y Christian dándose un apretón de manos. ¿Qué mierdas había pasado? Se había echo viral en Internet con el título de "Christian saluda a sus fans y mantiene una conversación con ellos" ¿fans? ¿Qué tipo de asesino tenía fans?

Estuve observando la misma fotografía cerca de media hora. No había contado el tiempo, pero Harry se veía tan guapo en esa imagen que había estado un buen rato mirándola.

La puerta se abrió, dejando ver a Harry con una enorme sonrisa. Dejó las llaves en el recibidor. Me crucé de brazos al verle.

-¿Qué tal tu mañana? -Pregunté irónicamente. Pareció no percatarse de nada, ya que se acercó a mí dejando un beso en mis labios.

-He ido con Niall a ayudarle con su piso y luego hemos ido a pasear -Habló contento.

-¿Te has encontrado con alguien por el camino?

Frunció el ceño y después suspiró. Se quedó pensativo durante unos segundos hasta que finalmente se dispuso a hablar:

-¿Están en internet? -Preguntó directamente y yo me limité a asentir tímidamente con la cabeza. Él sabía perfectamente de qué estaba hablando-. Joder, tuvimos un extraño encuentro, que por suerte fue delante de bastantes personas.

La voz de Harry era baja y sincera, como si se sintiese culpable por algo.

-¿Y sucedió algo por lo que alertarse? -Me senté a su lado y apoyé mi mano en su rodilla, mientras él evitaba mirarme. Le veía diferente, como si tratase de evitar cualquier contacto conmigo, como si su sentimiento de culpabilidad fuese lo que le hacía actuar de aquella forma.

-No, sencillamente... -Negó pausando y dando un suspiro-. Mejor te explico todo lo que sucedió, ¿está bien?

La sinceridad se apoderó de sus ojos, como si el color verde de ellos hubiese tomado un color más claro. Me limité a asentir, pues el chico parecía muy concentrado en contarlo todo. Parecía fijarse en un punto para concentrarse y comenzar a explicarlo todo.

-Comenzó a hablarme de forma muy educada, como si hubiese olvidado todo lo que había sucedido entre nosotros. Era como si formase parte de un pasado el cual, no le importaba -Hizo una breve pausa y prosiguió-. Luego lanzó una indirecta, sabe en qué nos hemos gastado el dinero y que vivimos juntos en Nueva York.

-¿Es eso cierto?

-Sí, lo sabe todo -Asintió lentamente con la cabeza-. Dijo barbaridades como que quiere pasar a la historia y que me quiere hundir, entregándome a la policía y mierdas de esas.

Mi mente comenzó a preocuparse cuando Harry mencionó la policía. ¿Qué haría yo si Christian cumplía su palabra? ¿Harry en la cárcel? No, no, no.

No quería pensar en aquel suceso, si estaba destinado a suceder, ya me confrontaría como es debido. Pero no merecía la pena pensar en algo que, podía suceder o nunca sucedería. Muchas cosas estan destinadas a suceder, cuando menos lo esperas, cuando crees que todo va bien, algo malo sucede. La vida tiene cierto equilibrio, pero nosotros ya habíamos sufrido bastante como para que nos separasen una vez más.

-Solamente lo haría si me entrometía en su vida -Harry pareció darse cuenta de mi preocupación y trató de suavizar la situación-. Pero, básicamente, dice que su empresa se basa en coleccionar Porsche y...

-¿Porsche?

-Sí, los coches antiguos esos que se pasean por la ciudad de vez en cuando.

-Ya sé que un Porsche es un coche, gracias -Ironicé y Harry sonrió. Lo cierto es que, muchas veces habíamos avistado esos vehículos pasearse por la ciudad sin destino alguno. Exactamente como si patrullasen por la ciudad. Se trataba de algo extraño pues, muchas veces hacían el mismo recorrido, más no eran automóviles comunes en la ciudad, al contrario, era extraño ver a esas antigüedades con ruedas.

-Lo que te intento decir, es que Niall y yo creemos que no se basa solamente en un negocio de coches.

Pasó la mano por su cabello, echando sus rizos hacia atrás. Como si los peinase suavemente, esa acción daba la sensación de que su cabello era seda pura.

-No estaría en Wall Street solamente por un negocio de coches antiguos -Aclaré-. Es cierto que se paga bastante por las reliquias antiguas, pero no lo suficiente como para entrar ahí.

-¿Recuerdas lo que te mencioné sobre las drogas?

Asentí, era cierto que, lo mencionó cuando nos mudamos a la gran ciudad. Sin embargo, no creía que fuese un dato importante. Pues tal y como Harry dijo cuando llegamos a Nueva York, lo mejor era olvidarse de todo lo sucedido en Londres y aunque, de vez en cuando Christian aparecía en nuestras conversaciones no dejábamos que eso afectase a nuestra nueva vida. Pero obviamente, las cosas habían dado un giro de 180º y parecía que el hombre de gafas volvía a ser un motivo justo para preocuparse.

-¿Crees que puede estar relacionado? -Le cuestioné. Se encogió de hombros, sin estar seguro de la respuesta.

-Puede ser -Murmuró hablando despacio-. Probablemente, le diese el capital necesario como para subir a su empresa en lo alto de la bolsa Neoyorquina.

-Yo no entiendo nada relacionado con la economía -A decir verdad, no era una materia la cual estuviese al día. Los temas relacionados con la economía y la política estaban fuera de mi alcance-. Pero Harry -Volteé mi cabeza en busca de sus ojos mientras tomaba su mano y entrelazaba mis dedos con los suyos-, no te entrometas en nada de lo que va a hacer Christian.

-Valerie...

-Calla -Interrumpí-. ¿Qué haría yo si te meten en la cárcel? ¿Crees que podría salir adelante? Vinimos aquí para olvidar todo lo que había sucedido con Christian, para evitar problemas con él. Ahora, él a vuelto a aparecer en nuestra vida, y solamente te pido esto, déjalo pasar.

-No es tan fácil.

-¿Por qué? ¿Tienes algún imán que te obligue a seguir estando detrás de él? -Solté su mano para cruzarme de brazos y cerrar los ojos durante un segundo, aquella situación me superaba.

-SE TRATA DE PROTEGERTE -Bramó, haciendo que guardase silencio y agachase la mirada. Él nunca había alzado la voz a un nivel tan alto-. Sé perfectamente que está buscando hacernos daño otra vez, ¿crees que me voy a quedar con los brazos cruzados? ¿Crees que me voy a quedar sentado viendo como te quiere separar de mí? -Tragué saliva intentando evitar mirarle a los ojos. Jamás había utilizado ese tono de voz, su reacción había sido demasiado brusca. Pero, ¿qué se suponía que le tenía que decir? Quería evitar problemas con él a toda costa, pues sabía que más tarde, todo volvería a ser como antes-. No pienso dejar que interfiera de nuevo en mi vida, y si tengo que eliminarlo, lo haré -Su tono volvió a ser el habitual.

-Entonces, yo iré contigo.

-Y una mierda -Habló rápidamente.

-Sé los planes que vas a llevar a cabo -Murmuré, mirando a Harry desafiante mientras él parecía sorprendido-. Estás buscando eventos a los que Christian vaya a asistir y te piensas presentar allí.

-Niall... -Murmuró Harry, chasqueando los dedos.

-Sí, le obligué a hablar. No quería mencionar nada de tus planes, pero finalmente, habló todo lo que le habías pedido -Se mordió el labio pensativo-. Y me facilitará la información, así que tú decides, Styles, voy por mi cuenta o ¿quieres ser mi acompañante?

Le guiñé el ojo cuando me lanzó una rápida mirada y negó con la cabeza mientras sonreía como un tonto.

-Maldigo las fiestas de los economistas de mierda -Se quejó, me dedicó una pequeña sonrisa-. Todos los hijos de puta esos, van con sus respectivas parejas y claro, ¿quién mierdas me tiene que acompañar a mí?

-¡Yo! -Exclamé y abracé el cuello del chico-. Entonces, ¿me dejas que vaya contigo?

-No hay más remedio -Suspiró, aceptando-. Pero no te tendrás que separar de mí, ni un centímetro.

-¿Voy a tener que estar pegada como una lapa a ti?

-Sí. No me fío de Christian y menos de todos los frikis que habrá por allí.

-¿Piensas que me voy a enamorar de un friki?

-¿Es un friki mejor que un criminal? -Pasó una mano por mis hombros.

-Harry, tu eres mejor que todos ellos -Nuestros labios se juntaron como si estuvieran echos de magnetismo-. ¿Tienes algún plan para entrar a esos lugares? -Le di un beso en la mejilla.

-Me tendré que hacer pasar por un empresario Inglés, ya sabes, por el acento y... por lo guapo que soy.

-Qué narcisista eres, de verdad -Sonreí.

-No hay nada de malo en saber que eres guapo -Murmuró.

-¿Qué voy a hacer contigo? -Bromeé.

-Quererme mucho porque soy un amor de hombre -Sonrío angelicalmente, mostrando sus característicos hoyuelos que adornaban ambas de sus mejillas.

-Ya sabes que yo te quiero, aunque haya veces que me mientas -Murmuré, depositó de nuevo un beso en mis labios.

-Digo las verdades a medias -Susurró en mi oído-. Y lo hago para protegerte.

-Sé que no lo haces con mala intención, pero... No te cuesta nada decirme la verdad, Harry.

-Lo sé, aunque no me gusta la idea de que vengas conmigo a esos eventos, he de hacerlo. Pero seguirás mis órdenes.

-¡Sí, capitán! -Exclamé bromeando, él mostró una sonrisa-. ¿Serás mi jefe o algo parecido?

-Podría decirse que sí. Aunque eso suena muy porno...

-¡HARRY! -Exclamé riendo. Ese chico tenía la mente muy, pero que muy sucia-. ¡Deja de pensar guarradas!

-No son guarradas, son cosas naturales -Corrigió, levantando sus dedo índice como si quisiese indicar una advertencia-. Es el acto de reproducción, cariño. ¿Hay algo más natural que eso?

-Ponte un vídeo porno para calmarte -Me levanté del sofá y me dispuse a salir de allí-. Gemma vendrá este mediodía, tienes más de una hora para ver películas guarras, si quieres.

-¿Y si hacemos nosotros las guarradas, cariño? -Preguntó hablando despacio y mirándome de forma sugerente.

-¡HARRY!

-Un polvo rápido, por favor -Pidió, juntando sus manos como si estuviese rezando.

El sonido del timbre retumbó por todo el lugar.

-Será Gemma -Canturreé.

-¿Pero no tiene llaves?

-Sí, pero las dejó aquí, pues decía que volvería cargada con muchas cajas y que no se iba a molestar en cogerlas.

Abrí la puerta de la entrada, encontrándome con un montón de cajas sobrepuestas y la chica apoyada en todas ellas.

-¡Hola! -Saludó alegremente-. ¿Está el idiota de mi hermano para que me ayude con todo esto?

-¡Ya viene el idiota de tu hermano! -Gritó Harry, mientras se escuchaban los pasos acercarse-. ¿No ibas a venir más tarde? Me has estropeado el momento del día.

-No quiero saber que hacíais -Exclamó Gemma-. No me importa, Harry.

-Eres muy inoportuna -Gruñó Harry.

-Y tú muy pesado, ¿piensas ayudarme o nos ponemos las sillas aquí fuera y nos tomamos unas cervezas? -Harry sopló y cogió dos cajas. A continuación comenzó a caminar hacia dentro de la habitación.

-Y pensar que voy a tener que aguantar esto todos los días -Murmuré.

-Solamente acabo de llegar -Bromeó Gemma, sonriendo de forma pícara-. Pero yo no molesto mucho, no te preocupes.

Pocos segundos después Harry volvía a aparecer por el pasillo.

-He puesto las cajas en la habitación que está más lejos de la nuestra, así no destruyes mis momentos de gloria.

Gemma rodó los ojos.

-Lo que tú digas, melón.

Estaba segura de que a partir de ese mismo día, las discusiones por tonterías iban a estar presentes en mi día a día. Todo sería muy entretenido e interesante a partir de ahora.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top