Capítulo 11

HARRY


Aquella mañana de jueves, el cielo había amanecido nublado. El viento cálido comenzaba a apoderarse de la gran manzana. Niall había recogido sus pertinencias de mi piso y se había marchado a su nuevo hogar.

En aquel momento, los dos nos encontrábamos caminando por una de las calles principales. Llenamente transitadas tanto por coches como por viandantes. Manteníamos una conversación animada sobre varios coches que habían salido al mercado.

El paseo nos llevó a la puerta de un bloque antiguo, con un portero y lo suficientemente elegante como para que un empresario importante pudiese alojarse allí. Mi mirada se cruzó con un hombre castaño, de ojos marrones que llevaba unas gafas de pasta y un traje blanco. Su rostro esbozó una sonrisa, mientras que mi ira solamente crecía por dentro.

Era él, Christian.

-Mierda -Murmuró Niall, quien también le había reconocido. Observé a mi alrededor. Por suerte, estábamos en una calle llena de gente, por suerte, no podría intentar nada. Mucho menos cuando se trataba de uno de los empresarios más importantes del momento...

Comenzó a caminar hacia nosotros, su sonrisa cambió totalmente, parecía una sonrisa ¿agradable? Imposible.

-Harry -Saludó, tendiéndome la mano-. Un placer encontrarte por aquí, ¿qué te ha traído a Nueva York?

Estreché la mano, pues habían algunos periodistas alrededor quienes estaban tomando fotos. Maldije estar allí aquel momento, esas fotografías saldrían en la prensa.

-Eso mismo podría preguntar yo -Contesté de la misma forma que él lo había echo anteriormente, pero de forma mucho más fría.

También estrechó la mano de Niall, asintiendo a modo de saludo.

-Tengo un negocio entre manos -Contestó, dirigiendo su cabeza hacia un Porsche negro el cual estaba aparcado en frente del edificio. Una alfombra roja llegaba hasta el vehículo de lujo-. Me dedico a coleccionar coches antiguos, Porsches para ser precisos. Son una maravilla del motor.

-¿Malgastas tu fortuna en coches?

Christian soltó una carcajada.

-Cada uno se gasta el dinero como quiere, Harry -Contestó-. Tú puedes gastártelo comprando apartamentos en el centro de Nueva York y viviendo con mi hija.

-¿Qué mierda...?

-No me interesa seguirte el juego, Styles -Murmuró amenazante. Se colocó bien la americana blanca y prosiguió-. No voy a malgastar mi vida acechando a un patoso criminal, como tú. Quiero disfrutar pasando a la historia, todo el mundo conoce mi nombre y casualmente, han olvidado el tuyo.

-¿Crees que me importa lo que quieras hacer con tu vida?

-No te entrometas en mi camino y no tomaré ninguna medida, Styles.

-Escúchame, eres tú quien se entrometió en mi vida.

-¿Esto es un reto? Por que vas a salir perdiendo, chico.

-Me importa una mierda tus coches, tu fortuna y todas las putas que te pagarás con tu asqueroso dinero. Solamente quiero que te marches de Nueva York.

-¿Quieres que haga algo? -Su voz sonó retadora-. Todavía te busca la policía, puedo hacer que te detengan ahora mismo -Sonrió satisfecho-. Tienes muchos crímenes, robos y secuestros detrás de ti, ¿y yo? Un historial limpio, Styles.

-Me cago en la puta, ¿quieres que te mate ahora mismo?

-¿Delante de un grupo de gente que se piensa que mantenemos una conversación agradable?

-Si de verdad no quieres seguir con esto, ¿por qué controlas todos mis movimientos?

-Yo lo controlo todo. Ahora mismo tengo el mundo en mi mano.

Se giró de nuevo y observó su coche negro. Dirigió de nuevo una falsa sonrisa y volvió a tenderme la mano.

-Ha sido un placer hablar con vosotros -Su rostro se volvió a oscurecer-. Y recuerda, Styles, estoy mil pasos por delante de ti.

Me dio la espalda y montó en su preciado Porsche. ¿Colección de coches antiguos? Sí, claro. Christian debía tener otro propósito. Después de escuchar sus amenazas, nada me sorprendía, obviamente no quería que me entrometiese, pero él debía aprender a mantener la distancia. Porque si jugaba con fuego, se acabaría quemando.

-Harry -Llamó Niall, mirándome con un toque de preocupación en su rostro-. ¿Estás bien?

-Sí -Me limité a contestar, el rubio parecía no muy convencido por mi respuesta así que añadí-. Quiero que rastrees todos los Porsche que hay en la ciudad, seguramente en algún parking de la ciudad se encuentran todos concentrados...

-¿Estás seguro? -Preguntó-. Si Christian descubre algo puede acabar contigo.

-No va a acabar conmigo tan fácilmente, y una bandada de policías que vengan a buscar al gran Harry Styles, no me pararán.

-Está bien -Suspiró Niall-. ¿Qué he de hacer, jefe?

Sonreí satisfecho. A partir de ese momento, iba a acabar con la vida de Christian, totalmente.

-Para comenzar, quiero que rastrees todos los eventos a los que Christian asistirá, porque pienso presentarme como un importante empresario Inglés -Niall rió.

-Le podemos quitar la identidad a algún empresario que se parezca a ti.

-Perfecto -Sonreí-. Segundo, quiero saber cual es el propósito de esa empresa y qué narices pintan todos esos putos coches viejos.

-Son unas maravillas del motor.

-Lo que tú digas -Me encogí de hombros. ¿Maravilla del motor? Eso era mi Range Rover, eso era mejor que una maravilla-. Y para acabar, quiero saber también dónde se encuentra la empresa en si.

-Probablemente en Wall Street.

-Ahí se encuentra la bolsa, ¿habrá entrado su empresa en el "top 100"?

-Dudo que se le llame "top 100", pero puede ser posible -Comentó Niall-. Investigaré un poco sobre todo, y descubriré cual es su verdadero propósito.

-Quiero la información antes de que acabe esta semana -Murmuré, comenzando a caminar, pues nos habíamos quedado parados en frente de ese edificio, juntamente con unos periodistas que nos observaban en la lejanía y comentaban cosas mientras nos miraban con curiosidad. No les dí gran importancia, pues seguramente se preguntaban quien éramos y porqué nos había saludado Christian.

-La tendré de aquí dos días -Mejoró Niall la oferta, asintiendo con la cabeza-. Puedo hacerlo perfectamente en dos días, ¿te olvidas de quién es el mejor hacker del mundo?

-Oh, por Dios. Baja de las nubes -Rodé los ojos. Probablemente mi ego era grande, pero Niall se creía el mejor en su trabajo. ¿Acaso entrar en cuentas ajenas y recopilar información lo convertía en un genio? Yo pensaba que no, pero bueno, tampoco me apetecía discutir con él sobre un tema, que a penas dominaba.

-Para ser exactos, ahora mismo te puedo dar información sobre los nuevos negocios de Christian.

-Claro que sí -Ironicé.

Sacó su Iphone y lo señaló:

-Se le llama teléfono y dentro, hay una aplicación que se le llama Google y si accedemos a Wikipedia... -Murmuró mientras escribía en su teléfono móvil, se paró en mitad de la calle y se apoyó en una pared grisácea. Frunció el ceño mientras esperaba que la aplicación se cargase-. ¡BINGO!

Canturreó haciendo que algunas de las miradas de los habitantes que paseaban por el centro de la ciudad se centrasen en nosotros.

-¿Qué has encontrado? -Me acerqué a Niall y me puse a su vera, apoyándome en la pared también.

-Christian Michael Parker, nacido el 17 de Julio de 1963 en New Castle, Inglaterra. Es un empresario y director inglés de la empresa Parker S.A -Leyó en voz alta. Aquella era la típica descripción de una persona en aquella página web. Y obviamente a mí no me importaba ni el día que había nacido, ni dónde. Niall comenzó a bajar por la página, hasta llegar a la parte que le interesaba-. Una empresa de acciones y manejo de dinero internacional -Habló Niall.

-Maneja todo el dinero que le sale de los huevos, ¿no?

-A nivel mundial, el intercambio monetario probablemente no sea el apropiado y se queda con demasiados beneficios. De ahí puede provenir su obsesión con los coches antiguos.

-Muy bien pensado, Niall.

-¿Qué te esperabas? -Se burló Niall con una sonrisa-. ¿Cuando trabajabas para Christian, él era muy rico?

-Tenía dinero, el suficiente como para tener mil trabajadores a su servicio.

-Ah, ¿y eso es mucho?

-Pues será mucho. ¡No lo sé! -Exclamé-. Solamente sé que voy a acabar con él.


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