Pilar está embarazada de un monstruo, pero uno de verdad, uno con dientes, garras afiladas, enorme y despiadado, puedes oír su rugido desgarrador cuando asesina a sus víctimas.

Pilar vive en el castillo, llevando a la cría de la bestia en su vientre, desde que fue entregada como sacrificio, desde que fue la única que sobrevivió al encuentro con el monstruo.

Pilar hace caso a todos los súbditos y seguidores de la criatura, espera pacientemente para liberarse, el problema es que cuando llega ese día, no resulta como esperaba.

El pilar más poderoso es el que toma ventaja de lo inimaginable.

Y Darey lo sabe muy bien, por lo tanto, decide secuestrar a la madre del hijo del monstruo.

¿Podrá adueñarse del poder más peligroso de las tierras de Escalya?

Es inevitable que la libertad se vea dentro de una brecha tan compleja como lo es el vínculo entre una madre y un hijo.

Solo se puede estar a un paso de la destrucción del todo.