Hace varios años en grand line, una pequeña niña lloraba desolada en una jaula, iba en dirección a la residencia de un Tenryuubito, sus padres la habían vendido a los miembros de una subasta por 200 berries, el hombre que la había comprado pago 5 millones de berries por ella

Apenas llegó al lugar lo que menos pensó fue que la trataran con cariño

No tardaron mucho en poner a hierro vivo el símbolo de esclava en su espalda, se había desmayado por el dolor

Los días siguientes no fueron los mejores, siempre se mostraba a la defensiva... pero tenía que hacerles caso a sus ahora dueños, pero poco a poco se acostumbró al lugar

Quería tener a sus padres de vuelta que la protegieran de aquella triste realidad

Los días habían sido exasperantes y el trabajo en el hogar agotador, había tenido que encargarse de la limpieza del segundo piso, en aquel hogar habían dos niños mayores a ella, Camile era la menor, con casi su misma edad había hecho de su vida un infierno, humillándola a cada oportunidad, y Ryuu era el peor

El chico de catorce años la habita lanzado por las escaleras al encontrarse con la chica llorando

Al notar que está no cumplía su orden de dejar su llanto, ordenó a que la ataran a un tronco... le darían latigazos hasta que dejara de llorar

Las heridas escocieron su piel rápidamente y el conocimiento la dejó... desde aquel día no volvió a soltar una lágrima, después de un año en aquel infierno tres chicas más aparecieron en el lugar

A pesar de ser mayores a ella las compadeció, eran sus primeros días en el lugar

- quiero salir...- lloraba la chica de cabellos verdes

- ustedes- la pequeña de nueve años se acercó- si no quieren un castigo será mejor que no lloriqueen

Las tres pequeñas se sorprendieron antes la afirmación de la pequeña, una niña de tan solo nueve años actuaba de forma tan fría y neutral, acostumbrada ya al dolor

A pesar de ello se hicieron buenas amigas, se protegían unas a otras y se apoyaban, dos años más de sufrimiento

-Hancock- susurró ella con rabia - están bien?

- s..solo...- comentó ella horrorizada- nos dieron de comer unas frutas extrañas

- no les hicieron nada mas?- pregunto ella cansada

Recibió la negación de parte de ella, la chica de ahora once años había logrado ganarse la confianza y amistad de las hermanas, ellas sabían muy bien que recibía de vez en cuanto sus castigos... y estaban eternamente agradecidas con ella

Ese mismo año la fuga se dio, los piratas del sol se adentraron al lugar y sacaron a los esclavos, Hancock y sus hermanas lograron escapar, pero muchos no tuvieron esa misma suerte, entre ellos... Mina

Al día siguiente del incidente torturaron brutalmente a los esclavos que atraparon antes de su fuga... un castigo que marcó sus cuerpos en atroces cicatrices

Cuatro años más y Mina aún mantenía la esperanza de escapar, había pasado una vez... porque no? Pero la esperanza se fue en cuanto cumplió los 15 años

Ryuu, el chico que le había hecho la vida imposible, su amo... la había citado en su habitación, estaba lista para sus torturas y humillaciones... pero jamás pensó que sufriría tanto