Capítulo 7
MADDY
Charlotte y yo nos reunimos de nuevo, le cuento el encuentro que pasé en el restaurant y ella me escucha animada, hay cierta chispa de emoción en ella, cosa que no me sorprende, a Charlotte siempre le ha encantado el drama.
—Eres muy afortunada, ¿sabes cuantas chicas se morirían porque Travis Orman las defendiera? Hasta mi yo de secundaria se moriría por estar en tu lugar. —su comentario no me hace del todo gracia, aunque dibuja una diminuta sonrisa en mi boca—. También eres afortunada de que Ian te invite a cenar a casa de vez en cuando, sé que cocina muy bien, mamá siempre lo dice, pero eso no es lo importante aquí, lo importante es que ahora eres la comidilla de todos en el pueblo. Bueno, siempre lo has sido.
Suspiro en cansancio, tiene razón sobre ser la comidilla del pueblo.
—Travis también parece serlo. —murmuro, con la esperanza de que la chica se anime a contarme más sobre él. Me he atrevido a hablarle hasta la parte de la cena y la pequeña caminata a casa, pero he omitido la parte en que Travis rechazó mi invitación.
—Siempre lo ha sido, por lo general, es a causa de peleas inesperadas, los problemas parecen buscarle, es como si tuviera un imán especial para atraerlos.
—¿Por qué lo dices?
—Porque simplemente es así, los problemas son lo que caracterizan a Travis Orman y si estás con él, te vuelves parte de ellos.
No lo discuto porque también presiento que Travis los atrae sin desear meterse en ellos. Charlotte suspira.
—Conozco esa mirada.
—¿Cuál mirada?
Frunzo el ceño.
—Esa mirada intrigante que tienes —aclara, pasando una mano por su largo cabello color caoba—. Sé que es muy guapo Maddy, Travis está más bueno que nunca y por mucho que me gusta contradecirlo, Wesley tiene algo de razón en sus palabras, no es alguien con quien quieres involucrarte.
—¿Por qué todos en este pueblo creen tener la razón en todo?
Pregunto con la mirada al cielo, Charlotte ríe, es una risa seca.
—Porque somos Daxton Hollow y creemos saberlo toda la mayor parte del tiempo —responde, sin nada de sarcasmo en sus palabras—. No es una novedad que todos aquí te consideren bastante inocente.
—Pues no lo soy.
—Sé que no y Travis tampoco lo es —me deja saber, ambas estamos viendo televisión, acostadas en la cama de su habitación, el programa que están pasando no es tan interesante como la conversación que estamos teniendo—. Sin embargo, la diferencia entre ustedes dos es que tú te has ganado el cariño de todos mientras que la reputación de Travis lo deja en desventaja.
—Es ridículo.
—Estoy de acuerdo —me sustenta—. Lamentablemente la mayoría no lo cree de esa manera, continúan culpándole de sus errores.
Pienso en la clase de errores que puede tener un hombre como Travis, a simple vista, luce imponente y si, tiene esa onda de rebeldía a su alrededor, pero también luce de una forma imponente que te hace sentir que es alguien dominante, esto supongo que es gracias al que era su trabajo, la guerra debe hacer a los hombres más débiles, los más fuertes.
No le digo nada a Charlotte sobre mis pensamientos, la quiero tanto que temo contarle mi secreto más preciado, sé bien que no va a juzgarme del todo, una parte de mi me dice que como la amiga fiel que ella es, me escuchará sin ser prejuiciosa como el resto y la otra parte me dice todo lo contrario, que por mucho que me aprecie, se decepcionará de mi como los demás lo han hecho.
Mamá juró que ella no me perdonaría y papá tampoco lo haría, los dos estaban muy decepcionados de mí, tampoco querían volver a verme, y estoy segura de que, si algún día los buscara, me rechazarían, era su única hija y su mayor deshonra.
—Por otra parte, me alegra el hecho de que Travis te haya quitado de encima a Wesley —habla Charlotte, trayéndome de vuelta a la realidad, me alegro de que hable y me saque de mis pensamientos.
—También yo. Si no fuera por él, seguro que Wesley continuaría insistiendo hasta que accediera.
—Por supuesto, es un Reef —me deja saber con una mueca—. Esa familia es demasiado insistente, sobre todo cuando realmente quieren algo, ¿Alguna vez te conté sobre Ryan Reef?
Niego. El nombre me resulta familiar, tardo unos minutos saber por qué.
—¿No me digas que Ryan Reef es de Daxton Hollow y familiar de los Reef?
Le pregunto, incrédula, a pesar de las enormes posibilidades. Ryan Reef es un cantante de música country que ha debutado en todo el país y ganado un par de billboards por sus grandiosas canciones, no soy admiradora suya pero tampoco ignorante, sé muy bien quien es.
—Te juro por lo más preciado de mi vida que es mi madre, que no miento, Ryan Reef es el hijo de Grayson Reef y el hermano mayor de Wesley.
Si no me equivoco, Wesley tiene veintidós, igual que nosotras y el famoso cantante de country no es mucho mayor que nosotros, salvo dos años mayor.
—Me cuesta creerlo —digo con asombro, porque es verdad, es una locura creer que un cantante como él sea de aquí, luce muy de ciudad, Charlotte me ha soltado una bomba. Para demostrarme que no es tan impresionante rueda los ojos.
—Te juro que no es la gran cosa, si lo conocieras realmente, no te entusiasmaría saber que se crio aquí.
—Suenas como si lo despreciaras.
—He superado ese sentimiento hace tiempo, ahora siento compasión, más no por él sino por las mujeres que salen con él, no es la gran cosa. —hay una gran mueca dibujada en su boca—. Créeme, ese ego tan petulante de los Reef es de familia.
Me quedo mirándola fijamente y ella enmarca una ceja.
—¿Qué?
Si lo analizo bien, puedo creerle que Ryan Reef si sea el hijo de Grayson Reef y el hermano mayor de Wesley, también es de familia ser atractivo, pienso, porque hay que destacar que lo son.
—Me suena a que hay historia entre ustedes.
—Oh no, nuestra historia murió hace tiempo. —dice esto con algo de desprecio y decide cambiar de tema—. ¿Qué me dices de ti y Travis?
—¿Qué hay conmigo y Travis?
Por mucho que me gustaría insistir en que me cuente más sobre lo que imagino que pudo haber entre ella y el famoso cantante de country, que mencione a Travis despierta más mi interés.
—También podría decir que puede haber historia entre ustedes dos.
—¿Acaso no has sido tú quien me ha dicho que debo de alejarme de él?
—¡Oh vamos! ¿Desde cuándo acá sueles escucharme realmente? Yo podría decirte no te acerques a él, pero sé que me ignorarás y no te culpo, Travis tiene ese poder de hacerte desearle.
Si, yo lo había notado por lo que me quedo callada por un tiempo, sin poder contradecirla.
—En mi defensa, no hay chicos tan atractivos en Daxton Hollow, al menos no presentes porque Ryan Reef es un bombón.
—¡Dios, ni lo menciones!
Exclama con irritación y toma una almohada para aventármela.
—Quizá no hoy pero algún día tendrás que contarme esa historia —le acuso refiriéndome a lo que sea que haya sucedido entre ella y Ryan Reef, pues es muy obvio y aunque no quiera hablar sobre ello, su rostro dice mucho más de lo que ella quiere.
—Créeme, a veces es mejor dejar el pasado en su lugar, Ryan era un adolescente cuando se fue de Daxton, fue hace tiempo.
—Adolescente, ¿eh? —cuestiono enarcando una ceja—. ¿Fue más como un amor de niños?
Insisto en el tema y ella rueda los ojos a modo de respuesta.
—Fue todo menos un amor de niños, pero no te diré más —me apunta con su dedo índice para dar por terminado esta conversación—. Es mejor dejar el pasado en su lugar Maddy.
—Sí, supongo que con esto último tienes razón.
Digo con seriedad, es imposible que no piense en mis acciones, en mis errores y aquello que cometí, Charlotte tiene razón con lo de dejar el pasado en su lugar pero mi pasado es mucho más complicado de lo que creo y es difícil dejarlo allí intacto, no cuando los recuerdos continúan mostrándose en mi cabeza una y otra vez para recordarme la persona que fui alguna vez y lo detesto, no pasa un día desde aquel incidente que no me arrepienta y me odie por lo que hice.
Cuando regreso a casa, el sol está metiéndose, me deshago de mi ropa y me pongo un conjunto deportivo, morado, tengo una obsesión por que la ropa deportiva sea del mismo color, por lo que todos mis conjuntos combinan a la perfección.
A diferencia del día anterior, Travis no está en las escaleras de su casa y me regaño internamente por voltear a la casa de los Orman deseando encontrarlo de nuevo, paso de largo su casa, la mía y diez casas más hasta llegar a la esquina de la avenida, mi mente se despoja de todos los pensamientos y acontecimientos de hoy y como sé que recordar me provoca un malestar, doy el doble de vueltas que acostumbro a dar, corro hasta que mis piernas me arden, mi respiración es entrecortada y mis piernas me arden. Después regreso a casa para tomar una ducha y descansar.
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¡Hola! ¿Cómo están? Espero que se encuentren bien, no diré mucho en esta nota, solo quiero agradecerles por las 500 lecturas, muchas gracias! Está historia me gusta mucho porque es muy diferente a las anteriores y muero de ganas porque esté más avanzada y puedan leerla completa! Gracias por su apoyo y espero disfruten de esté capítulo <3
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