TRAVIS

Soy consciente de la pregunta que me ha hecho Maddy y en lugar de responderla, decido besarla como si fuera la solución a mis problemas. Por mucho que intente tener un poco de paz al conciliar el sueño, las pesadillas sobre mis días en el ejército siempre consiguen colarse y perturbarme. Estoy dañado en más de un sentido, roto.

Después de que Maddy se ha sincerado conmigo lo justo sería que yo también lo hiciera, pero me cuesta hablar sobre ello, hablar sobre todo lo que he hecho. Nunca he sido considerado bueno y tampoco me he sentido de esa forma, ambos tenemos un pasado oscuro, está claro, Maddy tampoco es la chica inocente que parece ser, es más que eso y tengo que admitir que me gusta, aunque también me ha producido una especie de ira y celos saber que aquel hombre decidió aprovecharse de ella porque lo pongas como lo pongas, no importa cuán madura sea, sí un hombre le dobla la edad a una mujer es evidente que él de cierta forma será dominante.

Sí, hay mujeres astutas que saben bien lo que hacen y se las arreglan por su cuenta para sobrevivir, pero, aun así, es como si fueran las ovejas siendo cazadas por el lobo en algún sentido de su relación. No defiendo sus acciones, pero tampoco la culpo de ellas.

Profundizo el beso entre Maddy y yo cuando su lengua prueba a la mía, un ligero gemido de escapan de sus labios y es suficiente para excitarme, Dios, Maddy es perfecta en todos los sentidos para mí, aun con sus errores y en estos momentos quiero sentirla de nuevo, sentir su piel desnuda contra la mía, perdiéndonos los dos, dándolo y exigiéndolo todo.

—Travis —consigue articular con su voz entrecortada por el beso, un gruñido de me escapa, su cuerpo sentado sobre mi regazo comienza a moverse lentamente y la vuelvo a besar con fuerza, la fricción entre los dos va creciendo y es excitante para ambos, seré egoísta pero no quiero que quiera que paremos.

Comienzo a dejar besos húmedos por su cuello, Maddy ladea la cabeza, continua moviéndose y eso es suficiente para provocarme una erección, acaricio los costados de su cuerpo, su piel se siente un poco fría contra mis manos cálidas, como solo está usando una playera para dormir, llego a sus pechos, tiro un poco de sus pezones erectos, lo que la hace gemir, es tan dulce y sexy a la vez, lo hago de nuevo para después comenzar a masajearlos, con mis pulgares trazo círculos sobre sus pezones, pero no es suficiente, quiero probarlos.

Busco quitarle la playera, Maddy alza las manos al aire y se la saco, en cuanto tengo su cuerpo desnudo, no dudo en aproximarme a uno de sus pechos y lamerlo, el contacto de mi lengua con su piel de nuevo la hace gemir, pienso en la conversación de hace unas horas atrás y aunque no debería de ponerme celoso por saber que estuvo con otra persona, siento un poco de celos y no solo eso, también siento un poco de curiosidad por saber qué fue lo que él le enseñaba, porque recuerdo que dijo que él solía enseñarle.

Dejo de lamer su pezón y con mis dientes doy un ligero tirón, Maddy suelta un chillido y gemido a la vez, me doy cuenta que le gusta, vuelvo a lamer de nuevo y trazar círculos con mi lengua alrededor de su pezón para relajarlo un poco debido al mordisco y vuelvo a ser lo mismo.

—Mhmm....

Murmura en placer. Lo repito de nuevo, lamo, y le doy un último tirón antes de pasarme a su otro seno y hacer lo mismo, cuando termino, Maddy busca mi rostro y me besa, estoy demasiado erecto y excitado de escucharla que podría tumbarla y entrar en ella ahora mismo pero quiero continuar dándole placer y hacerla correr antes de entrar en ella, así que la recuesto sobre la cama mientras continúo el beso, después hago un camino de besos por su cuerpo, su cuello, su abdomen, luce impaciente, una de mis manos va hacia sus bragas, puedo sentir que está húmeda y es suficiente para excitarme más de lo que ya estoy, su cuerpo se irgue y con una mano consigo sacarle la ropa interior, separo sus piernas y le beso el interior de los muslos, siento una de sus manos acariciar mi cabello y tirar un poco de él hacia el frente, dejando en claro lo que quiere, no puedo evitar soltar una risita un tanto corta y seca.

Juego con ella, mi lengua acaricia, le doy una lamida y es suficiente para que ella se retuerce un poco, hace puños en la sabana cuando tira de ella un poco, lo hago de nuevo y con la punta de mi lengua comienzo a jugar con su clítoris.

—Oh Dios...

Gime, hago círculos con ella, voy lento, aunque sé que le gustaría que fuera más rápido, solo quiero provocarla lo suficiente. Con mi mano, separa sus labios —aunque hay un poco de vello, no me molesta, sé que a unas chicas les preocupa lo suficiente si a un hombre suele darle asco o no que haya vello, pero es de lo más normal y común, crece allí por algo—, para introducir más mi lengua en ella, Maddy se retuerce en placer y aplico más fuerza y rapidez, con mi lengua paso por todos sus alrededores, lamo, chupo, succiono, mientras ella continúa retorciéndose de placer y exigiendo más. Introduzco un dedo en ella, lo que la hace chillar de placer mientras continúo jugando con mi lengua, comienzo a estimularla con más rapidez, sé que está cerca.

—Travis...

Inquiere con pesadez, su respiración agitada.

—Vamos preciosa, córrete para mí.

Decido introducir otro dedo en ella, se agarra con más fuerzas a la sábana y se irgue un poco, sus caderas se mueven un poco, pero con una de mis manos libres, se lo impido, me doy cuenta que el controlarla la excita un poco más y eso me gusta, quiero que se deje llevar.

Acaricio su vientre y Maddy, su cuerpo siente las contracciones repentinas que el placer produce y no tarda en venirse. Con mi lengua, la limpio y después subo a su cuerpo sin poner todo mi peso en ella para besarla, su sabor impregnado en mi boca.

—Quiero sentirte dentro de mí —murmura, su mano acariciando mi abdomen desnudo hasta llegar a mis bóxers, pues solo he dormido en ellos, Maddy acaricia mi erección por encima de la tela y le muerdo el labio inferior con fuerza al tiempo en que un gemido se me escapa, vuelve a acariciarla su mano arriba abajo y cuando vuelve a subir, decide introducirla dentro de mis pantalones y tomar mi miembro con su mano.

Su mano se cierra en mí y comienza a masturbarme.

—Si continúas haciendo eso, te aseguro que no terminaré...

Maddy no me deja terminar mi frase porque me besa con rudeza.

—Quiero probarte.

Asegura mientras continúa masturbándomelo. Su mano se detiene y me hace gruñir, no quiero que pare, su otra mano se coloca en mi pecho e intenta empujarme para ser ahora ella quien quede encima mío, me deshago de mis bóxers, Maddy con su lengua traza una línea hasta llegar abajo, acaricia mis muslos, mis testículos y con su mano toma mi pene para comenzarlo a estimular, su boca no tarda mucho encerrarse en mí, lame la base, su lengua hace círculos y poco a poco se lo introduce hasta al fondo de una manera sexy y tortuosa que encuentro excitante, una de mis manos se enreda en su cabello mientras la observa, es tan provocadoramente, gimo en placer, mientras ella me estimula una y otra vez con su grandiosa y hábil boca y su mano continúa moviéndose una y otra vez en mí, si continúa así, terminaré en cualquier momento, Maddy también lo nota y decide terminar, cuando mi pene sale de su boca, se levanta a ahorcajadas sobre mi regazo y se acomoda para introducirse dentro de mí, apoya sus manos sobre mi abdomen y yo apoyo las mías en sus caderas, sujetándola mientras ella es quien lleva el ritmo, estoy intentando controlarme y no hacer esto rápido pero no aguantare mucho tiempo.

—Se siente bien... —dice mientras se desliza hacia abajo y vuelve a salir un poco.

—Sí, pero no creo que aguante mucho.

Me atrevo a decirle, me da una mirada Traviesa y comienza a acelerar sus movimientos de arriba abajo, como si estuviera saltando en mí, sin embargo, vuelve a ralentizar sus movimientos.

—Te gusta provocar, ¿eh?

Inquiero entre un gruñido de placer y ella ríe.

—Puedo ver que también te gusta.

Asegura y los dos reímos un poco. Con mis manos sobre sus caderas comienzo a aplicar más fuerza, Maddy comienza a ir rápido y se inclina hacia mí para besarme, abrazo su cintura, ambos gemimos mientras nuestro ritmo incrementa y pronto llegamos al clímax, liberándonos al mismo tiempo, Maddy sale de mí y se tumba a mi lado, nuestras respiraciones poco a poco ralentizándose.

Ladeo la cabeza para mirar su hermoso perfil, es tan bella aun sin una gota de maquillaje. Alzo una mano y le acaricio el costado de la mejilla, ella ladea la cabeza y cierra a los ojos disfrutando de mi tacto.

—Eso fue bueno.

—Demasiado bueno.

Confirmo y una minuciosa sonrisa se forma en ella antes de aproximarse a mí y doblar sus manos sobre mi pecho para apoyarse y besarme, es un beso dulce.

—Aun es de madrugada, deberíamos de intentar dormir —murmura, por la repentina pesadez que tiene, asumo que está cansada y la verdad también lo estoy un poco.

Maddy se quita de mi pecho y me siento sobre la cama para tomar la cobija y cubrir su cuerpo desnudo junto al mío, la noche es fría por lo que ella se acurruca a mi lado y envuelvo uno de mis brazos sobre su cuerpo para mantenerlo en calor y así no pasar frio, aunque esto último es una excusa que me digo porque con ella entre mis brazos caigo dormido en un profundo sueño.

Por la mañana me despierto con Maddy aun acurrucada en mis brazos, sigue dormida y no quiero despertarla por lo que hago mi esfuerzo por no moverme y dejarla dormir el tiempo que desee. Una de sus manos descansa en mi pecho junto a mi corazón y de seguro puede sentir mis latidos, estoy relajado y me pasa por la cabeza está tranquilidad que encuentro, la mayor parte del tiempo despierto con una gran angustia y una de mis habituales pesadillas, está vez no ha sucedido y estoy seguro que es por Maddy.

Me encuentro acariciando su sedoso cabello rubio con cuidado de no despertarla, por suerte no se mueve. Pienso en mis pesadillas y eso me hace pensar en Elena, la extraño, no lo puedo negarlo, la extraño todos los días de mi vida y pienso en ella todo el tiempo, en lo que fuimos y lo que quizás pudimos ser si ambos hubiésemos regresado a casa, estaba claro para ambos que no volveríamos a ser pareja, pero el hecho de que ella no haya vuelto a casa como yo me hace dudar de lo nuestro, porque sé que ese día ella salvó mi vida y lo hizo porque me amaba, a veces siento que ella me amaba más de lo que ella se amaba a sí misma y eso me parte porque siento que pude haberle dado más, se merecía todo y yo no pude darle todo lo que ella pedía.

Elena era muy diferente a Maddy, no me cabe duda, como el agua y el aceite, sin embargo, una parte de mi siente que está traicionando a Elena porque cuando estoy con Maddy, no creo que lo que siento con ella lo haya experimentado antes, la sensación que ella me causa es muy distinta a la que Elena y no es solo una atracción o deseo, es mucho más que eso y una parte de mí, la parte que quiere volver a vivir y permitirse sentir todo aquello a lo que siempre he temido lo disfruta.

El problema es que me siento egoísta por no amar de manera diferente a cada una y eso me produce culpa.

Me hago una nota mental. Tengo que ir al panteón a cambiarle las flores y quizás hablar con ella, pedirle perdón de nuevo, perdón por no haberla salvado.

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Holaaaaaaa! Me he demorado con el capítulo, lo sé, esta semana y la semana pasada he estado tomando clases de manejo y no he estado escribiendo mucho como me gustaria pero ya las terminaré el lunes así que estaré de vuelta!! Quiero agradecerlos por las 10k Lecturas, no puedo creer que ya sean 10k <33 si soy sincera, disfruto de esta historia, es muy diferente a lo que suelo escribir pero me gusta el reto, si alguien la ha continuado leyendo, en verdad es pero que la esten disfrutando! <3 :D

Para enterarse de spoilers, edits y más sobre esta historia, pueden seguirme en instagram, me encuentran como: andreabonnelll :D