Capítulo 26

MADDY

Travis y yo vamos a la ciudad como habíamos acordado, decidimos pasar por un restaurant para comer y después aprovechamos el tiempo para dar un paseo por la ciudad. Dado que acción de gracias ya ha pasado, los locales y supermercados poseen decoraciones navideñas y me pasa por la cabeza que tengo que aprovechar la visita a la ciudad para comprar un par de decoraciones para la casa.

La navidad era la única fecha que mi familia y yo festejábamos, mis padres ofrecían una fiesta de gala para familiares y amigos donde pretendíamos ser una familia perfecta, por muchos años me encontré detestándola por el hecho de que la navidad en la casa de los Fernsby, era una forma de presumir su estilo de vida ante los demás y hacer negocios, sin embargo, desde que llegué a Daxton, comencé a disfrutar de la forma en que mis amigos festejaban la navidad y decorar la casa, sobre todo el árbol navideño era algo que comencé a adorar.

—¿Te gustan? —le pregunto a Travis mostrándole un par de cojines de color rojo que tienen frases navideñas.

Una sonrisa ladeada se asoma en la comisura de sus labios mientras se aproxima a mí para contemplar el cojín.

—Es lindo —se limita a decir. Después de la comida, ambos decidimos venir a una de las tiendas de muebles y decoraciones de la ciudad—. ¿Piensas llevarlo?

—Lo estoy considerando —me encojo de hombros.

—Bueno, es lindo ¿Qué opinas de este? —se acerca a uno de los cojines en tono rojo con letras blancas, la frase Ho-ho-hogar está escrita.

—Me gusta —sonrío y él asiente para echarlo al carrito de compras, buscamos más decoraciones, cojines, esferas navideñas, muñecos inflables y cuando estoy por comprar el árbol de navidad artificial, Travis me convence de no hacerlo.

—Te conseguiré uno de pino fresco —me asegura mientras nos encontramos en la caja para pagar, doy un leve asentimiento y lo observo como saca la billetera de sus pantalones y le entrega su tarjeta. Hemos tenido esa pelea de quién pagará las compras y por mucho que he intentado pagar, Travis ha insistido en pagar mis compras.

Ya en su camioneta, el sol está en tonos naranjas indicando que está a punto de meterse. Ninguno de los dos dice nada hasta que echa andar el auto a la autopista.

—¿Te importa si hacemos una parada? Necesito ir a las oficinas de correo —me explica.

—Sí, adelante ¿tienes correspondencia?

—Papeles de trabajo, el ejército debía mandarlos a Daxton, pero al parecer hubo un problema con la dirección y accedí recogerlos en la ciudad.

—¿Piensas enlistarte de nuevo?

Lo observo hasta que me da una respuesta.

—Estoy luchando no hacerlo —me confiesa y estoy segura que debe ser una lucha bastante complicada. De pronto, experimento un sentimiento de inseguridad y desagrado, la idea de él enlistándose de nuevo en el ejército es una idea que deseo no se haga realidad

—¿Puedo preguntarte por qué? —Travis me da una mirada fugaz antes de volver a concentrarse al frente—. ¿Por qué te enlistaste? No la primera vez sino las últimas veces.

Se toma su tiempo para responder a mi pregunta.

—Tenía qué —dice como si fuese la respuesta a la que se ha aferrado durante años—. Me parecía lo correcto.

Estoy cien por ciento segura que hay una mejor respuesta que esa, sin embargo, es terco en mantenerla consigo y por mucho que yo desee indagar en él, siento que no está bien cuando no es el único que oculta algo, aun cuando es poco expresivo y se ha esforzado en darme una respuesta a la mayoría de mis preguntas, me siento mal porque siento que soy yo quien no ha sido del todo honesta ocultando su verdadero pasado.

Travis estaciona el auto en la entrada de las oficinas de correo y me quedo en el auto, minutos más tarde, vuelve al auto con un sobre y conduce de nuevo al pueblo, sin embargo, la noche ya ha llegado y me sugiere que podemos comprar algo de cena para Ian, quién a regañadientes accede a no cocinar cuando Travis le llama. Compramos comida en Chick-fil-A. Ambos ordenamos en auto y cuando llegamos a Daxton Hollow, me acompaña primero a mi casa a dejar las compras que hemos hecho, aunque él baja la mayoría de las cosas de su camioneta, ayudo con las últimas dos bolsas y después vamos a casa de su padre a cenar.

Ian me recibe con un pequeño abrazo, veo que está feliz de ver a Travis de vuelta en casa, aunque a la vez se puede percibir que hay un poco de ansiedad en él por saber qué ha pasado, como sea, no hace ningún comentario y los tres cenamos como si nada hubiese pasado. Cuando terminamos de cenar, me ofrezco a ayudar a limpiar la cocina y Travis me a lavar los trastes sucios, Ian acepta después de un tiempo y se sienta en el sofá a ver un poco de televisión.

—Es bastante testarudo.

Dice Travis mientras lava los trastes, estoy a su lado secando los trastes que ha terminado de enjuagar, una risita baja se me escapa.

—Como alguien que conozco. —le informo y el ríe por lo bajo antes de rodar los ojos.

—Supongo que es de familia.

—Definitivamente —mantengo una diminuta sonrisa y Travis, deja de hacer lo que está haciendo, se seca las manos y pronto se coloca frente a mí para aprisionar mi cuerpo entre el suyo y el borde de la lava bajillas. Su cercanía hace sonrojarme.

—Supongo que mi terquedad no siempre es favorable. Me hace un tipo detestable. —no sé a qué se ha debido que de pronto su voz se ha vuelto seria y gruesa, su mirada se posa entre la mía y mi boca entreabierta.

—Yo no diría que detestable, tal vez irritante —lo molesto y eso le hace soltar una risita que me parece una especie de gruñido, su cabeza se inclina lo suficiente para rozar mi nariz con la suya, pienso que va a besarme y alzo un poco mi cabeza para que lo haga, sin embargo, su cabeza se mueve hacia un hueco de mi cuello y su nariz acaricia esa parte sensible de mi piel que provoca que los vellos se me ericen.

—Ya lo he escuchado antes —continúa recorriendo mi piel—. Solían decírmelo todo el tiempo en el ejército.

Rio.

—¿Qué eras un hombre irritante?

Enarco una ceja y siento como sus labios besan mi piel, un suspiro se me escapa.

—Si te soy sincera, te imagino como el tipo de persona rebelde en el ejército. Alguien que sigue ordenes, pero al final hace lo que quiere si le parece lo correcto.

Le confieso y de nuevo sus labios besan mi piel.

—Suena exactamente como yo —alza su cabeza para buscar mi mirada y sus ojos marrones se encuentran con los míos, hay un destello en ellos que me gusta, me permito colocar mis manos sobre su tonificado pecho y acariciarlo.

Travis inclina su rostro para besarme, está vez, sus labios provocan a los míos con un ligero roce que hace que abra más mi boca antes de tener la oportunidad de besarlo correctamente, envuelvo mis manos sobre su cuello para acercarlo más a mí y Travis, es un beso dulce, pero lo encuentro demasiado embriagante que no quiero dejar de besarlo, sus manos acarician mi cintura por encima de la tela de mi blusa y se las arregla para alzarme y sentarme en la parte lisa de la cocina integral, pronto, nuestro beso deja de ser dulce, se vuelve intenso y mis manos tiran un poco de su corto cabello para poder acercarlo más, Travis me muerde el labio inferior, cosa que me hace escapar un suspiro y quejido a la vez por la repentina sensación pero es suficiente para provocarme, una de mis manos abandona su cuello y recorre su cuerpo para introducirse dentro de su playera y acariciar su firme abdomen, Travis gruñe ante el contacto de mi mano contra su piel.

—Deberíamos detenernos —inquiere, no estamos haciendo nada malo, es solo un beso, pero si Ian llega a vernos, no creo que sea una escena agradable y encontrarme besándome con su hijo en la encimera de su cocina me resulta vergonzoso.

—Creo que deberíamos —digo, pero continúo besándolo porque no quiero apartarme de él, en realidad, quiero que me toque y continúe besándome hasta perderme en él—. Podrías venir a casa otra vez.

Sugiero y me da un último y largo beso antes de apartarse un poco de mí y mirarme.

—No lo sé —dibuja una mueca—. No creo que papá debería de...

—Estaré bien, Travis.

Ambos nos sobresaltamos al escuchar la voz de Ian, me ruborizo de inmediato al ver a Ian recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados y mirándonos. Travis se aparta lo suficiente poniendo distancia de por medio entre él y yo y se pasa una mano por la cabeza.

—Uh..yo...uhm.. nosotros... —si no estuviera tan avergonzada por el hecho de que su padre esté allí parado mirándonos, encontraría gracioso la situación por la forma nerviosa en que Travis actúa. Es como si de pronto los dos fuésemos dos adolescentes siendo encontrados por sus padres.

—No necesito una explicación. Solo saquen la basura cuando se vayan.

Nos dice a ambos o más bien a su hijo, de quien no aparta la mirada y se marcha hacia su dormitorio, dejándonos de nuevo solos.

Travis y yo compartimos una mirada, él se acerca a mí y recarga su frente contra la mía, tiene los ojos cerrados y una risita nerviosa se escapa de él.

—Dios, esto es vergonzoso.

Inquiere con un suspiro, rio por ello.

—Dímelo a mí —por mucho tiempo, he tenido una relación bastante casual y educada con Ian, que me viera besándose con su hijo, no es mi momento favorito.

—Bueno, creo que deberíamos de irnos.

Se aparta de nuevo de mí y me ayuda a bajarme, terminamos de guardar todo y tal como Ian lo pidió, Travis saca la basura y luego nos encaminamos hacia mí casa.

Bajo la comodidad de mi casa, Travis me ayuda un poco a decorar o más bien, cuando decido sacar las compras navideñas de las bolsas, me ayuda a acomodarlas un poco, encendemos el televisor que hay en la sala y él decide poner las noticias mientras cambiamos los cojines viejos por los nuevos y por alguna razón, he comprado una bota navideña extra, por lo general, tengo una para Charlotte, Brandon y otra para mí, la cuarta la he comprado para Travis aun cuando me he dicho que no es así. Sin embargo, no se lo digo.

Mientras voy a mi habitación para sacar del armario las decoraciones viejas que tengo guardadas, mantengo la sonrisa en mis labios aun cuando me cuesta encontrar todo y cuando regreso a la sala y dirijo mi vista al televisor, donde justo están mencionando el nombre de mis padres, Harold y Louisa Fernsby. Los arreglos en mis manos se caen, haciendo ruido al chocar contra el suelo, sé que tenía decoraciones de vidrio que había comprado anteriormente, pero ni siquiera me preocupo por ello.

—Si bien, Harold Fernsby se encuentra presentando cargos de fraude gracias a que uno de sus antiguos socios ha presentado una demanda de doce mil millones en contra suya. Aunque esta no es una gran cantidad de perdida para la empresa, Harold Fernsby ya ha perdido un porcentaje de una de sus tantas franquicias de las cuales lleva su apellido. Mientras que las franquicias Heisenberg continúan intocables, sin embargo, se rumora que para que las demandas contra Harold Fernsby puedan proceder, su hija, Maddison necesita estar presente, pues las últimas cinco franquicias, están a nombre de su única hija. —cuenta la mujer de las noticias, aunque escucho con claridad lo que está diciendo, he entrado en una especie de shock.

—¿Estás bien? —pregunta Travis en mi dirección, quien está detrás del sillón frente a los dos, pero no puedo mirarlo, estoy viendo la televisión y justo cuando presentan una foto de Kyle, me paralizo.

—El empresario Kyle Campbell el ex socio de Harold Fernsby es quien ha estado presentando cargos encontrar de las empresas de los Fernsby y los Heisenberg, gracias a los malentendidos que existieron entre ellos, según se dice que el empresario Campbell se encontrará levantando una investigación no solo encontrar de los dueños de las franquicias Fernsby y la firma de abogados Heisenberg, sino de la hija y futura heredera de las empresas, la señorita, Maddison Fernsby, pues es a ella a quien le caerá toda la responsabilidad de estás prestigiosas empresas.

—No.

Murmuro en un susurro que apenas resulta audible en la habitación, me atrevo a mirar a Travis, quien tiene el entrecejo fruncido, su mirada se voltea hacia la televisión justo en el momento en que sale una vieja fotografía de mí.

—Al parecer Maddison Fernsby lleva desaparecida dos años, pues nadie sabe de su paradero, se rumora que puede estar en una de las tantas casas de las que los Fernsby son dueños en Italia, Kyle Campbell y la familia Fernsby ya han comenzado una investigación para dar con su paradero.

El televisor se apaga y en ese instante siento a mi mundo venirse abajo después de escuchar la noticia. Si no me llevo las manos para cubrir mi boca y apaciguar un chillido agudo que se me escapa, no me doy cuenta que he comenzado a llorar. La noticia puede parecer casual a simple vista, pero para mí no lo es, pues entiendo bien el mensaje oculto.

Puedes esconderte en la punta del fin del mundo, pero yo daré contigo y terminaré lo que empezamos.

Recuerdo las últimas palabras de Kyle. Sé que es mentira que mi familia está buscándome y si lo hacen, es solo para que sus conocidos vean que son unos padres ejemplares que se preocupan por su hija y harán hasta lo imposible para localizarla, sin embargo, no dudo en que Kyle está buscándome por razones personales.

Travis abandona su lugar para llegar a mí, veo su mirada llena de confusión, sus ojos piden una explicación a lo que ambos acabamos de ver, sin embargo, siento un gran nudo en mi estómago y no tengo manera de hablar.

Esto no puede ser real. Me veo diciéndome a mí misma.

Tiene que ser una pesadilla.

—¿Maddy? —llama Travis a mi nombre y alzo mi mirada hacia él—. ¿Qué...?

Su pregunta se queda a medias, se ve dudoso de cuestionarme.

Debí imaginarme que tarde o temprano algo como esto sucedería, que no puedo escapar toda mi vida de mis propios problemas, pero no imaginaba que algo como esto sucedería. Siempre ha sido común que los negocios de mis padres sean la comidilla en televisión, revistas y otros medios, pero esto se ha salido de control y todo por culpa mía, por mis malas acciones, porque nada de esto estaría sucediendo si yo no hubiese cometido mis errores y arruinado la vida de mis padres acostándome con Kyle.

—Te lo explicaré —por fin consigo decirle y trago con fuerza el nudo en mi garganta—. Lo haré.

Repito porque no hay forma que salga de esto sin darle una explicación a Travis.



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¡Holaa! ¿cómo están? Me emociona compartir este capítulo porque la verdad ha salido a la luz!!! Bueno, no del todo pero definitivamente las cosas han cambiado para Maddy ¿Qué creen que pasará después? 

Espero que disfruten el capítulo. Si quieren enterarse de spoilers, actualizaciones y más sobre está y mis otras historias, pueden seguirme en instagram, me encuentran como: andreabonnelll <33

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