Capítulo 21

TRAVIS

No puedo creer que me haya acostado con Maddy, había pasado un buen tiempo desde la última vez que estuve con una chica que ya había olvidado lo bien que se sentía hacerlo, aunque no solo fue eso, Maddy no es cualquier chica con la que pueda pasar un rato, al menos no creo que pueda ser de esa forma, miento si digo que solo fue sexo sin compromisos entre los dos porque estoy seguro que ella también sintió algo más que solo sexo. Desde que me enlisté en el ejército me dije a mi mismo que no dejaría a nadie involucrarse de nuevo en mi vida, estaba seguro de ello, me alejaría de cualquier tipo de compromiso, pero con Maddy no quiero eso, hay algo en ella que me hace querer acercarme más en vez de alejarla.

Eso podría ser peligroso para ambos, ella no tiene la idea de lo dañado que estoy, dejarla entrar a mi vida es arrastrarla a una gran tormenta de la que será imposible salir de ella. Quizás es egoísta de mi parte quererla dentro de mi vida.

El recuerdo de Elena viene a mi mente como si quisiera recordarme por qué debería de apartarme de Maddy.

Elena no es como Maddy y aunque tuviera una similitud a ella, jamás podría remplazarla. Suelto un bufido de tan solo pensarlo, no deseo que otra chica remplace a Elena, lo que hubo entre los dos fue especial en su momento, pero la amaba y estoy seguro de que mis sentimientos por ella jamás morirán, sin embargo, creo que sería bueno avanzar un poco.

Cuando salgo de ducharme, busco la carta que Elena había escrito para mí, acaricio con la yema de mis dedos su letra antes de leerla.

Dios, realmente he disfrutado haber estado con Maddy, pero mientras leo la carta siento una punzada de remordimiento en mi cuerpo y la culpa me abraza como cada noche que intento conciliar el sueño, inconscientemente, busco entre mis pertenencias una fotografía de ella, en realidad, es una fotografía con varios chicos del ejército en la que ella y yo estamos abrazados por los hombros, Elena en medio de Matt y mío, dos chicos más a mi derecha, tres a la izquierda de Matt y dos chicos más arrodillados en el suelo, no recuerdo bien la razón por la que tomamos esa fotografía pero nuestras caras estaban sucias, seguramente por un entrenamiento pesado pero nuestras sonrisas eran enormes, sonreíamos a la cámara como si nos acabaran de decir que hemos ganado un gran premio.

Cuando la fotografía fue tomada, Elena y yo ya habíamos terminado nuestra relación, aun así, nos protegíamos el uno al otro como si fuéramos nuestro mundo.

Trago con fuerza el repentino nudo que se forma en mi garganta. Desde que era un niño, no creo que exista un día en el que no sienta culpa de cada una de mis acciones, he tomado malas decisiones como todos y también algunas buenas, sin embargo, la culpa siempre está allí presente y lo odio, odio esa sensación de remordimiento por todo lo que hago, esas ganas de arrepentimiento después de haber realizado algo que siempre quise.

No creo que exista una persona en este mundo que se odie tanto como yo lo hago.

Me recuesto sobre la cama, soltando un suspiro pesado, acaricio la fotografía con mi pulgar justo donde se encuentra Elena.

—Perdóname...

Murmuro hacia la fotografía como si de pronto pudiera escucharme. No pude salvarla y eso no me lo perdonaría nunca.

Contemplo la fotografía por un largo tiempo que no me percato de que mi padre ha entrado a la habitación y se ha sentado en mi cama, de un brinco, me siento sobre la cama optando una postura recta, papá a mi lado, dibuja una mueca en la boca y me palmea el hombro, me tenso ante el repentino gesto, nunca ha sido muy afectivo.

—Es una linda fotografía —dice con un gesto de cabeza hacia la foto, quiero ocultarla y protegerla de todos, es mi último recuerdo de Elena, la última vez en que la vi sonreír. Papá estira una mano y me pide con la mirada tomar la foto, dejo que la contemple por unos largos y tensos segundos.

El suspiro que sale de él, hace que me tense más de lo que ya estoy, ya ha visto a Elena.

—Era una chica valiente —se atreve a decir y mi corazón siente una opresión al comenzar a tener una conversación sobre ella. Por mucho tiempo, he evadido cualquier tema que tenga que ver con ella, porque su recuerdo me duele y a la vez me enfurece, me enfurece saber que todo lo que pasó fue por mi culpa—. Realmente estaba enamorada de ti.

Aprieto la mandíbula.

—Lo sé.

Respondo a secas, jamás he hablado sobre Elena con papá después de que ella muriera, nunca me he animado a hacerlo, en general, mis conversaciones con él suelen ser bastante superficiales.

—Estaba sorprendido cuando supe que también se enlistaría al ejército contigo —se ánima a contar, quisiera que no lo haga, que prefiera callarse en vez de mencionarla porque aún me duele como si la herida fuera recién hecha—. Todos lo estábamos, pero ella era igual de terca que tú que nunca nos escuchó, prefirió seguirte.

—Y fue la peor decisión de todas —digo esto con un poco de amargura, papá se tensa y sus ojos marrones se posan en mí por unos intensos segundos.

—No estoy seguro de ello, conocí a Elena bien y sé que ella jamás se hubiese arrepentido de su decisión —dice con seguridad y firmeza en sus palabras, un suspiro cansado se escapa de él y me entrega la fotografía para luego levantarse e ir hacia la puerta—. No puedes culparte de las decisiones de los demás, hijo. No todo es tu culpa.

Siempre he sido malo cuando se trata de estas cosas, prefiero callarme mil veces mis emociones en vez de dejar que alguien más me ayude, detesto sentir la sensación de estar mal, de no tener la razón en todo, de equivocarse porque nada sale como a veces espero y esa frustración que me provoca algunas veces termino transformándola en ira.

Paso a buscar a Maddy tiempo después de quedarme a solas con mis pensamientos en mi habitación, quizá papá tiene razón, no todo es mi culpa, pero no puedo deshacerme de esa sensación que me hace creer que sí.

Decido en ir a desayunar a un restaurant de la ciudad donde venden waffles y omelettes, un desayuno un tanto similar al que podemos tener en Devyn's, sin embargo, el ambiente aquí me resulta mejor que el del pueblo, la razón de ello es porque no consigo concentrarme estando allí, no después de lo de esta mañana, lo único que deseo con todas mis ganas es conducir lo más lejos posible de Daxton Hollow y no volver jamás.

Quiero escapar de mis problemas con la esperanza de no volver a lidiar con ellos de nuevo. Lo sé, es un gesto cobarde.

—¿Te gustaría hacer algo más por la ciudad? —le pregunto después de pagar la cuenta del restaurant, Maddy frunce los labios, pensativa.

—¿Tienes algo en mente?

Me encojo de hombros. No tengo nada planeado, solo no quiero volver a Daxton tan pronto.

—¿Qué tal si vamos a buscar el nuevo álbum de Ryan Reef? He visto en internet que recién lo ha sacado, me gustaría comprarlo.

Enarco una ceja.

—Realmente te ha gustado su música, ¿eh?

La sonrisa tímida sé que dibuja en ella me hace querer besarla.

—¿Qué puedo decirte? Tiene una voz hipnotizaste —se encoge de hombros y minutos más tarde, nos vemos en la tienda de discos buscando el nuevo álbum de mi amigo.

Sigo a Maddy por los pasillos mientras busca el disco, quisiera ayudarla a encontrarlo más me es imposible concentrarme en ello porque tengo la cabeza perdida en otra cosa, Elena y Maddy parece notarlo cuando me salgo del local poco antes de que pague el disco, en busca de aire fresco. Quiero sacarme a Elena de la cabeza, pero mi mente lo hace imposible.

Me llevo las manos a los bolsillos de mi pantalón y camino un poco por la vereda, me detengo en el local de a lado, donde está el periódico y me ánimo a comprar uno, en el ejército, intentaba enterarme un poco sobre el mundo cada que tenía oportunidad de comprar el periódico o escuchar las noticias.

Mientras espero por Maddy afuera del local, hojeo el periódico y leo la sección de deportes, saltándome las noticias principales, tiempo después de que Maddy sale, su sonrisa se borra y su mirada se posa en el periódico que traigo en mano, más bien, nota la noticia principal del periódico y veo a su cuerpo tensarse, después cierro el periódico para ver la noticia, pero antes de que pueda prestarle atención, habla.

—¿Dónde compraste el periódico?

Pregunta con curiosidad y cautela.

—En la tienda de a lado, ¿por qué?

Frunzo el ceño ante su tensión, ella niega.

—Solo curiosidad —dice más no puedo creerme su respuesta, su cuerpo dice todo lo contrario, luce tensa. Antes de que pueda cuestionarla, me ofrece una sonrisa forzada—. ¿Te parece si nos vamos?

Asiento en acuerdo y nos montamos de nuevo dentro de mi camioneta, el trayecto a casa es un poco largo, aproximadamente de una hora por lo que intento hacer conversación en vez de dejar que exista un silencio prolongado.

—¿Tendrás planes para acción de gracias?

Pregunto ganándome su atención, Maddy tarda en responder.

—Es probable que cene con Brandon, Charlotte y Devyn, aun no estoy segura, ¿y tú?

—Probablemente papá haga una cena para ambos.

Una risita seca se escapa de ella que me hace darle una mirada rápida.

—Dudo que eso suceda, Ian siempre viene a casa de Devyn por la noche, siempre cena con nosotros o a veces suelo llevarle un plato de cena.

—No tenía idea de ello —digo más para mí mismo, la mayoría de las veces imaginé que papá pasaba acción de gracias solo en casa.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Claro.

Maddy se toma su tiempo.

—¿No solías hablar con Ian seguido cuando estabas en el ejército?

Cuestiona y me tenso ante el volante.

—La mayoría de las veces prefería no llamar a casa. —confieso con arrepentimiento—. Llamaba de vez en cuando pero no siempre.

La relación entre papá y yo no era perfecta, aun así, decidí muchas veces apartarlo de mí creyendo que era lo mejor y me arrepiento de hacerlo.

—¿Sabes? Puede ser un hombre testarudo, pero tiene un buen corazón.

Dice refiriéndose a papá y una media sonrisa se posa en mí.

—Lo sé.

—Hay mucho de ti en él —inquiere y me tenso por ello, no sabiendo qué responder al respecto, Maddy se percata y me alegro que continúe hablando—. Creo que ningún padre es perfecto, pero sin duda el tuyo es bueno.

Siento un poco de pesar en su voz que despierta mi curiosidad por cómo fue la relación con sus padres.

—No puedo contradecirte de ello, ¿Qué hay de tus padres?

Noto que se tensa en su lugar y probablemente estoy tocando un tema que no es para nada de su agrado, aun así, intenta mantener la compostura.

—Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que los vi.

Dice colocándose el cabello detrás de las orejas.

—¿Los extrañas?

Maddy oprime una mueca y observa la carretera por un tiempo, perdiéndose en sus pensamientos. Me temo que he hecho una pregunta que la ha tomado por sorpresa.

—Lo siento si te he incomodado.

Digo luego de un minuto largo de silencio, Maddy niega.

—Descuida, no es eso, es solo que creo que ellos no deben de extrañarme.

Tengo bastante curiosidad por preguntar la razón de ello, sin embargo, creo que es tocar terreno prohibido y conozco a la perfección esa sensación que te provoca cuando no quieres tocar un tema que no es de tu agrado, así que me mantengo al margen de no indagar más en su vida y respetar su privacidad por mucha que sea mi curiosidad.

—Entiendo. —Me limito a decir, Maddy asiente, no quiero que la conversación acabe en un silencio incómodo por lo que me ánimo a preguntar—. ¿tienes hermanos?

—Soy hija única, bueno, al menos en el matrimonio de mi madre.

Confiesa.

—Imagino que no conoces a tus hermanos...

Niega con seguridad.

—No, solo sé que los tengo en alguna parte del mundo y eso es todo. Me he criado como hija única toda mi vida.

—Entiendo —me veo diciendo—. No conocí realmente a mi madre, me dejó cuando era chico y papá es todo lo que tengo, jamás se volvió a casar.

No sé por qué de pronto me veo contándole esto, creo que es lo más personal que le he dicho a alguien en años.

—No tenía idea de ello, Ian jamás menciona a... —hace una pausa, al igual que yo, papá es reservado con su vida personal—. En realidad, él nunca habla de su vida privada.

—Lo sé.

—¿La extrañas? —pregunta refiriéndose a mamá y mis manos sujetan el volante con fuerza.

—Tenía siete años cuando decidió irse y dejarme solo, papá estaba en una misión aun activo en el ejército, le faltaba un año para regresar, un día desperté y ella ya no estaba en casa. Se había ido sin decir nada, nadie del pueblo podía contactar a papá porque no había forma de llamarle o escribirle al menos que él lo hiciera primero, durante ese tiempo, Devyn y algunos del pueblo me cuidaron. No puedo extrañarla —y tampoco quiero hacerlo, pienso más para mi mismo. El aire a nuestro alrededor se siente abrumador por el recuerdo, no es de mis favoritos, sin embargo, lo había enterrado con candado en un cajón en el fondo de mi corazón.

—Lo siento mucho...

Dice con sinceridad y niego para restarle importancia.

—Descuida, fue hace tiempo y ya no tiene valor para mí —en parte esto es cierto, nunca tuve un recuerdo de mi madre con exactitud, al menos no fue uno bueno. Quizás esa era la razón por la que había crecido siendo una persona dura y fría consigo mismo y prefería mantener a todos alejados de mí, tenía miedo de amar y ser amado.

—Entiendo un poco el sentimiento, aunque tuve a mis padres fue como crecer sin ellos.

Se atreve a decir y percibo que existe un poco de dolor en sus palabras, la veo reacomodarse en su lugar y su mirada se dirige hacia el periódico que he comprado, siento curiosidad por ello, pero no hago ningún comentario hasta llegar a Daxton Hollow.


-------------------------------------

Holaa, ¿cómo están? como les comenté hace unos días, había estado enferma de salud y no tenía animos de escribir debido a ello pero me he sentido mejor para volver a escribir y como ya estoy de vacaciones, espero aprovechar mi tiempo e ir escribiendo más c:

Gracias por sus mensajes de apoyo estos días, aprecio que hayan entendido que no iba a actualizar estos días ❤️

Como pueden ver, Maddy y Travis se han abierto un poquito a contar un poco sobre sus vidad (sus pasados son complicados que les cuesta hacerlo), pero algo es algo  ¿Qué piensan sobre lo que le pasó a Travis y a su padre?

¡Espero que les haya gustado el capítulo! :D

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top