Capítulo 11

MADDY

Consigo conciliar el sueño dos horas después de que me voy a acostar, tengo la idea de que Kyle, aparecerá en cualquier momento justo como lo prometió la última vez que nos vimos, sus palabras se quedaron guardadas en mi cabeza y por más que intento no recordarlas me es imposible, hacia tiempo que no conciliaba el sueño como estas dos últimas noches, no quiero culpar a Travis, sé que él no es el causante de ello pero haberlo visto en la vereda de mi casa fue suficiente como para que mi cabeza se hiciera sus propias especulaciones sobre Kyle viniéndome a buscar.

Me despierto más temprano de lo habitual por culpa de mi falta de sueño y tomo un baño más largo del que acostumbro, Travis llama a mi puerta media hora más tarde y agradezco estar lista.

—Buenos días.

Saluda en cuanto abro la puerta.

—Buenos días —respondo.

—¿Estás lista?

—Sí, solo deja que vaya por las llaves del auto.

Se pasa una mano por la cabeza.

—Creí que iríamos en mi camioneta.

Dice, hay un breve silencio entre los dos, pienso en que ir en su camioneta es buena opción, ya que me siento cansada y sin ánimos de conducir, así que me veo asintiendo.

Pittsburgh no queda muy lejos de Daxton, exactamente a veinticinco minutos en auto, dentro de la camioneta de Travis, hay un pequeño silencio que no tengo idea de cómo romper con exactitud.

—¿Ian sabe que me has acompañado? —le pregunto, Travis me da una mirada rápida.

—Sí, sabe que hemos venido, he pasado antes por su desayuno en Devyn's, así no tiene que ir por su cuenta.

Río.

—Estoy segura de que disfruta de ir a Devyn's tanto como todos los miembros de Daxton.

No conozco a una sola persona que viva en ese pueblo y no como en Devyn's por lo menos una vez a la semana.

—¿Cómo conseguiste el trabajo?

Pregunta con curiosidad, me acomodo mejor en mi asiento, observando un poco por la ventana a los autos que nos rebasan.

—Fue gracias a Charlotte —respondo, refiriéndome a mi amiga, no hace falta que le diga quien es la chica porque claramente la conoce—. El primer día que llegué a Daxton me hospedé en el hotel de Clive, después fui a desayunar a Devyn's, ella y Brandon eran amigos y como todos, me acecharon con sus miles de preguntas sobre qué hacia allí, les conté que estaba mudándome y que compraría una casa, también les pedí que me recomendaran de un lugar donde pudiera trabajar, ellos dos compartieron una mirada y le dijeron a Devyn que viniera a conocerme, creo que le caí bien y me dio el empleo así como si nada.

—Impresionante, Devyn es muy exigente con sus empleados, al menos son muy pocas las personas que terminan trabajando en el restaurant. —dice, cosa que sé de antemano—. Como sea, es bueno que te haya dado el trabajo.

—Lo es, no me veo trabajando en otro lugar.

Esto es cierto, Devyn y Brandon me han ayudado demasiado desde que puse un pie en Daxton, sobre todo Devyn quien es una mujer maravillosa y cariñosa, desde el primer día, sentí que me vio con cariños, sus cálidos ojos podían ver más allá de mi alma, al menos así lo dijo ella, no me hizo preguntas, solo dijo que lo que sea por lo que estaba pasando, estaba segura que en Daxton estaría segura y no se ha equivocado.

—¿Qué me dices de ti? ¿Qué piensas hacer en Daxton?

Sé que Ian es socio de Camden Reef, el padre de Wesley, son muy pocas las ocasiones en que he visto que Ian va las oficinas de la construcción y teniendo en cuenta la mala relación de Travis con Wesley, dudo mucho que quiera trabajar con ellos.

—Bueno, era ingeniero civil dentro del ejército por lo que es probable que busque un empleo relacionado con eso.

Una mueca se dibuja en mi labio.

—No creo que trabajar con Wesley sea lo tuyo —me atrevo a comentar, Travis me da una rápida mirada antes de voltear a la autopista—. Sé que Ian es socio de Camden.

—Por supuesto —dice sobre lo último, como si lo ha olvidado—. ¿Cómo lo sabes?

—¿Te olvidas de que es Daxton Hollow? Todos saben todo.

—Claro, quizá busque trabajo por otro lado.

—¿Fuera del pueblo?

Travis se queda callado por un largo tiempo, su mirada fija al frente, parece estar pensando.

—No, no tengo planes de irme, lo más probable es que habrá mi propio negocio de construcciones.

—La competencia de los Reef, ¿eh?

Chasquea la lengua.

—Yo no lo veo así, las construcciones Reef llevan casi toda la vida, sé que, si decidiera trabajar con ellos, mis ideas serían descartadas de inmediato —no hace falta que explique las razones del por qué serian rechazadas, imagino la respuesta—. Además, ellos se enfocan en reparaciones específicas, construcciones de casas y mantenimiento de edificios, yo por lo general he realizado construcciones mucho más grandes que esas.

—Interesante —murmuro, imaginando como habrá sido su vida dentro del ejército, la mayoría de los hombres que se han cruzado en mi vida, tienden a ser hombres de negocios, particularmente, relacionados al trabajo de mi padre.

—Lo es, Daxton Hollow tiene buenas estructuras y se puede sacar provecho del pueblo si es posible que permitan hacer nuevas construcciones.

—¿Cómo cuáles?

Se encoje de hombres.

—No lo sé, ¿una escuela mucho más grande de la que tenemos?

La única escuela pública que existe en el pueblo es enorme, pero se encuentra con una fachada bastante antigua que da la impresión de que está en malas condiciones.

—Esa es una propuesta grandiosa.

—Apuesto a que sí, pero no creo que quieran dejar que tenga una remodelación.

No puedo discutir con él sobre eso porque está en lo cierto.

—Tendrías que proponerlo en las reuniones que suelen hacer los domingos por la mañana, aunque dudo mucho que te permitan hacer una remodelación a cualquier edificio antiguo que hay allí.

Una mueca se dibuja se forma en su rostro.

—Ya había olvidado las famosas reuniones, no puedo creer que continúen haciéndolas.

Niega, una risita seca se me escapa, cuando llegué a Daxton Hollow las reuniones era lo que más raro encontraba de Daxton.

—Créeme, la primera vez que asistí a una, quedé anonadada, es impresionante que las hagan seguido y que en verdad existan temas a tratar, ¿realmente son tan necesarias? Porque hay temas que encuentro ridículos.

Travis ríe.

—Bienvenida a Daxton Hollow. —Esta vez soy yo quien ríe y niega al mismo tiempo—. ¿Qué pasa?

—Nada —me encojo de hombros—. Es solo que no hay una persona que no sea de este pueblo que me diga el famoso "Bienvenida a Daxton Hollow" parece que también es tradición decirlo.

—Es inevitable no hacerlo, es como la marca de agua del pueblo, si no lo escuchas por lo menos tres veces en tu vida, no vives en Daxton Hollow.

—Lo tengo bien en cuenta —digo, la sonrisa en mis labios permanece, y la de Travis también.

Nos toma cinco minutos más entrar a la ciudad y otros cinco ir a una pequeña cafetería a desayunar, no es nada ostentosa, es bastante casual y el delicioso aroma a café colado me produce hambre, anoche no tuve oportunidad de cenar, estaba demasiado cansada y sin ánimos de nada, lo único que quería era olvidar los malos recuerdos de mí vida.

—¿Qué ordenarás? —le pregunto a Travis, revisando la carta, él se encuentra observándola.

—Los sándwiches de pavo son buenos, también los hot cakes de roles de canela, los de Devyn's son buenos, pero estos, vas a amarlos.

Sugiere, dejo de leer el menú para mirarlo.

—Me apetecen los hot cakes de roles de canela.

—A mí también.

Travis le hace una seña a un mesero para que venga a tomar nuestra orden, agregamos un par de malteadas de vainilla y fresa y diez minutos más tardes, el mesero nos trae los desayunos.

—Dios mío, tenías razón con lo de amar estos hot cakes, que esto no salga de la mesa, Devyn me matará si me escucha decirlo en voz alta, pero son mucho mejores que los suyos.

Digo mientras como un poco, si la comida de Devyn es deliciosa y esta no se queda atrás.

—Descuida, esta conversación no saldrá de la mesa, Devyn no tiene por qué enterarse.

Me guiña un ojo que me hace sonrojarme. Comemos en silencio, a pesar de que me gustaría mantener una conversación, no se me ocurre un tema del que podamos hablar, los temas casuales nunca han sido cosa mía, la parte de abrirse ante alguien es lo más complicado para mí y siempre he mantenido mi vida en privado, he dejado que todos a mi alrededor construyan la perspectiva de una vida perfecta cuando todo es mentira.

Después de desayunar, los dos vamos al supermercado más cercano, nos dividimos para cada uno comprar por su cuenta y nos vemos en la caja registradora antes de pagar, a medida en que pasamos más tiempo juntos, aunque no conversemos mucho me siento más cómoda con él, al subir al auto, Travis sube las compras mientras yo espero adentro y cuando sube en el asiento copiloto, suspira.

—¿Tienes otros pendientes en la ciudad?

Niego ligeramente, solamente he pensado venir al supermercado y no más, sin embargo, no quiero irme de la ciudad aun, el silencio que se formula entre los dos me deja saber que Travis tampoco quiere volver al pueblo.

—¿Tú tienes otros pendientes?

Pregunto y niega.

—No realmente, aunque estoy pensando en que podríamos ir a una tienda local de helados de por aquí cerca, venden helado en rollitos.

La idea del helado me parece fantástica por lo que asiento. Travis enciende el auto y comienza a conducir hasta allí, llegamos en cinco minutos por lo que está bastante cerca del supermercado en el que estábamos, al llegar, Travis estaciona el auto y ambos entramos al local minutos más tarde, hay muy pocas personas en la fila, esperamos a nuestro turno, yo me decido por un helado de caramelo con chocolate y Travis uno de dulce de leche con vainilla y como el local es muy pequeño y no hay bancas disponibles, salimos afuera, observo la calle en la que nos encontramos, es como una pequeña plaza que tiene diferentes locales, cruzando la calle, veo un local de música y apunto hacia él.

—¿Quieres entrar?

Le pregunto a Travis quien está comiendo distraídamente su nieve, al ver donde estoy señalando se encoje de hombros.

—Claro, vamos.

Cruzamos la calle con otras personas que también se dirigen a los locales de en frente, Travis abre la puerta para mí, la campanita que hay junto a ella suena indicando que hay nuevos clientes, por suerte, no hay ninguna política de no introducir alimentos y podemos continuar comiendo nuestros helados mientras observamos los CD's.

—¿Qué clase de música sueles escuchar?

Le pregunto volteando a verlo.

—Un poco de todo, supongo, en la base en la que estaba, había muchos chicos de diferentes nacionalidades y gustos musicales, he escuchado muchas canciones y géneros musicales que me han gustado, pero no tengo uno favorito.

—A mí me gusta la clásica y un poco el pop.

Inquiero y él asiente, continuamos caminando por los pasillos hasta llegar a la sección de música country, el primer CD que veo en el estante de las diez mejores ventas, está un disco de Ryan Reef y recuerdo la conversación que tuve con Charlotte, sin pensar, tomo el disco para enseñárselo a Travis.

—¿Sabías que él es de Daxton Hollow? Charlotte me lo contó hace unos días atrás.

Una sonrisa pequeña se forma en su boca y se acerca a mí para contemplar la portada del disco.

—Ryan creció en Daxton, pero se fue cuando cumplió dieciocho para cumplir su sueño de músico.

—¿Lo conociste?

Asiente.

—Aun somos amigos.

Inquiere, noto que hay algo de orgullo en él.

—Jamás he escuchado una canción suya, y jamás imaginé que fuera el hermano de Wesley.

Esto último le hace gracia.

—Es difícil de creer, pero lo es, aunque ambos tienen personalidades un tanto diferentes —me cuenta, observo mejor la portada, se trata de Ryan sentado en un banco con su guitarra como si estuviera tocando, el título del álbum es "I still remember you".

—Aun así, es impresionante, parece que Daxton Hollow está lleno de sorpresas —y de hombres guapos, pienso porque la mayoría de los hombres de allí lo son, incluso Ryan es guapo—. ¿Te gusta su música?

Pregunto y él asiente.

—Es buena, aunque no he escuchado este álbum, debe de ser nuevo —dice, tomándolo entre sus manos para analizarlo.

—Yo no he escuchado ninguna canción suya, creo que debería de comprarlo si es realmente bueno, quizá y me guste.

Inquiero, no suelo escuchar música country, pero mi curiosidad por escuchar a Ryan me gana, le quito el disco a Travis de las manos y voy hacia la caja para pagar el disco, antes de que pueda entregarle el billete a la muchacha de la caja, Travis se me adelanta.

—Oye, iba a pagarlo yo.

Le digo cuando estamos fuera del local, Travis se guarda el recibo y la cartera en el bolsillo de su pantalón.

—Tomalo como un pequeño obsequio, además, si en el pueblo saben que lo has comprado por tu cuenta, te detestaran por ello.

Dice sin mirarme, frunzo el ceño, Travis comienza a cruzar la calle antes de que yo pueda cuestionarlo y cuando llego a su lado lo hago.

—¿Por qué lo dices? ¿Hay algo malo con su música?

Pienso en que las letras de las canciones quizá digan cosas obscenas que a la mayoría del pueblo no le gusta escuchar, Travis niega.

—Para nada, son buenas, solo que Daxton no suele apoyarlo mucho.

No le hago más preguntas porque presiento que no me dará la respuesta que quiero oír, disfrazará la verdad. Volvemos a su auto y esta vez conducimos de vuelta al pueblo, enciendo la radio un poco.

—¿Quieres poner el disco?

Pregunta Travis dándome una vaga mirada, sin pensarlo, le quito el empaque y lo coloco en el estéreo para oírlo, el disco cuenta con doce canciones en total, la primera es la canción por la que lleva el nombre el álbum.

—Vaya es bueno.

Murmuro hacia Travis quien asiente.

—Lo es.

Escuchamos las primeras cuatro canciones, tengo que decir que son fabulosas y la letra de cada una de ellas son grandiosas y significativas, además de que la tesitura de voz que Ryan tiene es hermosa, incluso única, pero antes de que empiece la quinta canción, Travis recibe una llamada que se pone en la pantalla de auto.

—¿Orman? ¿Estás ahí?

Inquiere una voz del otro lado de la llamada, es de un hombre joven, leo el nombre que aparece en la pantalla.

—¿Qué sucede Brightly? —dice Travis sin despegar su mirada al frente.

—¿Estás ocupado?

—¿Por qué?

Por la forma en que Travis responde, caigo en cuenta que es así con todas las personas, directo y cortante algunas veces.

—Amigo, estaba pensando en que podríamos reunirnos el próximo fin de semana, estaré visitando con mi madre a una tía cerca de Pittsburg, ¿Qué me dices de ir a cenar?

—Seguro, ¿tienes la fecha?

—Domingo, aunque sé que son familiares de donde eres, quizá pueda cambiarlo.

Inquiere el amigo de Travis, veo que a él se le arruga el ceño, en Daxton es muy común reunirse los domingos en casa de algún vecino o familiar para cenar y pasar el día juntos, es como una tradición.

—Creo que puedo hacerme de un tiempo —dice Travis, seguro de sus palabras, escucho a su amigo suspirar—. ¿Sucede algo más?

—Sí, no iré solo —responde el amigo, un tanto incómodo y nervioso, de nuevo suspira—. Digamos que podría ser como una cita doble.

Escucho a Travis soltar un resoplido.

—¿Qué demonios Mark? No quiero ir a una cita.

—Tranquilizate Orman, tampoco yo, pero es mamá quien la ha organizado con la hija de una de sus amigas, ella cree que es tiempo de que siente cabeza, ¿puedes creerlo? Regreso de mi última misión y lo primero con lo que me encuentro es que mamá ha planeado mi vida estos seis meses que he estado fuera, ¿Qué carajo?

Sin pensarlo, una risita se me escapa, ganándome la mirada de Travis, quien también se ríe.

—Lo siento.

Le digo, por verme entrometida en su conversación.

—¿Estás con alguien? —pregunta Mark, hay cierta intriga en su voz—. Por supuesto que sí, no vas solo, ¿Quién es? ¿Tu padre? Hola, señor, Orman, su hijo es un hijo de...

—En realidad es una chica Brightly así que cuida tu boca.

Lo calla Travis con humor, antes de que su amigo pueda insultarle.

—Oh vaya, eso es nuevo para ti amigo, dime, ¿la chica sufre de alguna discapacidad mental?

—¿Qué rayos?

Se queja Travis.

—Oye, no me culpes, ninguna mujer en su sano juicio sale con un loco como tú. —Lo molesta Mark haciendo que me ría de nuevo—. Hola, chica, por si mi amigo no me presenta aquí, soy Mark Brightly, compañero de trabajo de Travis y su mejor amigo.

—No le respondas si no quieres que te acose con sus preguntas —me dice Travis, manteniendo la sonrisa en su boca.

—Te escuché, idiota. Ignoralo linda, el hombre tiene miedo a que un partidazo como yo conquiste a cualquier mujer que se le acerca.

—Me llamo Maddy —saludo al amigo de Travis.

—Hola Maddy, gusto en conocerte, perdona que sea muy directo no puedo evitarlo, es parte de mi personalidad, pero ya que vas en el auto con mi amigo, porque imagino que van conduciendo, estás invitada a la cena del domingo, así ya no tengo que buscarle una pareja a Travis, adiós.

—Mark, espera, no...

Antes de que Travis tenga oportunidad de regañar a su amigo o decirle algo, Mark cuelga la llamada, Travis maldice por lo bajo.

—Dios, lamento eso.

Dice apenado.

—Descuida, no ha dicho nada malo, ha sido divertido.

Inquiero con humor, él bufa.

—Apuesto a que sí.

—¿En verdad organiza citas dobles?

Una mueca se dibuja en él.

—Su madre es algo obsesiva con las relaciones, teme a que Mark se quede solo y no haga una familia pronto.

Para cualquiera eso resultaría exagerado por parte de sus madres, sin embargo, creo que yo daría lo que fuera porque mamá hiciera algo así en vez de decirme que jamás debería de casarme y formar una familia, sobre todo que los hijos son un desperdicio de dinero y una pérdida de tiempo.

—Bueno, supongo que eso no puede ser tan malo, ¿o sí?

Travis niega.

—No del todo, salvo la parte en que me envuelve en sus citas dobles con desconocidas, esa es la parte que no me agrada.

—¿Asistirás?

Pregunto enarcando una ceja, Travis se encoge de hombros.

—Siempre es bueno verle, sin importar que tan ridícula sea la situación —responde.

—Bueno, si en verdad necesitas una acompañante, podría asistir contigo en caso de que no quieras conocer nuevas chicas.

Vaya que he sido directa y mi sugerencia lo a tomado por sorpresa, intento no mirarlo para que no veo el sonrojo en mí.

—No hace falta que lo hagas si no quieres venir.

Niego.

—Descuida, ha sido una tontería decir eso, mejor olvidalo.

De pronto me siento avergonzada.

—Si te soy sincero, preferiría ir contigo a con alguien nuevo, podrías acompañarme solo si tú quieres.

No sé si lo dice solo porque ve que me he avergonzado o porque realmente quiere que lo acompañe, y siendo sincera, preferiría ir con él que quedarme en Daxton encerrada en casa sin hacer nada, aunque paso algunos domingos en casa de Charlotte y su familia, por lo general, suelo pasarlos sola ya que no tengo familia en el pueblo, aunque eso no cambia mucho a mi vida en la ciudad.

—Me parece bien.

Le digo y Travis asiente.

No volvemos a escuchar el disco de Ryan Reef, me digo a mi misma que lo terminaré de escuchar en casa, cuando llegamos al pueblo, Travis me ayuda a dejar las compras en casa antes de irse a la suya, y por el resto de la tarde no hago mucho, me la paso en mi habitación viendo televisión y leyendo.

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I still remember you* - Aun te recuerdo

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¡Holaa! ¿Cómo están? Sé que he tardado en actualizar, primero, quiero agradecerles por las 1k lecturas! Muchas gracias por leer esta historia, personalmente, me gusta la trama diferente a lo que escribo, gracias por leerla y darle una oportunidad<3 He estado ocupada con la universidad y mañana haré examen y antes quería venir a actualizar está novela, tengo algunos capítulos guardados porque mi plan es terminarla primero pero no había tenido tiempo de subir el capítulo. 

Les cuento que Ryan Reef es un personaje que personalmente me gusta y Brightly también! ¿Qué piensan que sucederá el en siguiente capítulo?

Ya es algo tarde aquí, espero tengan una buena noche o día!

Ig: andreabonnelll

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