CAPÍTULO XII
~PDV AMARIS~
—¿Pedimos comida para comer en casa? —Lain nos preguntó una vez que entramos al auto.
—No, todavía no tengo ordenado en casa, creo que ni cubiertos tengo y quieres que comamos ahí. —reproché su opción, era poco considerado de su parte.
—Entonces vamos a nuestro lugar de siempre y pidamos unas pizzas así podemos ir a arreglar algo en tu casa. —Tayra hizo una proposición decente.
—De acuerdo, allá vamos. —Lain dijo encendiendo el motor del auto.
En el camino fuimos conversando de lo que cada uno había hecho en el día, por alguna extraña razón siempre me dejaban al último como si lo que fuera a contar fuera lo más interesante, y para mi lo que ellos tuvieran que decir lo era.
Pedimos dos pizzas grandes ya que Lain comía mucho y no voy a mentirles, yo también era de tener mucho apetito. Una vez que acabamos nos dirigimos a casa de inmediato ya que queríamos organizar lo más que podíamos la casa.
—¡Es hermosa! —Tayra expresó asombrada con tan solo ver el frente.
—¿Y por qué demonios un tipo como él te compraría esta casa? Estoy seguro que debe tener segundas intenciones. —Lain si se trataba de hombres siempre era desconfiado.
—Y si las tiene con gusto se las satisfago. —contesté rápidamente a lo que él golpeó mi cabeza.
—Deja de ofrecerte tanto por un tipo que ni siquiera es tu matte. —Lain habló serio para luego entrar a la casa.
—Tranquilo, yo no tendré matte porque no me transformaré. —Le resté importancia a un asunto que dejó de interesarme hace mucho.
—Deja de hablar estupideces. —Tayra era quien me golpeaba ahora en la cabeza para entrar a mi casa. Al parecer golpearme antes de entrar iba a convertirse en un ritual.
Cuando entramos y encendimos la luz nos quedamos petrificados, la entrada estaba repleta de cajas nuevas sin abrir. En el instante en que nos dispusimos a observar todo llegó un mensaje a mi celular.
Papá Cargoso: Espero que con esto tu nuevo comienzo sea más feliz. Te amo bebé de papá.
Pensé que Alain había comprado todo esto pero en realidad había sido mi padre, lo que en verdad me sorprendió.
—¿Y bien por dónde comenzamos? —Lain preguntó esperando que le dijera para ponerse manos a la obra.
—Empecemos por el cuarto. —Había dos habitaciones por lo que claramente elegiría la más grande como cuarto para descansar, con la segunda luego vería en qué podría utilizarla.
—¡Genial! Debe ser esta. —Tayra abrió exactamente la que no era.
—Esa no... —Me dirigí hasta donde estaba ella para decirle que se había equivocado pero cuando llegué a su lado quedé completamente anonadada.
—¿Por qué demoran tanto? —Lain se acercó hasta donde nos encontrábamos—. Valla... El maldito también pensó en eso. —A él no le importaba dirigirse así ante su rey.
—No hables así de Alain que no solo el alpha de tu manada sino que también es nuestro rey. —Tayra lo reprendía, pero en cierto punto este nivel de detalle no podía ser de mi padre.
El cuarto estaba impecable, tenía las paredes de un amarillo pastel con pequeños pétalos de cerezos volando, un escritorio amplio se dejaba ver a penas se abría la puerta y sobre él una computadora, una cómoda silla giratoria de color negro con apoya brazos se encontraba justo detrás. Del lado izquierdo una biblioteca se erguía con mis libros preferidos y justo en frente una estantería vacía supongo que para apilar las cosas del trabajo y la universidad, justo al lado de la biblioteca un cómodo sofá de terciopelo verde musgo se hallaba dispuesto a ser utilizado en mis momentos de lectura. No podía creer que él había pensado en todo eso.
—¡Bueno ya es tarde y si no nos movemos me iré a casa! —Lain nos sacó del asombro.
—Tienes razón, al menos deberíamos dejar el cuarto en condiciones para poder descansar. —Asentí segura de lo que estaba diciendo por lo que nos movimos al cuarto de al lado.
El cuarto era inmenso con un lindo ventanal que daba al fondo y las paredes teñidas de un azul marino que transmitía paz y calma. Lo que más me fascinaba de mi cuarto es que en la pared donde iba el respaldar habían dibujado una luna llena siendo cubierta la mitad de ella por la copa de un viejo árbol de cerezo y a sus pies una loba de pelaje blanco que tenía uno de sus ojos manchado de un color negro.
Luego de unos minutos de apreciar la belleza de la pintura nos dispusimos a ordenar lo que faltaba. Lain y yo armamos la cama en tanto Tayra arreglaba la ropa en el ropero que ya se encontraba dispuesto. Luego de armar la cama nos dispusimos con los accesorios como lo fueron la mesa de noche, las luces que me gustaba tener sobre el respaldar de la cama, la lámpara de noche y los cuadros de las tan famosas "negras africanas", y es que no podía estar más enamorada de esos cuadros.
Una vez que terminamos quedamos exhaustos, y nos dispusimos a acostarnos.
—¿Por qué Tayra no duerme aquí abajo y yo contigo en la cama? ¿A caso no es normal que las parejas duerman juntas? —Lain estaba molesto por dormir en el colchón que le pusimos en el suelo.
—No somos ni seremos pareja así que deja de joder y duérmete. —dije abrazando a Tayra que estaba entre dormida.
—Por cierto Amaris ¿quién era el sujeto que estaba mirándote cuando fuimos a buscarte? —Mi amiga preguntaba haciendo un esfuerzo por no dormirse.
—¿Quién? —No sabía a quién se refería.
—El sujeto de mirada penetrante. —Lain también se esforzaba por no quedarse dormido—. Lo mataré si intenta coquetear contigo. —¿De qué diablos estaba hablando?
—¡Ah! —dije recordando con quién había salido—. Debe haber sido Falak. —dije recordando que habíamos salido juntos del trabajo.
—Samay dice que tengas cuidado con él, que no sabe qué es. —Tayra hablaba entre bostezos.
—¿De qué hablan? Primero ese bastardo no tendría qué haberse quedado viéndonos, jamás gastaría de su "preciado tiempo" en alguien como nosotros y segundo, a qué se refiere Samay con que no sabe que es. —Terminé por darme cuenta de que los niños se habían quedado completamente dormidos.
¿Podían quedarse dormidos en medio de una conversación tan importante? La respuesta era si, pero no podía regañarlos luego de haber tenido su día agitado vinieron ayudarme con la mudanza, en verdad no se qué haría sin ellos dos.
Estaba por cerrar mis ojos para caer rendida en los brazos de Morfeo cuando mi celular vibró avisando la llegada de un mensaje.
Alain: ¿Duermes?
Yo: Estaba a punto de hacerlo pero me interrumpiste.
Alain: Sabía que no lo estabas, desde aquí puedo olorte y saber que aun no duermes, de hecho tus amigos ya lo están.
Alain se estaba burlando de mi, lo conocía lo bastante para saberlo.
Yo: ¿Me estas vigilando?
Alain: ¿Debería? Sal un momento, estoy afuera. Te espero.
En verdad no podía creer que me estuviera esperando fuera, pero no podía dejar de sentir curiosidad así que tratando de que Tayra no se despertara y de no pisar al idiota de Lain, que había insistido al menos dormir del mismo lado que yo, traté de salir del cuarto.
—¿A dónde crees que vas a esta hora jovencita? —La voz de Lain me paralizó en mi lugar—. No dejaré que te marches con el bastardo de Alain, es un aciano para ti y yo soy tu matte. —habló acomodándose y dejándome ver que el imbécil estaba hablando dormido, casi me da un infarto.
Salí apurada del cuarto y de la casa, solo vestía mi pijama que era un simple short y una blusa ajustada de tirantes sin sostén, lo siento pero no puedo dormir con ese accesorio del demonio creado solo para provocar a los hombres haciéndoles creer que una tenía senos y perfectamente levantados.
No creí que fuera a demorar demasiado por lo que me moví descalza hasta la puerta pero en cuanto la abrí me sorprendió ver a Alain de pie frente a mi puerta con la mirada fija en mi.
—¿Qué haces ahí? Pareces un idiota acosador. —dije moviéndome hasta él sin notar que estaba algo fresco.
—¿No sientes frío? —preguntó con los ojos fijos en una mirada intensa.
—La verdad es que no, solo pensé que abriría la puerta y me iría hacia dentro sin encontrarte aquí. —Me excusé pero no pasé por alto que la mirada de él era cada vez más intensa.
—Yo lo siento, pero ya no aguanto más. Oleic me regañará más tarde. —No comprendí sus palabras hasta que fogosamente me tomó del rostro y me besó.
Alain me estaba besando en ese preciso momento, lo que tanto tiempo había esperado por fin se estaba cumpliendo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top