1-. La Familia de Lobos.

Escena 1

«¿Por que....sigo....con....vida?»

Esa pregunta se la hacía la única loba ártica de todo Ice Scream, toda su manada había muerto y su única familia se encontraba a millas de distancia, el único medio de comunicarse con ella era a base de cartas. Todas con una sola frase que se le había vuelto repetitiva.

«Estoy bien....»

Caminaba por todo el pueblo, recibiendo burlas de cada persona que pasaba y la observaba, unos sonriendo con arrogancia y otros empujándola para dejarla caer.

— Una inútil....—fue lo único que decía Rocma, un oso polar de carácter firme que intimidaba a cualquiera. Shiro solo lo observaba y se ponía de pie rápidamente.

— Oye, inútil te estoy hablando—Peraco se había acercado a la loba, pero fue ignorada. Shiro cada día iba perdiendo el brillo en sus ojos.

Yukisada había visto el preocupante cambio de su amiga, de ser alguien alegre a un ser completamente sin emociones. No funcionaban las salidas y pláticas que le daba su amiga, incluso los del pueblo la insultaban a ella parecía no importarle y no solo ella se dio cuenta del cambio, sino también Idate, que ya no veía divertido molestar a la loba ártica o torturarla, simplemente de un día a otro decidió dejarla en paz. Cuando la orca iba a visitarlas, Yukisada siempre le lanzaba un sartén o lo primero a la mano las primeras veces, luego se volvió costumbre la presencia de la orca.

Cuando ambos se despidieron de la loba, está se retiró abrazándose a ella misma dándose calor.

Al verla algo lejos, Idate se giro a la búho quien se mantuvo a distancia, aún no le perdonaba ese día.

— ¿Notaste algo raro en ella?

— Tu también te fijaste verdad....

— Eso es lo que me preocupa—hablo Idate sacando otro cigarrillo y lo encendía, liberando el humo y se apoyaba en la pared de hielo.

— Shirogane no creo que aguante alguna otra emoción fuerte....una burla más o insulto, su cordura se irá—reveló la única doctora del pueblo entrando a su clínica.

— Pasaré por su casa a verla, te veo otro día—le habló.

— Por favor, no....—hablo aterrada la mujer búho sacando una risilla por parte de Idate, que solo se despidió con la mano al igual que la mujer.

❄️❄️❄️

Aunque el clima fuese frío, cerca de la casa de la loba lo era aún más al respecto. Solo se fijo por la ventana y la vio prepararse para ir a pescar. Sus suministros se habían terminado y no podría sobrevivir más tiempo, quizá ayudarla,no estaría mal.

Shiro llegó a una zona de hielo y realizó un hoyo, preparó su área de pesca, lanzó el anzuelo y se dispuso a esperar.

Idate ayudaba desde las profundidades mientras atrapaba los peces más grandes y los colocaba en el anzuelo. La loba ártica sonreía ante su suerte y alguna que otra lágrima escapaba de sus ojos.

En la lejanía, había cierto oso polar observándola festejar su pesca del, día y ella daba saltos emocionada.

Hasta que la vio ponerse de pie y se retiraba con su cubeta de pescados corriendo a casa de Yukisada, pero recordó su situación actual y borró su sonrisa, respiro para calmarse y avanzó como si nada.

— No otra vez....

Odiaba verla así de triste, le hacía sentir horrible, tenía parte de la culpa, los hombres y mujeres, la mayoría, búhos, osos y pingüinos la observaban pasar, murmurando más cosas hirientes a la menor. Cargaba parte de la culpa al no decirle nada, se quedaba en completo silencio viendo a la tímida loba huir hacia su cueva. Hasta que los murmullos callaron al ver la peor criatura que la naturaleza pudo crear.

❄️❄️❄️

Shiro tocó la puerta de forma tranquila con su pie, dando paso a Yukisada.

— Te traje peces—le habló la loba. Rock, que estaba sentado observando todo, se fijó que la loba ártica le daba más peces a Yukisada y ella solamente se quedaba con diez o nueve de ellos—...Nos vemos Yukisada

— Sí pero....—no pudo terminar de decir, ya que la loba se había ido corriendo.

— Está más delgada y pequeña de lo normal—hablo Rock

— ¿También te fijaste?—le hablo la mujer Búho a su novio.

— Si sigue de ese modo....

— Probablemente muera

❄️❄️❄️

Shiro había caminado ignorando las burlas por parte de todos, le dolía que la rechazaran de ese modo cuando en el pasado ella fue la única que se enfrentaba a la orca y resultaba herida de muerte.

“Si desaparezco....¿A alguien que no sea Yukisada o Idate....me extrañara?»

Una carta de su primo Snowf le llegó diciendo que se casaría con una bella conejita llamada Botan. Una lágrima escapó de sus ojos, ojalá y le pudiera decir buenas noticias, pero siempre todo lo que le ocurría terminaba en tragedia.

Había comido solo poco y se fue a recostar a su cama, no podía dormir a causa de las repetitivas voces que la atormentaban. Incluso amargos recuerdos y la muerte de su familia completa quedando solo ella como recuerdo de lo que ocurría a los seres que desobedecen una orden.

Aún recuerda ese día en que Idate intentó asesinarla de una vez por todas, no había forcejeado ella, solo unos momentos y se quedó quieta, mientras su oxígeno comenzaba a escapar.

Escena 2

Shiro sujetaba su yukiraduma, Idate había regresado. Peraco y sus hermanos sólo observaban desde lejos

— Shiro, deja ya todo está farsa… todo mundo sabe que eres una débil~... No sirve de nada que continúes peleando contra el~...—gritaba desde la montaña de hielo Peraco, mientras sus hermanos temblaban de miedo, abrazándose entre ellos.

Pero eso no llegó a oídos de Shiro, quien luchaba por enfocar en saber dónde estaba la orca, viendo a todos lados y girando sobre sus pies rápidamente, casi cayendo, pero logró mantener el equilibrio.

Analizó el panorama frío a su alrededor. Mientras tosía sangre y sujetaba su herida.

«No está arriba,ni derecha ni izquierda....Ni atrás ni adelante....a no ser que...»

— ¡...! ¡Abajo!—algo la sujeto de la pierna, viendo trozos de hielo salir volando y una mano que la tomaba con bastante fuerza, casi fracturando su pierna.

—  Demasiado lenta lomita~....—la risa de la orca se escuchó, mientras la jalaba con bastante fuerza rompiendo el témpano de hielo bajo de ella. Mientras los gritos de miedo se escuchaban de los hermanos Emperador.

— ¡...! ¡SHIROGANE!

— ¡Señorita Shiro!

Antes que Peraco pudiese hacer algo, una silueta más grande y voluminosa apareció ante ella, preguntando con la mirada por alguien en específico.

Alzó su mano temblorosa señalando el agujero recién hecho, viendo a ese enorme oso lanzarse rápidamente hacia abajo y entrando sin retirarse su ropa, tomando a prisa un arma que fue dejada atrás por su dueña.

— ¡¿...?! ¡Rocma!

❄️❄️❄️

Las burbujas de aire escapaban de su boca conforme esa orca la hundía más y más, no importaba cuántas veces pataleta, era completamente inutil librarse de ese agarre. Idate presionaba más el delgado cuello de la loba ártica, ella forcejeaba cada vez más, disfrutaba verla sufrir de esa manera, nadie sería capaz de ir a salvarla en esos momentos. El arma de Shirogane, su yukiraduma, había quedado en la superficie y enterrada en el hielo, demasiado alejada de su dueña.

— Sigue peleando~♪, sigue peleando~♪...—se burlaba de ella, viendo cómo lentamente se debilitaba, dejando de forcejear y rendirse. Si no estuvieran en el agua, él se burlaría de las patéticas lágrimas de la loba Ártica, que se diluían en el mar Idate soltó una carcajada mientras veía el sufrir y como ella caía inconsciente frente a sus ojos.

Fue hasta que el color rojo salió de su hombro y se mezcló con el agua, gruño mientras veía encima suyo enfadado «maldito oso polar», su única opción fue soltar a la loba y huir de ahí herido.

❄️❄️❄️

— No los veo…

— Estarán muertos…

— No digas eso, hermana debe disculparse…

— ¡...! ¡¿Yo porque?!

— Porque te burlaste de la señorita Shiro, eres nuestro ejemplo, actúa como tal...—le recriminaba su hermano más pequeño, Pen.

Hasta que a la distancia se vio una garra salir y destruir el hielo, mientras se levantaba a su alrededor una silueta enorme que sostenía una inconsciente Shirogane en brazos.

— ¡~♪…! ¡Señorita Shiro! ¡Señor Rocma!

El más pequeño se puso frente a ellos alegre.

— ¡Ah–! ¡Pen, quítate!—logró apartar a su hermano del andar del oso, quien avanzaba hacia una dirección desconocida con la loba en brazos, mientras el hielo bajo suyo se agrietaba con cada andar de este.

Los cuatro hermanos, pingüinos emperador, solo veían al enorme oso avanzar sin soltar a la loba.

❄️❄️❄️

La gente del pueblo se apartaba asustados al ver al oso en su camino, mientras varios se quedaban boquiabiertos al verlo con algo en brazos y sostenía con sumo cuidado, como temiendo herir más de lo que se hallaba.

Una bebé foca miró al oso llegar, recibiendo lo con un cálido abrazo, que él apenas pudo corresponder sin soltar a la pequeña figura en brazos «Llama a Yukisada, por favor...», le pidió a la bebé foca, mientras dejaba a Shiro en el sillón suavemente, mientras la escuchaba empezar a toser y expulsar el agua de sus pulmones.

Se alejó de ella directo a la cocina, empezando a preparar algo que ofrecerle. Permaneciendo ambos en un silencio, para nada incómodo, si no uno más, agradable se puede decir.

Hasta que Yukisada entró preocupada por su amiga y su material médico, con una bebé foca detrás suyo.

Escena 3

Rocma pensaba seriamente algo mientras cortaba el alimento de Mafuyu, quien estaba por cumplir sus cuatro inviernos en dos días. La bebé foca se hallaba dibujando algo alegremente, sin prestar atención a algunos detalles en su padre. Varias mujeres osos han querido estar con él, pero todas tenían ese carácter explosivo que siempre cargaba con él. Solo una a Sido capaz de estar cerca suyo, aunque salió herida varias veces, fue la única en lograr hacer que sacará una faceta jamás vista en él con anterioridad: Shirogane, la loba Ártica.

— ~♪… termine...—alzo con orgullo su dibujo, mientras el oso lo veía detalladamente.

— ¿...? ¿Quiénes son?

— Yo, Shiro y tú…

— ¿... Porque dibujaste también a…?

— La quiero de mamá…

Si no se hayaba tomando algo, se atragantó con su propia saliva al escuchar esas palabras de la menor, quien se veía feliz.

— ~♪

❄️❄️❄️

Shiro dejo la carta en el correo que saldría en unos días, mientras veía el atardecer, recordaba el evento de hace dos años perfectamente.

La casa de Rocma, el oso acercarse a ella y darle una bebida para que recuperará el calor, también el como Yukisada entraba asustada a la casa, con su maletín de primeros auxilios y comenzaba a sanar cada herida que se había causado. Rocma se mantenía en silencio cocinando alguna cosa, mientras Mafuyu se acercaba a trenzar el cabello de la loba.

Soltó un suspiro mientras sacaba una libreta debajo de su abrigo y comenzaba a escribir. Narrando cada hecho que pasaba en la isla y a sus habitantes, el viento agito suavemente su cabello, al tiempo que sus orejas se movían al sentir escuchar pasos.

«No es Yukisada… mucho menos Idate… son pasos… más pesados...», se giró lentamente, viendo a quien menos esperaba ver, ocultando su libreta nuevamente.

— Rocma...

❄️❄️❄️

La mandé a edición solo porque mi escritura fue demasiado pobre, así que volveré a reescribir los capítulos que hay actualmente para darle algo más de sentido.

Mi primera historia de Ice Scream. No se quejen por mi forma, que así escribo yo.

@nNanyangand-aleida a ella le prometí hacer está historia, pero se hará mejor escritura y mejor trama, ya que la lei y está andaba sin algún sentido a mi punto de vista.

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