Daisy quedó atónita, no entendía qué hacía Noah ahí.

-N-Noah? Qué haces aquí?- Daisy sin más palabras le preguntó.

-Vengo a buscar a mi amor, osea, tú- el se sonrojo y se puso de rodillas ante Daisy.

Daisy se fue histérica, pero en el intento, Noah la sujeto violentamente del brazo.

-Suéltame...- respondió Daisy apunto de gritarle a Liz... Bueno, lo hizo.

-LIZ!-

Lizbeth inmediatamente reconoció la voz de Daisy y salió corriendo sin importarle más nada,Tasha la seguía como perro a Dueño, pero en cuestión de segundos, Noah había recibido un tacle de parte de Lizbeth.

Noah se fue velozmente y nunca nadie supo nada más de él. Lizbeth decidió hablar con Daisy.

-Lo hice porque solo por mis cafés de los sábados- ella repentinamente se fue seguida de un perdón de Tasha, también entrando a la habitación.

-Agh...- Daisy suspiró agobiada por todo lo que había pasado, por lo tanto decidió irse a tomar un cortado.

En el café no volaba ni una mosca, hasta que entró una mujer, pelirroja, bastante bella por cierto.

-Un capuchino doble con crema italiana con exactamente diez y ocho chispas de chocolate, gracias- La mujer pidió un café casi imposible, pero no para Daisy, en cuestión de segundos, Daisy le entrega el capuchino.

-Gracias- prueba el capuchino y empieza a beber muy rápido (pero obvio con clase).

-Esto es... ¡FABULOSO! -Agrego sorprendida y vicia a ese café tan delicioso.

-M-me alegro que le guste, supongo- Dijo Daisy confundida por el singular comportamiento de ella.

-Por cierto, mi nombre es Drew, un gusto- La mujer le estrechó la mano con su guante de cuero (sintético obvis^^) a Daisy.

-N-No se que decir jeje... -

-No digas nada, con tu silencio me conformo-

-Bien...porque todos hacen eso... - Daisy suspiró muy agotada

-A ver cielo, dime, ¿que te paso? - Preguntó sarcásticamente esperando una respuesta básica pero terminó sorprendida.

-Bueno, por empezar conocí a una chica a la cual pensaba gustarle, luego tire su puerta porque era sábado, seguido de eso derrame sopa en los zapatos de su nueva novia y ahora no quiere ni verme...-

-Ahh, siempre pasa cariño, es normal entre la gente rica, menos por lo de la puerta, eso es súper raro- Le contesto entre carcajadas y tomando aún más de ese rico café.

-No es gracioso... - Agregó Daisy a punto de quebrar en llanto.

-Ay cariño eres muy delicada, tienes que ser como Miley Virus, ¡COLGARTE DE UNA BOLA DE DESTRUCCIÓN! - Agregó Dewn

-No creo que sea buena idea..no quiero lastimar mi cutis-

-Ajá, yo me colgué a un candelabro en una fiesta y casi mato a cinco meseros- Dijo todavía bebiendo su café

-¿Candelabros?... ¿Cómo te cuelgas de un candelabro?

-Solo tienes que confiar, ni yo se como llegue-

-Ahh, claro, voy a cerrar- Dijo Daisy urgida por salir de ahí.

-Okey tesoro, ahora tienes una cita con esa tal Lizbeth- Dijo sorpresivamente Drew.

-Pero como!? - Pregunto Daisy apunto de estallar de la confusión.

-La tendrás en... unos... cinco minutos-