La sangre se derramaba por todos lados,todo estaba lleno de caos y destrucción.

En el medio de aquel campo de batalla estaban luchando dos jovenes,uno moreno y castaño,y otro con los ojos y el cabello negro como el carbón.

-¡Ella esta aquí¡!Corran!

Ambos jovenes que luchaban por sus vidas giraron sus cabezas al instante al escuchar tal grito de desesperación y advertencia,pero lo que vieron no les gusto nada.

En el medio de todo el humo,sangre y armas esparcidas por el campo de batalla se pudo ver a una mujer arrasando con todo.

Ella no perdonaba nada.No importaba si de niños o mujeres se tratara,ella estaba cansada,y si tenia que matar hasta al más inocente ser de esta tierra para tener paz,lo haría.

Tras de ella caían cuerpos decapitados,cuerpos de hombres,cuerpos de personas inocentes que solo seguían ordenes de sus líderes,pero a ella eso no le importaba,porque a esos clanes no les importaba dejar un camino de destrucción por su ignorante conflicto que ya ni siquiera sabían como inicio.

Ella solo quería paz,y la conseguiría.

Miro hacía atrás para ver los cadáveres que cayeron a su paso,para luego volver su vista al frente.

Frente a ella se encontraban Madara y Hashirama.

Ella dio una fuerte bocanada de aire,porque esa batalla era decisiva.

En esa batalla moriría siendo solo una insignificante persona más,o ganaria matandolos a todos,convirtiendose así en la villana ante los ojos de todos,pero en un angel caído del cielo ante los no ignorantes, que sabían que no quedaba otra opción para la tan ansiada paz.

-¡Hashirama!¡Madara!-grito con convicción sabiendo que seria el final para alguno de ellos tres o para todos
-Esto se acaba aquí y ahora,que el más fuerte sobreviva-con solo decir eso los tres se prepararon para lo que sería la batalla final.

Katanas chocando,jutsus destruyendo todo a su paso,guerreros mirando a sus lideres luchando contra la que era su peor pesadilla.

Todos ahí sabían que si aquellos dos ninjas,dotados con un gran talento,no podían contra ella,se acabaría para ellos.

Una brutal batalla era presenciada por la historia,una batalla que marcaría al mundo shinobi,dejando allí una leyenda.

Una leyenda escalofriante que sería contada a los niños,a los adultos,y sobre todo a las nuevas generaciones de ninjas.

En esa batalla surgiría la leyenda que todos temen.

Los tres estaban cansados tras tres hora de lucha con todo su poder,pero todos los presentes ahí sabían quien era superior.Aquella mujer no retrocedía ni un centímetro,no tenía miedo,solo pensaba en matarlos.Mientras que aquellos dos jovenes hombres,a pesar del odio entre sus clanes,atacaban a la par a aquella mujer,porque ellos no eran tontos,ellos sabían que era luchar juntos por un corto período para luego volver a matarse entre si,o ,morir junto a sus hombre sin ninguna oportunidad de vida.

Todo estaba llegando a su fín .

Madara y Hashirama cayeron arrodillados.

Cerbera se levanto con toda la soberbia del mundo,sabiendo que aquella batalla la había ganado,y que aquel era el final para,probablemente,los ninjas más fuertes que el mundo haya conocido.

Todos sintieron el verdadero miedo,no el miedo de perder a alguien,tampoco el miedo porque te quiten algo,sino el verdadero miedo,ese miedo que sientes cuando estás a punto de perderlo todo,el miedo que sientes cuando estas frente a un verdadero monstruo.

Cerbera alzo su katana,lista para terminar con aquello que tanto anhelo,pero cuando iba a dar el golpe final...

Desapareció.

610 palabras.