5. Conocimiento y Crisis

(Pv Lucius)

Aunque no me sentía cómodo dejando a Lari con ese tipo, era cierto que yo no podría enseñarle  lo necesario para desarrollar su poder, de hecho si no fuera por la gema que me regaló el Amo, ni siquiera podría enseñarle lo básico. Me caía mal ese tipo, pero debía aguantarlo si era por el bien de mi hija.

Caminé hasta la escalera de mano y subí con cuidado hasta entrar a la biblioteca.

—¡Woaw!

Me quedé boquiabierto ante la belleza del lugar, el techo mostraba un cielo nocturno lleno de estrellas, estanterías repletas de libros, un balcón interno al que se subía por una escalera de caracol, en el centro había una mesa redonda y sillas, algunas eran de madera, otros eran sillones acolchados, otros eran enormes cojines redondos que parecían suaves y esponjosos, también habían plantas y el suelo estaba cubierto por una alfombra grande.

—¡Hey Leo!

Vi a Ícarus y a Hermes en el balcón junto con Lady.

—Sube, tenemos galletas recién horneadas—dijo Ícarus divertido.

Sonreí y subí con cuidado por la escalera de caracol, al llegar vi a los tres moviendo sus manos igual que Luna, creo que debo aprender lo más pronto posible ese lenguaje.

—Gracias por venir a pesar del trabajo—dijo Hermes acercando el plato hacia mí.

—No hay problema—sonreí antes de tomar una galleta—. Tal vez hacer cosas a las que estoy acostumbrado podría relajarme un poco...todavía me parece mentira todo lo que pasó.

—Te entiendo, colega—suspiró Hermes—. Yo era el tercer hijo de una familia de artistas y solía  tocar el piano, nunca me interesó nada fuera de mi isla...entonces a mis padres los invitaron a un tour por todas las islas, habían soñado con eso durante años así que aceptaron de inmediato y nos llevaron a todos, fue cuando comencé a notar muchas cosas totalmente diferentes a las que estaba acostumbrado.

—¿Y fue así como entraste al circo? —pregunté curioso.

—Jaja no, fue cuando decidí viajar por mi cuenta ya como adulto—explicó divertido—. Pero me alegra ser parte del circo, siento que puedo ayudar a la gente y ser parte de una nueva era.

Mientras Hermes decía eso, Ícarus traducía todo a Lady y ella asentía.

—Disculpen ¿Pueden enseñarme...esas señas? —pregunté.

—Claro, se llama lenguaje de señas—explicó Ícarus—. Es muy útil, incluso nos ayuda cuando queremos comunicarnos con otros, no sólo con Lady sino en caso de peligro, por ejemplo Cronos nos avisó que tuviéramos cuidado cuando nos sacaron en Tornasol—eso me sorprendió—. Por eso esa noche teníamos forma humana y cuando Sansón sacó el carrito actuamos si eso fuera normal.

No lo podía creer, todos me habían ayudado incluso sin saber por qué, sólo pude darles las gracias y prometí que aprendería el lenguaje de señas lo antes posible.

Lady me miró y sonrió antes de escribir en una pizarra y me la mostró. 

—"Gracias Leo, te enseñaremos todo lo que necesites" —escribió antes de borrarlo y escribir de nuevo—. "Incluso te enseñaremos algunas técnicas de supervivencia y protección"

—¿De verdad? —pregunté a lo que ella asintió—. Muchas gracias.

—Bueno, comencemos con lo que necesitamos por ahora—dijo Hermes—. Dinos todo lo que sabes de Tornasol, hasta lo que te parezca insignificante.

—De acuerdo—asentí y les conté todo lo que sabía.

____

—Traje la cena.

Cuando entré a la habitación, escuché un ruido en el baño por lo que supuse que Kaito estaba dentro.

—¡Hola papá!—me saludó Lari al verme mientras la criatura movía su cola también como saludo.

—¿Durmieron bien? —pregunté dejando la bandeja de comida en la mesita y me acerqué a revisarla—. ¿Fuiste al baño? ¿Cómo te sientes?

—La llevé al baño antes de que entrara, no vaya a ser que me sacaras a patadas.

Kaito salió con sólo un pantalón, dejando el pecho descubierto y secándose el largo cabello blanco con una toalla.

—Gracias—dije sorprendido de verlo con un aspecto diferente.

Ya no tenía las uñas sucias, el cabello ahora parecía brillar y caía de forma suave por sus hombros, incluso se había afeitado y rasurado las axilas, no olía mal ni tenía los dientes manchados, parecía alguien totalmente diferente.

Admito que se veía bastante atractivo y le daba un aspecto totalmente diferente.

— Por cierto ¿Cómo se llama esta criatura? —pregunté señalando a la cosa sin patas para desviar la mirada.

—¿Mn? ¿Isabel? —preguntó extrañado—. Espera ¿Nunca has visto una serpiente?

¿Serpiente? 

—Fueron rechazadas hace mucho tiempo debido a que según una serpiente tuvo la culpa de que los humanos fueran expulsados del Edén—explicó Kaito.

—¿Edén?

—Mmmmm supongo que no debes conocer las religiones antiguas— se quejó antes de acercarse a la bandeja de comida—. En fin, no es gran cosa—tomó un poco de fruta y avena antes de sentarse a comer—. Mañana le pediré a Cronos un contrato para nosotros, ya le pregunté y aunque no le hizo mucha gracia dijo que no infringía ninguna norma, siempre y cuando no dejes tus obligaciones del circo de lado.

—No pensaba hacerlo, quiero aprender de todos—aseguré sirviéndole a Larisha y comenzó a comer dándole a Isabel de vez en cuando—. Jamás habría pensado que el mundo fuera tan grande...considerando que mi "mundo" era la mansión de mi Amo.

—Je eso suena extremadamente pequeño—se burló Kaito—. Bueno, supongo que es un avance...—miró por la ventana por un largo tiempo—. ¿Sabes? Dicen que antes de la guerra existían ciudades por todas partes, eran de diferentes tamaños y tenían muchos climas variados.

—¿Climas variados?

—Ah dicen que habían lugares con agua congelada por todas partes, en otros había tantos árboles que cubrían el cielo...

—Eso suena muy raro—dije creyendo que me estaba engañando.

—No, no es tan raro.

La puerta se abrió y entró un chico con cabello rubio alborotado que reconocí como Hefesto.

—Los humanos de otros tiempos no tenían magia y el mundo tenía tanta fauna que había selvas, desiertos, prados ¡Incluso montañas cubiertas de nieve!

—¿Nieve?

—Esa agua congelada que dijo Kaito—explicó con orgullo—. En mi caso nunca he visto nieve, pero lo de los árboles que mencionó Kaito sí que existen.

—¿De verdad? —pregunté emocionado.

—Oye ¿Y qué haces en nuestro cuarto sin tocar? —preguntó Kaito molesto.

—Ups, lo siento, tiendo a correr a cualquier lugar cercano en donde escuche algo sobre el mundo antes de la magia—se disculpó divertido—. He investigado a fondo todo lo que he podido sobre los humanos de otros tiempos, por ejemplo, el lugar donde estamos ahora fue conocido como el continente Americano y es solo uno de los cinco continentes básicos, junto con Europa, Asia, África y Oceanía.

—Qué interesante, ahora vete—gruñó Kaito casi empujándolo.

—¡Mañana puedes ayudarme luego de que salgamos del pueblo!—dijo antes de que Kaito le cerrara la puerta en la cara.

—Eso fue muy grosero—me quejé.

—Me molestó mucho—gruñó—. En fin, el mundo era muy diferente, incluso cuando nací, en ese entonces la guerra había acabado y las bestias vivíamos lejos de los humanos, pero quisieron atacarnos, pensé que tendríamos la ventaja en combate...hasta que esa mujer me encerró en el ataúd...

De nuevo "esa mujer"

—¿Te refieres a la Sacerdotisa Mayor?— pregunté.

—Esa misma, los magos de clase S pueden vivir más que los magos promedio, a su vez las bestias vivimos lo mismo que ellos—respondió terminando de comer—. Pero esa mujer parece haber desarrollado un poder extraño y peligroso, no sé qué planea, ojalá que no sea otro ataque que destruya el planeta entero.

—Pero ¿Eso no la perjudica a ella también? —pregunté tomando mi avena.

—Se supone, aunque no sé si está consciente de ello o simplemente está loca—meditó antes de pasarme su plato vacío— Bueno, tengo cosas que hacer, no me esperes.

Y se fue cerrando la puerta.

No dije nada ya que no era mi problema, simplemente sería su sirviente a cambio de clases para Larisha, si cumplía su parte del trato no me importaba nada más.

—Creo que aprovecharé para limpiar el cuarto y el baño—dije terminando de comer y quitándome el abrigo, me recogí el pantalón, revisé lo que tenía disponible y me puse a limpiar—. Empecemos entonces, Lari, Isabel, quédense arriba de la cama mientras trapeo.

—¡Chi! —exclamó ella abrazando su peluche de conejo y la serpiente bostezaba. 

____

(Pv Kaito)

—¡¿Cómo que no hay nadie soltero en esta casa ambulante?!

Fui a buscar a Cronos para que me diera detalles de cualquier chica soltera aquí, pero el maldito dijo que no había nadie mayor de 21 años soltero.

—Lo siento, pero no hay nadie disponible, incluso Arlequín que tiene 19 años ya está comprometida—explicó Cronos que era abrazado por Sansón—. Así que no podrás conseguir a nadie....¿Ya te puedes ir?

—¡Pero sabes que necesito hacerlo para liberar mi magia!— exclamé aterrado.

—Vas a tener que usar tu mano para divertirte—dijo molesto levantando su mano—. Ahora vete, quiero que mi Sansón me la meta y estás estorbando.

—Si, y ni se te ocurra ir con Arlequín—gruñó Sansón—. A estas alturas ya debe estar toqueteando con sus parejas así que no molestes.

Gruñí molesto y me fui rápidamente.

¡AAAAAAHHHHHHHHH!

Estoy jodido, necesito tener sexo, un oral o masturbarme para liberar un poco de mi poder ¿Qué hago?

Fui a preguntar si alguien quería que me uniera a sus escenas de sexo pero todos se negaron.

¡¿Por qué?!

¡Antes todos me perseguían para tener relaciones y ahora no se me pega ni la gripe!

Fui con Cronos para que me diera al menos alguna revista o lo que sea que me ayudara a levantar mi pobre miembro dormido desde hace 100 años.

—¡Ah! ¡Así! ¡Hazlo más duro!

Me quedé de piedra ¿En serio lo estaba haciendo?

Abrí la puerta con cuidado y vi al mocoso desnudo sobre el escritorio con las piernas abiertas mientras el grandote le daba duro.

—¡Se siente tan bien! ¡Te extrañé tanto Sani!

—Mierda, sigues siendo un gritón—rió Sansón antes de besarlo.

...Esto es demasiado para mí.

Cerré la puerta tratando de no hacer ruido.

Podría verlos un rato y manosearme...pero conozco a Cronos desde que era un niño,  así que verlo así...fue incómodo.

—Agh...estoy jodido—me quejé entrando a la cocina y sentarme frente a  una mesa—. ¿Qué pasó con la era en la que tenía mi propio harem con mujeres hermosas y seductoras? Ahora estoy rodeado de hombres...es cierto que me van los dos, pero...

Extrañaba sus gemidos agudos, sus enormes pechos y sobretodo esa mirada de placer que me daban una vez terminado el acto...ningún hombre podría igualar eso...

La puerta se abrió y vi a Lady entrar antes de ignorarme y seguir su camino.

Supongo que no tienes nada que pueda ayudarme, Marina.

Se detuvo de golpe, usé telepatía para estar seguro y confirmé mis sospechas, ya conocía a esa mujer.

Ella me miró y suspiró antes de sentarse frente a mí.

Ha pasado mucho tiempo, Kaito—dijo por telepatía.

¿Por qué ahora hablas por señas? Que yo recuerde, podías comunicarte así sin problema—pregunté.

Algunas personas se sentían intimidadas porque leyera sus mentes—explicó incómoda—. En cambio el lenguaje de señas nos ayudó más de lo que crees.

Suspiré molesto antes de mirarla.

Entonces ¿Por qué estás aquí?—le pregunté—. Eras la guerrera más fuerte de todas, ahora parece que sólo estás cuidando niños.

Durante la batalla donde te atraparon, escapamos como pudimos—explicó—. Pero nos emboscaron, perdimos a la mayoría de los combatientes...incluyendo a mi esposo.

No dije nada...El esposo de Marina fue una bestia del tipo tigre, feroz y muy poderoso además de un buen amigo.

—Lo siento—dije con tristeza.

Está bien, fue nuestra decisión seguirte—aseguró antes de continuar—Yo quedé muy malherida y el padre de Cronos sacó a los que pudo, huimos al continente pero sabíamos que no podríamos ganar, sólo pudimos crear una barrera para que no nos atacaran...eso nos mantuvo a salvo—suspiró resignada—, estuvimos buscando alguien que te sacara del ataúd, pero además del nivel, tenía que ser un humano puro quien te liberara. 

Eso debió ser imposible de encontrar, los pocos magos de clase S en el continente de las bestias que recuerdo eran bestias puras o mestizos, ninguno lo hubiera logrado. 

Ahora entiendo—suspiré antes de poner mi cabeza contra la mesa—. Jooo pero ahora que estoy libre no puedo hacer nada, no puedo matar a esa mujer, no puedo irme de aquí, y encima no puedo tener relaciones...necesito hacer algo...

Marina suspiró y tronó sus dedos, dos tazas y una tetera se movieron desde la cocina, llenó la tetera con agua, luego tocó la tetera y comenzó a calentarla.

Entiendo tu frustración, pero por favor no arruines nuestro trabajo, no viajamos por placer—aseguró—. Entiendo que tu magia necesita del sexo y el placer para estabilizarse, pero aquí no encontrarás a ninguna chica interesada—comentó—. Hoy en día, casi todas las bestias mayores están casados, no quieren casarse o perdieron a sus parejas como yo, podrías intentar hacerlo con hombres, a algunos les gusta hacerlo con mayores.

Hice un puchero pero no dije nada ¿Por qué no puedo tener un poco de placer?

Marina ¿Recuerdas que los magos de clase S necesitamos una actividad constante o nuestra magia se descontrola?

—Kaito, aquí debes usar mi nombre clave, llámame Lady incluso por telepatía—bufó ella sacando unas bolsas de té de su ropa y llenando las tazas—. Y sí, lo recuerdo, pero no sé qué puedes hacer, a menos que te acuestes con ese chicorespondió como si nada antes de mirarme divertida—. ¿O me estás diciendo que no eres capaz de conquistarlo?

—¡Ah! —me levanté molesto—. ¡Claro que puedo conquistar a cualquiera! —me tomé el té molesto, pero casi me quemo la lengua y escupí fuego sin querer—. Tú espera, conquistaré a ese chico, será el primero de mi harem.

—Lo creeré cuando lo vea—sonrió ella antes de tomar un poco de té—. Bueno, será mejor que vuelvas a tu cuarto, ya es muy tarde.

Terminé de tomar el té y me fui, había dicho eso, pero estoy terriblemente oxidado ¿Cómo conquisto a un hombre?

Llegué a mi habitación y me sorprendió verla impecable, el suelo brillaba de limpio, no había telarañas y las sábanas sucias estaban en una canasta en una esquina, incluso mi cama fue tendida, la niña dormía abrazando su juguete e Isabel dormía a su lado, enrollada. 

El mocoso en cuestión estaba durmiendo totalmente agotado en su cama con la camisa abierta y los pantalones doblados hasta la rodilla, parecía que quería descansar un poco antes de bañarse, pero el cansancio le ganó luego de un largo día de trabajo.

Me incliné un poco y lo miré de cerca.

Bueno, no está nada mal—pensé recordando que era pelirrojo—. Pero tiene hija...debió dejar a la madre en la isla para protegerla o algo así...Aunque no vi que tuviera algún anillo o algo así.

Parecía apreciar más ese reloj viejo y el broche de mayordomo que otra cosa, así que tal vez no tuviera alguna relación con su mujer.

Podría intentar acercarme a él y seducirlo, después de todo pude sentir su cambio de actitud cuando me arreglé, incluso hasta se sonrojó un poco cuando me vio.

Tal vez no sea tan complicado como pensé.

____

(Pv Lucius)

—¿Estás bien?

—No....me siento fatal.

Cuando desperté, Kaito tenía los ojos rojos y una ojeras enormes, cuando terminé de limpiar caí agotado a la cama así que no escuché nada más hasta que el sol me pegó en la cara anunciando que ya debía levantarme.

Lo que no esperaba era ver a Kaito tan deprimido, casi me dio un poco de lástima.

—¡Atención! ¡Prepárense para bajar! —se escuchó la voz de Cronos desde alguna parte.

—¿Qué ocurre? —pregunté cuando la gente comenzó a salir de sus cuartos.

—Llegamos al pueblo, será mejor que dejes a la niña con Snow—dijo Hefesto con una expresión seria—, sería triste que viera esto.

¿Triste?

—¡Leo! —Snow llegó corriendo hacia nosotros—. Yo me quedo con Tavi, ve a la cocina a llevar las ollas—En eso se detuvo al ver a Kaito—, y tú toma forma humana antes de que te vean, por favor.

No entendí nada, pero no parecía que fuera algo que ver con los soldados ni la iglesia, así que les seguí la corriente. Snow se llevó a Tavi y yo fui a la cocina donde Gwendoline cargaba una enorme olla de sopa caliente.

La carroza se detuvo y Sansón entró para ayudar con las ollas, yo fui con ellos cargando una pesada olla con carne.

—Dame eso—de pronto Kaito me quitó la olla y siguió al resto.

—Oye no tenías que...

No pude decir nada.

Tan pronto salí, agradecí no tener nada en las manos.

Ante mí, además del desierto y ruinas dispersas a lo lejos, había un pueblo...si es que esa era la palabra apropiada.

Sólo habían casas en ruinas, sembradíos con apenas alguna verdura, un riachuelo y personas muy delgadas, demacradas y con ropas hechas harapos. Había muy mal olor por todas partes, no sabía si era basura, desechos humanos o qué, pero todo olía terrible...incluyendo a las personas, que tenían el cabello sucio y muchos ni siquiera usaban zapatos.

—¿Q-qué...?

—Es el último pueblo en la frontera de Tornasol—explicó Cronos—. Te explicaré todo después, primero ayúdanos a servirles comida.

¿La frontera?

No entendía nada y por la expresión de Kaito, este tampoco, pero no tuvimos otra opción que seguir a Cronos, quien saludaba a todos los que se acercaban, parecía que esta no es la primera vez que venía.

—¡Damas y Caballeros! ¡Por favor hagan una fila para recibir su plato! ¡No se preocupen que hay para todos! Una vez que coman se les dará tratamiento médico en caso de estar enfermos.

La gente se acercó y Lady les ofrecía agua que aceptaban casi desesperados, luego Gwendoline les llenaba los cuencos con sopa que tomaban sin usar cucharas...¿Qué estoy diciendo?

—¡Leo! ¡Date prisa y sirve la carne!

—S-sí—comencé a poner porciones de carne y arroz en los platos y les ofrecí.

Todos me agradecían aunque casi me quitaban el plato de las manos antes de sentarse en alguna parte a comer. Había desde niños de unos tres años a ancianos que apenas podían mantenerse en pie, todos tenían piedras mágicas colgadas del cuello de muy mala calidad que podrían romperse con cualquier hechizo fuerte.

Kaito se acercó al estanque y pareció hacer algo con el agua, pero no tuve tiempo de mirarlo ya que estuve sirviendo más comida mientras un grupo curaba o revisaba a los habitantes del pueblo.

Sansón sacó varias colchonetas y mantas que repartió con cuidado entre todos, había al menos 60 habitantes en total, por lo que todos recibieron algo.

—Cuando vinimos la última vez, había 100 personas—escuché decir a Hefesto.

—Es posible que cuando volvamos la próxima vez...no haya nadie—susurró Arlequín.

Me dolía el estómago.

Quiero vomitar

¿Por qué había gente en semejantes condiciones de vida?

...¿Eh?

Espera...Ya había visto gente en malas condiciones, no tan graves como ahora pero...¿Por qué estoy reaccionando ahora?

Cuando terminé de servir me dijeron que subiera a la carroza para descansar.

Asentí con pocas ganas y sólo fui a mi cuarto.

Tan pronto llegué, fui a vomitar al baño.

¿Por qué...? ¿Cómo es que no me di cuenta antes?

—¡Agh! ¡Buagh!

Vomité incapaz de controlar el asco que sentí por mí mismo.

Aquella noche, estuve en el barrio pobre de la ciudad y a pesar de mi situación, miré a esas personas por encima de mí.

—Oye niño...¿Eh?¿Estás bien?

Kaito se acercó a mí y me miró sorprendido.

—Supongo que es la primera vez que vez algo así.

—...¿Ya has...visto esto?

—No tan fuerte—aseguró—. Pero sí, muchos pueblos no tienen los recursos para sobrevivir en un ambiente tan hostil, la pasan muy mal tratando de sobrevivir.

Un ambiente tan hostil...

—Yo...vi algo parecido en Tornasol—expliqué—. La noche en que huí con mi hija...pero no les hice caso, no me importaba lo que les pasaba, sólo quería escapar.

—Oye, es normal que no pensaras en nada más que en protegerla—aseguró—. Aunque los hubieras visto sufrir, no podrías hacer nada, eran ellos o ustedes—me levantó la cabeza y lo vi directo a los ojos—. En la vida, a veces tendrás que tomar decisiones crueles, el humano es egoísta por naturaleza, primero pensará en sobrevivir y luego se preocupará por los demás, eso aplica tanto a los magos como a las bestias.

Me sorprendió mucho que me diera consejos, pero creo que me estaban ayudando aunque fuera un poco.

—Cuando pongamos fin a esa mujer, podremos ayudar a la gente—aseguró—. Aquí ahora tienen agua limpia, si la cuidan y riegan sus campos, podrán sobrevivir un poco más, así que no te sientas mal.

—¿Agua limpia?

—Si, como dragón del agua puedo purificar superficies líquidas, desde un charco hasta un lago—aseguró sonriendo orgulloso—. Bueno no podría limpiar el mar así que no exactamente cualquier superficie ¡Pero igual soy el mejor! halágame, anda.

No pude evitar reír ante sus palabras, tal vez fuera un egocéntrico presumido, pero al menos podía animar a la gente.

—Creo que tienes fiebre—dijo colocando su mano en mi frente—. Será mejor que descanses un poco, Cronos dijo que nos iríamos en la noche, no ayudarás a nadie con ese malestar.

—No, es mi deber como Mayordomo ayudar...

—Ya no eres un mayordomo

...Es cierto...yo...sólo soy un hombre común...un hombre que estaba viviendo la realidad.

Creo que era la primera vez que realmente comprendía que...ya no era el mayordomo de la familia Desta...ahora realmente...lo perdí todo.

___

(Pv Kaito)

—¡Todo listo!

—¡Nos vamos!

La carroza inició la marcha al anochecer, los pueblerinos se despidieron de nosotros agradecidos, ojalá puedan vivir un poco más.

—Muy bien niños, ahora vuelvan con sus padres en orden.

La puerta de la guardería se abrió y los mocosos salieron, así que me di prisa en volver a mi cuarto.

—¡Kaito!

La enana corrió hacia mí sujentando mi mano con Isabel colgada en su cuello.

—¡Jugamos mucho hoy!—exclamó mientras Cronos pasaba cerca.

—¿Y a mí q...?—iba a preguntar pero el rubio me tapó la boca molesto.

—¡Qué bueno, Tavi! Seguro que a Kaito le encantará escucharte—dijo antes de susurrarme—. Que tú no hayas tenido infancia no significa que vas a arruinar la de los demás, compórtate.

—No es mi responsabilidad—repliqué, pero entonces vio a Isabel.

—¿Por qué Tavi tiene una de tus serpientes?

—¿Qué tiene? Es inofensiva—pregunté extrañado.

—Ya lo veo, hasta tiene moño—dijo—. Pero ten cuidado con ella.

En eso vi que mi querida serpiente blanca tenía un ridículo moño rosa ¡¿Cómo demonios le puso un moño sino tiene pelo?!

—Bueno, mientras no saques a las demás, no hay problema—dijo antes de irse—. Sé buen padre y llévala a su cuarto, si Leo sigue enfermo cuidala. 

—¡¿Ah?! 

¡¿Cómo que padre?! ¡Ni siquiera se la he metido a una mujer estos días como para tener mocosos!

—¡Vamos, Kaito! ¡Hay que ve a papá!—exclamó la mocosa jalando mi brazo.

Quería golpear a Cronos por decir esas cosas pero también quería dejar a la mocosa colgando en alguna parte para que no me moleste, pero no podía hacer ninguna de las dos.

Resulta que Lu sí que tenía fiebre, así que le di agua y medicinas, pero claro, también tenía que cuidar a la niña.

—Métete ahí—le dije dejándola en la ducha, pero ella me miró sin entender—. Báñate que ya es hora de dormir.

—No alcanzo—señaló la llave del agua.

¡¿Qué hice para recibir este castigo?!

____

Ni siquiera sé cómo me las arreglé para bañar a la mocosa, ponerle ropa y dejarla en la cuna, sólo terminé agotado en la cama hasta al día siguiente.

Habría seguido durmiendo de largo si Cronos no me hubiera despertado tirándome de la cama.

—¡¿Por qué mierda hiciste eso?!—le grité agarrándolo del cuello.

—¿No te dije que cuidaras a Leo?—preguntó molesto mientras la niña se despertaba—. Está tan mal que está delirando creyendo que está en casa de su amo y no podemos detenerlo.

—¡Papá!—exclamó tratando de bajarse de la cuna.

—Creo que el shock del pueblo y todo lo que le ha pasado le afectó tanto que explotó finalmente—dijo Cronos bajando a la niña—. Será mejor que lo cuides hasta que se recupere por completo.

—¡¿Ah?! ¡¿Estás loco?! ¡Si se supone que él debe cuidarme a mí!

De pronto, Cronos me miró con tal furia que me paralicé de miedo.

—Él acaba de perderlo todo, ha fingido estar bien hasta que colapsó ¿Y tú estás molesto porque no te puedes ni limpiar el culo sin ayuda?—me preguntó en susurros mientras la niña salía.

—N-no tan...—admito que no debí decir eso, así que me disculpé y acepté cuidarlo hasta que se recuperara.

Salí apenas con un pantalón puesto, pero no me molestó porque no estaba haciendo frío, al llegar a la cocina vi a Lady tratando de sostener a Leo que limpiaba las mesas con un trapo, parecía que quería convencerlo de que se fuera, pero él seguía insistiendo.

—Lu—lo llamé pero no me hizo caso, sé que no debería pero...—. Lucius.

Él me miró y sonrió, tenía la cara tan roja que echaba vapor por la boca.

—Buen día, Amo, perdón por las molestias—dijo con una sonrisa cansada y una expresión que me causó escalofríos—. Mi madre me está ayudando, pero preparamos el desayuno, por favor siéntese. 

¿Amo? ¿Se refiere al tipo que servía?

—Está bien, pero vete a descansar—dije acercándome a él y a Lady—. Lady, llévalo mientras busco algo para que coma.

Ella asintió y ahora sí dejó que se lo llevara. 

Los cocineros me dieron sopa y algunas medicinas, les di las gracias y volví con la mocosa al cuarto.

—Anda, come y luego toma esto—dije mientras Lady le ayudaba a comer.

Lu no dijo nada más, sólo obedeció y luego de tomar la medicina se quedó dormido, Lady colocó una compresa fría sobre su frente y lo arropó.

Pensé que entraría en crisis, pero no creí que sería así—dijo Lady en mi cabeza—. Estaré al pendiente también.

Gracias—respondí igual mientras la niña tomaba la mano de su padre—. No te asustes, ahora es él quien debe ser cuidado, no le causes problemas.

—Si—asintió la niña—. Yo cuido a papá.

____

De alguna manera, el mocoso se las arregló para escapar del cuarto tan pronto me descuidaba, al día siguiente lo atrapé en el pasillo barriendo, asustando a los demás.

—Lucius, vuelve a tu cuarto—le dije al llegar, de nuevo su cara estaba roja y encima temblaba.

—Buen día Amo, disculpe su despacho no está listo, deme un momento.

—Ya está limpio, vamos—dije tomando su mano y jalarlo al cuarto, tirándole la escoba a Cronos.

____

—¡Vuelve a tu cuarto o te amarro a la cama!

¡¿Cómo demonios se escapaba?!

Tan pronto fui a bañarme y bañar a la mocosa, Lu se volvió a escapar y ahora estaba en la biblioteca tratando de ordenar libros, pero el tipo pájaro y su novio insistían que ya lo habían limpiado.

—Pero, debo ordenar los libros de cuentas—decía apenas con fuerzas para seguir en pie.

—¡No te preocupes, ya lo hicimos nosotros!

—Si, anda a descansar por favor,  Lu.

Ya no aguanté más y lo cargué para llevarlo de regreso.

—Te dejaría desnudo en la cama para que no vuelvas a escapar sino fuera por la mocosa—gruñí dándole la medicina—. Aunque algo me dice que saldrías así en tu condición.

—¿Kaito, puedo ayudá? —preguntó ella.

—Si, quédate aquí mientras yo voy por algo de comer para los tres—dije antes de ir a la cocina.

Cuando regresé me sorprendió verlo sentado en la cama.

—¿Ya no saldrás? —le pregunté, pero cuando levantó la vista...sus ojos parecían perdidos en el limbo.

—Buen día, Amo, perdón que le hiciera venir aquí—dijo con una sonrisa cansada y una expresión que me causó escalofríos.

—Papá—la niña tomó su mano nerviosa pero él la miró con esa misma expresión.

—No te asustes, Lari. Aunque mamá se haya ido, no dejaré que nada malo te pase.

Está delirando.

—No te asustes niña, sólo debemos vigilarlo para que al fin descanse—le dije para que no se pusiera a llorar.

Ella me miró y asintió antes de decir algo.

—Lari.

—¿Mn?

—No niña, Lari—insistió—. Tavi tambén está bien.

Vaya niña.

—Bueno, Tavi—dije—. Supongo que está bien que confíes en mí un poco más—luego vi al padre—Lu...Quédate en la cama hasta que se te baje la fiebre. 

—¿Eh? Pero Amo, tengo mucho trabajo—insistió.

—Eso lo puede hacer alguien más—le dije tomando la sopa y ponerla en su regazo—. Come ahora o no te dejaré trabajar mañana.

Él asintió y tomó la cuchara, pero apenas la acercó a su boca se le cayó el cuenco.

—¡Lari quítate! —grité al ver que le caería la sopa caliente.

Ella se quitó y agarré el cuenco con una mano usando mi poder para que el liquido volviera, aunque me quemé un poco. 

—Me lleva el...—me mordí la lengua para no decir malas palabras frente a la niña—. Lu, abre la boca, te daré de comer.

Su mirada seguía en otro mundo, así que tuve que pedirle a Isabel que sostuviera el cuenco mientras yo le abría la boca y le daba de beber.

—Listo—dije agotado.

El problema era cómo hacer que Lu no salga de nuevo.

—Tal vez...—miré a la niña—. Tavi, vete a la guardería, yo cuidaré a tu padre.

Ella asintió y luego de darle un beso en la mejilla a su padre se fue con Isabel, ya ni le regañaba por llevarla sin mi permiso.

—Veamos, con algo de peso encima—dije quitándome la camisa, le quité la suya y me acomodé encima de él, de manera que pudiera sujetar su cuerpo y además como mi cuerpo era frío le ayudaría a bajar la fiebre.

—Me debes una, mocoso—dije cerrando los ojos para dormir un rato, realmente cuidar a alguien era agotador.

Aunque...su cuerpo no se sentía desagradable, para nada. 

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