Epilogo


........

El teniente Still se mantenía por fuera del enorme vehículo, como un centinela custodiando la puerta. Callado, levantaba la mirada en dirección a la arena del torneo, sin saber lo que estaba ocurriendo en ese momento.

La parte trasera del enorme camión había sido adaptada para poder brindar los primeros auxilios en caso de emergencia y ahí fue donde el coronel Jones recostó a Leona Heidern y con lo que recordaba de su entrenamiento inicial, procedió a revisar sus signos vitales.

—¿Que diablos fue todo eso? — murmuro.

Una vez que se cercioro de que no corría peligro se dejo caer al lado de esta, agotado por la pelea.

—Era como si algo mas se hubiese apoderado de ella — giro un poco la cabeza y la contemplo dormida, tan pacifica.

El semblante del coronel se torno melancólico al recordar la aterradora faceta que ella había dejado ver minutos atrás.

—No quiero volver a verte así... nada debería perturbar esa cara tan bonita, ni mucho menos... — se llevo la mano al rostro y volvió la mirada al techo — mierda que estoy diciendo, ¿por que me estoy dirigiendo a ella de esa manera? —dijo en sus adentros — ella es una jovencita y yo soy un viejo, no hay manera de que algo así.... Ni si quiera se por que se me esta cruzando por la cabeza — continuo hablando en voz baja —Tengo que tener cuidado con esto, por ahora debo concentrarme en que este bien.

Ralf Exhalo y se incorporo para dar unos golpes a la puerta, indicando a su compañero que abriera.

—¿Como esta? — pregunto el teniente.

—Estable pero débil, lo mejor seria llevarla a un hospital para que la revisen, hay que dar aviso al comandante.

—Lo he intentado contactar por la radio pero no hay respuesta — dijo el teniente de las gafas oscuras.

—Hmm... quizás aun no ha salido de ese lugar.

—¿Deberíamos echar un vistazo?

Ralf miro por sobre su hombro hacia la parte trasera del camión y medito unos segundos, no quería dejar sola a la chica.

—Intentemos con la radio de la cabina...

Lentamente la conciencia de la soldado silenciosa fue regresando, y los recuerdos de lo ocurrido se mezclaban con sucesos desconocidos a manera de sueños o eso creyó hasta que estos comenzaron a percibirse reales.

—¿Pero que? — dijo para si, al mismo que contemplaba sus manos, lucían pequeñas como los de una infante.

—Leona, Leona — la llamaban voces que le parecían familiares.

Pronto la imagen de un hombre con el cabello de un tono similar al de ella y de una dama contemporánea, se hizo clara.

—Ellos... ¿Papá? ¿Mamá?

Con sus pequeñas manos por delante, la Leona del sueño corría hacia la pareja que la llamaba con los brazos abiertos, pero lentamente el escenario se tornaba oscuro y los amorosos rostros de sus padres se convirtieron en expresiones de terror.

Gritos, alaridos y mucha sangre fue lo que la rodeo entre sus visiones.

—¡¿Que es esto?! — dijo contemplando nuevamente sus pequeñas manos cubiertas en sangre, estando de pie ante los cuerpos sin vida de sus progenitores.

Entonces sintió algo por encima, era una enorme mano que se cernió sobe su cabeza y al elevar la vista lo vio. Era Leopold Goenitz que de inmediato la hizo revivir mas y mas dolor del pasado.

—¡No! ¡NO! —Leona se levanto de golpe, con lagrimas corriéndole por las mejillas, encontrándose sola en la parte trasera de ese camión.

—Tampoco nada, en ninguno de los canales — Jones golpeo por sobre el tablero — Sea lo que sea que esta ocurriendo en ese lugar, esta interfiriendo con la señal.

—Si te preocupa dejarla sola, yo puedo ir y...

—No teniente, también tienes heridas que no debes tomar tan a la ligera — Ralf guardo silencio unos segundos para tomar una decisión final — De acuerdo, la llevaremos al hospital, aun si Heidern...

Un fuerte golpe, proveniente de la parte trasera interrumpió al de la barba desaliñada, provocando que los dos voltearan por un instante.

—¿Que fue eso?

Corriendo por todo el lugar, Leona Heidern tan solo quería encontrar un lugar en el cual pudiera silenciar las voces que se repetían en su cabeza, así como las imágenes llenas de sangre y muerte. Sin darse cuenta, el final del camino la llevo hasta la orilla de una zona elevada, dandole una idea para callar y borrar todo de una vez por todas.

Observo su mano, esta vez eran de un adulto, cubiertas por guantes, manos que había usado para asesinar. Con los ojos cerrados se dio cuenta que solo ella misma podría poner fin a todo.

Junto sus dedos, haciendo que su mano tomara la forma de una hoja de acero y la acerco hasta su cuello, cerrando los ojos en un intento de tomar valor.

—¡¿Que es lo que haces?! — Ralf Jones no lo pensó dos veces cuando la vio a la distancia y corrió hacia ella, atrapando a la chica entre sus brazos y arrojándola al suelo para rodar con ella lejos del acantilado —¡Lo que sea que estas haciendo! ¡No vale la pena!

—¡Suéltame! — forcejeo con él para tratar de quitárselo de encima, sin embargo, aunque Leona podría haberlo atacado no estaba concentrada en eso; tan solo arrojaba manotazos y trataba de ocultar su rostro.

—¡Lo recordé todo! ¡Fui yo! ¡Todo el tiempo he sido yo!

Clark intento avanzar hasta ellos, pero el brazo en alto de su coronel lo detuvo, cual orden.

—¡Ese hombre de antes me lo había dicho y ahora... ese ser, Orochi, mi sangre es la misma que el! ¡El me dijo que soy una hija de Orochi —continuo la peliazul.

Ralf se quito de encima de ella para dejarla calmarse.

Habían escuchado rumores al respecto de la hija del comandante, sabían que ella no era legitima de este, así como el hecho de que la habían hallado tras una terrible tragedia en su pueblo natal, y aun sin preguntarle mas detalles, comprendieron a lo que se refería, todo embonaba como un rompecabezas.

—Leona... no es tu culpa — hablo el coronel, en un tono completamente informal — nada de lo que haya sucedido en aquel entonces es tu culpa.

—¡¿Tu que sabes?!

—Es verdad, no se mucho, es mas, no tengo ni una maldita idea de todo lo que esta sucediendo en aquel lugar o por que las cosas se tornaron de esta manera, pero de lo que si estoy seguro, es que una niña es una criatura inocente y quien derrama lagrimas debido a sus actos, es por que realmente esta arrepentido.

La miembro del trio de Ikari no se había percatado de que dejo correr sus emociones por sus mejillas.

—Tu no eres así — comento Clark a la distancia y aclaro su voz, tratando de mostrar su apoyo — Leona es callada y tranquila, es una persona agradable, no es la misma que nos enfrento en la arena — trato de expresarse lo mejor que pudo.

Ralf rió levemente y le dio su mano a la joven para que esta se pusiera en pie.

—El que te hayan dicho eso, no significa que estas obligada a ser de esa manera, tienes opciones y ante todo, no estas sola — se rasco el labio superior en seña de estar un poco avergonzado de su extraño discurso — No voy a obligarte a hablar si no lo deseas, pero cuando desees hacerlo, te voy a escuchar y si quieres llorar, puedes usar esto — soltándose la pañoleta de la cabeza se la extendió a Leona, la cual lo contemplo regalándole una extensa sonrisa.

—... Gracias — dijo en una voz muy baja.

Aquella expresión provoco en Jones una sensación que lo impulso a virarse para que ella no pudiera contemplar su semblante.

—Debes descansar, será mejor que...

Puesta en pie, alcanzo al coronel, dejándolo ver que había usado su pañoleta para atar su hermoso cabello de color azul.

Ralf trato de contener su expresión y trato de continuar como de costumbre.

—Voy detrás de ti, Leona.

Avanzando en el medio de sus compañeros, las voces de su cabeza se mermaron y tan solo escuchaba el sonido grave de la voz del comandante que venia haciendo conversación a los otros, recibiendo respuestas cortas pero animadas por parte de Clark.

Leona sonrío ligeramente, algo que los otros dos no pudieron contemplar.

Tiempo después, y con las palabras de sus compañeros de equipo, grabadas claramente en sus pensamientos, Leona tomo una decisión con respecto a su propio destino, y para ello, requería afrontar ese pasado del cual todavía se sentía culpable.

Así que aprovechando que las cosas después del torneo se habían enfriado y el comandante Heidern había regresado de una misión, la de cabello azulado se dirigió para hablar directamente con este.

—No necesitas solicitar mi permiso para estas cosas — le expreso el cara dura de un solo ojo — si lo que deseas es una charla de padre a hija, con gusto reservare el tiempo para ello.

La joven exhalo y tomo asiento enfrente de quien la había hallado cuando era pequeña, justo después de que el le indico que podía tomar un descanso.

—¿Que es lo que necesitas ? — insistió Heidern, sabiendo que Leona no era de tomar mucho la iniciativa al hablar.

—Es sobre lo ocurrido años atrás — comenzó a hablar con voz baja — Quiero saber todo al respecto, sobre mi pueblo, sobre mi padre y sobre...

—Comprendo — el comandante hizo a un lado las hojas que recién había recibido, sobre el reporte del grupo que reviso el lugar donde había estado Kyo Kusanagi, imágenes de desconocidos se revolvieron entre estos — Te dire todo lo que se, pero hay algunas cosas que incluso yo mismo desconozco — el enorme hombre se levanto de su asiento dentro de su oficina de colores neutros y se dirigió a la ventana — Si deseas mas respuestas, la señorita Chizuru Kagura podrá orientarte.

La primera intensión era que fuese un viaje de padre e hija, sin embargo, de alguna manera, se terminaron por incluir por si mismos, el teniente Still y el coronel Jones, llegando al país del sol, donde fueron recibidos inmediatamente por la lidera clan de los Yata, la cual, le explicaría sobre los Hakkesshu a la soldado silenciosa...

......

—¡Realmente nos tomo por sorpresa! ¡Pensamos que los radares del grupo Ikari no nos habrían encontrado!... Fue un milagro que pudiera salir de ahí y mas aun lograr hacerme de la información y las muestras antes de que todo volara en pedazos.

—Estamos muy satisfechos con su labor Dr. Makishima, y aliviados de que pudiera traer consigo las muestras del ADN de Kyo kusanagi.

Makishima, el hombre de bata blanca y vestimenta ordinaria, había logrado escapar de aquel lugar donde se llevaron a cabo los atroces experimentos con el joven heredero Kusanagi.

Desconociendo su identidad y pensando que había quedado inconsciente, la pareja de pelirrojos no se imagino de que el sujeto, responsable del complejo, había logrado arrastrarse fuera de ahí para llegar hasta donde sus superiores, a los cuales relato todo lo ocurrido, sosteniendo una compresa fría en su rostro, debido a los golpes recibidos.

—Aun no me explico como es que lograron entrar — prosiguió, mientras le extendía un maletín metálico a la sumamente elegante y llamativa dama de cabellos platinados y cortos, envuelta en ropajes blancos.

La mujer tomo el objeto y sin mas, se viraron para observar algunas de las imágenes que se habían logrado salvar de los intrusos que sustrajeron al de las llamas carmesí. Pero sin duda lo que mas les llamo la atención, fue el hecho de como Iori Yagami había acabado con las replicas de Kusanagi.

—¿No habría sido mejor experimentar con ese sujeto Yagami?

—Señorita Misty, alguien como Iori Yagami, no es sencillo de someter — comento Makishima, empujando sus gafas con su dedo indice — Ademas, la sangre de los descendientes de linaje Yasakani es muy inestable, el único que logro realizar experimentos con ella y resulto exitoso, fue mi predecesor, Noah.

Proveniente del fondo, emergiendo de la oscuridad, se dibujo una silueta encapuchada en negro, con el rostro cubierto en sombras. Se dirigió con una voz profunda y contundente hacia el científico.

—Nada es imposible en este mundo Dr. Makishima, si se ha logrado manipular la sangre de Yagami en el pasado, quiere decir que existe una manera, o quizás... ¿es demasiado para usted?

Sintiendo las palabras del encapuchado como un reto mas que una amenaza, Makishima tuvo una regresión a sus días como asistente, tiempo en el que su mentor no dudaba en elogiar sus habilidades.

—Este era el trabajo de nuestras vidas — pensó antes de darle su respuesta al hombre de las sombras — Puedo hacerlo, ¡Continuare con el proyecto!

—Excelente, no esperaba menos de usted Dr.

—Debemos tener cuidado ahora que conocen nuestras intenciones — añadió Misty.

—Ellos aun no están consientes de todo, pero no dudo que mantendrán un ojo en todo esto — el de los ropajes negros elevo el rostro hacia la imagen congelada de un Iori Yagami, haciendo pedazos a uno de los tantos Kusanagis — Dr. Makishima, desde ahora continuara con el proyecto del ejercito de luchadores y la creación del guerrero mas poderoso, procuraremos que el suceso en la base de la costa no se lleve acabo nuevamente.

—Si — acento el cientifico.

—También debe reunir la información de los peleadores mas sobresalientes, así como sus mejores atributos y...

—Permite hacerlo —Una cuarta figura surgió de entre ellos, como si se hubiera formado del suelo mismo — Tengo mucha experiencia en esto, así como información por adelantado — comento con su voz sombría y carrasposa.

—¿Quien es el? — pregunto Makishima a la dama — Es la primera vez que lo veo.

—El es Ron, un... agente especial.

Al científico le pareció inusual la figura pálida del Hizoku.

—De acuerdo, adelante, Ron.

El mitad sobra desaparecido de la misma manera en la que había llegado, dejando mas preguntas que respuestas a Makishima.

Habiendo despachado al cientifico y al Hizoku, Misty y aquel que se cubría el rostro se quedaron solos unos minutos.

—¿De verdad podemos confiar en Ron? — pregunto la dama.

—El no sabe demasiado de nosotros, ademas, en este momento el busca poder suficiente para vengarse de la humillación que recibió por parte de sus antiguos aliados.

—¿Te refieres a los Godai?

—Sí, es por eso que Ron llego a mi, casi arrastrándose, consiente de mi deseo por destruir a Hanzu tanto como él — sonrío confiadamente — pero por ahora, concentremos fuerzas en nuestro plan.

Tomando el brazo de aquel hombre, Misty desapareció con el encapuchado entre las sombras del lugar...

......

Con una pequeña bolsa de tela apoyada sobre su hombro, el integrante de los supuesto sobrinos de Leopold Goenitz apareció frente al enorme edifico donde vio por ultima vez a sus hermanos antes de marcharse para iniciar un nuevo entrenamiento.

—¡Genbu! ¡Nunca imagine sentir tanta dicha de verte de vuelta! — dijo su hermana mayor, justo al momento de abrirle la puerta del penthouse —¡Las cosas se complicaron un poco y ese idiota de Suzaku es un fastidio!

El sereno y reservado guardaespaldas, dejo sus efectos sobre un sillón cercano, no sin antes despojarse de su calzado, escuchando en silencio todo lo que salía de boca de la otra.

—¡Todo el tiempo solo estuvo dándome dolores de cabeza es insoportable! ¡Definitivamente te haz vuelto mi favorito, bueno, después de Byakko...

—¿Donde esta Shin? — la interrumpió mientras contemplaba el lugar.

—¿Uh? ¡Oh! Ha estado encerrado desde hace días en su estudio — el semblante de la elegante mujer se torno rígido — Tuvimos un contratiempo para llegar al torneo — pronto las palabras de Seiryu la transportaron hacia aquel día de la final...

Justo después de haberse librado de la presencia de los Hizoku en el aeropuerto, no demoraron en contemplar lo que eran las ruinas de la arena donde los tres tesoros habían derrotado a los reyes celestiales. El panorama desolador dejo mudo a Hanzu, que con las manos en los bolsillos tan solo dio unos pasos al frente para patear una piedra suelta.

—Bueno, al menos no tenemos que preocuparnos en hacer limpieza — comento Suzaku.

Ignorando el comentario del de la mascara, Seiryu se concentro en el semblante del mayor de todos, temiendo que la furia se apoderara de él.

—Se supone que no debía terminar así —murmuro el empresario —¡Maldito seas Ron! — sus ojos comenzaron a tornarse oscuros —¡Todo esto para... Antes de volver a liberar su ira, se percato que en la zona de las gradas o lo que quedaba de estas, la mayor parte de la cabina estaba intacta.

—Al volver del torneo comenzó a revisar las cintas que logramos rescatar, primero las miro de corrido, pero ahora las esta revisando a detalle, aunque creo que esta siendo algo obsesivo, no ha comido lo suficiente, ni tampoco dormido, solo consume te y agua en su mayoría.

Genbu viro la vista hacia la puerta que llevaba hasta el estudio del originario de Hong Kong.

—Tal vez tu presencia ayude a que salga de ahí — dijo la otra en un intento de que se acercara.

Sin el saco y la corbata puestos, con las mangas enrolladas y unos claros círculos oscuros bajo sus ojos, fue como Genbu hallo a su hermano mayor, sentado frente a varios monitores, atento a lo que sucedía en estos, rebobinando algunas partes para observarlas detenidamente.

—Deberías tomar un descanso y comer apropiadamente, no puedes vivir de los líquidos.

—Es lo lamentable de poseer carne humana, nuestros cuerpos son tan frágiles — le respondió sin apartar la mirada del monitor — Supongo que escuchaste lo sucedido en el torneo y por eso regresaste, que considerado de tu parte, lo aprecio.

—Lamento decepcionarte, apenas Seiryu me puso al corriente de los eventos del torneo y de como concluyeron las cosas.

—Entonces ¿que te trajo de vuelta?

—Planeaba hacer una parada en la aldea de los Hizoku y fue entonces que me entere por medio del hijo de Ron, que este se llevo a un gran numero de ellos consigo y no regreso, tan solo descubrieron que los demás habían muerto.

—...¿Es así? — dijo el otro sin perder la compostura o como si no le importase demasiado.

—Imagino por tu falta de sorpresa, que tu estas involucrado, Shin.

—¿Volviste para reclamarme o para conocer mi versión de la historia?

Genbu no respondió.

—Se que tienes una extraña "amistad" con el joven Duo Lon...

—No existe tal cosa, solo fuimos compañeros de entrenamiento algún tiempo.

Hanzu aclaro su garganta y prosiguió.

—Como sea que le llames, pero haz de saber que quien perdió la cabeza fue su padre, de alguna manera se entero que nuestra alianza era una mera fachada y decidió hacernos una emboscada, nos retuvo por horas y gracias a eso no llegamos al torneo a tiempo, termino por sacarme de mis casillas, grave error — siguió atento a la pantalla.

—¿Que quieres decir? ¿Los mataste?

—Sí.

Se hizo silencio por varios segundos, hasta que el de cabellera larga y negra se froto los ojos.

—No me digas, que estas molesto conmigo y sientes compasión por ellos.

—Los traicionaste...

–No, no lo hice, al menos aun no. Ellos fueron quienes optaron por la fuerza en lugar del dialogo, quizás habría reconsiderado su destino si Ron me hablaba de frente con la verdad y me revelaba quien le habría dado esa información.

El hermano mas joven continuo callado.

—Los Hizoku son asesinos, Genbu, tu y yo también lo somos, la diferencia es que somos mas selectivos y tenemos un propósito mayor.

—No te aflijas por ellos querido hermanito — Seiryu se hizo presente con una ronda mas de te para Hanzu — Al final de la pelea, Ron huyo, dejando a algunos de sus hombres en aquel lugar, nosotros solo los rematamos para evitarles la vergüenza.

Byakko tomo la taza recién servida y la llevo hasta sus labios.

—Te dejare claro algo, Genbu; sin importar lo que suceda yo jamas te dejaría atrás, ni a ti ni a Seiryu ni a ninguno de mis queridos hermanos, lo que hizo Ron fue una muestra de egoísmo, y puedes corroborarlo, ya que sabemos que se arrastro ante Igniz para que le diera cobijo entre sus fuerzas.

—¿Que pasara con el resto de los Hizoku?

—Eso ya es cosa de ellos.

—Lo vez Genbu, Byakko es un hombre piadoso, pues si el hubiera deseado, acabaríamos con todos los Hizoku.

—Para ser Honesto, no creo justo que los demás paguen por el error de Ron — coloco la taza en el pequeño plato de porcelana — Ademas, no tienen el poder suficiente para ser una amenaza.

—¿Y que sucederá si al hacer alianza con el heredero de NESTS se hace mas poderoso?

Golpeando ambas manos sobre la mesa y dejando escapar una carcajada, Byakko no pudo contenerse.

—Disculpa, solo de imaginarlo me pareció gracioso — trato de volver a su perfil elegante — Para comenzar, Igniz no posee tal poder y definitivamente no es algo que compartiría con Ron ni con nadie, si acepto a Ron en sus filas, fue por que le conviene o lo cree útil por ahora.

—Realmente no pareces preocupado por lo que el heredero de NESTS vaya hacer contra ti.

—No Genbu, no lo estoy, y eso es por que, Igniz nunca ha podido hacerme frente y lo sabe, por el momento va a jugar a ser dios, tal cual lo intento Rugal Bernestein y termino por desaparecer de la faz de la tierra — sonrío — y eso es por que el único dios que debe existir entre nosotros, es... — congelo una de las imágenes, la que tenia mas al centro, donde aparecía la silueta de Orochi, habiendo distorsionado un tanto la imagen debido a su mera presencia —... Bellísimo — los ojos de Byakko se abrieron al contemplar a la antigua deidad.

—¿Es él?

Tanto Seiryu como Genbu se aproximaron para contemplar la imagen que tenia embelesado a su hermano.

—Orochi...

—Si, es él — El semblante de asombro y admiración se desvaneció del dueño de la cadena Satella y se reclino para descansar su espalda un momento —Pero no esta completo, el ritual no estaba completo, y el contenedor que usaron no habría podido contener su poder.

—Estas diciendo que el Orochi que se manifestó ¿No mostró todo su poder?

—Es exactamente eso... lo cual es un poco alentador, ya que podremos seguir los designios de nuestro padre, no obstante, debemos esperar un poco mas — se viro a otro monitor, donde se reflejo en sus ojos, la escena donde el grupo de Athena traba de contener a la pelirroja — Necesitamos que se haga mas fuerte para que puedo resistirlo.

—Si ese es el caso ¿Cual es el plan ahora?

—Concluir con "el arca" — Hanzu se levanto y fue hasta una gaveta de un mueble antiguo, donde saco un pequeño y rígido maletín —Perfeccionar el suero — tomo un pequeño frasco de este, que contenía un liquido cristalino — Y asegurarnos que nada nos vuelva a estorbar en el camino — lo levanto para ver atravesar de él — No cometeremos el mismo error que Leopold, seremos cautelosos.

—¡Ja! ¡Eso díselo a Suzaku! — reclamo la dama cruzando los brazos —la sutileza no esta en su vocabulario.

—Ahora que lo menciona Seiryu ¿Donde esta ahora? Creí que estaba aquí.

—¿Suzaku? — Hanzu guardo el frasco y cerro el maletín con cuidado — dijo que iba a divertirse un rato, ignoro realmente a que se refería, pero puedo imaginarlo —la mirada de Byakko se hizo filosa al pensar en lo que estaría haciendo su cuarto hermano...

.....

La ciudad de Osaka, estaba intacta después de casi un año de ausencia del peleador de las llamas carmesí.

Con una rápida recuperación y habiendo regresado a su ciudad natal, Kyo Kusanagi gastaba su tiempo en permanecer casi todo el tiempo en su hogar, tan solo asomaba la cara a la calle cuando su novia iba por él para acompañarlo a las terapias con las que continuaba en el hospital central.

— Los médicos dicen que lo estas haciendo de manera excelente.

Caminaban de regreso, después de una de las tantas sesiones, su novia intentaba levantarle los ánimos, sonriendo y dandole palabras de aliento todo el tiempo

— De hecho a simple vista pareciera que nada ha pasado.

—Pero, paso — respondió Kyo, con la mirada al frente y un rostro un tanto inexpresivo.

Se estaba haciendo costumbre, la manera en la que el respondía, apático, de frases cortas, monosílabos o sonidos que figuraban onomatopeyas.

Con un suspiro, Yuki Kushinada, bajo la mirada a manera de comprender a su novio, entonces, una idea le vino a la mente.

—Kyo, ¿que te parece si el próximo fin de semana vamos de paseo a alguna parte? Solo tu y yo, lejos de la ciudad.

Kyo se detuvo sin darle respuesta.

—Un poco de aire fresco vendría bien, despejarnos de todo y...

Cuando la joven estudiante se percato, su novio estaba haciendo una expresión sumamente seria, pero no era a ella que se dirigía; siguiendo la mirada del joven Kusanagi, Yuki se percato que no estaban solos.

Un hombre igual de alto y corpulento que su enamorado se encontraba por delante de ellos, con una apariencia un tanto estrafalaria, resaltando de este, su cabellera de tono naranja y una mascara de las que se utiliza para evitar gases nocivos.

—Kyo Kusanagi, por fin te conozco de frente — avanzo unos pasos hacia la pareja — ¡Vaya! ¡De verdad que si eres un galán, ja, ja, ja!

Los ojos de Suzaku se deslizaron hacia la novia del heredero de la reliquia.

—¡¿Quien diablos eres?! ¡¿Que es lo que quieres?! — lo cuestiono el peleador, colocándose por delante de su chica, para que el otro no la siguiera mirando.

—¡Oh! ¡Diablos! Siempre olvido presentarme — se golpeo la cabeza con la palma de la mano — Torpe, torpe, ¿Donde están mis modales? — se detuvo — Me llamo Suzaku y estoy aquí para matarte — aun con la mascara puesta, se percibió una sonrisa malévola detrás de esta.

El corazón de Yuki golpeo fuerte y rápido, al mismo que sintió un frío recorrerla.

—¡¿Eres un Hakkesshu?! — lo cuestiono el del sol en la espalda.

—Shhhhhh — con el dedo indice sobre su mascara, Suzaku demoro en dar su respuesta — Me dijeron que no debo hablar de eso — murmuro.

—¡No eres mas que un payaso! — dijo Kusanagi, al contemplar las actitudes excéntricas del sujeto.

—...¿Payaso? — Los ojos del enmascarado se tornaron fríos — no me gusta que me digan así, mucho menos un muchachito estupido como tu.

Previendo el ataque de su oponente, Kyo echo hacia atrás a su novia, para evitar que está resultara lastimada tras el impacto, no obstante, lo que sucedió no se lo hubiera imaginado.

Una sombra idéntica a Suzaku lo ataco, al mismo que Kyo vio como otra se separaba del cuerpo de su oponente para deslizarse cual serpiente hacia la parte posterior.

—¡Kyo! — escucho el grito de su chica llamándolo por detrás.

Su oponente había desaparecido ante sus ojos y reapareció sujetando a la joven.

—¡Suéltala!

—Uh, no — desvaneciéndose nuevamente, con todo y Yuki, el sujeto apareció unos cuantos metros mas adelante, al lado de uno de los postes que iluminaba la calle y arrojo a la chica hacia la parte alta de este.

—¡Kyaaaa!

—¡Yuki! — grito Kyo.

—¡Kyo! —grito Yuki.

—¡Suzaku! — grito el mismo —Ja, ja, ja, ja, ustedes de verdad se alteran con facilidad .

Kushinada había logrado sujetarse de la estructura para evitar caer de golpe a la calle.

—¡No te sueltes voy por ti!

Naciendo de uno de los brazos de su oponente, una llama chispeante recorrió la extremidad, llegando hasta el suelo y formando un lazo grueso y destellante, el cual agito para golpear a Kusanagi.

—No he dicho que puedes acercarte — dijo el enmascarado — Pretendía dejar a tu chica ahí, como espectadora de tu muerte, pero gracias a tu impaciencia, voy a hacer las cosas mas divertidas — Con su otra mano formo una esfera de fuego, arrojándola justo debajo de Kushinada dejándola a merced de las llamas en una posible caída.

—¿Hace calor, cariño? — pregunto el hombre de la mascara a la novia de Kyo —¡Ja, ja, ja, ja!

Al ver como Yuki se aferraba con todas sus fuerzas para no resbalar Kyo se quedo con la boca entre abierta debido a la expresión de terror de la chica.

—¡Maldito! — apretó los puños.

—¡Ohao! ¡Parece que si vas a pelear enserio!... espléndido — los ojos de Suzaku se arrugaron, dando a entender que estaba sonriendo, satisfecho de su fechoría.

—¡Kyo por favor no lo hagas! — dijo Yuki sudando por el calor del fuego.

Haciendo caso omiso de los deseos de su novia, Kyo, se había plantado ante el sujeto.

—¡¿Por que estas haciendo esto?! ¡¿Quien te envío?! — arrojo el primer golpe.

—¡No hay nada de eso! — Suzaku lo evadió y contraataco aprovechando los movimientos aun rígidos del joven heredero —¡Quiero conocer el poder de a quien llaman "El Rey de los peleadores"!

Los golpes de Suzaku, eran veloces y de gran impacto, sabia el punto exacto en el cual infligir dolor, y no titubeaba al momento de tomar ventaja de su oponente.

Pronto Kyo comenzó a agotarse.

—Hmmm.... ¿Que pasa con él? ¿Ya esta cansado? Ni si quiera ha utilizado sus llamas ni una sola vez — pensó el de la mascara — ...que irritante.

—¡Vamos! — Kyo jadeaba por el esfuerzo, mas no pretendía rendirse.

—¿A que estas jugando? — pregunto Suzaku. Sin embargo la respuesta por parte del de cabello castaño no llego —Muy bien, tendré que presionarte un poco mas.

Esta vez, las llamas de su oponente se dirigieron a donde estaba Kushinada, provocando que la estructura se tambaleara.

—¡Gyaaaa! — la chica se aferro al metal

—¡No! — grito Kyo.

—Tal parece que no resistirá mucho, solo restan unos minutos para que tu chica caiga sobre el fuego — coloco sus manos sobre sus mejillas y comenzó a hablar a manera de burla — ¡Oh no! ¡Me pregunto! ¡¿Que es lo que Kyo Kusanagi hará al respecto?! Ja, ja, ja, ja.

—¡Eres un maldito! ¡Si lo que quieres es enfrentarte a mi, lo haré, no tienes por que involucrar a Yuki!

—A decir verdad, me emociona tener música de fondo — se refirió a los gritos de la joven —ademas, trabajo mejor bajo presión ¿Que hay de ti? — Se movió tan rápido que dejo ataras una estela con su propia apariencia. Y le propino un gran golpe de lleno a Kusanagi —¡¿Es suficiente para que comiences a pelear en serio?! — su voz se hizo mas grave, y hasta cierto punto de un tono aterrador.

Kyo se sujeto el estomago, donde había recibido el impacto y trato de no flaquear.

—¡Debo proteger a Yuki! — murmuro y volvió a enderezarse para enfrentar a su oponente en una segunda ronda. No obstante, sus movimientos se hacían torpes.

—¡Maldita sea! — vocifero el de la mascara, tras evadir la mayoría de los impactos del de cabello castaño.

Con sus llamas rebeldes y chispeantes, Suzaku, movido por la ira, comenzó a propinarle una serie de golpes repetidos a Kusanagi, finalizando con su látigo de fuego, en el cual enrollo al heredero y lo estrello con una gran fuerza sobre el suelo.

—¡No! — exclamo Yuki Kushinada entre lagrimas.

El de la mascara, avanzo hasta el joven heredero y coloco su pesada bota sobre la espalda de este y comenzó a hacer presión.

—¡No es divertido! — le reclamo —¡¿Como voy a convertirme en el rey del fuego si no me enfrento a las llamas de tu reliquia?!

Increíblemente, Kyo Kusanagi luchaba por tratar de ponerse de pie, pero entre mas lo intentaba, mas presión ejercía su oponente.

—¡Arg!

—¡Por favor para! — Volvió a gritar Kushinada, para llamar la atención del agresor —¡Kyo no puede...

—¡Yuki cállate! — vocifero su novio para evitar que hablara, sin embargo, a su novia le preocupaba mas su seguridad.

Con eso, la chica había ganado la atención del villano.

—¡No lo haré! — cerro los ojos para no mirar a su novio y poder decir la verdad —¡Kyo ha perdido sus llamas! ¡El esta en recuperación, por eso no puede pelear! ¡Ha pasado por muchas cosas, ten misericordia!

Los ojos de Suzaku se abrieron al escuchar las palabras de Yuki y enseguida volvió su atención a Kyo, fijando sus ojos en el y en su expresión de derrota.

—Ya veo — murmuro y luego se agacho un poco para levantar la cara de Kusanagi tirando de su cabello —¡¿Y por que no lo dijiste antes?!

Dejando caer el cuerpo del luchador que usaba el sol como símbolo, se dirigió hasta donde estaba la novia de este, y sin importar atravesar por su propio fuego, dio una patada con fuerza que finalmente derribo la estructura.

—¡No! ¡Yuki!

Por fortuna, esta había sido atrapada por el mismo Suzaku, quien la tomo por la cintura, casi arrastrándola hasta quedar en frente de Kyo.

—¡D, déjala ir! — dijo el otro en un esfuerzo.

—Lo haré, no sin antes te dejare un recordatorio... Mas te vale recuperar tus llamas y volver al nivel con el que enfrentaste a los reyes celestiales, de lo contrario — Con la mano que tenia libre, se aparto la mascara del rostro y revelo su horrorosa boca, que exhalaba un humo denso —Matare a tu novia, a tu madre, a tu padre y a todo ser que sea importante para ti, y no me detendré hasta que me enfrentes con todo tu poder — Coloco su larga y afilada lengua sobre el cuello de Yuki y procedió a pasarla a lo largo de este, dejando una marca roja en la piel de la chica, prueba de la alta temperatura de su órgano.

—¡Kyaaa! — la chica solo pudo gritar ante la desagradable sensación.

—Sabe muy bien, quizás juegue un poco con ella antes de matarla — Arrojo a Yuki al suelo — Así que ya lo sabes — se dio la media vuelta y avanzo tranquilamente, haciendo un ademan de despedida hasta perderse en la sombras — "Chaito".

Entre lagrimas y con las manos temblorosas, la joven estudiante se acerco a su novio para tratar de ayudarlo, pero este tan solo la aparto con un manotazo. Estaba herido, herido en lo mas profundo de su orgullo al no haber podido hacerle frente a su oponente y permitir que todo aquello sucediera...

.....

Desde la llamada de su prima, Reiji Oogami, se había evocado a localizar a la chica, no tenia mucho conocimiento de los lugares que frecuentara, así que lo único que pudo hacer era preguntar por los alrededores de donde solía vivir con Yagami.

—¡Rayos! — dijo para si, al cerrar la puerta del vehículo que había rentado para poder desplazarse, pues no había tenido éxito alguno.

En eso sonó el móvil que llevaba consigo.

—¿Aun nada?

—No, no he obtenido nada, Chizuru.

—¿Crees que haya ido con los Kusanagi?

—No, sabiendo que ellos están ocupados con la recuperación de Kyo, ella probablemente no querría darles mas problemas.

—No lo entiendo ¡¿Por que no vino conmigo?!

—... Seguramente sentía vergüenza, empeñarse tanto en sus sentimientos y en la relación con Yagami al punto de desobedecer las reglas del clan y que ahora resultara en, esto.

—Entiendo — dijo la sacerdotisa en voz baja.

—Chizuru, tu haz convivido mas con ella que yo en esta ciudad, ¿tienes alguna idea?

—No hemos convivido como tu piensas, casi siempre solía visitarme en la oficina — Chizuru pensó por un momento —Bueno, recuerdo que la primera vez que la encontré con Yagami, fue en un restaurant bar del centro, es posible que alguien ahí la conozca.

Sin otra idea en mente, Reiji se dirigió hasta donde "la banda" solía tocar con frecuencia, hallando tan solo al señor Tamaki, que acababa de voltear el letrero de "cerrado" a "abierto".

—Buen día...

—Ah, Buen día caballero, ¿desea una mesa? — lo cuestiono con toda atención.

—N, no, la verdad es que estoy buscando a alguien quizás la ha visto por aquí, una chica como de este alto, es una adolescente, de cabello rojo y...

—¿Kaoru?

—¡Si! ¡¿Ha sabido algo de ella?!

—Lo lamento pero hace meses que no la veo por aquí, partió junto con su hermano a un evento internacional — El señor Tamaki estaba consciente de la relación de la pareja de pelirrojos, sin embargo, ante los demás seguía refiriéndose a ellos como hermanos para que no tuviesen problemas.

—Escuche, no tiene que disimular conmigo, se acerca de esos dos.

Sorprendido y viendo el semblante de preocupación por parte de Oogami, el cantinero insistió en que el hombre pasara y le sirvió un trago de cortesía para que se relajara.

—No sabia que Kaoru tuviese un padre, hasta donde sabia, ellos eran huérfanos.

—No soy su padre biológico, decidí adoptarla y darle mi apellido hace año y medio, durante el tiempo que ella estuvo en America, y la deje volver por que ella realmente quería estar aquí con Yagami.

—¿No le preocupaba que él hiciera algo indebido? —Tamaki estaba poniendo a prueba a Reiji.

—Al principio si, pero con todo lo que escuche de él, decidí darle el beneficio de la duda, ademas, si el hubiera hecho algo como eso Kaoru no habría tenido los mismos sentimientos — El también miembro del clan Yata, se llevo las manos a la cara — Y yo que pensé al conocerlo, que era un hombre de palabra, al final la termino lastimando y ahora no tengo idea de donde pueda estar, realmente no soy un buen padre ¿eh? Espero hacerlo mejor con la pequeña.

—Creo que usted es alguien noble, no se culpe de esa manera — Tamaki exhalo —No comprendo por que Iori hizo algo como eso — el dueño del lugar volteo la cara hacia la repisa donde tenia varias fotografías del lugar, de los empleados, de "la banda" y una donde solo estaban los pelirrojos, una foto tomada poco después del regreso de Kaoru, en ella, aun cuando los dos parecían serios y distraídos, se podía apreciar la alegría de estar juntos — Iori es un chico silencioso, se que tiene su carácter, sin embargo, cuando se encuentra aquí generalmente es tranquilo.

El señor Tamaki tomo la foto y la contemplo para después acercarla a Oogami. Este contemplo la imagen que les habían tomado sin avisar.

— No se mucho de su historia, al menos no la real, solo se que en el fondo siempre ha habido un profundo sentimiento entre ambos. Y cada vez que Kaoru se aleja o se aparta de él, Iori se termina por encerrar aun mas en si mismo al punto de llegar a perderse, es por eso que pienso que si el la rechazo de esa manera... —la voz del hombre se hizo melancólica —pobres chicos.

—Usted les tiene mucha estima.

—Los conozco desde que llegaron aquí siendo casi unos niños, completamente por su cuenta y tomados de la mano.

Con la mirada baja, Reiji exhalo teniendo una mezcla de sentimientos con respecto a la situación.

—Es inevitable no sentir compasión por ambos— dijo Tamaki — y pensar lo injustas que son algunas cosas.

— No puedo sentir compasión por él en este momento y menos por haber tratado a mi chica de esa manera, aun que se que el la ama, tan solo es que le hace falta... valor.

En ese momento, la campanilla de la puerta sonó y fueron entrando uno a uno los miembros de "la banda" menos Yagami.

—¡Hey Tamaki-san! — lo saludaron como de costumbre y comenzaron a llevar sus instrumentos hasta donde generalmente se instalaban —Yagami esta de vuelta, pero no he sabido si vendrá hoy...

—Muchachos, ¿puedo tener su atención por aquí? —A aprovechando que los otros estaban ahí, Tamaki resumió la historia de Oogami a modo de que ciertos detalles no causaran un efecto negativo en los músicos.

—Tuvieron una pelea y ahora no sabemos donde esta Kaoru.

Los otros escucharon con atención, creyendo cada palabra que Tamaki explico, todos menos Oda, que se limito a guardar silencio y encender un cigarrillo.

—B, bueno — dijo el baterista, hace días me pareció ver a una chica como Kaoru — todos se giraron al escucharlo.

—¡Idiota! ¡¿Por que no la detuviste?! — le reclamaron.

—No pensé que fuese ella, para esa hora no tenia idea de que habían regresado a Japón, ademas no le vi bien el rostro.

—¿Sabes que dirección tomo?

—Si, la vi pasar del otro lado de la estación, me parece que tomo la ruta a xxxx, y como se encuentra de camino contrario a su casa, por eso no pensé que fuese ella.

—Puede que incluso no sea ella — comento otro de los miembros.

Todos guardaron silencio un momento.

—¡Ya lo tengo! — Reiji se levanto de golpe y de inmediato fue por su chaqueta — ¡Claro como no se me ocurrió! En esa área, hay una antigua propiedad de los Yata, ahí crecieron Miu y Sinobu hasta que se fueron a vivir con Jun — murmuro mientras cruzaba la puerta.

Oogami salió rápidamente y con esa misma velocidad regreso para despedirse de los hombres.

—¡Muchas gracias! ¡Por la ayuda y por cuidar de la pequeña!

—Por nada, Avisen si la encuentra.

—¡Si!

Con fé de que la encontraría en aquel lugar, Reiji se subió a su vehículo y al tanto se acomodaba el cinturón de seguridad, algo golpeo el cristal.

Era Oda quien lo había alcanzado.

—¿Que sucede?

—Usted menciono ser el padrastro de Kaoru, así que quería pedirle un favor, si la encuentra, no la deje ver a Yagami.

Reiji elevo ambas cejas y lo dejo continuar.

—No me mal interprete, yo no suelo involucrarme en estas cosas, pero creo que es momento de que alguien le de un empujón a Iori y se de cuenta de lo que esta haciendo.

—Es natural que no le permita verlo después de esto.

—Eso lo sabrá usted con el tiempo, no es como que lo que hay entre esos dos se vaya a borrar tan fácilmente, me atrevería a decir que es algo que no se va a borrar nunca. Pero Kaoru siempre es la que regresa, aun que él la espere con brazos abiertos es hora de que sea Yagami quien vaya por ella.

—Dudo que él haga eso.

—¿De verdad? — se quito el cigarrillo de los labios y se deshizo de las cenizas.

Oogami guardo silencio, recordando la permanecía y el comportamiento de Iori durante los meses en el templo del norte.

El miembro de los Yata, exhalo y luego cerro los ojos.

—El que Yagami regrese por ella en el futuro, no significa que Kaoru lo va a esperar para siempre, puede que alguien mas llegue o simplemente elija otro camino.

—Lo se, se que eso es una posibilidad, pero —Oda regreso el pedazo de tabaco a sus labios y sonrío confiadamente — Tan solo esta vez, merece que le cueste y si el idiota pierde su oportunidad, me asegurare de recordárselo el resto de su existencia.

Reiji observo por un momento la expresión del cantante y luego encendió el motor.

— Por ahora, quiero asegurarme de que ella este bien y a salvo. Por lo demás, no tengo una respuesta, solo quiero que Kaoru sea feliz.

—Yo también, quiero que ambos lo sean.

Minutos mas tarde, habiendo dejado de lado a aquellos en el restaurant y tras haber conducido por casi una hora, el dueño del espejo Hetsu arribo a una antigua propiedad de estilo japonés clásico. Bastante extensa y se abrió paso entre la maleza del frente, para percatarse que los portones estaban cerrados.

—¿A caso me equivoque? — dudo un instante antes de ingresar, no obstante, su misma reliquia le indico que algo estaba sucediendo al interior y sin titubear, dio un salto para ingresar al lugar —El pasto ha sido maltratado en esta parte.... ya veo, probablemente entro saltando, seguro no quería llamar la atención por los alrededores al forzar la cerradura.

Con sigilo, entro a la parte principal, pues no estaba seguro de lo que podría encontrarse.

—Hay marcas de pisadas en el polvo y algunas botellas de agua, parecen recientes.

Conforme avanzaba, algo mas atrajo su atención: un resplandor que provenía de uno de los salones.

—¡Eso es! —La reliquia de Oogami reacciono de inmediato.

Reiji abrió las puertas de par en par y lo que sus ojos vieron fue a la misma Kaoru intentando extraer su propio espejo de Yata.

—¡Kaoru! ¡Detente! — corrió y la sujeto para evitar que continuara.

—¡Déjame!

—¡Si pierdes tu espejo podría traer consecuencias graves para tu cuerpo!

Mientras el hombre forcejeaba con ella, cayo en la cuenta que la chica había tenido éxito en extraer sus otras dos reliquias, la espada de Kusanagi y la Magatama.

—¡¿Por que estas haciendo esto?! ¡No vale la pena!

—¡Que mas da! ¡Aun si quedo inerte eso es lo que soy... solo un contenedor! ¡¿No es así Reiji?! — La debilidad se hizo presente y ella ya no pudo forcejar mas en contra — ¡Al final da igual lo que haga o lo que intente! ¡No importa que camino elija! ¡Mi destino será el mismo! — dijo apretando los dientes y derramando lagrimas.

El otro no supo que decir, tan solo la abrazo como cualquier padre lo haría para tratar de consolar a un hijo.

—¡¿De que sirve ser lo que soy si nunca pude hacer nada por...

Las palabras de la chica se perdieron entre los sollozos.

En la oficina principal de las empresas Kagura, el teléfono personal de la directora resonó, y sin esperar a un segundo timbrazo, la empresaria lo levanto de inmediato.

—La encontre.

—...¿Donde?

—En la antigua casa del clan.

—¿Como se encuentra?

—...

—¿Reiji?

El primo de la gemela Kagura, volteo para observar a la pelirroja dormida por el agotamiento en el asiento de atrás de su vehículo, estiro la mano y logro cubrirla con una frazada improvisada.

—Esta muy débil, seguramente no ha comido y parece que esta resfriada, la llevare a un hospital, pero hay algo mas... Chizuru, Kaoru extrajo sus propias reliquias.

—¡¿Que?!

—Logre detenerla antes de que extrajera su espejo, sin embargo, su cuerpo no parece aceptar la espada ni la magatama.

—Llevala al templo, ahí encontraremos una manera...

—No... ¡de ninguna manera! — la voz de Oogami se torno sumamente firme y seria — En cuanto ella pueda ponerse en pie voy a llevarla a America conmigo... Chizuru, no quiero que Kaoru vuelva a Japón, al menos, si no es necesario.

—Yo soy su tutora, ¿sabes?

—Y yo soy su padre.

—No lo eres Reiji, tu ya tienes una hija concéntrate en ella.

—No Chizuru, tanto Madoka, como Moe y Kaoru, a todas ellas las quiero como si fuesen mías.

La sacerdotisa sonrío de manera melancólica.

—Muy bien, que así sea —Chizuru colgó el teléfono y recordó lo ultimo que le había dicho a Iori Yagami — De esta manera, estará a salvo de él.

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