Capitulo Especial: "Luces fuera"


"Los siguientes eventos se suscitaron durante el tiempo que Kyo Kusanagi fue vecino de Iori Yagami, en uno de tantos días que Iori no estaba de gira"

La noche comenzaba a hacerse tardía, aquellos que llevaban tiempo extra en sus empleos desembocaron para aliviar sus frustraciones con bebidas alcohólicas en los bares y restaurantes que a esa hora todavía estaban ofreciendo servicio.

De entre todos estos, el restaurant-bar que tenia el señor Tamaki se llenaba, mayormente, de hombre trajeados de alto rango que disfrutaban el ambiente y la música con toques de blues y jazz que "la banda" siempre solía interpretar. Una vez que el tiempo transcurría, lentamente, los clientes se marchaban dejando grandes cantidades de dinero al pagar, así como excelentes propinas.

Al termino de su tiempo de presentación y con el lugar ya casi vacío, Iori Yagami solía empacar su instrumento y salir lo mas rápido posible para llegar pronto a casa y disfrutar de los arrumacos con su compañera antes de que esta se quedara dormida, pero esa noche tenia una encomienda, así que Iori no comería en casa, ni recibiría mimos por parte de su chica mientras se deleitaba con el aroma de su cabello y piel recién bañados. No, esa noche Iori tenia que quedarse por mas tiempo en el restaurante, pues era el cumpleaños de uno de los miembros, el mas grande de todos ellos, no solo de edad sino también de una estatua casi similar a la de Yagami; delgado y con rasgos atractivos, así era Oda, quien junto al señor Tamaki los recibió de niños y los había apoyado tras una mascara de "no me importa mucho". Era como una especie de "hermano" para los pelirrojos, aunque eso Yagami nunca admitiría. Sin embargo por parte de la chica que le gustaba, era diferente; ella incluso había comprado un obsequio para el vocalista principal y a sabiendas de que el heredero de las llamas púrpura no la dejaría estar hasta tarde por ser noche de escuela le había pedido que le entregara el regalo y pasara un rato con el otro; irritado y bajo la amenaza de que la pelirroja no lo dejaría tocarla en ningún sentido ni tendría carne para las comidas por una semana, termino por aceptar de muy mala gana la tarea.

Así, sin mas, Iori se sentó, en silencio absoluto, con los brazos apoyados en la barra, junto con todos los miembros de su banda y con el señor Tamaki en frente, para tomar unas copas entre hombres. La primera, la bebió rápido, mirando al reloj para saber cuanto mas debía permanecer ahí hasta que la otra estuviera satisfecha, mas no contaba con que el resto de miembros habría ordenado una gran cantidad de comida para celebrar.

Por otro lado esa misma tarde, Kyo, había estado haciendo practicas de pelea junto a su primo Souji, el cual se sentía un poco "oxidado" y aprovechando la presencia de su joven primo, no vacilo en ir recuperando el ritmo. Aunado a eso, Kyo, también apoyo a esté en los trabajos de remodelación de su casa durante todo el día, al igual de que estuvo haciendo encomiendas en general; estas ultimas actividades que para alguien del tipo holgazán como él eran fastidiosas y agotadoras, terminaron por dejarle cierta rigidez en el cuerpo, por lo tanto regreso a su a apartamento arrastrando un poco los pies, desganado y con el único aliciente de poder ver a su vecina en el balcón y tal vez molestarla un poco a manera de tener su atención. Al tanto que buscaba la llave indicada, un inconfundible olor lo golpeo de inmediato, el olor de comida casera recién hecha; la boca se le hizo agua y solo cerro los ojos imaginándose estar en una mesa con aquella compañía femenina mientras engullía cada plato de comida. Su estomago rugía impaciente y esto provoco que el de cabello castaño perdiera momentáneamente su orgullo para ir a tocar la puerta de al lado y fingir o hacerse de alguna absurda excusa para que la otra lo invitara a comer.

—¿Quien es? — se escucho la voz de la chica.

—Kyo

—Ah... largo.

—¡Grosera! ¡Solo quería saber si estabas bien! — no obtuvo respuesta —¡¿me estas escuchando?! —Kyo espero unos minutos y con eso le fue suficiente para saber que el pelirrojo no estaba en casa, pues este ya hubiera salido a insultarlo o a intentar agredirlo —¡¿Kaoru?! — nuevamente sin escuchar a la chica se preocupo y dio la vuelta por su propio apartamento para entrar al de Yagami por la amplia ventana —¡¿Oye donde estas?!

Entro por las habitaciones y no encontró a su alumna, hasta que finalmente abrió la puerta del baño, donde el gato salto primero a él, para rasguñar su cara, seguido, recibió insultos de lleno por parte de la chica que estaba dentro de la bañera de agua caliente.

—¡¿Que haces?! ¡Largo! ¡Pervertido! —le gritaba cubriendo su pecho con una mano mientras le arrojaba todo lo que tenia cerca con la otra.

—¡lo siento! ¡no me respondías! — dijo evadiendo los objetos, disimulando no verla.

—¡Si Iori te atrapara te mataría y yo le ayudaría!

— Dudo que eso sea posible — pronuncio confiado.

—¡DEJA DE MIRAR! —vocifero la pelirroja levantando el pesado banco que usaban y arrojándoselo violentamente, impactándolo en la cara de Kusanagi.

—¡Aaaah! ¡Yo solo queria que me invitaras a comer!

Con lo ultimo logro sacar a su maestro de la habitación y en general de su apartamento, pero le había dejado una sensación de disgusto que continuo mientras limpio y ordeno todo.

—¡Es un asqueroso! ¡¿No es así Hiei?!— hablo con el gato — ¡Debería decirle a Iori para que le demos una paliza entre los tres! — continuo mientras se secaba el cabello con la pistola de aire caliente — ¡y seguía mirando! ¡Ugh! —Repentinamente el aparato dejo de funcionar y todo se sumió en oscuridad —¿Un apagón? — murmuro con el cabello un tanto húmedo. Se vistió de vuelta y tomo una linterna de la gaveta —Iré a inspeccionar con los vecinos — en eso, Hiei se trepo sobre su hombro —Oh ¿tu también quieres venir? De acuerdo.

Junto con su gatito, la chica abandono su casa para saber que había ocurrido y en el momento que lo hizo Kyo volvió a cruzar hacia el apartamento de los pelirrojos.

— No es bueno que esa chica tonta se siga bañando mientras todo esta a oscuras, podría resbalarse o algo así — Kusanagi tenia la intención de hacerle compañía a su alumna hasta que la luz regresara, pero los dos habían tomado caminos distintos casi al mismo tiempo.

Kaoru levanto la mano para tocar la puerta de su maestro cuando las luces de otras linterna atrajeron su atención al piso inferior, se trataba de los demás vecinos que también estaban a oscuras.

—Parece que solo es nuestro edificio — dijo uno de los ancianos.

—¿seria mejor reportarlo a la compañía? — pregunto otro.

Ella se aproximo para integrarse al grupo de habitantes que buscaban una solución y ver si podía ser de ayuda.

—Parece que no esta aquí — susurro el de las llamas carmesí — quizás aun siga en el baño — trago en seco y su cara se encendió de color rojizo, recordando la escena de hace poco, así como la silueta de la chica — será mejor que espere afuera.

Iluminando su paso gracias a las llamas que podía producir por su reliquia, Kyo no se quedo quieto del todo y decidió explorar el lugar con mas detalle, comenzando con la cocina, en donde no demoro en encajar el diente a todo lo que había preparado la pelirroja, ni siquiera uso platos, y se digno a sostener palillos cuando ya sus dedos no se daban abasto para comer.

Kyo comió tanto que solo dejo una pequeña porción de todo.

—Ups... bueno que digan que fue el gato — dijo tomando una de las cervezas que Yagami mantenía en la nevera — ¡Rayos! ¡Estas son muy fuertes! — calmo su sed con dos envases y fue entonces que recordó el motivo por el cual estaba ahí —esa chica ya demoro... ¿se habrá quedado dormida?

Con sigilo, ingreso al baño de nuevo.

—Pss... ¡hey! ¡Kaoru! ¡¿Aun estas ahí?! — Se dio cuenta que el baño estaba limpio y tranquilo —¿Eh? ¿Donde esta?... Tal vez ya estaba dormida —ahora se dirigió a la alcoba de la chica, la cual ubico rápido gracias a la experiencia pasada.

—Parece que tampoco esta aquí — estaba a punto de irse y cerrar la puerta cuando noto la calidez y la suavidad de la cama — su cuarto es muy lindo, mas femenino de lo que lo imagine — comento al ver un par de cosméticos sobre su tocador, un brillo labial y mascara para pestañas — huele a fresa — destapo el primero para saber a que olían sus labios y luego de ponerlo en su lugar observo los cajones, imaginando lo que podría haber adentro —hmmm... no, detente Kusanagi, hay un limite de lo cual puedes ver y no ver — se le volvió a poner la cara roja.

Evadiendo la idea de que pudiera ser su ropa interior, se evoco en abrir el armario para contemplar sus prendas ordenadas adecuadamente —Caray, Kaoru si es una chica... — Kyo aparto las prendas y descubrió detrás de todo el afiche de un popular cantante de rock-punk de la época —¡Vaya, vaya! La señorita también tiene ojos para los Idolos rebeldes — contemplo el postre tratando de imitar un poco la pose del cantante de cabello desteñido — estoy seguro que Yagami no debe saber de esto.

Después de algunas horas de beber licor fuerte y habiendo olvidado su objetivo principal, Iori se dispuso a emprender el camino a de vuelta.

—¿estas bien? ¿Puedes caminar? — lo interrogo el vocalista y festejado.

—No seas ridiculo — respondió Yagami tomando su chaqueta de la percha.

Los demás estaban tan sumidos en la conversación que no vieron a los otros dos miembros apartarse.

—Bien, entonces te acompañare a la puerta, tomalo como un agradecimiento — apago su cigarrillo en el cenicero.

—Te dije que no ... — por la influencia del alcohol, Yagami trastabillo ligeramente, dejando caer algo del bolsillo amplio de su chaqueta. Una pequeña caja, de terciopelo rojo. Oda la levanto y vio su contenido que estaba expuesto.

Yagami se quedo en silencio, con la boca un poco entre abierta, esperando la reacción del otro por un segundo, no obstante no hubo necesidad de pedirle de vuelta el objeto.

Oda sonrío ligeramente y cerro la caja para ponerla en la mano del bajista.

—Felicidades.

—Aun no...

—Si, pero, no hay manera que ella te diga que no — coloco otro cigarrillo en su boca y busco su encendedor.

Fue ahí donde Iori saco otra cosa de su bolsillo y se lo arrojo con sutileza al vocalista.

Oda lo contemplo y vio que estaba envuelto como un regalo, al destaparlo encontró un nuevo y fino encendedor.

—Gracias — volvió a sonreír levemente —a ambos — dijo mientras Yagami ya había avanzado unos pasos, dandole la espalda sin responderle mas.

En el edifico que aun estaba a oscuras, el pequeño grupo de vecinos, uno por cada piso, se encontraba en el sótano inspeccionando la parte donde se concentraban las conexiones eléctricas.

La mayoría de los habitantes eran parejas de ancianos retirados, o solteros adictos al trabajo, una población que mantenía el lugar en completa calma y limpieza, el lugar ideal para habitar, por parte de los pelirrojos.

—Ah, es aquí, parece que algunos fusibles que se quemaron —dijo el de mediana edad, que parecía estar a cargo.

—¿habrá una tienda abierta a estas horas?

—ya es de madrugada, será difícil hallar un lugar así — se comenzaron a preocupar.

—Yo conozco una — dijo la joven pareja de Yagami. Sus años de vagar en las calles durante su infancia le habían dado frutos.

—Bien, entonces, Yagami-chan, Souta-san y Shinomori-san; podrán ir por ellos, los demás pediremos el dinero de recuperación — los vecinos enviaron a la chica, que tenían en concepto como "hermana del vecino silencioso" y a otros dos de ellos para traer lo que hacia falta.

De esa manera se organizaron para tratar de arreglar el problema lo mas pronto posible.

Cuando Iori llego, se dio cuenta que todo estaba a oscuras y, a diferencia de su chica, el encendió sus llamas púrpura sin importar que hubiera alguien que lo viera, gracias a esto logro llegar a paso ligeramente torpe a casa.

—¿Donde están? —murmuro, dejando sus cosas por donde le vino en gana, al no ser recibido como de costumbre — ¿Que manera de esperar a su hombre son estas? —estaba sumamente alcoholizado —seguramente la estupida se asusto por estar a oscuras — se fue en dirección a la cama de la chica —Oi — hablo en voz baja —¿duermes? — pregunto al bulto que estaba cubierto por las sabanas y eso le provoco mirarla con ojos de ternura — no tienes de que preocuparte ya estoy aquí — se acerco — ¿me extrañaste? — el alcohol producía que Iori fuera mas suelto con sus palabras y sus intenciones — eres una gatita miedosa — se recostó a su lado y le cruzo dos de sus extremidades, una pierna y un brazo, a manera de envolverla con su propio cuerpo — es increíble que diga esto, pero, la pase bien hoy... aunque, ¿sabes que me gustaría hacer para cerrar con broche de oro? — comenzó a acariciarla por encima de las cobijas, desde el hombro hasta la cadera y le susurro de manera seductora — honestamente no se si pueda contenerme hoy — tengo muchos deseos de... —Iori se detuvo justo al sentir algo muy inusual —¡¿Que demonios?!

El cansancio, junto con todo lo que había comido, la comodidad de la cama y el aroma de la chica, habían provocado que Kyo se quedara dormido en esa habitación, en esas cobijas, sin percatarse de la presencia de su rival, hasta que este comenzó a ir mas allá con sus manos.

—¡Kaoru! ¡No sabia que eras tan atrevida! — exclamo Kyo al sentir que algo lo estaba profanando

Inmediatamente se dio vuelta y se encontró con la cara del heredero Yasakani, ambos palidecieron un segundo, sorprendidos de encontrarse de frente y sobre todo en esa inusual y aberrante situación.

—¡AAAAh!

—¡Heeey! – celebraron los vecinos cuando terminaron los arreglos y vieron la luz resplandecer por todo el lugar —¡lo logramos! — se felicitaron y agradecieron unos a otros para finalmente retornar a sus domicilios y poder descansar.

—Al menos habrá luz para cuando vuelva Iori — decía la chica a su gatito, que la acompaño durante todo ese tiempo — ¿me pregunto si llegara muy ebrio? Siempre lo hace cuando es cumpleaños de Oda — acaricio a Hiei — nunca va a admitir que le agrada, bueno, esa es la forma de ser de Iori, a veces es como un niño peque...

Kaoru se detuvo al llegar a su piso, apenas si había tocado el ultimo peldaño cuando se encontró a los herederos revolcándose a golpes en el pasillo.

—¡Maldito idiota! ¡¿Que hacías ahí?! — le reclamaba el pelirrojo.

—¡Callate degenerado! — respondió Kusanagi, en voz alta.

—¡Imbecil! ¡Te matare!

—¡Y yo te denunciare! ¡No sin antes desfigurarte!

La chica se quedo en shock un segundo, ya estaba acostumbrada a que se pelearan con frecuencia, pero todo había sido tan abrupto que por unos instantes no supo como reaccionar.

—¡Oigan! ¡¿que rayos están haciendo?! — los otros se detuvieron al verla —¡Si van a estar peleando háganlo afuera!

—¡No! ¡Matare a este imbecil aquí y ahora!

—¡Como si pudieras!

Kaoru viro los ojos

—¡¿y ahora que les paso?! ¡¿Por que se están peleando de la nada?!

—¡NO PREGUNTES! — respondieron al unísono y recordando su vergonzoso evento, se separaron de inmediato.

—¡No te me acerques!

—¡Ni quien quisiera! ¡Me das asco!

Confundida y fastidiada la otra se dirigió a su apartamento.

—¡Oi! ¡Espera! — Iori la siguió, hasta que cruzaron el umbral y cerraron dejando a su vecino en el pasillo.

—¡¿que te pasa?!

—N, nada... solo déjame — la levanto y la estrecho hacia él — solo quiero sentir tu forma femenina.

—Estas muy raro... ¿paso algo con Kyo?

—¡NO! Y ¡NUNCA JAMAS LO MENCIONES!

—Esta bien, esta bien... ven vamos a dormir.

Y así, Iori Yagami y Kyo Kusanagi no se pudieron ver a la cara durante dos semanas.


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Hola a todos, esta es una nota también especial, ya que no me gusta ponerlas en los capítulos, como mencione antes (en la sección del autor que casi no revisan y que casi no actualizo :P) antes de continuar con la historia central iba a publicar dos capitulos especiales, si, ya se que había dicho que no habrian especiales, pero estos serán cortos. Honestamente he tenido algunos contratiempos que están fuera de mis manos y debido a eso me ha sido difícil sentarme a revisar y a dibujar como generalmente lo hago, así que por eso es la demora.

Esperando esta semana retomar las cosas como de costumbre, disfruten los capítulos cortos, el siguiente es el de Aoi y Benimaru.

Hugs!


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