CAPITULO 7: "La noche de la guerra en South Town " Parte 2
Pasaba de la media noche, las calles eran frías y húmedas debido a la estación, Southtown estaba sumido en la oscuridad y el silencio. En la jungla de concreto el único edificio que permanecía semi iluminado era la torre Howard, de todos los pisos de aquel ostentoso edifico solo el ultimo piso estaba iluminado.
En el interior se encontraban reunidos algunos de los hombres que Geese había dejado a cargo de sus movimientos en su ausencia, y quien mas destacaba de entre todos, era su hombre mas fiel, Billy Kane.
El ingles sostenía la bocina del teléfono que había contestado unos diez minutos antes de que las luces de la ciudad se apagaran y aunque su voz era firme su semblante lucia ligeramente turbado.
—Si señor, si... —era lo único que decía desde un rato.
—¡¿Como permitieron que esto sucediera?! ¡En estos momentos la noticia se esta expandiendo por toda la nación! ¡Si se descubre la verdad todo el plan se vendrá a bajo al igual que mi empresa! ¡Y lo que es mas importante perderemos el acceso a ese poder que hemos buscado desde hace años!..—Era la inconfundible voz de Geese que se desgastaba reprendiendo a su casi lacayo.
—Hace un momento solicite la asistencia del jefe de la policia y el alcalde también se esta movilizando para contener la situación...
—¡¿y que estas haciendo tu?!
—Eh... yo... ¡en este momento me dirijo a ese lugar!
No obtuvo respuesta del otro lado de la bocina, simplemente un prolongado silencio y después el tono de marcado, señal de que su jefe había colgado.
—¡Mierda! —exclamo el rubio, golpeando su arma en uno de los pilares de concreto.
—Mantengamos la calma —dijo una voz cercana a él. Era dl mismo Gustab Munchausen que había escuchado y observado la conversación de Kane — debemos dejar a un lado a los sujetos de prueba —comento refiriéndose a los civiles.
—¡¿Que?! —exclamo Billy.
—Ellos son reemplazables, lo que no lo es, son las muestras y el resto de la información que esta en el hospital.
—Eso suena a darse por vencido.
—No, se le llama reserva — peino su bigote con los dedos — aprovecharemos el disturbio para extraer las muestras del hospital y eliminar todo lo que nos vincule, si es necesario entregaremos la cabeza del alcalde como chivo expiatorio, por lo pronto daré aviso a los medios para proporcionar una "buena versión de la historia! —sonrío maquiavélicamente.
—En ese caso aconsejare al alcalde de que utilice otras medidas contra esos sujetos un puñado de azules no será rival para ellos —dijo Kane — después iré por las muestras.
—No vayas solo, llévate al nuevo, esta tan loco que podemos utilizarlo como fachada también.
—¿El grandote? Bien, me parece bien....
Cuando las luces se apagaron, el autobús se detuvo a medio camino.
—¿Por que se detiene? —Cuestiono Moe al chofer.
—por el apagón
—utilice sus luces, ¡si nos detenemos las personas comenzaran a asustarse! —dijo de manera firme.
Nervioso el hombre accedió a continuar, mas a los pocos metros freno de nuevo.
—¡Oiga!.. —Una cegadora luz se proyecto directamente hacia el interior del bus, era tan deslumbrante que se cubrieron un poco el rostro —¡¿que rayos es eso?! —exclamo Habana.
—No puede ser nada bueno —respondió Kaoru en voz baja.
Quienes bajaron a revisar de que se trataba eran hombres de Fate que escoltaban a los pasajeros, y al verlos descender, los otros moderaron la iluminación permitiendo ver de quien se trataba.
Un vehículo pesado y de gran tamaño los había interceptado.
—¿son militares? —murmuro Moe.
En lo que las jóvenes deducían la identidad de los que estaban obstruyendo el paso, se percataron que los intrusos iban a utilizar armas mas potentes que las que habían enfrentado en el hospital.
—¡No! — gritaron ambas.
Por inercia, la pelirroja de Japón trazo un portal hasta los hombres que estaban afuera y los trajo de regreso al autobús pues eran el principal objetivo de los otros.
—¡Saquenos de aquí! —ordeno Habana al chofer. y este marco la reversa y apretó el acelerador hasta el fondo.
El autobús hizo un giro drástico casi derrapando, pero el conductor puso toda su habilidad para enderezarlo y continuar a toda marcha hacia su destino.
Los disparos comenzaron a sonar por detrás.
—¡¿por que disparan?! ¡Esta lleno de civiles! —Habana trataba de sujetarse —¡todos bajen la cabeza!
—¡si nos están atacando no será bueno llegar al centro comunitario! —Kaoru estaba nerviosa, principalmente por que escuchaba el llanto de las personas, en eso y por una extraña razón recordó su encuentro con la soldado Leona y alzo la vista como cuando le indico del panel, entonces tuvo una idea —¡Sin importar qué lleven el camión hasta el centro comunitario y den aviso de la situación! —dijo al chofer y después fue hasta la parte final del camión —¡ven Moe!
—¡esperen jovencitas!
Por la salida de emergencia que estaba en la parte superior del camión se asomaron las chicas, manteniéndose en equilibrio por la velocidad.
Los agresores comenzaron a emparejarse al camión para dispara hacia las ventanas.
—¡tenemos que darles tiempo! —le indico la de cabello mas oscuro.
Habana había comprendido y entonces elevo su Ki.
Las técnicas de Moe eran principalmente aerokineticas, así que fue fácil para ella saltar hacia sus adversarios y atacarlos con su técnica de patadas simultáneas; su amiga también salto, atacando con koma ho furi, dejando una estela de llamas carmesí al momento del golpe.
El conductor del vehículo adversario se percato de que sus compañeros estaban siendo agredidos, y procedió a realizar maniobras que provocaron que las chicas cayeran al suelo, por suerte solo recibieron heridas menores.
—¡Moe! ¡¿Estas bien?! —se acerco la otra para ayudarla
—S-si —dijo frotándose la retaguardia y aceptando la mano de Kaoru para ponerse de pie.
—¡Ahora disparen!
Las chicas estaban justo en la mira, todo ocurrió muy rápido, los proyectiles iban a bañarlas, pero en ese momento, algo golpeo la punta de los cañones de las armas de fuego desviando los disparos.
—¡¿Un boomerang?! —El objeto dio la vuelta en el aire y de la misma manera regreso hacia su dueño. Quien era nada mas y nada menos, que la exuberante ninja Shiranui. —¡M-Mai!
—¡Shiranui-san!
—¡Que vergüenza! ¡¿Como se atreven a apuntar a unas señoritas de esa manera! —dijo la fémina señalando a los tipos con su abanico a manera de regaño.
—¡Cierra la boca! — se prepararon para disparar a ella.
—¡Grosero! —continuo peleando verbalmente con los hombres —¡tendré que darles una lección para que aprendan a tratar a las mujeres! —coloco su abanico en la boca
—¡Suficiente! —comenzaron a disparar.
Las otras se apartaron a los lados, y Mai se mantuvo al frente, tomando un gran impulso se elevo por el aire muy por encima del auto y rodeando su cuerpo con las llamas de los Shiranui se arrojo dando vueltas en una esfera de fuego.
—¡Hoo! —grito al realizar su técnica.
El ataque provoco que la mayoría terminara herido y los pocos que estaban en pie huyeron al ver la capacidad de las féminas.
—¡así aprenderán! — Mai se viro para contemplar a las jovencitas, que claramente ellas la conocían por los torneos —Ustedes están del lado de los chicos buenos, ¿verdad? —las cuestiono con una expresión vergüenza.
—ah, eh...si —respondió Moe sorprendida de que las había ayudado sin si quiera saber la situación.
Las tres se encaminaron por la solitaria y oscura calle, mientras Shiranui les contaba el por que termino saliendo.
—Planeaba pasar la velada con Andy, sin embargo Terry lo llamo y como demoro demasiado me preocupe y salí a buscarlo, después apagaron las luces y me perdí, ja, ja, ja.
—Ah... ja, ja, ja, —río nerviosa Moe de vuelta tratando de seguirle la corriente.
—Shiranui-san, Andy-san esta el nuevo hospital junto con Terry-san, ellos evacuaron a la mayoría hacia el centro comunitario —dijo Kaoru.
—si, es el punto reunión, pero...sospecho que el apagón no es una coincidencia — argumento Moe.
—¡oh no Andy! —angustiada coloco las manos en sus mejillas —¡debo asegurarme de que este bien!
—Seguramente lo esta...
Una luz resplandeció a lo lejos, era otro vehículo, uno mas sencillo.
Mai tomo a las chicas de las manos y las llevo hacia un callejón.
—si hay locos por la ciudad hay que tomar precauciones, no se preocupen chicas, quédense conmigo —El vehículo paso frente a ellas, y gracias al reflejo de los faros pudieron ver una parte del interior —¡Ese es Billy Kane! no pensé que volviera.
—Van hacia al hospital —menciono Moe.
—Seguramente querrán enfrentar a los otros —indico la ninja.
—¿que?, ¿a caso eso no los delataría? Por que todos saben que Billy Kane trabaja para Geese Howard.
—Su auto no es muy llamativo.
Kaoru comenzó a recordar de aquel tiempo en que Billy estuvo en Japón tratando de averiguar sobre Orochi. Y de pronto algo cruzo por su cabeza y corrio en la misma dirección del auto.
—¡¿que sucede?! — la cuestiono Habana que fue tras ella
—¡Oigan esperen! — dijo Mai que también se unió.
En las afueras del hospital, el grupo de peleadores se encontraba enfrentando al corrupto cuerpo de policías de la ciudad, estaban decididos a proteger a la ultima porción de civiles que quedaba e incluso a ellos mismos.
Las televisoras y los noticieros no demoraron en aparecer para transmitir la situación de lo que ocurría, incluso cadenas internacionales; todas aquellas que fueron alertadas por Munchausen que se encargaban de ensuciar a quienes trataban de hacer lo correcto.
Pero los elementos policiacos ni sus armas parecían ser suficientes; pronto la artillería pesada apareció...
Una serie de autos y camionetas blindadas, de apariencia agresiva arribaron al lugar, sus elementos no portaban uniforme alguno sin embargo su armamento era por mucho mas potente que las de los azules.
—¡¿Son militares?! —hablo Ryo
—¿Marines? — dijo Terry
—No, son mercenarios —pronuncio Leona ajustándose los guantes para lo que se avecinaba,
—Ellos no retrocederán fácilmente —comento Ralf —Así que tenemos que asegurar que permanezcan en el suelo.
—¡Están llegando más! —advirtió Andy que traía la radio de uno de los policías con el y la entrego a los Ikari —¡lo acabo de escuchar aquí!
Llevaban horas desgastándose fisicamente, la noche comenzaba a pesarles, la mayoría de los hombres de Fate habían escoltado a los civiles, solo unos pocos permanecieron asistiendo en el lugar, los cinco peleadores que estaban en la linea de frente podrían no durar si continuaban llegando mas y mas adversarios.
—¡no podemos rendirnos! ¡No ahora! —exclamo Terry —¡se que la suerte cambiara, solo debemos resistir mas! —se acomodo la gorra que tenia algunos orificios por los proyectiles.
Sakazaki se sacudió el traje y apretó su cinto negro, Leona abrocho bien su coleta, al igual que el coronel su paliacate.
—¡Venga, vamos! —dijo enérgicamente este ultimo, chocando su puño con su mano.
Mientras los peleadores se preparaban alguien los observaba desde las alturas, en uno helicóptero de tipo militar, el mismísimo Comandante Heidern junto al teniente Clark que al notar la demora de los otros decidieron indagar en la situación.
Debido al ruido de los disparos y a los otros objetos voladores por parte de las televisores, aquellos que enfrentaban a las fuerzas hostiles no notaron la presencia de este.
—Necesitaran refuerzos —comento Clark
El comandante acento con la cabeza mientras solo se sujetaba de la barra. El único ojo de Heidern se poso en su hijastra que combatía ferozmente.
—Fio, deciente un poco y después lleva el helicóptero al helipuerto —indico a la piloto.
—como ordene comandante.
Debido a que ingresaron a la ciudad, el helicóptero no había sido cargado con municiones, haciendolo solo un mero medio de transporte.
—Teniente, es momento de enviar los refuerzos —acto seguido una vez que el helicóptero descendió a medio altura, el comandante Heidern se arrojo directamente hacia la zona de combate, seguido por el teniente.
Ninguno desaprovecho un solo segundo, no habían tocado el suelo cuando el comandante ataco con su "neck rolling" y el teniente con uno de sus brutales golpes.
—¡Comandante! —dijo Ralf y fue a reunirse junto con Leona a los otros miembros de su grupo.
Heidern viro un tanto la cabeza y le hecho una mirada a la soldado, como si se estuviera asegurando de que estuviera entera.
—Resuma la situación Coronel —dijo regresando la mirada al frente.
—Bien, ellos son los malos y nosotros quienes les debemos partir la cara —sonrío.
Clark rió un poco y de manera singular por el comentario.
Por el otro lado el trio de rubios continuaba combatiendo; los ataques de Ryo y Terry reducían a los mercenarios, No obstante estos últimos optaron por ocupar lanza granadas contra los otros.
Terry y Ryo se miraron, no podían simplemente evadirlo ya que el proyectil podría herir grávente a otros.
El maestro de Kyokugenryu elevo su ki mas de lo que lo había hecho durante esa noche, así también el mayor de los Bogard y esta vez no esperaron al proyectil, los dos se adelantaron para un choque inminente.
—¡Burn Knuckle!
—¡Hao Shoo Koo keen!
El resultado fue un estallido que hizo que el par de rubios fueran barridos de espaldas, por fortuna habían logrado cubrirse y solo recibieron daños irrelevantes.
—¡Ja, ja, ja! —río Terry mas que nada por el impacto —¿te encuentras bien?
—Si —respondió Ryo que ya se había puesto de pie —no se cuantas de esas tendrán...
—esperemos sea la unica.
—no, no lo es —comento Andy que gracias a su agilidad había estado desplazándose entre los adversarios para atacarlos cuerpo a cuerpo.
Por la parte posterior del hospital las tres féminas lograron alcanzar al vehículo del subordinado de Geese.
—¡Evadieron la zona de la pelea! —indico Mai que permanecía oculta con las otras dos.
—Esperaba que no fuera así —dijo la pelirroja de Japón —ellos están aquí para buscar algo, y ese algo deben ser las muestras.
—Creí que habías destruido la de Goenitz —menciono Habana
—lo hice, pero si ellos volvieron es por que debe haber algo mas...
—no podemos dejar que se las lleven, por que intentaran hacer lo mismo en algún otro lado.
—o peor...
—habrá que esperar a que salgan para saber que es lo que llevan y seguirlos —sugirió Mai.
—No, no será necesario, esta vez creo que podemos llegar primero —La discípula de Maki trazo un portal —esta vez se a donde ir.
—¡excelente! —exclamo Moe y puso un pie por delante. Sin embargo la otra la detuvo.
—Moe, mejor avísale a los otros sobre Billy Kane.
—¡¿que?! ¡No! ¡Yo voy contigo!
—Kaoru-chan tiene razón —dijo la experimentada Mai —mientras mas ingresemos seremos facilmente detectadas, deja que ella vaya y nosotras alertaremos a los demás.
Habana bajo la cabeza.
Kaoru se dio la vuelta y cruzo al portal pero sorpresivamente Moe también cruzo cerrandose detrás de ella.
—¡Ah! ¡Esa niña! —dijo Mai un tanto irritada—¡cielos tendré que ir sola! —colocando su abanico en la boca, se impulso para deplazarse por zonas mas elevadas.
—¡Te dije que no vinieras!
—¡no te voy a dejar sola! ¡Somos un equipo! —Moe extendió su puño a la otra solicitando que lo chocaran en señal de amistad.
La otra la contemplo fijamente, bajo la mirada y suspiro para finalmente devolverle el saludo.
—¡Eres muy irritante! —pronuncio entre dientes pero con una ligera expresión alegre —anda vamos...
Aparecieron justo en el pasillo donde habían encontrado la evidencia, y una luz que emanaba de una de las puertas las hizo llegar hasta el laboratorio.
—¡Bingo! ¡Si eran las muestras! —susurro Moe.
—¡Espera! ¿Hueles eso?
—¡Es, es combustible!
Por debajo de la puerta del laboratorio se deslizaba un liquido ligeramente espeso y escucharon pasos, se apartaron de la puerta para esconderse en la oscuridad. Ahí contemplaron aun sujeto salir del laboratorio, este se detuvo y saco su encendedor que arrojo al fondo de la habitación. El lugar comenzó a arder; y gracias a ello se revelo la identidad del hombre.
—¡es el sujeto del billar! — Dijo Kaoru
No podía olvidarlo, esa cara de maniático, ese cabello decolorado y ese olor a tierra y sangre que ahora identificaba con facilidad. Era Yamazaki, el enorme tipo que había enfrentado años atrás y en sus manos llevaba una maleta de seguridad metálica.
—Debe llevar las muestras ahí... —Moe no pudo terminar de hablar y la otra ya había corrido para hacerle frente.
—¡Ryusei! —arrojo uno de sus proyectiles para que el otro se girara —¡no dejare que te lleves eso!
Yamazaki vio como la chica ya estaba en posición de pelea y su retorcida sonrisa se hizo mas amplia.
—Vaya, vaya, una rata a aparecido...
—¡¿que rayos?! ¡¿De donde salen tantos?! —exclamo Andy
—Muchos de ellos son escorias que trabajan para los distintos grupos aliados de Geese —comento Fate
—esto no tiene sentido —intervino el frio Heidern —no existe una lógica en su plan... —El comandante contemplo a sus adversarios y la posición en la cual estaban dispersos, su experiencia le hizo darse cuenta inmediatamente que no estaban cubriendo todo el perímetro —No están tratando de evitar que saquemos a los civiles, están reteniéndonos.
—¿Como una distracción?
El comandante acento con la cabeza.
—están cubriendo la parte del frente pero no la trasera.
Al escuchar a su mentor, Leona giro la mirada hacia el edifico a sus espaldas, concentro su mirada en la oscuridad y comenzó a percibir que algo andaba mal.
—¡Entonces tenemos que atacarlos sin piedad! —grito Ralf —así continúen llegando ¡despejemos el camino!
Una melodía se escucho, proveniente del bolsillo de Fate. Este saco su celular y una sonrisa se dibujo después de permanecer unos segundos escuchando.
—Bien, bien hecho muchachos —comento y después lo guardo —La ayuda esta en camino —dijo aun sonriente.
El primero en llegar fue un grupo de motorizados, seguido por varios autos con diseño estrafalario y la música de Hip hop en alto, de el mas lujoso descendió una figura conocida, era Mr. Big que había traído a sus hombres, así como a el hijastro de Fate, el de cabellera revuelta, Soiree. Inmediatamente fueron hasta Fate.
—Quien diría que terminaras de este lado —Dijo el afamado robín Hood de la ciudad al antiguo socio de Howard.
—Si es para fastidiar al imbecil Geese no me lo podía perder, esto solo es una parte por el ridiculo que me hizo pasar en el torneo. A demás nada le gusta mas a mis chicos que golpear azules.
Un segundo auto apareció, un descapotado de color rojo brillante y bien pulido, conducido por el otro hijo de Fate, Alba. El chico había estado en el centro comunitario y una vez que los informaron de todo se dirigió a apoyar, y no llego solo, Reiji y King venían con el.
Oogami observo por todas partes el caos y no logro localizar a las pelirrojas.
—¿Donde están las chicas?
—¿eh? Pero si las enviamos con el ultimo autobús, hace un buen rato —comento Terry.
—¡Ella nunca llegaron!
—¡No se preocupen! — hablo la ninja Shiranui que apareció de repente —Ellas están bien, están buscando algo —lo que deben saber es que hay algunos que están metiendo sus narices por detrás.
—¡¿Que?! —la cuestionó Andy
—¡Andy! —sonrío pero inmediatamente sacudió la cabeza para concentrarse de vuelta —Es Billy Kane, esta oculto en la parte atrás.
Terry y Andy se miraron uno al otro.
—¡JA, JA, JA! —reía el endemoniado Yamazaki que lanzaba sus sadicos ataques hacia la japonesa —¡voy a cortarte en pedacitos y comerlos!
No le importaba el hecho de que el pasillo estaba asediado por las llamas, la idea de matar a alguien lo hacia concentrarse solo en eso.
Pero la otra no retrocedió, hace tres años no le tuvo miedo, y en ese momento menos.
—¡Eres un Hakkesshu! ¡Y mi obligación es contenerte! — hablo como si fuera la niña obediente que estaba bajo el entrenamiento de los Yata.
Mientras su amiga enfrentaba al sujeto, Moe se percato que el había dejado la maleta de metal a un lado, dudo unos segundos y después miro a su amiga la cual estaba decidida a seguir haciendo frente al lunático.
—De acuerdo —murmuro y corrio por el pasillo hacia Yamazaki.
El hombre salto para evadirla, sin emabargo Habana no pretendía atacarlo, su objetivo fue el maletín y haciendo un barrido logro hacerse de este.
Yamazaki se viro con la intención de agredir a la joven de Hawai, cuando algo lo golpeo en el rostro con fuerza.
—¡tu oponente soy yo! —lo detuvo Kaoru.
Yamazaki escupió la sangre producto del impacto.
—¡te voy a aplastar chiquilla de mierda! —aunque su sonrisa era guasonica le había irritado el golpe que la otra le asesto.
Moe escapo con el maletín, y una vez que se aparto lo suficiente lo abrió para cerciorarse de que las muestras estaban adentro. Continuo avanzando y al dar la vuelta por uno de los pasillos termino impactándose con alguien.
Era Leona que regreso al lugar.
—¡Maldicion! ¡¿por que demora tanto?! —Billy estaba fuera del auto y sacudía el pie de manera inquieta —¡debí ir yo mismo!
—¿a donde? — Andy y Mai aparecieron detrás de Kane.
Billy extendió su santetsukon sin responder al hermano Bogard.
El de cabellera larga tampoco aguardo a que el otro tuviera espacio para arrojar su ataque, su intención era someterlo. Mai se encargo de los hombres que intentaban interferir para ayudar a su "jefe" y después se mantuvo a la expectativa de la pela de su novio, sin intervenir por respeto a este.
En el hospital, Yamazaki logro sujetar a la chica y de manera violenta la arrojo hacia la parte del pasillo que estaba ardiendo.
Esta se protegió gracias al poder del espejo, de inmediato encendió una llama de yasakani y contra ataco con un Ya Sakazuki.
Al contemplar la llama púrpura Yamazaki tuvo un deja vu, dio un salto para tratar de evitar la llama ma esta se elevo formando una columna delgada estallando de arriba hacia abajo.
Las flamas lo envolvieron haciendo que perdiera el equilibrio al tratar de apartarlas y la otra no le dio tregua, llego hasta el y lo comenzó a golpearlo repetidamente con técnicas de Yagami, dejándolo en el suelo con un Koto Tsuki Yoo.
Agitada y al ver que el otro no se levantaba prefirió alcanzar a Habana, Kaoru intento rebasar a Yamazaki pero este se logro poner en pie, estaba tan furioso que no le importaron las lesiones ni el dolor y pretendía atacar a la chica de manera cobarde, sacando su cuchillo.
—¡Abajo! — grito Leona y la pelirroja obedeció.
La soldado utilizo su técnica Grand Saber hacia el matón proyectando en un gran corte. Yamazaki acabo al fondo del pasillo.
—¡Hay que evacuar! —ordeno Heidern
—¡pero Moe!
—la chica ya salió.
Sabiendo que su amiga estaba a salvo Kaoru trazo un portal para que ambas pudieran salir de ahí.
Antes de cruzar Leona desprendió sus aretes y los arrojo hacia el fuego del laboratorio.
Una gran explosión se produjo a espaldas de quienes estaban peleando en la parte de afuera del hospital, el estridente sonido hizo que todos enfocaran su atención al edificio que ardía en llamas y continuaba explotando debido a los tanques que se albergaban en su interior parte del material medico.
Al ver que el hospital había caído, algunos de los enemigos comenzaron a huir.
Andy se arrojo a Mai para protegerla, porque estaban mas cerca; aprovechando la distracción y que las cosas ya estaban fuera de control Billy regreso a su auto y se marcho a toda velocidad.
Kaoru apareció cerca del contenedor que estaba del otro lado de la calle y se sorprendió que Leona Heidern la estaba cubriendo de los remanentes de la explosión.
—¡están retrocediendo! —Dijo Soiree.
Los pocos enemigos restantes no tuvieron la misma suerte, ya que que en ese momento elementos de la policia federal los rodeo.
Uno de los oficiales con las siglas FBI se acerco a Terry
—Nosotros nos haremos cargo ahora, señor Bogard.
—¡Jm! Ya para que —comento Clark que pasaba por ahí.
—¿como sabe mi nombre? —interrogo Terry.
—La detective Ryan lo describió con lujo de detalle.
Mary no regreso, sin embargo se había encargo de que Terry tuviera toda la ayuda posible, entregando las pruebas a Fate y cobrando favores a la policia federal.
El cielo comenzaba a aclarar, el sol aparecería en cualquier instante trayendo el nuevo día y con eso, de nuevo la tranquilidad a la ciudad del sur.
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