Capitulo 23: "Apoyo entre chicas"
Sumergida en aquel pozo de oscuridad, podía escuchar el sonido de las personas que iban de un lado al otro por los pasillos.
—¡¿Que sucede?! — dijo para si con los labios cerrados —No puedo... — De repente, el bullicio le pareció distante. Las tinieblas que la retenían en forma de una gran serpiente negra, hacían que casi todos sus sentidos se fueran anulando y lo único que alcanzo a percibir era el olor a tierra y sangre, distribuido en distintas direcciones —¡Alguien, por favor! — se repetía en su cabeza intentando recuperar o hacer que su cuerpo se moviera.
Poco a poco la oscuridad comenzó a tomar forma y aunque no estaba segura de si se trataba de una ilusión o un recuerdo que solo se dibujo en su cabeza, pudo visualizar al joven rey celestial.
—¡Chris! — el chico se encontraba de espaldas, sin mirarla — ¡Chris! — lo llamo una segunda vez, una tercera y una cuarta; era como si ella supiera que estaba gritando mas sus labios no se despegaban, su voz, su ser, no llegaba hasta el chico que se iba alejando con toda naturalidad por el sombrío sendero hacia dos siluetas; una de ellas, idéntica a la de Leopold Goenitz.
En su paso hacia el sacerdote de Orochi, Chris no iba solo, junto a el avanzaban otras dos serpientes negras, una mas grande que la otra y él, el mas joven de los reyes celestiales, lucia tranquilo con ello.
Sin poder sentirlo, Kaoru levanto un brazo, el único que pudo liberar, para tratar de alcanzarlo —¡No! ¡Chris! ¡Por favor! ¡Regresa! ¡Ese no es el verdadero tu! ¡No te entregues a la...—Tal fue su insistencia, que la serpiente que la mantenía sometida comenzó a estrujarla, devolviéndole los sentidos suficientes para percibir dolor, principalmente a un costado de una de sus piernas —No puedo... no puedo respirar — se estaba sofocando con la constricción del ser reptante formado por las sombras.
La serpiente parecía disfrutar de lo que le estaba haciendo pues de alguna manera comenzó a reír, una risa tan estrepitosa que Kaoru reconoció de inmediato, era la risa de Iori Yagami, la que dejaba salir cuando parecía que perdía un poco la cordura.
De repente, la chica sintió algo más que la escamosa y brillante piel de la criatura sobre ella, y esto fue una sensación familiar, algo que toco su hombro y como si fuese magia, abrió los ojos de golpe, para encontrarse en el pasillo del lugar, con toda la gente al rededor, como si nada hubiese pasado, incluso su mente quedo totalmente en blanco por unos segundos.
—¿Se encuentra bien?
Tratando de calmar su agitada respiración y recobrando la temperatura de su cuerpo que había cambiado debido al frío de su sudor, Kaoru se viro hacia donde escucho que la cuestionaban, para así encontrarse con aquel que le transmitió aquella sensación familiar.
—¿Señorita? — Insistió el CEO de la cadena Satella, que aun tenia su mano sobre el hombro de la pelirroja —Luce pálida, será mejor que vaya a ver al medico del lugar.
Le tomo unos segundos reaccionar, pero finalmente la joven emitió sus primeras palabras.
—No... no es, no es necesario, estoy bien, solo, solo me maree por un momento.
—¿Esta segura?
—Ah, Si.
En ese caso... — El hombre la condujo con toda caballerosidad y amabilidad hasta una zona de descanso, haciendo que la otra tomara asiento para poder dirigirse a la expendedora automática que estaba a un costado.
—Gracias, pero no consumo esa clase de bebidas.
—Entonces un poco de agua mineral la ayudara — apretando el código se inclino por el envase para después colocarlo en las manos de la chica.
Kaoru destapo la lata y bebió unos sorbos que después se convirtieron en tragos profundos y mientras ella se rehidrataba el caballero contemplo el perfil de su rostro, la miraba como si estuviera analizando sus rasgos a detalle.
—¿Que sucede? ¿Tengo algo en la cara? —pregunto ella al darse cuenta que la examinaba —¿todavía luzco palida?
—Oh, no, ¡disculpe! solo me pareció curioso que alguien de su edad no consuma bebidas tan azucaradas, los jóvenes generalmente disfrutan de los excesos.
—No me acostumbraron de esa manera... —en ese instante, se dio cuenta que el hombre había aparecido antes cerca de ella —usted trabaja con Chizuru-san ¿cierto?
—Que modales los míos — rió levemente y llevo su mano hasta el interior del bolsillo de su elegante saco — La señorita Kagura y yo, somos socios durante este evento — entrego a la pelirroja una pequeña tarjeta en color negro con las letras resaltadas con una tinta de tipo metalico.
—Corporativo Satella, Lee Shin Hanzu, presidente... ¡¿Eh?! ¡Es! ¡Es el director de la televisora! — dio un pequeño salto en su asiento.
—También soy el dueño y nuestra empresa es mas que una televisora.
—¡Lo lamento! ¡no tenia idea! ¡No debí tratarlo a la ligera!
—Esta bien, me agrada el trato ordinario — agito la mano como si fuera nada.
—¡Chizuru-san me ha dicho que no debo ser irrespetuosa con las personas con quienes trabaja! — llevo sus manos a la cabeza.
El hombre tan solo sonreía amablemente ante la vergüenza de la otra.
—Al parecer se ha recuperado, eso me alegra —dijo Hanzu.
—¿Ah? Oh, si... so, solo fue algo del momento.
—Supongo que aveces estos eventos pueden causar un gran impacto en las personas, y mas si no están acostumbradas — entrelazo sus dedos en una posición de serenidad.
—Claro, es...vera... —se rasco la cabeza por detrás — el equipo de Chizuru-san será el siguiente en pelear — lo comento como excusa.
—Ya veo, estas muy preocupada por ella.
—Por supuesto.
—Te comprendo, también tengo en un alta estima a la señorita Kagura, ella es simplemente admirable, una tenaz empresaria que representa a su familia, tiene presentes sus costumbre y puede desarrollar un papel en un torneo como este, manteniéndose impecable y sumamente... — el hombre se detuvo al ver que la protegida de Chizuru lo observaba un tanto extrañada ante su fervorosa descripción de la sacerdotisa — definitivamente la señorita Kagura es admirable — resumió mientras aclaraba el tono de su voz que había cambiado levemente al profesar su devoción.
—Si no fuera por que no lo conozco, juraría que a este hombre le gusta Chizuru-san — pensó —Pobre...
—Bueno, tal parece que ambos tenemos la misma consternación, así que, ¿Que le parece si me acompaña a mi palco para que animemos a la señorita Kagura? —le sonrío cálidamente — ya todos deben estar en las gradas.
—Muchas gracias, pero debo ir con Chizu...
Antes de que la pelirroja se excusara para regresar al lado de la representante de los Yata; una sombra la cubrió por detrás, no era una sombra de maldad, sino la de alguien que parecía irritarse cada vez que se topaba con ella. Era Leona Heidern, que con un alto sentido del deber, patrullaba por los pasillos aun antes del encuentro de su equipo y cuando Kaoru la reconoció, le sonrío mostrándole todos los dientes, percatándose de que la soldado silenciosa no parecía estar ahí para unirse a la charla.
Ante el gesto de la pelirroja, Leona solo levanto una ceja, señal de que eso la irrito aun mas.
—¿Prefieres el modo fácil o difícil? — le dijo en su frío y contundente tono de voz.
—Déjeme adivinar... este es el fácil ¿cierto? —Leona solo clavo sus ojos en ella, respondiendo con su silencio —De acuerdo... — murmuro la adolescente y se viro un poco para despedirse del presidente de la cadena —De nuevo gracias y disculpe la molestia — reverencio.
—No te preocupes, me siento contento de haber podido ayudarte, es una lastima que no me acompañes, sin embargo estas en las buenas manos de la señorita Heidern — sonrío.
Con eso ultimo, Leona, que ya llevaba a la otra a empujones, no pudo evitar mirar al empresario de reojo; pues le pareció muy extraño que no solo estuviera consiente de quien era ella, sino que ademas, se dirigió con una gran confianza.
—Usted también debe dirigirse a su lugar — fue lo único que le dijo en respuesta ya que no tenia la suficiente información como para saber por que ese sujeto se expresaba así.
—Claro, voy directo a mi asiento — se levanto con una sonrisa amigable, con una mano el bolsillo y la otra al aire haciendo un gesto de despedida, Hanzu vio marcharse a las dos jóvenes damas. Al ver que estaban lo suficientemente lejos su expresión cambio, todavía mantenía su sonrisa, sin embargo, ya no era cálida —El tío Leopold tenia razón, la hija de Gaidel se parece mas a su madre pero tiene el carácter de su padre...
—Sabe, puedo caminar yo sola — Dijo Kaoru ante la agresividad con la que Leona la conducía.
—Eres lenta.
—Esto se esta haciendo frecuente, ¿a caso es usted a quien Chizuru-san designo para...
—No se de que estas hablando, pero si piensas que soy tu niñera, estas equivocada, solo cumplo con mis ordenes, así que la próxima vez que te vea deambulando, no seré indulgente.
—Oye... se cuidarme sola.
—No me lo pareció ahí atrás.
—¿Eh?
Leona despego un segundo la mirada del frente y la dirigió a la despistada chica.
—Eres muy ilusa, debes tener cuidado con la amabilidad de los hombres mayores.
—¿Eh?
La peliazul no volvió a dirigirle la palabra y una vez que se aseguro que la otra ya no le causaría problemas se dio la vuelta para reunirse con los suyos.
—¡Ahí estas! — La llamo el Coronel Jones, dando una carrerilla — ¡Ya es nuestro turno!
—Lo se — respondió sin dejar de avanzar.
—Me impresiona que estas en todo, por eso es bueno tenerte con nosotros — camino al lado de ella, bajando su ritmo para estar a la par — Yo ya me hago viejo y algunas cosas se me olvidan.
—Yo lo llamaría desinterés — comenzó a ajustar sus guantes.
—Culpare a la bebida por eso — rió — No hemos decidido el orden, pero si lo deseas puedo pasarte de segundo.
—No tengo problema con la posición que me toque.
—Sabia que dirías eso, solo te estaba probando, lo dejaremos al azar, eso si, el que pierda invitara las bebidas.
—No perderé.
—También sabia que dirías eso, no te preocupes, yo pagare tu bebida — le sonrío — solo no le digas al comandante — le guiño un ojo.
En ese momento Leona se percato que el coronel no solo había estado al pendiente de ella, sino que también encontró una manera durante el trayecto para que ella lograra expresar algo mas que monosílabos, por lo tanto le fue inevitable recordar su propio consejo, aquellas palabras que le dirigió a la adolescente apenas unos minutos antes.
Con ello en mente, apretó los labios, al mismo que desviaba su mirada del coronel de pañoleta roja.
—¿Uh? — el se dio cuenta inmediatamente de su expresión — ¿sucede algo?
Leona no respondió, cerro los puños y sin mirarlo continuo por el pasillo.
En el medio de la arena, ya estaban los dos equipos aguardando el inicio de su enfrentamiento, el equipo de las damas conformado por Chizru Kagura, King y Mai Shiranui, se enfrentaría al trio bajo las ordenes del comandante Heidern, Ralf Jones, Clark Still y Leona Heidern. Ambos equipos ya gozaban de popularidad, pues la mayoría de sus integrantes habían estado presentes desde la primera entrega, aquellos miembros de los denominados "Ikari Warriors" eran incluso un modelo a seguir por muchos, debido a la fuerza y el porte que presentaban; en cuanto a sus contendientes, la belleza de las tres era sin duda lo que atraía la atención para después llevarse la sorpresa debido a su gran talento ante la pelea.
—¡Muy bien! ¡Decidiremos la suerte de quien ira primero! — dijo Mai extendiéndoles tres tiras que sujetaba con su mano cerrada.
—¿No es algo burdo? — comento King.
—Bueno, ellos lo están haciendo de manera similar — La ninja Shiranui apunto sobre su hombro hasta donde se miraba a los miembros de Ikari decidiendo su turno bajo la confiable y tradicional manera de "piedra, papel o tijera"
Finalmente los primeros en pelear estaban arriba. Mai contra Leona y el publico no dejo de emocionarse por las dos hermosas y sexy damas.
—¡Hey! ¡Benimaru! ¡¿Que haces ahí?! — Kyo cuestiono a su compañero que se había aproximado tres filas al frente de donde le correspondía.
—Nuestro lugar es aquí — lo secundo Daimon, de brazos cruzados.
—Oigan esta pelea si me interesa, dos bellas y sensuales chicas haciendo contacto una con otra... ¡Pretendo analizarla muy de cerca! — respondió con los brazos extendidos de manera cínica.
—No tiene remedio — comento el maestro Goro, mientras Kyo agitaba la cabeza dando a entender que compartía el punto de vista del Judoka.
Otro de los equipos que estaba atento al enfrentamiento era sin duda el trio representante del estilo Kyokugenryu, principalmente el que consideraban el líder de ellos. Ryo Sakazaki, que ante todo estaba para apoyar a su querida amiga.
—Míralo ahí, tan serio, con esa pose y cara firme, seguramente en el fondo quiere gritarle algo a King— se Mofo Yuri de su hermano mayor.
—Pareciera que quiere enviarle mensajes psíquicos —Robert también se unió a Yuri — hombre, no te va a escuchar si no se lo dices.
—Hermano mayor, ¡debes ser mas directo! decirle algo como "¡Vamos King si ganas te daré muchos besitos!" — continuo la menor de los Sakazaki, haciendo sonidos de besos.
—Ja, ja, ja, ¡no me lo imagino diciendo algo así!
—¡Ustedes ya cállense! — los reprendió Ryo, sin enseñarles que tenia la cara roja por sus comentarios impropios — King no peleara de primero.
—Ya se enojo el chico duro — Robert y Yuri continuaron molestando pero en un tono mas moderado.
— Seguramente debe tener la cara roja, ji, ji, ji — dijo Yuri, conociéndolo muy bien.
Bajo la mirada del publico y de los demás equipos, la ninja Shiranui le hacia frente a su oponente, de manera ágil se desplazaba por la plataforma para intentar someter a la soldado con sus técnicas combinadas con fuego. Pero Leona tenia una gran resistencia y la ventaja de ser táctica, adelantándose un paso a la de lienzos rojos.
Al ver que Leona era realmente un oponente sumamente rudo, Mai opto por atacarla con su gran llamarada, y fue en ese instante que Leona la contrarrestó arrojando a las flamas uno de sus pendientes explosivos, provocando que Mai no pudiera terminar su ataque por completo debido al impacto, eso permitio a Leona tomar ventaja sobre la japonesa, con su X-calibur y dandole la primera victoria al equipo de Ikari.
El publico que apoyaba mas a Mai, debido a ser una veterana en el torneo, no se mostró insatisfecho, pues ambas peleadoras lo habían hecho de manera formidable.
—¡No puede ser! ¡Y yo que pensé que ahora si, Andy estaría dispuesto a que formáramos un equipo si ganaba el torneo! — lloriqueo.
—No te preocupes Mai, no todo esta perdido, Chizuru y yo podemos tomar ventaja — la intento confortar su compañera.
—King tiene razón, aun quedan dos rivales mas.
Como si le hubieran inyectado nueva energía, Mai se planto para animar a las otras dos miembros.
—¡En ese caso cuento con ustedes!
El sol se hacia mas brillante y golpeaba con mas fuerza sobre la arena, King era la siguiente y a quien debía derribar, era al teniente, Clark.
Haciendo girar sus tobillos y estirando un poco las piernas, la cantinera examinaba al enorme hombre; que en absoluto la intimidaba, ya que ella tenia vasta experiencia en dejar a tipos rudos en el suelo, es mas, King había rebajado a tantos hombres en South Town, que su fama la precedía.
Con los puños en alto y manteniendo el movimiento del cuerpo, la francesa se preparo para ir contra el que parecía inamovible.
Por su parte, el teniente no pretendía moderarse por tratarse de una dama, así que le ofrecería un enfrentamiento al mismo nivel que con cada uno de sus oponentes a lo largo de su carrera.
Cubriendo y recibiendo los ataques de uno a otro, era una pelea que no se balanceaba en absoluto, Clark era lento y pesado mayormente, mientras que King mas ligera y ágil, con la mayor de sus fuerzas en sus poderosas extremidades inferiores, sabia que si el soldado la atrapaba, muy probablemente no la dejaría recobrar su espacio y lamentablemente, fue de ese modo. Al ser mas ofensiva termino por entregarse en un ataque abierto, donde el teniente la sujeto con fuerza hasta reducirla.
Esa había sido la segunda derrota y el final del camino para el equipo femenino.
Chizuru respiro profundamente y bajo la cabeza, un tanto resignada; Mai se dejo caer de centón al suelo para lloriquear un poco, pero no demoraron mucho de esa manera, pues les sorprendió que la rubia se había puesto de pie, aun con los golpes recibidos y como un rayo paso al lado de sus compañeras, sin mirarlas a la cara.
—¡King! — la llamo la de atuendo rojo.
—¿Que le ha sucedido? — murmuro Chizuru.
—¡Maldición! — Exclamo King golpeando con fuerza uno de los pilares de debajo de las gradas.
Se había apartado de sus compañeras para que estas no la vieran en ese estado.
—¡King! — la llamo Ryo, quien si la había seguido sin importarle que esta pudiera enfadarse —¿Estas bien? — pregunto con respecto a su mano, de la cual resbalaba la sangre por el impacto.
—¡¿Que haces aquí?! — lo cuestiono irritada.
—Estabas muy turbada y pensé que...
—Estoy bien ¡déjame!
—Claramente no lo estas — se froto el cuello, trataba de buscar las mejores palabras, pero Ryo era torpe en ese tipo de cosas y mas si se trataba de King —Es por Jan ¿no es así?
Al escuchar nombrar a su hermano, King dejo salir su lado mas vulnerable.
—¡Le he fallado! ¡Contaba con ganar este torneo! —apretó los dientes para tratar de contenerse —¡Ni siquiera puedo vender el Bar por que ya lo he hipotecado para pagar los gastos médicos! —Nuevamente el frágil estado de salud del pequeño Jan, se había vuelto la principal angustia de la peleadora, la cual solo tenia dos opciones, ganar el primer lugar en el torneo o volver a trabajar como esbirro de alguno de los cabecillas pandilleros de South Town.
Este problema solo era del conocimiento de su amigo y maestro en el estilo Kyokuguenryu.
—¡No desesperes! Todavía hay una manera de obtener el dinero.
—¡¿Que no te haz dado cuenta que estamos fuera?!
—S, si, pero yo aun no, mi equipo aun esta en la contienda y obtendremos el primer lugar ¡el dinero del premio será para ti!
—¡Ustedes también necesitan ese dinero!
—Nosotros podremos salir adelante, estando enteros, sin embargo la salud de Jan es mas importante, estoy seguro que los otros lo entenderán — en un impulso, tomo las manos de la rubia entre las suyas —¡No voy a permitir que vuelvas a esa vida!
Por un segundo, a King le brillaron los ojos de escuchar el breve discurso de Ryo, pero solo fue eso, pues no demoraron en darse cuenta lo cerca que estaban y la manera en que se habían tocado e inmediatamente se soltaron y giraron el rostro, de una manera ligeramente infantil.
—¡N, no puedo permitir que me des ese dinero! ¡No es correcto!
—Esto es algo que deseo hacer.
Estaban tratando de calmarse.
—Si insistes tanto — respiro profundamente y exhalo — lo aceptaría, solo si me permites que te lo pague con el tiempo.
Ryo sabia que la dama era muy orgullosa, quizás una de las cosas que mas llamaba su atención, la admiraba mas allá de su belleza y sabia que la ofendería si no aceptaba el trato.
—Esta bien...
Para la próxima pelea, todos los participantes y el staff principal se trasladaron a la siguiente sede, desde la inauguración los equipos debían viajar con todos sus integrantes juntos, como medio de seguridad y para mantener el orden. Aquella medida no fue confortable para muchos de los peleadores, pues algunos de ellos rivalizaban de manera no amistosa, mas allá del torneo.
El primero en quejarse fue Robert Garcia, que antes había ofrecido a sus compañeros ir en un avión privado que muy bien podía darse el lujo de pagar, pero los Sakazaki no, así que con tal de seguir el protocolo y mantenerse al lado de sus amigos, solo torció la boca y acepto viajar en una clase turista, por supuesto no podría tener el asiento al lado de Yuri, pues Ryo siempre se apresuraba a ocupar el medio.
El Segundo en quejarse fue Billy Kane, ya que no deseaba viajar donde también estuviera Iori Yagami, mas fue ignorado por sus compañeros, Yamazaki solo deseaba que su pelea llegara pronto y a la detective Mary le daba lo mismo la manera en la que se moverían.
Y por ultimo, estaba Kensou, el cual se quejaba de que la comida del avión era horrible.
—Deberíamos viajar en un avión privado o por lo menos en una clase ejecutiva — menciono con los brazos cruzados hacia atrás, esperando el abordaje —Tan solo por el hecho de que la famosa Athena este con nosotros, ya seria razón suficiente.
—Kensou, no seas quisquilloso — respondió Asamiya que revisaba el itinerario de los encuentros, mientras el maestro Chin dormía a un lado— No estamos en una gira, ademas, es bueno socializar, así podemos cimentar una mejor relación con los otros competidores.
—No se tu Athena, pero no me interesa ser amigo de un sujeto como ese — dijo señalando a Yamazaki a la distancia —suficiente tuve de los sujetos con esa cara en Japón.
Y así, con el aeropuerto lleno de los peleadores que estaban un tanto dispersos, Kaoru aprovecho para saber si el C.Y.S. ahora conocido como los New Faces, se encontraban también en el lugar.
—Hmmm... no los he visto por ninguna parte — trataba de agudizar su visión con la mano sobre la frente, mientras se ocultaba detrás de uno de los enormes pilares hechos de piedra— Tampoco veo a Iori, seguramente el hizo lo que quiso y ha tomado su propio transporte, no lo dudaría — pensó —es tan terco.
—¡Psss! ¡Fisgona! — sin previo aviso, Kyo apareció por detrás de ella y se le emparejo al grado de casi chocar su mejilla con la de ella —¿a quien miras pervertida?
—¡¿Pervertida?! ¡Tu eres el que esta casi encima de mi! ¡Aléjate! —lo empujo.
—¡Ya! ¡ya! ¡ya esta bien!... No me digas que estas buscando a Yagami.
—De casualidad ¿haz visto o escuchado de Chris y los otros? — movió el tema mientras continuaba observando hacia los pasajeros.
—Lo siento, no tengo nada.
—Chizuru-san dice que ellos regresaran y también lo creo, pero...
—No hablemos de esas cosas ahora — Kyo coloco su mano en el hombro de la joven, la cual tuvo un dejavu, al recordar cuando el presidente de la cadena Satella hizo lo mismo, pero no sintió esa sensación familiar con su maestro del estilo Kusanagi —La razón por la que te busque es...
Aquello que Kyo quería mencionar, no pudo expresarlo por que al mismo tiempo se escucho el anuncio de que los peleadores comenzarían a abordar.
—Debes darte prisa, Beni-sama y el maestro Daimon no podrán abordar sin ti.
—¿Eh? ¿Tu no viajas con nosotros?
—No, ya que los lugares para los equipos están contados, me corresponde viajar en un segundo avión, en el que trasladan parte de la infraestructura y a algunos trabajadores.
—Eso suena deprimente ¿sabes? — comento en un ligero tono de burla — iras con la carga.
—¡lo dices como si viajara con la basura!
—Solo digo que puedo meterte de contrabando en nuestro avión.
—No seas ridiculo, Chizuru-san también viaja en ese avión, se daría cuenta de inmediato.
—¿Que sucede contigo? ¿Dejaste de ser la chica rebelde y haz vuelto a ser la niña responsable? — la volvió a mirar con burla.
Kaoru viro los ojos.
—No quiero causar mas problemas a Chizuru-san y a Iori, le dije que seria una buena chica durante el transcurso del torneo... ahora, si me disculpas, me preparare para la salida de mi vuelo — se dio la media vuelta y puso un pie por delante — no olvides que tus compañeros...
—¡Espera! — Kyo la detuvo por el cabello, tirando con fuerza de este, casi haciendo que la otra se virara.
—¡Auch! ¡¿Que diablos te sucede?!
—La siguiente pelea es la mía.
—Eso ya lo se — se rasco donde él había tirado.
—Entonces, mas te vale que estés presente o no te lo perdonare.
—¿Por que?
—¡¿Como por que?! Estuviste atenta a la pelea de Yagami, a la de Shingo y hasta en la de Chizuru, por lo tanto te corresponde animarme.
—No es como que te hagan falta los ánimos.
—Ugh... no entiendes nada — se cubrió la mitad de la cara, un tanto exasperado de que ella no captara lo que le estaba tratando de decir.
La segunda llamada para el abordaje se transmitió
—¡Ya vete Kyo!
—No, no hasta saber que estarás ahí — se cruzo de brazos en una actitud relajada —no mover ni un músculo.
—¡Maldita sea contigo!
—¡Esa boca!
Sintiendo la presión que en realidad debía ser la preocupación de Kusanagi, la otra termino por ceder.
—Muy bien, muy bien ¡iré a animarte!
—Excelente, entonces te veré después de la pelea — se marcho como si nada, como si su berrinche hubiera sido algo casual, despidiéndose con la frente en alto, el sol en su espalda y un ademan al aire.
—Dios... realmente es un niño mimado —apretó los dientes, irritada.
Era impresionante el como la logística estaba tan bien estructurada que para cuando arribaron, todo estaba listo para iniciar el siguiente encuentro.
A pesar de que era un enfrentamiento preliminar, la arena estaba llena, todos querían ver pelear a los campeones actuales.
—Seguramente Ryo querrá vérselas contigo — dijo Nikaido al joven Kusanagi, mientras se mantenían bajo el marco de la salida a la arena.
— Tu no te quedas atrás, Garcia debe tener muchas ganas de medir fuerzas contra ti.
—Dejémoslo al destino — El rubio de puso de pie y con un movimiento de sus mano y el chispeante destello de su energía, elevo su melena para enseñar ese característico peinado suyo.
—¿Quieres que lancemos una moneda?
—No, me parare en la plataforma y dejare que cualquier de ellos venga a mi.
—Esa es la actitud Benimaru — sonrío Kyo —nosotros estamos preparados para cualquiera.
A diferencia del equipo invicto, los representantes del estilo Kyokugenryu, no se habían organizado para enviar estratégicamente a alguien, fue al ver que el primero de sus adversarios ya estaba subiendo al centro que Yuri, reacciono de inmediato, aprovecho la breve distracción de su hermano y su aliado para con un salto posarse ante el modelo.
—¡¿Que haces Yuri?! — llamaron su atención los otros dos hombres que la acompañaban.
—¡Ustedes son muy lentos!
—¡Robert iba a enfrentar a ese sujeto! — recalco Ryo.
—No es como que sea obligatorio — encogió los hombros de manera despreocupada.
—La chica tiene razón, no negare que deseaba pelear contra Robert, mas un cambio de aire y una recreación a la pupila siempre vienen bien — dijo El rubio — Oh... pero no me gustaría maltratar ese bello rostro.
—Que curioso, yo pensaba lo mismo sobre ti— Yuri sonrío, confiada, siguiendo la corriente.
Benimaru la miro en silencio un segundo, asombrado de la seguridad de la peleadora.
—Mejor de lo que esperaba — dijo lo primero en voz baja — ¿lista? Linda señorita
—¡Adelante!
La pelea se movió rápido, con Benimaru desplazándose grácil por la plataforma a Yuri le costo diferenciar el momento exacto en el cual, el arrojaría uno de sus ataques, la chica se concentro en defender y eludir con sus osados saltos. No obstante al final, su Hao Shou Kohouken, no pudo hacerle frente al cargado golpe eléctrico de Benimaru.
Con la primera derrota sobre ellos y sabiendo que tenia una promesa a cuesta, Ryo, una vez que se aseguro que Yuri estaba bien, tomo el segundo puesto, listo para recibir a Kyo Kusanagi, mientras el publico gritaba de emoción.
—¡VAMOS KUSANAGI-SAN! ¡VAMOS! — Shingo también gritaba desde las gradas, pronto se había olvidado del sentimiento de derrota para continuar apoyando a su maestro y no perder la oportunidad de aprender mas de él durante el combate —¡Ah! ¡Nunca creí verlo tan de cerca!
—Creí que lo habías visto pelear otras veces — dijo Kaoru que cumplió su palabra de mirar aquella pelea.
—¡Si! ¡Pero es diferente! ¡Toda la gente! ¡El torneo! ¡Aaaah! — continuo con los brazos en alto por la adrenalina y la emoción, luciendo sus guantes heredados.
—¡Kyo! ¡Kyo! ¡Kyo! — decían al unísono desde los asientos.
—De esta forma solo se le inflara mas el ego — murmuro Kaoru que seguía sentada tranquilamente — Iori debe estar irritado.
Haciendo a un lado su calzado de madera y reverenciando a su oponente, Ryo Sakazaki, el de semblante tieso, no se tomaría a la ligera el combate, tenia que poner en alto al Dojo y sobre todo, ayudar a su muy querida amiga.
King también estaba ahí, observando la pelea del otro rubio, admirada de como sudaba la gota gorda y llevándose al limite para sobre pasar al mas joven Kusanagi, en ese momento se dio cuenta que no importaba si el ganaba o perdía, saber que él dio lo máximo por ella, fue suficiente para darle su eterna gratitud.
Mas tarde, cabizbajo, avergonzado por su derrota y sobre todo, el haber fallado a su amiga, Ryo había ido inmediatamente a disculparse con King. Se había mostrado tan firme y seguro cuando le aseguro que obtendría la victoria, que su orgullo de hombre estaba un tanto herido, algo que King comprendía perfectamente.
—¿Por que te disculpas? Realmente estoy agradecida, tu... tu fuiste muy generoso.
—King, puedo hablar con Robert para que te ayude a pagar la operación de Jan, o... también puedo trabajar horas extra y vender mi motocicleta; ante todo, lo que menos quiero es ver que ensucies tus manos trabajando con esos sujetos una vez mas.
—Gracias, pero ya tome mi decisión, estuve reflexionando y lo mejor será que venda todo lo que tengo y vuelva a Francia para cuidar de Jan, tampoco quiero regresar a esa antigua vida, Jan no merece que su hermana le de un ejemplo como ese, si voy a hacer algo por el, que sea de manera limpia y honesta.
Al saber que la rubia se marcharía sintió que algo se le atravesó por el pecho, estaba acostumbrado a ir a visitarle en su bar, donde aun sin fondos, ella le obsequiaba una bebida para que pudieran continuar charlando. Ahora no podría verla mas, ni extenderle el saludo cuando se cruzaran por la calle; estaría realmente lejos, lejos de South Town, lejos de él. Ya no volvería a escuchar "la casa invita" seguido de una sonrisa cálida y un tanto confiada.
Era el momento para decirle algo, algo que el había estado guardando por mucho y que no sabia como manejar, pero era ahora o nunca.
—King... — comenzó en un tono bajo, algo nervioso —Y, yo... tu...
La peleadora permanecía en silencio, quizás para no volver a dejar salir lagrimas así que tan solo se limito en contemplarlo con atención, escuchando su tartamudeo mientras buscaba sus propias palabras.
—Disculpen — intervino una voz que provenía del pasillo — no es mi intención interrumpir, ni mucho menos lo era escuchar su conversación, debo decir que fue una coincidencia —Era Chizuru Kagura, que con toda educación se dirigió a ellos
—Chizuru... — King se sobre salto.
— Me ha sorprendido lo que haz dicho ¿te iras a Francia? Tu vida y tu negocio se encuentran en America, has prosperado y te haz convertido en una excelente luchadora ¿que te impide permanecer en South Town?
—No es algo que me impida, es... —King bajo la mirada, siempre tratando de ocultar su parte sensible — en America solo somos mi hermano y yo, en estos momentos, Jan requiere una operación y como no podemos pagarla el debe vivir bajo cuidados especiales, en Francia tengo algunos amigos que puede darme el dinero, pero debo quedarme ahí para trabajar y devolver el dinero...
—Ya veo — respondió Chizuru, reflexiva — Sabes, las empresas Kagura tienen una fundación, estoy segura que podemos ayudar a Jan.
—¿Fundación? — comento Ryo — yo nunca...
—Bueno, es un proyecto que he comenzado a impulsar — sonrío levemente.
—¡Chizuru! ¡¿Es eso una excusa para darnos el dinero?! ¡Si es así no puedo aceptarlo!
—Claro que puedes, por que entiendo perfectamente lo que es el amor de hermanos —cerro sus ojos imaginando a Maki —Me conmueve el hecho de que estas dispuesta a renunciar a todo por tu hermano, seguramente haz dado tu mayor esfuerzo y eso merece ser recompensado, ademas, en tu lugar yo también hubiera hecho todo por salvar a mi hermana...
Los otros dos peleadores de melenas doradas abrieron los ojos a la par.
—¡En ese caso trabaje para pagártelo!
—King — le murmuro Ryo — Ella, Chizuru Kagura te esta dando el dinero de buena fe, es un acto de bondad, no creo que desee que se lo pagues de vuelta.
—Pero es, yo no puedo aceptarlo así.
—Claro que puedes — menciono Chizuru y abrió los ojos — no es necesario que involucres el orgullo en estos casos, se perfectamente que eres una mujer honesta — sonrío — ah y una cosa mas, no digas que estas sola en America, tienes buenos amigos — dijo mirando a Ryo.
—Chizuru tiene razón, pase lo que pase, puedes contar conmigo siempre.
Fue imposible para la otra no dejar salir algunas lagrimas, esta vez eran de emoción y gratitud. Su hermano se salvaría y podría conservar su vida, era mas afortunada de lo que imaginaba, a pesar de haber hecho cosas en el paso de lo que no estaba orgullosa, la vida le mostraba su mejor cara.
—Chizuru, jamas olvidare esto, no solo tienes mi gratitud, sino también mi amistad sincera.
La sacerdotisa sonrío sutilmente y bajo la cabeza como una pequeña reverencia en agradecimiento.
—Ven, haremos algunas llamadas.
Con las excelentes noticias y dejando todo en manos de Chizuru, Ryo se despidió contento y al ver de nuevo a su amiga con un semblante de alegría ni siquiera recordo su derrota.
— ¿Amigas? — pronuncio Maki
—Si, eso parecían, ah decir verdad veo a Chizuru-san mas... "sociable" en estos días.
Kaoru se había encerrado en uno de los baños del lugar, para poder comunicarse con su finada maestra, la hermana de la presidenta de las empresas Kagura.
La pelirroja comenzó por contarle sobre la actitud que presentaba esta hacia sus compañeras de equipo y viceversa.
—Me alegra escuchar que mi hermana esta comenzando a disfrutar la vida mas allá de todo lo que se ha enfrentado, francamente me estaba preocupando.
—A mi también.
—Que mujer tan absurda, la sacerdotisa gemela debería aprovechar que esta viva y es rica — Vice y Mature también decidieron unirse a la conversación por su cuenta.
—No recuerdo haberles dicho que podían estar aquí — dijo Maki.
—¡Bah! como si te fuéramos a pedir permiso — respondió Vice, cruzando los brazos.
—Ademas con respecto a la situación actual, no creo que la mocosa este frente a nosotros para contarnos sobre las tonterías que hace tu hermana.
—¡Oigan! ¡No se expresen así de Chizuru-san!
—Habla de una vez mocosa, que es lo que tienes que informar.
Con la boca torcida, Kaoru miro a Maki y esta acento la cabeza indicándole que no había problema. La pelirroja le narro a su maestra y a las intrusas sobre la visión que se le manifestó, en la cual aparecía Chris.
—Ellos seguramente están siendo tocados por Orochi, están despertando...
—¿Y por que no hemos sentido anda al respecto? Cuando Iori... cuando sucedió lo del torneo pasado, claramente pude sentir como él cambio así tal cual la presencia de Orochi, ¿por que ahora no?
—Bueno, quizás se deba a...
—Ugh —Mature viro los ojos — ustedes necesitan comprender que los Hakkesshu no nos manifestamos de la misma manera —La representante de Yata y su discípula guardaron silencio para dejarla continuar — Existen Hakkesshus como Goenitz, como Vice y yo, que estamos plenamente conscientes de nuestro linaje, de nuestro poder y estamos en comunión con ello; luego están los que son como el grandulón, que poseen el poder de Orochi, pero tratan de rechazar su naturaleza, esto impide que pueda controlarlo como tal ya que no quiere perder su humanidad y por ultimo están quienes no son cocientes de que son Hakkesshu, lo cual es mas peligroso de lo que parece, porque al no estar consientes su despertar es mas gradual dejando que al final su poder explote.
—Ustedes necesitan informarse mas — rió Vice de burla — pretenden enfrentarnos sin haber estudiado a los Hakkesshu realmente.
—No es como que exista mucha información al respecto sobre ustedes — respondió Maki.
—Entonces, ese sujeto, el que participa con Billy Kane y la detective ¿esta consiente de ser un Hakkesshu? Me refiero al tal Yamazaki — pregunto Kaoru, que en ambas ocasione había estado percibiendo la energía de orochi en él.
—Es probable, sin embargo, mejor que te lo confirmen ellas.
—No lo conocemos, al menos no en persona — dijo Mature.
—Tiene fama de ser un sadico — comento Kaoru.
—Me agrada — menciono Vice — Solo déjame dejarte claro algo, si el estuviera consiente de ser un Hakkesshu, ya se habría movilizado con respecto a los reyes celestiales.
—Lo que significa que muy seguramente no sabe que lo es, pero si puede sentir y utilizar parte del poder de Orochi, aunque no comprenda de donde se origina.
—Kaoru, en tu visión estaba Goenitz, probablemente aquel que despierte a los reyes celestiales, sea cercano a él, lo suficiente para saber que ese grupo de jóvenes son parte de las cabezas de Orochi.
—Deberías averiguar, si el tiene conocimiento o no al respecto — Sugirió Mature.
Maki permaneció en silencio y después exhalo.
—Detesto decirlo, pero quizás ellas tengan razón, no quisiera ponerte en peligro, sin embargo ya haz crecido y tienes la capacidad de hacerle frente a distintos adversarios.
—No te preocupes Maki-sama, es mi deber.
—Ten cuidado, no tomes riesgos innecesarios.
Asentando la cabeza y haciendo una pequeña reverencia, la pelirroja corto la comunicación para regresar a los pasillos y comenzar a averiguar mas sobre sus enemigos.
—Oye, sacerdotisa de Yata, la visión de esa chiquilla claramente es una advertencia de que podría... morir, creí que ustedes la querrían a salvo.
—Esa es la prioridad de los Yata, no solo por las razones que lleva a cuesta desde su nacimiento, sino por que también posee una Magatama.
—¿Que no estaba Yagami para eso?
—El clan Yagami esta prácticamente extinto y con lo que ocurrió el torneo anterior, si Iori Yagami sede ante el dominio de Orochi, no tendremos otra Magatama para sellarlo mas que la de Kaoru...
—¡Con eso solo me das la razón! —exclamo la antigua secretaria de Rugal.
Maki las miro con detenimiento.
—Ella necesita ser mas fuerte, no podemos seguir manteniéndola en un caparazón para protegerla, tiene que volver a enfrentar sus miedos y a la realidad, ademas, igual no hubiese hecho caso si le decía que no tomara partido, es igual a Chizuru en muchas cosas, una completa rebelde — murmuro lo ultimo con una leve sonrisa.
—¿Eh? ¿Dijiste algo? — Vice coloco su manos detrás de su oido.
—Nada que sea de su interés — Maki avanzo para ir a la zona donde solía meditar — Kaoru ya no esta tan sola, sus guardianes estarán con ella de una u otra manera, aun le falta encontrarse con tres mas... aunque, puede que ya haya conocido a alguno de ellos.
—Guardianes, pfff, ¿estas consiente que la mocosa tiene mas afinidad con los nuestros? —Dijo Mature como si sus palabras fueran una victoria ante el discurso de Maki.
La antigua guardiana del sello se detuvo al escuchar a la Hakkesshu, mas no le respondió, Ya que en el fondo también se había dado cuenta, que su alumna, parecía mas familiar hacia los que poseían el linaje del dios serpiente.
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*Hice una actualización en la parte del Autor, si es posible pasen a leerlo*
¡Gracias!
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