CAPITULO 15: "Torneo Nacional" Parte 1
En el interior de un muy ostentoso restaurante del corazón de la ciudad de Tokio, dos elegantes siluetas de cabellera negra se encontraban una frente a la otra, disfrutando de una excelente cena y una exquisita copa de vino, o por lo menos uno de ellos.
—Si no pretendía consumir vino, se hubiera reservado de pedir la botella — dijo la dama.
— Se que el vino ayuda a realzar el sabor de la comida y mis deseos son que disfrute esta cena — sonrío el hombre.
—Recuerdo que menciono que no le gustaba el alcohol ¿es así? O ¿tiene algún motivo en especial?
—Aunque los vinos son buenos antioxidantes no cambia el hecho de que contengan alcohol, y no me gusta consumir nada que pueda contaminar mi cuerpo.
—Es una pena, no sabe de lo mucho que se pierde — tomo un trago de su copa.
—Puedo imaginarlo — la miro fijamente —señorita Kagura... realmente fue una sorpresa para mi que aceptara reunirse conmigo, creí que me había ganado su desprecio por lo de la ultima vez, y ahora henos aquí, compartiendo la mesa —levanto la mano en un ademan de satisfacción.
—Señor Hanzu, si accedí a esta reunión fue por que usted me hizo una propuesta para la transmisión del próximo torneo. Probablemente ya es de su conocimiento, pero... —mientras ella hablaba, él la contemplaba como si estuviese embelesado — ninguna otra cadena de grado internacional a aceptado trabajar con nosotros, y la fecha esta próxima, a si que adelante, me tiene en sus manos, dígame, ¿cual es su precio?
El hombre demoro en responder, aun la miraba absorto y después respiro profundamente para dejar salir una leve sonrisa.
—Oh, señorita Kagura, le confieso que tenia toda la intención de exigirle el triple, no obstante con solo el hecho de tenerla en frente puedo decir que me he doblegado sin remedio... creo que es usted quien me tiene en sus manos — bajo la mirada e hizo una pausa para beber de su agua mineral.
Lee Hanzu era el tipo de caballero que la mayoría de las damas dentro de ese tipo de circulo social, desearía que la cortejara; rico, galante, educado e inteligente, sin embargo Chizuru no consideraba eso relevante, ya que ella estaba segura que todo era una fachada para ocultar a un empresario sin corazón. Realmente le era difícil a la representante de los Yata el estar ahí y ocultar su expresión mas desagradable ante el caballero de Hong Kong, pero en ese momento no había ido como mujer, ni como sacerdotisa, sino como empresaria.
—Lo único que busco es una verdadera cobertura mundial.
—Cuente con ello, todo el mundo sabrá de su torneo y podrán ser testigo de cada enfrentamiento; mi única condición es poder tener la libertad de trazar la ruta de las ciudades que serán las sede de los distintos encuentros... por supuesto, esto es solo por cuestión de logística.
La presidenta de las empresas Kagura pensó que la "generosidad" del hombre se debía a que esté siempre había tenido interés en tener los derechos de transmisión, eso aunado a que ella ya no tenia otra opción la hizo aceptar irremediablemente.
—Muy bien, tenemos un trato —se dispuso a tomar otro sorbo de vino.
—Espléndido — levanto su copa y la choco con la de la dama antes de que ella pudiera beber—será un evento inolvidable —le sonrío ampliamente.
Al termino de la cena, el par de empresarios de Asia se dirigió a la salida donde sus respectivos vehículos los aguardaban.
—Veremos los detalles del contrato el lunes, que tenga buenas noches señor Hanzu —Chizuru se inclino para reverenciar a su igual, como era debido. Sin embargo, al volver a su posición, el presidente de Satella le ofreció su mano a manera de estrecharla, a lo que ella accedió, cuando repentinamente él la giro con gentileza y beso la parte superior de está.
—Gracias por concederme este momento —dijo con una extraña expresión de placer, justo antes de que la otra le arrebatara la mano.
Chizuru tenia la intención de reclamarle, no obstante ella no perdería los estribos por algo así. Incomoda pero estoica guardo sus palabras y solo le envío una mirada de enfado, antes de entrar inmediatamente a su auto, donde se limpio la mano con un paño.
Por su parte, Hanzu regreso a su coche con un semblante de felicidad.
—Luces muy contento — menciono su asistente que había presenciado todo.
—Por supuesto, hoy fue un buen día —reclino la cabeza hacia atras a modo de relajarse.
—supongo que eso quiere decir que ella acepto.
—Claro que lo hizo, no tenia otra alternativa.
—Si sabias que iba aceptar ¿realmente era necesario que cenaras con ella?
El de cabello negro abrió los ojos y miro a su asistente por el rabillo del ojo.
—¿celosa? —La otra no le respondió, solo le volteo la cara — no debes preocuparte mi preciosa Seiryu — estiro la mano para acariciar su rostro —todos los tesoros tienen sus días contados — deslizo su pulgar hacia los labios de la mujer para frotarlos delicadamente — solo me estoy divirtiendo un poco ¿no quieres que tu hermano sea feliz? — introdujo una porción de su dedo en la boca de la otra, que acento en afirmación —por que mi felicidad, es tu felicidad... y ¿sabes cual es mi mayor felicidad?
—S, si — logro responder aun con lo que tenia dentro de la boca —la resurrección de nuestro Dios y el nacimiento de nuestro pueblo.
—Muy bien, esa es mi chica — le susurro.
—¡Hey! ¡Kaoru! ¡Adivina! — dijo un muy confiado Kyo por la mañana, que se asomo al balcón con toda la intención de cruzar hacia el de su vecina.
—¡¿Que crees que estas haciendo?! ¡Imbecil! — al verlo y ver sus intenciones, Yagami, que se encontraba apoyado en el barandal de su respectivo lado disfrutando del aire de la mañana y fumando un cigarrillo. Le marco un alto con el tono de su voz.
—Ah, eres tu ya volviste que horror —dijo con una expresión de antipatía — por favor se buenito y llama a Kaoru que quiero hablar con ella.
—¡Deja de hablarme como si fuera tu maldito perro! ¡Lo que tengas que hablar con ella primero deberas arreglarlo conmigo!
—¡No actúes como si fueras su dueño! ¡Deberías tratarla como lo que son!
—¡Tu opinión me importa una mierda! ¡Y deja de estar fastidiando!
—no se de que hablas — hizo una expresión de desentendido —solo me la he topado como cualquier otro vecino.
—¡Maldito seas! ¡Eres como un grano que esta fastidiando!
Los peleadores ya estaban de nuevo cara a cara arrojandose palabras y miradas de odio. Solo los dividía una muy escasa porción de espacio vacío, gracias a que aun estaban en sus apartamentos correspondientes.
—¡Ya cálmense! es muy temprano para que estén haciendo alboroto, los vecinos van a reclamar — dijo la pelirroja que apareció por la larga ventana al escucharlos.
Fue entonces que Kusanagi aprovecho y empinando medio cuerpo hacia el balcón vecino, aparto a su rival con un fuerte golpe usando el hombro y la cabeza.
—¡Kaoru! — la saludo con una expresión alegre, como si Yagami no existiera — te tengo una sorpresa, la final del torneo nacional se llevara acabo este fin de semana aquí en Tokio y Shingo esta compitiendo.
—¡¿que?! ¡¿De verdad?! — exclamo la otra, con los bien abiertos —¡es genial!
—¡Si! ¡Si logra ganar tendrá un pase para el próximo KoF —respondió Kusanagi, atento a el pelirrojo por que sabia que no se quedaría de brazos cruzados con lo anterior.
—¡Es increíble! ¡Seguro ganara!
—Sabia que dirías eso, por eso conseguí lugares especiales, como ex campeón, representante de Japón y tres veces ganador de KoF —eso ultimo lo menciono para irritar aun mas al otro — puedo llevar a quienes yo quiera ¿que me dices? Todos estarán ahí, Athena, Kensou, Yuki, incluso Aoi y Souji.
Kaoru se quedo pensando un segundo, al tanto que los herederos se continuaban retando con la mirada. Realmente quería ir a ver a su amigo pelear en la final y apoyarlo.
—Agradezco tu invitación, pero no.
—¡¿Eh?! — Kyo se distrajo y fue cuando Yagami le pudo asestar un golpe de lleno — ¡¿es enserio?! ¡¿Por que?! ¡Pensé que querrías apoyar a Shingo!—la cuestiono frotándose donde había recibido el golpe.
—Em... — se puso nerviosa —tengo cosas que hacer — se dio la vuelta y entro rápido a su hogar —¡ya esta el desayuno! —le aviso a el pelirrojo desde el interior.
—Ya la escuchaste — apunto a su rival con una sonrisa burlona y regreso tras ella.
Mientras comían en silencio, Iori observo de reojo a la chica y le extendió su tazón vacío indicando que quería un poco mas, a lo cual ella diligentemente atendió.
—¿Por que le mentiste a Kusanagi? —la interrogo en cuanto Kaoru coloco la segunda porción en su mano —ese sujeto te agrada, y estoy mas que seguro que realmente quieres ir.
—No aceptaría ir a solas con Kyo, no es correcto y al escuchar que menciono a los otros supe que realmente no debía ir.
—¿tienes problemas con ellos?
—No con la mayoría, es decir Athena-san es del tipo que todos son sus amigos, ella es agradable; también Beni-sama, digo, Benimaru. Sin embargo no le agrado a Yuki-san, ni al idiota de Kensou aun que él me da igual — se sentó y tomo de nuevo sus palillos —esta bien, el que no vaya no significa que no apoye a Shingo, lo veré por televisión — dibujo una leve sonrisa.
Continuaron en silencio después de eso y el resto del día como si nada.
En la escuela, durante el transcurso de la semana, Chris parecía como de costumbre, mas no toco el tema respecto a lo sucedido con el viaje; continuaba hablando con su compañera, compartiendo las horas del almuerzo y las charlas sobre diferentes temas.
Tiempo atrás ella simplemente no se hubiera involucrado, o si quiera interesado en lo que sucedía a otras personas, ya que carecía de la capacidad de entendimiento de las emociones de otros y sobre los de ella misma, pero ahora era diferente y sobre todo había descubierto que sentía algo en Chris que la hacia pensar que no podía ignorarlo y mucho menos seguir intentado apartarlo. No obstante no estaba segura de si debía o no preguntar al respecto pues tampoco quería ofenderlo de alguna manera, así que se limito a devolverle el trato que el presentaba, como si lo ocurrido en la estación no hubiera pasado.
—Kaoru — la llamo alcanzándola a la salida —¿Estas ocupada hoy?
—No.
—bueno... ¿podrías acompañarme al centro?
El par de jóvenes estudiantes se traslado por su propia cuenta hasta la donde se encontraban los comercios y edificios empresariales.
—Luce muy diferente de día —dijo Chris que alzo la cabeza para contemplar los grandes edificios —vamos, tengo hambre ¿que tal unas hamburguesas? — tomo a su compañera de la muñeca y la hizo cruzar una calle poco antes de que el semáforo cambiara.
—¡espera! — comento la otra apresurando el paso.
—¡¿que?! ¡¿Nunca haz comido una hamburguesa?! — exclamo asombrado el integrante de C.Y.S. después de haberle dado una mordida a su hamburguesa.
—Nop — le respondió ella solo bebiendo un poco de te frio que obtuvo del restaurant de comida rápida.
—¡¿como puedes vivir contigo misma?! — le dijo en broma.
Los chicos se habían sentado del lado donde se podía ver la calle por el enorme cristal, y gracias a ello terminaron siendo detectados por un personaje familiar, el maestro del estilo Kusanagi que se disponía a subir a su moto cuando los vio.
—Ah, es Kaoru y ese chico —pensó sin darle mucha importancia —que bueno que ella tenga otros amigos.
—En ese caso es mi deber introducirte al mundo de la comida chatarra — Chris rió levemente y le acerco su hamburguesa a la chica — comienza con una mordida, así no te hará daño.
—em... — la pelirroja miro el alimento, un tanto nerviosa.
—sabe bien, te lo aseguro.
Confiando en el otro, Kaoru dio una mordida a la hamburguesa de su compañero de clases.
—¡¿Eeeeeeeh?! — grito Kyo en sus adentros — ¡ese chico le dio de comer! ¡¿Y ella lo hizo sin problema alguno?! ¡¿Que esta pasando aquí?!
—¡Es delicioso! — pronuncio ella cubriéndose la boca por que aun estaba saboreando el bocado —¡¿Como es posible que exista algo así?!
—¡Te lo dije!
—¡debo pedir una!
—Si comes una entera te caerá mal, te daré otra mordida para que te vayas acostumbrado.
Kyo se quedo mirando a los estudiantes salir del local al termino, dudo en seguirlos y así se fueron perdiendo de su vista entre el resto de la gente para continuar vagando por las calles del centro deteniéndose en lo que llamaba su atención, para reír un rato o seguir charlando.
—Gracias, por acompañarme hoy —dijo Chris antes de despedirse para retornar a casa.
—Fue divertido.
El joven de cabello castaño se aproximo y tomo la mano de su amiga, descubriendo parte de su brazo y sonrío.
—La sentí cuando te tome para cruzar la calle — dijo pegando su muñequera a la que ella estaba usando, la misma que el le había obsequiado.
Aunque el tenia una sonrisa en su rostro y su expresión parecía la de siempre, no pudo evitar percatarse que sus ojos reflejaban un poco de angustia.
—Chris... ¿estas bien?
El demoro unos instantes en responder, su rostro estaba hacia abajo y aun sostenía parte del brazo de la chica.
—Yashiro piensa que todo es culpa de esa persona... del otro músico de "aquella banda" pero creo que solo se siente frustrado de no poder avanzar y busca culpables —le dijo en un tono de voz un poco bajo —me preocupa que el se obsesione con esto y se olvide de lo que es realmente importante... nosotros venimos aquí por que queríamos apoyarlo en su sueño, por que todos amamos la música tanto como él.
—Me parece que ustedes se han vuelto realmente populares, en un año han logrado mucho, a otros les ha tomado mas tiempo tan siquiera obtener un disco — comento basada en la experiencia de lo que había vivido con Iori —ademas, "aquella banda" y ustedes tienen estilos diferentes, se que las dos podrían ser igual de famosas — continuo con mesura.
—Yo también pienso eso... solo espero que Yashiro llegue a verlo de esa manera —le devolvió la mano.
—Lo siento, no quería incomodarte con mi pregunta.
—No lo hiciste —levanto la cara de nuevo para mirar a su amiga— gracias por escucharme —El joven Hakkesshu se hecho sus mochila al hombro y comenzó a avanzar.
—¡Oye! ¡La próxima vez vayamos a los video juegos! — casi le grito pensando que no la escucharía. Pero lo había hecho, y con claridad, a lo que él respondió obsequiándole una sonrisa cálida.
Esa noche la chica no fue directo al apartamento, espero a Yagami fuera del restaurante, para caminar con el a casa. Cuando la vio, de inmediato hizo una expresión de irritabilidad y fue a ella.
—¿que haces aquí?
—te esperaba.
—¿paso algo?
—no, solo quería verte.
El pelirrojo exhalo y comenzó a avanzar junto a la chica, en silencio, fueron de ese modo hasta la mitad del camino.
—Mañana no tienes escuela ¿cierto?
—No ¿por que?..
—¡Bajame! — exclamo Kaoru — ¡todos están viendo es vergonzoso! —Al siguiente día, temprano por la mañana, Iori se las ingenio para sacar a su compañera del apartamento y se la echo al hombro para recorrer las calles de la ciudad, donde la gran mayoría de los transeúntes no podía evitar mirar la "escenita" por parte de la pareja de pelirrojos.
—¡Miran por que no dejas de gritar! ¡Ademas! ¡¿que importa la gente?!
—¡Están mirando por que ni siquiera me dejaste poner las medias! — reclamo tratando de cubrirse la parte de atrás de la falda.
—Igual hubieran visto —murmuro Yagami.
—¡¿Cual era tu prisa por salir?! ¡Yo quería quedarme a ver la transmisión del torneo! ¡quiero ver a Shingo! —comenzó a mover las piernas a manera de forcejear.
—¡Deja de patear!
—¡lo haré cuando me bajes!
Continuaron de esa manera hasta que llegaron a su destino donde finalmente la dejo tocar el suelo. Kaoru levanto los ojos y se encontró con que estaban a la entrada de la cede del torneo nacional.
— ¿Por que? — miro a Yagami —te había dicho que...
—No vienes con Kusanagi, vienes conmigo, anda muévete — se adelanto.
La parte frontal cerca de la taquilla, estaba llena de personas que hacían fila para conseguir entradas, esperar el ingreso y por los vendedores ambulantes.
Kaoru se levanto en puntas para buscar por donde iniciaba la fila de los boletos, cuando su compañero la sorprendió colocando su enorme mano sobre su cabeza.
—Deja de perder el tiempo.
—Pero las entradas... — Iori asomo del bolsillo interior de su chaqueta un par de pases y rápidamente los guardo de nuevo —oh, ya veo — dijo la chica mas tranquila —entonces haremos la fila para entrar — dio un paso y el la detuvo por el cabello.
—Ni creas que estaré de pie como un idiota, usa la cabeza, los asientos son contados, no hay manera en la que quedemos fuera — se dio la media vuelta y busco comodidad bajo la sombra de un árbol cercano, ella lo siguió y se sentó sobre el pasto, a un lado de el.
—Ahí esta el maestro Daimon —dijo ella al notarlo a la distancia.
—¿ese viejo competirá? — Yagami saco de su bolsillo un cigarrillo.
—No lo creo, ni el, ni ningún otro de los actuales miembros del equipo de Japón volvió a competir en este torneo.
—Es obvio, este tipo de cosas es solo para los amateur —le respondió apretando la boquilla con los dientes.
—¡Kaoru-chan!
El par de pelirrojos se sorprendió al escuchar el estrepitoso llamado a la distancia.
—¡Viniste! — A unos pocos metros de ellos, sacudiendo la mano se encontraba Athena Asamiya y no estaba sola, con ella venían, Kensou, Yuki y Benimaru, pero solo ella se aproximo a saludar.
—Oh, Athena-san, ha pasado tiempo —dijo Kaoru en su tono regular de voz.
—¡Si! ¡Haz crecido! ¡Ya eres una señorita! — Sonrío de manera resplandeciente como siempre era en la alegre Athena.
—A mi me parece igual de enana — comento Kensou, que no demoro en ir tras la idol.
—Ah, eres tu, pensé que era la sombra de Athena-san — respondió la pelirroja.
Asamiya, que ya se había dado cuenta de la presencia de Yagami lo miro de reojo y después se aproximo a su joven amiga.
—¿Ustedes están juntos? — le pregunto al oido.
—Si, vinimos juntos.
—me refiero a otra cosa —le guiño el ojo
—emm... algo así.
—¡Es maravilloso! — se llevo las manos a las mejillas —¡Que emoción! ¡Me da mucho gusto por ustedes!
—...G, gracias...
Kensou que no había escuchado lo primero, miro con desconcierto a Asamiya.
—Iremos a buscar a los otros, nos vemos después —dijo Athena no sin antes volver a acercarse a la pelirroja —Charlaremos después.
El grupo de Asamiya dio la vuelta y a los pocos minutos aparecieron ante ellos dos motocicletas, en una de ellas venían Souji y su primo, y en la otra la joven Aoi.
Quienes estaban por los alrededores de inmediato reconocieron a Kyo y comenzaron a cuchichear sobre su presencia, algunos pensaban en solicitarle un autógrafo, pero este no presto atención a quienes los rodeaban.
Los tres Kusanagi, que terminaron por robar la atención, fueron directo hasta sus conocidos.
—Hola — saludo Kyo a todo en general, estrechando la mano de Benimaru, y haciendo un ademan a Athena, pero a Yuki le sonrío de manera distinta, no era esa expresión vanidosa que siempre lo acompañaba, sino todo lo contrario.
—¿como haz estado? —lo interrogo ella en voz baja sin mirarlo a los ojos.
—Bien.
—Me da gusto escuchar eso —le respondió con seriedad.
Athena y Benimaru se miraron uno al otro, pues se dieron cuenta de la actitud de ambos.
—Hay mas gente que en aquella ocasión en la cual tu y Kyo participaron —dijo Souji a Nikaido.
—Supongo que se debe al KoF, le ha traído popularidad a los torneos locales, ahora todos quieren participar para ser "como Kyo Kusanagi"
—El único que piensa de esa manera es Shingo Yabuki, los demás quieren participar, para poder ser mas fuertes que mi primo, o ¿me equivoco? —le envío una mirada significativa al rubio, pues sabia que aun tenia ansias de vencer a Kusanagi.
La fila comenzó a moverse y los espectadores ingresaron uno a uno para ocupar los asientos.
Athena, Kensou y Yuki se sentaron en el medio, mientras que Kyo y sus primos se sentaron justo debajo de ellos.
—Kyo ¿por que no te sientas junto a Yuki? Así Benimaru puede ocupar el tuyo —propuso Souji.
—Eh... bueno yo —Kyo se rasco la cabeza, dudando si debía o no.
—No te preocupes Souji-san, Benimaru puede sentarse con nosotros — respondió Kushinada, y sus palabras cayeron como una cortina invisible sobre el ambiente.
El líder del clan Kusanagi solo suspiro y se puso en pie con la intención de echarse a andar.
—Voy a saludar a Goro —fue lo único que dijo sin mirar a la cara a los demás.
—Te acompaño — lo acompaño el modelo.
Yuki también se levanto, mas ella tomo la dirección contraria.
—Voy a buscar algo de beber.
—¿quieres que vayamos juntas? — propuso la idol.
—No, esta bien, puedo ir sola; no es como que necesite saber pelear para poder comprar una bebida.
—Cielos... —suspiro Athena con tristeza y se volvió a acomodar en su lugar —tenemos que lograr que esos dos hablen apropiadamente, después de todo ese fue el propósito principal de venir aquí, era una buena excusa para que Kyo-san y Yuki-san pudieran arreglarse.
—¿de verdad? — hablo Aoi sin dejar de mirar al frente — ¿su mejor idea fue que los trajeran a un torneo de pelea, cuando saben que Yuki-chan no quiere saber nada de ellos? Ahora se por que esta el doble de irritada.
—Aoi, tu comentario no es para nada de ayuda — la reprendió su hermano.
—Me parece injusto que quieran forzarlos a hablar, eso debería nacer por parte de ellos, y si no quieren lo mejor seria que se separaran.
—¡Aoi! ¡Ten cuidado de como te expresas! —insistió Souji.
—¡Así es! ¡Ten consideración! —le reclamo Kensou — ¡deberías intentar que se arreglen! ¡No que se separen!
—¡¿Ahora resulta que soy la mala por decir la verdad?! Es por que me preocupan que lo digo, ambos son incompatibles, no van a terminar bien.
Souji viro la cara hacia su hermana, indicándole solo con su expresión que debía moderar su comportamiento.
Benimaru y Kyo regresaron en ese momento y fue Aoi la que se levanto de inmediato.
—¿a donde vas? —la interrogo su hermano. Pero ella no respondió.
—Descuida —dijo Nikaido al mayor de los Kusanagi y siguió a la chica para vigilarla.
—¿por que me sigues? ¿Mi hermano y mi primo te enviaron de niñero?
—Ja, ja, ja, imposible, en realidad me diste la excusa perfecta para poder alejarme del ambiente que se traen Kyo y su novia, plus, puedo estar al lado de una chica realmente linda.
Aoi se detuvo y viro los ojos, no obstante las palabras del modelo la habían hecho dibujar una sonrisa.
—Entonces busquemos nuevos lugares.
La pareja de pelirrojos habían entrado mucho después de la muchedumbre y ocuparon lugar del otro lado, casi al frente del grupo de Kyo y Athena, pero un poco mas arriba.
—Tenias razón, fue mas cómodo de esta manera —comento la chica —¿quieres algo de comer o beber?
—Esto no es un restaurante —Yagami se apoyo a manera de ponerse cómodo, mientras su compañera revisaba un panfleto sobre el torneo, los dos en silencio.
—¡Así que aquí estaban! — Aoi y Benimaru aparecieron frente a ellos
—¡Aoi-san! —la pelirroja se levanto para saludar a la miembro de los Kusanagi —ha pasado tiempo.
—Ya lo creo que si, mira que grande estas, haz dejado de ser una niña curiosa, aunque ahora eres una mujer —La otra se ruborizo —¡oye! —llamo la atención de Yagami —mas vale que no le hayas puesto las garras encima aun.
Iori solo la miro de reojo y después la ignoro, comenzaba a molestarse.
—N, no, Iori es muy respetuoso —le susurro la otra.
—Lo decía en broma, aun que debo decir que es admirable que se contenga ja, ja, ja.
—Eso es muy cierto —añadió Benimaru.
—Cierren la boca de una vez —les dijo Yagami y segundos después solicitaron a los asistentes guardar silencio.
—Ya va a comenzar.
La joven Kusanagi y Nikaido tomaron asiento justo debajo de los pelirrojos, provocando que Iori les enviara una mirada de desprecio.
—Descuida, no somos tan ruidosos como piensas —le dijo Benimaru al notar su expresión.
Las luces se concentraron al centro, algunos de los que se rezagaron por estar comprando chucherías corrieron para ocupar sus lugares y no perder nada. La gente se reservo para dejar hablar al maestro de ceremonia que apareció ante ellos, solicitando un aplauso para los competidores, los cuales ingresaron formando dos filas de cuatro.
—¡Ahí esta Shingo! —dijo Kaoru tratando de contener su voz —luce muy serio.
—Eso es raro en el — continuo Aoi — también le sienta.
—Vaya, el joven Shingo entre los finalistas, tal vez este chico nos de una sorpresa — comento Benimaru dibujando una media sonrisa.
En efecto, Yabuki no solo lucia serio, sino determinado; nadie imaginaria que por dentro estaba bastante nervioso.
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