Capitulo 26" LA DECISION FORZADA"
-¡¿quién se llevo a papá?!, ¡¿dónde esta mamá?!
-¡esta adentro! -respondió su prima
Kaoru corrió para ver a Shizuka mientras Shingo y Kyo ayudaban a Aoi.
-¡dos personas aparecieron y amenazaron al tío, los enfrentamos pero tomaron a la tía como rehén, y el accedió a ir con ellos para que no nos lastimaran! – explico la chica.
-¡mamá Kusanagi! – dijo Kaoru y la abrazo al verla sentada con un par de lagrimas de entre sus ojos
-¡¿quiénes son?!, ¡¿por qué se lo llevaron?! –grito Kyo a su prima
-¡dijeron que si queríamos volver a ver al tío debías aceptar esto! –Aoi señalo un sobre en la mesa
-¡es la invitación al torneo!
El sobre era igual al que la mujer de la otra noche le había dado, pero tenia algo mas escrito en él.
"preferiste que fuera por las malas, si quieres volver a ver a tu padre deberás llegar a la final"
-¡estoy segura que fue esa mujer! – exclamo Kaoru -¡ella apestaba a Orochi!
-¡¿Orochi?!....
Kyo abrió el sobre y leyó el contenido
"Las reglas para el combate entre equipos son las mismas del año pasado, damos la bienvenida a ambos, nuevas y antiguas víctimas... rómpanse una espina –R"
-R... ¡¿Rugal?!, ¡¿qué?!, ¡pero ese tipo murió! –exclamo Kyo
Kaoru recordó su sueño en ese momento
–¿de verdad será ese hombre que vi en mi sueño?, ¿por qué pude verlo?, ¿qué relación tiene él con Orochi? –pensó –debo hablar con Chizuru, ella no me dio respuesta sobre eso cuando me visito.
La joven Yagami se encargo de cuidar a Shizuka y Aoi hasta la madrugada.
-¿lograste que se durmieran? – pregunto Kyo
-si, les di un calmante en el te, necesitan descansar.
Shingo los acompaño hasta el amanecer, los tres pasaron el resto de la noche en la estancia haciendo guardia, cuando los primeros rayos de sol estaban por salir Kaoru acompaño a Yabuki a la puerta.
-lamento no poder ser de mucha ayuda en estos momentos.
-no te preocupes, gracias por quedarte –respondió con una sutil sonrisa.
-si necesitan algo no duden en llamarme.
Kyo se quedo dormido unos minutos en su alcoba, cuando se levanto encontró a Kaoru haciendo el desayuno.
-creí que te habías dormido
-solo por un momento, estoy muy tenso para tener un sueño profundo.
Ella coloco los platos sobre la mesa.
-ven, come algo.
-gracias – Los dos se sentaron a comer en silencio –iré a ver a Benimaru para decirle que formaremos el equipo después de todo.
La chica acento
-no te preocupes por ellas, yo las cuidare.
Kyo miro fijamente a Kaoru
-si no estuvieras aquí no sabría por donde comenzar.
-comienza por prepararte para el torneo, por lo demás no te preocupes, mamá Kusanagi y Aoi son fuertes, se recuperaran.
Kusanagi solo dio algunos bocados y después se marcho a casa de Benimaru.
Las otras seguían durmiendo, Kaoru ordeno y limpio mientras lo hacían y cuando termino se sentó en el pórtico junto al pequeño Iori, pensando en la situación.
-tengo un mal presentimiento de esto pequeño Iori, pero no podemos decírselo, el tiene que estar concentrado para traer al Sensei de vuelta.
El gatito levanto sus orejas en señal de percibir algo, cuando Yagami giro encontró a Yuki en la entrada.
Ambas se miraron fijamente por un segundo, pero fue Yuki la que torno su expresión de enfado.
-vengo a ver a Kyo –dijo tajante
-salió al amanecer, ¿quieres esperarlo adentro?
Cada palabra de que salía de la boca de la pelirroja parecía disgustarle.
-no, vendré después.
Kaoru se puso de pie para hablar antes de que Yuki se fuera.
-Yuki-san, te ofrezco una disculpa por lo de anoche.
La otra se detuvo
-Kyo me dijo... me dijo que tenia sentimientos por ti –hablo fríamente
la otra bajo la mirada avergonzada.
-pero, yo creo que el esta confundido... simplemente no eres mas que una novedad para él...
Kaoru seguía sin responderle.
-tal vez él no te lo haya dicho... estamos comprometidos.
Al escuchar a Kushinada levanto la vista con asombro
-cuando seamos adultos nos casaremos... lo prometió frente a mi padre.
Yuki se volteo para mirarla a la cara.
-por eso quiero pedirte que te vayas de aquí.
Se hizo completo silencio, la chica Yagami regreso a su semblante serio y demoro un poco en responder.
-no vine aquí por que lo haya deseado en aquel entonces, estoy aquí porque es mi responsabilidad, mi deber es concluir con mi entrenamiento –le respondió contundentemente.
-¡mentirosa!, ¡esas son excusas!, ¡bien puedes entrenar en otra parte, tu solo quieres arrebatármelo! –dijo mientras empujaba con fuerza y le lanzaba golpes a la pelirroja.
Al ver la furia y el dolor en los ojos de Yuki, Kaoru solo aparto la mirada y cruzo los brazos para cubrirse de los golpes de Kushinada, sus golpes no eran para nada a lo que estaba acostumbrada, pero ella dejo que se desahogara, que la insultara y le gritara, de alguna manera sentía que se lo merecía.
-¡el y yo estábamos bien hasta que apareciste!, ¡creí que eras una buena persona!
Una vez que se colmo de atacar a la otra Yuki retrocedió y aun con lagrimas de coraje camino hasta la entrada.
-¡aléjate de Kyo! –le grito y se marcho.
Kaoru bajo los brazos por completo y con la mirada fría y vacía contemplo marcharse a Yuki.
Kushinada se limpio las lagrimas con el brazo y apretando los dientes se sentó en una banca del parque que estaba cerca.
-¡¿por que lo hice, por que le dije que estábamos comprometidos?!, ¡¿por que mentí de esa manera?!, ... ¡es solo que yo no quiero renunciar a el tan fácilmente!, ¡aun si soy un poco egoísta!.
El heredero Kusanagi regreso casi al anochecer, Shizuka y Aoi estaban sentadas con Kaoru, la cena estaba servida pero nadie la tocaba.
-esta hecho, el equipo de Japón ira al torneo - comento y se sentó con la cara sobre la mesa.
-¿por qué no te bañas y te vas a dormir? –le dijo Kaoru –no dormiste nada anoche
-tu tampoco – le respondió con la boca en la madera
-primero debemos comer – dijo Aoi.
-Iré a Kioto, después de las fiestas, Daimon tiene un lugar donde podremos entrenar sin contenernos – Kyo levanto la cabeza y miro de reojo a la chica –Kaoru, quiero que vengas conmigo.
-¿yo?, ¿por qué?
-por que papá hubiera querido que siguiera entrenándote, además, nos servirá así podremos entrenar entre cuatro.
-¿crees que tenga el nivel para eso?
-bueno, aun no lo se, pero es algo que me gustaría descubrir.
-creo que deberías ir – dijo Aoi – un entrenamiento de ese nivel te favorecería.
Kaoru bajo la mirada y los palillos
-¿puedo pensarlo un poco?
-claro –dijo Kyo y se levanto de la mesa –estoy muy cansado.
La expresión del joven era muy distinta a la que tenia normalmente, aun lucia tenso.
-¡es todo!, ¡debemos dejar las caras largas! – exclamo Aoi aporreando la mano en la mesa -¡Kyo necesita nuestro apoyo!
-¡tienes razón! – dijo Kaoru –mamá Shizuka, Kyo traerá de vuelta al maestro – la abrazo, se que el estará bien, el Sensei es de roble.
Esa noche la joven Yagami tuvo otro sueño, no podía ver nada, pero el nombre de Iori resonaba en su mente, una débil imagen de el apareció de repente y poco a poco se desvanecía, -¡Iori!, ¡Iori! -ella lo llamaba en la oscuridad.
La chica se despertó de golpe y lo primero que escucho fue un fuerte trueno seguido de lluvia y otros mas.
Era una tormenta, los truenos eran tan fuertes como aquella noche en la que murió Maki, asustada se cubrió por completo con las cobijas y tapo sus oídos con las manos pero aun a si podía escuchar.
La puerta se deslizo dos veces y de repente ella sintió que algo la rodeo de la cintura.
-tranquila, todo estará bien – dijo Kyo en voz baja
Ella se destapo los oídos y se giro para verlo.
-¡¿qué estas?!.. –otro rayo cayo y ella se estremeció
-recordé que le tienes miedo a los truenos y no quería que pasaras la tormenta sola.
El la abrazo firmemente mientras ella ocultaba su rostro.
-no debes estar aquí - le decía ella empujando.
Pero con cada trueno ella perdía fuerzas por el miedo.
Así estuvieron sin decir nada hasta que después de un rato la tormenta ceso.
-¿estas mejor? – le pregunto con su voz masculina.
Kyo parecía diferente, un poco mas maduro desde que se habían llevado a su padre.
-a veces pareces una niña... pero me gusta esa ternura en ti.
Ella de nuevo se ahogo con sus pensamientos –debo apartarlo, debo hacerlo... pero... - pensaba.
-realmente quiero que vengas conmigo a Kioto... solo así podré protegerte, teniéndote a mi lado...
Al escucharlo lo primero que vino a su mente fueron las palabras de Kushinada.
-Yuki estuvo aquí en la mañana – arrojo –ella cree que estas confundido y pienso que quizás sea cierto.
Kyo aparto un poco a Kaoru para observarla a la cara.
-yo no estoy confundido.
-¿cómo estas tan seguro?... –Las palabras de Yuki golpeaban una y otra vez su cabeza, sobre todo cuando le dijo que estaban comprometidos.
Kaoru miro fija y seriamente a Kyo.
-creo... creo que lo mejor será que solo seamos amigos de aquí en adelante.
-no, no me pidas eso... yo no puedo verte solo como amiga Kaoru.
-¡Estos no son tiempos para eso, si quieres que vaya a Kioto contigo será en calidad de amigos, únicamente para entrenar, y aparte debes prometerle a Yuki-San que cumplirás con tu palabra!
El entre abrió la boca pare responderle, pero los ojos de la pelirroja reflejaban determinación.
Kyo cerro los ojos
-esta bien... -se puso de pie con tristeza y salió de la alcoba de la chica.
-si es la única manera en la cual pueda tenerte cerca... - murmuro al cerrar la puerta.
Algunos días pasaron...
Aoi se recupero totalmente y aun con la ausencia de Saisyu trataban de mantener todo en orden para no preocupar a Kyo, las vacaciones por las fiestas se acercaban y después de eso el equipo de Japón partiría para entrenar.
Kaoru y Kyo regresaron a la escuela, con la única intención de despedirse de sus amigos.
-¡te iras! – exclamo Ayame
-si, debo comenzar un entrenamiento en otra parte
-¡¿pero volverlas?! – pregunto Takeo
-aun no lo se, quizás...
Respondía con tristeza, realmente le dolía dejarlos ya que ellos eran sus primeros amigos de verdad en mucho tiempo.
Tsubame abrazo a Kaoru
-¡no vayas a llorar tonta, se que volverás, y si no, siempre serás mi amiga!
-Tsubame... -dijo la pelirroja conteniendo sus lagrimas.
-¡ella tiene razón!, ¡Kaoru volverás estamos seguros! –continuo Takeo
-¡mientras tanto esfuérzate mucho en tu entrenamiento, no te preocupes por nosotros! –añadió Ayame.
Todos le ofrecieron una enorme y cálida sonrisa.
-¡ya cállense van a hacer que llore! –exclamo Tsubame
Los cuatro amigos se abrazaron afectuosamente y durante el almuerzo actuaban como si fuera otro día normal, algo que la joven Yagami agradeció por dentro.
-los voy a extrañar tanto... son maravillosos – pensó.
-¿oye por que no te despides de Yabuki?
-pensaba hacerlo durante las fiestas, pero no se cuales sean sus planes
-entonces ve y pregúntale, se que no querrás irte sin decírselo.
-tienes razón Ayame, me daré prisa.
La chica cruzo los pasillos hasta el salón de tercero para buscar a su amigo, pero antes de doblar se detuvo en una esquina al ver a Kyo y Yuki hablando.
-no será muy agradable para Yuki-san que me vea pasar.
-¡lo estas inventando!, ¡seguramente es por que quieres escaparte con ella! –le reclamaba
-¡no es así!, ¡esto es muy importante Yuki, trata de comprender por favor!, además.... Kaoru me ha pedido que solo seamos amigos.
Yuki lo miro con los ojos bien abiertos.
-no... no deben ser amigos, ¡Kyo!, ¡quiero que te alejes de ella, solo así te darás cuenta de la verdad!
Al oír eso la pelirroja se retiro.
-¡debo seguir el entrenamiento de Kaoru hasta que mi padre regrese... de su viaje...
-¡ella puede entrenar con Aoi!, me dijiste que tu prima también tiene conocimiento.
-no es como tu piensas, tengo una obligación con mi familia y ellos con Kaoru.
-¡entonces envíala con Souji!
- ¡Yuki, escucha!... voy a dejar claras las cosas, continuare con nuestro noviazgo, pero solo porque Kaoru me lo pidió y si acepte ser su amigo fue por que quiero estar cerca de ella, aun si es de esa manera, ¿no se que te parezca a ti?, en lo personal creo que es algo terrible que tengamos que estar de esta forma, porque realmente te estimo y no quiero que sufras mas por esta situación.
Kushinada sintió un dolor en el pecho y con un semblante ensombrecido continuo.
-lo acepto, porque se que con el tiempo te darás cuenta que ella no es tu felicidad –fue lo ultimo que dijo y regreso a su salón
-Yuki ojalá pudieras aceptar las cosas...
Kaoru se había salido de la escuela para aclarar su mente de todo lo que estaba pasando, arrastraba los pies por las calles del centro junto con su mochila, reflexionando sobre Kioto.
-esto no esta bien – dijo para si misma.
-¡Hola linda Kaoru!
Benimaru venia de frente sobre la acera, ella no se había dado cuenta hasta que escucho su nombre.
-Benimaru, ¿cómo estas?
-eso mismo te pregunto, aunque con esa cara y ese tono de voz supongo que aun están tensas las cosas en la casa de los Kusanagi.
-podría decirse...
-es curioso, pero justamente estaba pensando en ti y lo digo enserio, hay algo que quiero mostrarte.
Benimaru llevo a Kaoru hasta un pequeño café, donde ordenaron solo una taza de te.
El saco un papel de su bolsillo, lo puso sobre la mesa y lo deslizo hasta la chica.
-¿qué es eso? –pregunto ella
-es la lista de los equipos para el torneo.
-¿no se supone que esta información es secreta?
-conozco a alguien.. pero, revísala con cuidado.
Kaoru lo miro extrañada, ya que no sabia que relación podría tener ella con el torneo.
-equipo de Brasil... Ralf... china... Asamiya....Sakazaki... -murmuraba mientras leía –Eiji... Billy Kane y ....- Kaoru bajo la hoja de papel con una expresión tal como si hubiera visto un fantasma –Iori Yagami...
Benimaru sacudía la cabeza mientras le daba un sorbo a su te.
-sabia que te sorprendería pero no creí que pondrías esa expresión.
-es solo que... esta haciendo equipo con Billy Kane.
-eso si me asombra, ¿cómo una dulce chica como tu conoce a ese delincuente?
Kaoru miro a Benimaru con preocupación.
-fue hace algunos años...
Iori estaba ensayando en el restaurante con su banda, Kaoru limpiaba su patineta en unas sillas cerca de la entrada, el lugar estaba vacío para esa hora ya que abrían por las noches.
-Señor Tamaki cuando termine de limpiar esto le ayudare a acomodar las mesas –dijo la chica
-gracias Kaoru – respondió el hombre lavando los vasos.
La campana de la puerta sonó y entraron dos hombres rubios, uno de ellos el de mediana edad era imponente, y traía un traje muy elegante, el otro vestido en denim usaba un pañuelo con la bandera de Inglaterra que cubría la mayor parte de su cabello.
-buenas tardes caballeros, me temo que aun no contamos con servicio –dijo el señor Tamaki.
-¡cállate!, ¡¿no sabes con quien estas tratando?! –exclamo el del paliacate -¡ahora sírvenos unos tragos si no quieres que te tire los dientes de tu estúpida cara!
La banda dejo de tocar al escuchar el alboroto, Kaoru miro a los sujetos con el entrecejo arrugado, principalmente al hombre de denim y acento extraño.
-¡¿y tu que me estas viendo mocoso?!, ¡mas te vale voltear a otro lado!
El escandaloso hombre apunto al rostro de Kaoru con el arma que traía en las manos, una especie de bo color rojo.
Como un visaje Iori se puso en el medio de su arma y la pelirroja.
-¡¿no escuchaste?!, ¡no hay servicio!
-¿quién es este idiota? –dijo el del paliacate
El otro hombre, el elegante, observo a Iori con una expresión de curiosidad.
-¡largo! – exclamo Yagami
Kaoru y los demás estaban a la expectativa de lo que pudiera suceder.
-¡¿quién te crees para darme ordenes?!
El sujeto del pañuelo intento golpearlo con su arma, Iori lo evadió pero en ese instante parecía que había transformado el bo, en realidad era un sansetsukon, sin esperarlo Iori recibió de lleno el ataque, pero en un instante se recupero.
-¡no lo viste venir! – se burlo el otro y volvió a arrojar su arma a Iori.
Yagami no lo evadió, al contrario, espero el ataque de frente y en un movimiento rápido no solo desarmo al otro sino que lo hizo caer al suelo justo enfrente de la chica.
El imponente hombre que estaba junto a la barra levanto una ceja al ver la habilidad de Yagami.
El pelirrojo uso el sansetsukon y lo puso alrededor del cuello de su adversario y comenzó a apretarlo.
Kaoru miraba cara a cara al hombre que estaba luchando por liberarse.
-¡así esta bien! – le dijo ella a Iori para que se detuviera.
Iori lo había hecho por la forma en que el sujeto se dirigió a ella con anterioridad.
Yagami lo libero y el otro se incorporo mirándolo con furia mientras se sobaba el cuello.
-¡maldito!
-¡es suficiente Billy! – por fin hablo el segundo hombre –no queremos causar un alboroto mayor.
Iori se mantuvo firme mientras los hombres se retiraban del establecimiento, uno con la expresión de coraje y el otro con una sonrisa perniciosa.
Esa misma noche cuando caminaban de regreso a casa, fueron interceptados por un lujoso vehículo.
El conductor se bajo corriendo y le abrió la puerta a su pasajero, era el hombre elegante del medio día.
Los pelirrojos se detuvieron, Iori cubrió a Kaoru con su mano haciendo que se mantuviera detrás de él.
-tranquilo muchachote, no vengo a causar problemas – hablo el rubio –¿sabes quien era el hombre que golpeaste esta tarde?, era mi campeón, el vencedor del torneo, Billy Kane.
-¿de verdad?, a mi me pareció un idiota inútil – le respondió Iori con su rostro frio.
-me agrada tu actitud –el sujeto dio unos pasos hacia los Yagami –permíteme presentarme, soy Gesse Howard y me gustaría poder contratar tus servicios, un hombre de tus cualidades físicas siempre será útil –Los ojos del hombre se deslizaron a Kaoru –puedes traer a tu hermanito, quizás aprenda del negocio, y pagare bien a ambos.
Kaoru apretó el brazo de Iori como si fuera una suplica mientras él la miro rápido de reojo.
-no me interesa – dijo Iori de manera contundente al hombre –vamos- indico a la chica.
Yagami camino rebasando a Gesse por un costado.
Este extendió un papel a Iori antes de que diera otro paso
-esta es la cantidad que te ofrezco como salario... mas otras "prestaciones"
El joven pelirrojo vio el papel y Kaoru lo alcanzo a mirar de puntas, era una gran suma de dinero, podrían comprar incluso una casa con eso.
-dije que no me interesa –respondió arrugando el papel.
Continuaron caminando, Kaoru iba sujeta de la gabardina de Iori y al mirar hacia atrás pudo ver a Gesse sosteniendo su sonrisa perniciosa, como si estuviera seguro de que los volvería a ver.
-¡no lo aceptes! – exclamo Kaoru una vez que llegaron al departamento -¡se quien es ese sujeto, es un criminal!, ¡Iori por favor no te involucres con esas personas!, ¡si es por el dinero no lo necesitamos!
-¡cálmate Kaoru!, ¡¿a caso no pusiste atención a lo que le dije?!, a mi nadie me compra.
La chica se detuvo y observo que Yagami estaba muy fresco ante la situación, ella corrió y lo abrazo del cuello por detrás.
-¡estoy feliz de que tengas orgullo!
-¿qué crees que lo haya hecho cambiar de opinión? –pregunto Benimaru después de escuchar el relato de ella.
-no lo se... pero imagino que debe ser una razón muy poderosa...
La chica lucia desconcertada.
-¡debo ir a Tokio!, ¡debo hablar con Iori!, ¡no puedo dejar que se involucre en algo así!
-bien... supongo que no iras a Kioto con nosotros.
Ella sacudió la cabeza.
-discúlpame Benimaru, pero Iori...
-el solo te tiene a ti, lo se – le compartió una sonrisa compasiva
-entonces debo irme, gracias por el te y la información
-¿te iras justo ahora?
-debo recoger mis cosas con los Kusanagi y tomar el tren, ¡mientras mas tiempo gane será mejor!
-en ese caso te acompañare linda.
-gracias Benimaru.
-no hay de que, además, de esa manera podemos charlar de otra cosa en el camino, como por ejemplo ¿qué sucede con Kyo ahora?
-em...
Kyo estaba sacando ambos cascos mientras esperaba junto a su moto.
-¡Kusanagi-San! –grito Shingo para alcanzarlo -¿haz visto a Kaoru?, quería hablar con ella sobre las fiestas.
-no la he visto, de hecho también la estoy esperando, ah mira ahí vienen sus amigos raritos, preguntemos si la han visto.
-eso mismo les íbamos a preguntar, Kaoru se despidió de nosotros hoy y cuando regresamos del almuerzo ella ya no estaba, y tampoco su mochila –comento Ayame cuando los de tercero los interrogaron.
Yabuki y Kusanagi se miraron preocupados.
-no desesperen quizás esta en el centro o regreso a casa por algo – dijo Takeo
-bien, yo iré a casa a buscar, Shingo tu ve al centro, el primero que la encuentre la llevara a...
-¡es Beni-sama! – grito Tsubame
-¡hola! –Benimaru venia agitando su mano desde la distancia.
-¿Benimaru?, ¿qué estas haciendo en la escuela?
-estaba buscando a un par de tontos y curiosamente me tope con ustedes.
-lo siento, no puedo charlar ahora, no encontramos a Kaoru.
-eso es otra coincidencia, yo acabo de verla.
-¡¿dónde?! – preguntaron al mismo tiempo
-si mal no recuerdo, la ultima vez que la vi, me estaba despidiendo de ella en la estación del tren –dijo pensativo con el pulgar en el mentón –si, fue después de que la acompañara a casa por sus cosas.
-¡¿qué estas diciendo?!, ¡¿a dónde va esa tonta?! –exclamo Kyo
-de regreso a Tokio, para buscar a Yagami, se ha enterado que ira al torneo y no le agrado la junta que tendrá para entonces.
-¡¿qué hora es?! –le pregunto Shingo
Benimaru miro su reloj con mucha tranquilidad
-mmm... si te das prisa podrás alcanzarla antes de que llegue la corrida.
Shingo le aventó la mochila a Takeo y salió corriendo en dirección a la estación.
Kyo encendió su moto pero Benimaru coloco su mano en el acelerador para impedirle avanzar.
-¿a dónde vas Kyo?, ahí viene tu novia, ¿no la llevaras a casa? –dijo mirando fijamente a su amigo – es mejor que lo dejes así por el momento.
Kusanagi bajo su casco y la mirada, sabia que Benimaru estaba al tanto ahora.
La joven pelirroja estaba de pie sosteniendo con una mano la maleta con la que había llegado hace varios meses y con la otra su patineta, ya no usaba una gorra que ocultara su cabello y su atuendo era diferente, no eran las antiguas ropas de Iori.
Pero su expresión era similar al de aquella vez, cerro los ojos un instante recordando lo que Benimaru dijo cuando llegaron a la estación.
-linda, se que estas enamorada de ese sujeto y al parecer el tiene un interés en ti, pero como amigo debo decirte esto: no cierres tu corazón a otros, porque no sabes si Iori es realmente quien te hará feliz, aun queda mucho por vivir... -Benimaru coloco con afecto su mano sobre la cabeza de la chica.
-¡Kaoru!
El grito de Shingo la despertó de sus adentros, ella lo busco con la mirada.
-¡Shingo! – exclamo al darse cuenta que el estaba del otro lado de las vías.
Se había equivocado de entrada.
Yabuki retrocedió para tomar impulso y corrió con una gran velocidad para saltar del otro lado.
-¡¿qué haces?! – grito asustada.
Ella soltó sus cosas y fue a la orilla donde Shingo estaba a punto de perder el equilibrio y lo sostuvo del brazo.
-¡estas loco!, ¡eso fue peligroso el tren podría!..
Shingo la abrazo de inmediato.
-Kaoru... -dijo con la voz un poco quebrada.
-por favor no me pidas que me quede...
-¡no lo haré!, ¡no vine para detenerte! –dijo sin soltarla –se que debes irte, pero no quiero que lo hagas sin habértelo dicho.
-¿decirme que?
Shingo la miro directo a los ojos aun agitado por el salto
-que te amo... - Sin titubear ni un instante Shingo Yabuki arrojo sus labios sobre la chica y la beso, al principio ella estaba conmocionada pero se dejo llevar por él. La gente se los quedaba viendo principalmente por el uniforme, pero ellos ni lo notaron. Cuando se apartaron lentamente parecía que habían perdido el aliento.
-Shingo... - susurro ella aun ruborizada.
El tenia las orejas rojas pero sonreía de manera encantadora.
El chico fue y recogió las pertenecías de ella y se las entrego de vuelta.
-no te preocupes por mi, resuelve las cosas con Iori Yagami.
En ese momento el tren llego y la gente comenzó a abordar.
Kaoru observo los asientos ocuparse, pero no se movía de donde estaba, miro a Yabuki y este traía un semblante alegre.
-¡date prisa, no pierdas la corrida! –dijo empujándola con delicadeza un poco hacia la puerta.
Camino despacio hasta el interior del vagón.
La puerta se cerro detrás de ella y giro para ver a Shingo, el le estaba levantando la mano y regalándole su mejor sonrisa.
Kaoru sonrió de vuelta.
El tren se alejo y el agito la mano hasta donde la pudo ver.
-te estaré esperando Kaoru –dijo en voz baja
Kyo regreso al dojo y lo primero que hizo fue entrar a la habitación de la pelirroja, un vacío lo golpeo en el instante, se dejo caer sobre el futon, el aroma de la chica aun seguía ahí, al percibirlo sintió un nudo en la garganta. Miro alrededor de la alcoba y se dio cuenta que su mochila aun seguía en la habitación pero faltaba el amuleto que habían intercambiado, al igual que todas sus fotos y el osito Shingo, no se había llevado muchas cosas, solo lo que considero valioso.
El pequeño Iori entro a la alcoba y brinco sobre Kyo, este tenia puesto algo en su collar.
Kyo se lo quito, y reconoció la escritura, era un mensaje de Kaoru.
"sin importar contra quien te enfrentes te apoyare, ¡da lo mejor de ti y gana!"
Los recuerdos de la pelirroja lo llenaron por completo, desde la primera vez que la vio con su gorra y su expresión de ratón nervioso, cuando lo miraba con sus fríos ojos, aquella vez que tuvieron que pasar el reto de los monjes, todos y cada uno de esos instantes.
Kyo sonrió al tenerlos presentes.
-¡voy a pelear y voy a ganar!, traeré de vuelta a papá y también a ti, te lo prometo!.
_________________________continua leyendo______________________________
Hola, no me agrada poner notas dentro de los capítulos, pero los invito a que vayan al apartado: "Notas, del autor y dibujitos" pues he puesto información relevante sobre la historia en la ultima entrada, así como una breve mención del tomo 2.
Gracias.
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