La mañana estaba tranquila, la lluvia de la noche anterior había dejado una sensación de humedad y frio, lo mejor era estar entre las cálidas cobijas y seguir dormitando.

Kaoru apago su despertador, pero no se puso de pie de inmediato como solía hacerlo.

-mmm... no quiero levantarme... tengo frio –dijo en voz baja y somnolienta.

-yo tampoco quiero ir a la escuela...

Se giro sorprendida de escuchar a otra persona, al hacerlo encontró a Kyo dentro de su futon junto a ella.

-mejor vamos a quedarnos aquí, mis brazos pueden darte calor si tienes frio –dijo con una voz seductora y guiñando un ojo.

La cara de la chica se puso mas roja que las llamas carmesí.

-¡¿qué estas?!.., ¡largo!, ¡I- Idiota! – grito Kaoru -¡fuera de aquí!

-¡no grites, ni que te estuviera haciendo algo!

Al escuchar los alaridos Aoi abrió la puerta de golpe y vio a Kaoru de pie alterada

-¡Kyo maldito pervertido infiel!, ¡¿qué le estas haciendo a Kaoru?!

-¡no le hice nada!

-¡es un degenerado, se metió en mi futon mientras dormía!

Aoi y Kaoru lo sacaran a empujones de la habitación

-¡que vergüenza Kyo! –exclamo Aoi

-¡no la toque!

Camino a la escuela la chica Yagami estaba tan molesta que se fue a pie, sin embargo Kusanagi no demoro en alcanzarla con su motocicleta.

-¡oye sube!, ¡¿a dónde crees que vas?!

-¡a la escuela y lejos de ti!

-¡¿sigues molesta?!

-¡¿qué rayos te pasa?! –le grito Kaoru

-solo quería ver tu rostro al despertar.

Al escuchar eso ella se detuvo, era como si se hubiera congelado por aquella frase.

-¡n-no, no vuelvas a... decir eso, ¡y no me sigas! – dijo y salió corriendo en otra ruta.

-¡espera Kaoru! – la llamo pero ella se alejo rápidamente por una calle en sentido contrario.

A la hora del almuerzo Kyo busco a Kaoru a su salón, algo que no era nada común, aun tenia la espinita de aclarar la situación.

-¿qué quieres? – le pregunto ella

-vamos a hablar

-creo que no es buen momento...- comento deslizando los ojos hacia un costado.

Kyo volteo y aprecio los rostros de los amigos de la pelirroja que estaban muy atentos a la discusión.

-si, bueno... supongo que será después.

Yagami suspiro mientras el otro se marchaba y sus amigos comenzaron a murmurar.

Cuando Kyo estaba por cruzar la puerta se encontró con Shingo de frente.

Ambos se miraron de una manera un poco incomoda, pero de inmediato Shingo cambio su semblante.

-¡Kusanagi-San!, qué extraño encontrarte por aquí –le dijo.

-ey, supongo que comerás con ella –le dijo a su alumno.

-¡ja, ja, algo así! –Shingo miro a los lados esperando a que nadie lo viera y después le susurro a Kyo al oído –si quieres hablar con Kaoru en privado te aconsejo que esperes al tercer periodo, generalmente pierde un poco de tiempo en los lavabos.

Después de eso Yabuki entro como si nada.

Kyo quedo muy confundido, el pensaba que Shingo seria su rival con respecto al corazón de la chica, pero el otro lo estaba ayudando al mismo tiempo a pesar de sus sentimientos.

Haciendo caso de su amigo, se oculto por los lavabos poco antes de que iniciara el tercer periodo..

-rayos, ojalá no haya sido una trampa de Shingo... aunque el jamas ha sido de ese tipo de persona.

Un rato después Kaoru apareció y llevaba algo en sus manos, tratando de no ser descubierta miro a su alrededor, se acerco a los lavabos y saco un objeto que se encontraba debajo de estos; era un pequeño tazón, avanzo entre un par de arboles y ahí de rodillas sirvió lo que traía en las manos, era leche y de inmediato un gatito pardo corrió al tazón para beberla.

Ella lo observaba beber la leche con una tierna sonrisa.

-¿te gusta tu leche pequeño Iori? – le decía al gatito –mañana traeré algo mejor, te lo prometo.

-¿Iori?, ¿enserio ese nombre le pusiste? –Dijo Kyo al acercarse.

El gatito se erizo al ver a Kyo y Kaoru trato de calmarlo.

-¡¿me estabas espiando?!

-casualmente pasaba por aquí - le respondió en un tono despreocupado.

-a otro con ese cuento – dijo mientras cargaba y acariciaba al gatito.

-solo quiero hablar contigo, civilizadamente.

-lo dice el que se metió a mi futon como un depravado...- murmuro –no te preocupes pequeño Iori no dejare que este cabeza dura te asuste –continuo abrazando al gatito.

-¡¿depravado?!, ¿y que hay de ti?, ¡la chica que vivía con un hombre!, ¡Y ahora tiene a Shingo de novio!

-¡¿qué?!, ¡yo no tengo novio!, ¡ademas el que viviera con Iori no significa que!..

-¡¿no significa que?!

Kaoru hizo una pausa antes de responder.

-¡estas loco Kyo!, Shingo y yo no somos novios y Iori... el... -Kaoru cambio su expresión a una triste.

-se que estas enamorada de él y el de ti.

-eso... no es verdad – respondió de manera melancólica.

-¿no estas enamorada de él?

Kaoru guardo silencio de nuevo mientras se veía perdida en sus pensamientos.

-¡eso no te incumbe Kyo!, ¡y si de eso querías hablar mejor me voy!

El la detuvo antes de que ella se fuera con todo y gatito.

-solo quiero que sepas que, estoy muy molesto de que hayas besado a Shingo, sin embargo, yo no soy nadie para reclamarte... yo... ¡Kaoru, no me voy a rendir contigo!

-Kyo, tu tienes novia...

-el día que sucedió lo de la fabrica yo cite a Yuki para terminar mi compromiso con ella –comento con seriedad

La chica Yagami se quedo sorprendida.

-pero no pudimos hablar bien ya que tu amigo Takao llego

-Takeo...

-me gusta mas Takao.

Kaoru se quedo en silencio de nuevo reflexionando lo que el le acababa de confesar.

-no quiero... no quiero ser la razón por la cual termines con Yuki, además, eso no significa que voy a aceptarte.

-lo se... pero, también me hiciste darme cuenta que realmente no amo a Yuki, la quiero, mas no de la misma manera que a ti y creo que ella merece a alguien que la ame.

La otra se aferro al gatito sin saber que decir.

-¡haré que me aceptes ganándome tu corazón, aun que Shingo también lo intente y aunque Yagami este enamorado de ti!..

-¡deja de decir eso de Iori!... –exclamo de nuevo con tristeza en su mirada -ese asunto... ¡tu no lo entiendes!

Bajo al gatito y salió corriendo de ahí.

Kyo y el pequeño Iori solo la vieron alejarse a toda prisa.

La joven corrio por los pasillos hasta encontrar refugio en la azotea de la escuela, ahí, agazapada en la sombra volvio a sumergirse en sus pensamientos.

-estúpido Kyo, ¿a caso de burla de mi?... el no sabe nada – decía para si misma –pero la verdad... yo...

-¡dame eso!, ¡es mío! –Exclamo una pequeña Kaoru a otro chico dentro de la habitación de la casa Yagami.

-¡los futones no tienen dueño Kaoru!

-¡ese futon es mío y de Iori, es el que usamos para dormir!

-¡Iori ya no va a dormir aquí!

-¡pero aun así!, ¡es mío!, ¡dámelo o te golpeare! -reclamaba la pequeña con tenacidad.

-¿qué es lo que esta sucediendo aquí? – pregunto el maestro.

-¡Sensei Moriya, él me ha quitado mi futon!

-Kaoru, los futones son de quien los va agarrando en esta alcoba

-¡pero este es el que siempre usaba Iori, esta marcado de una esquina!

-entonces le diré a Iori que venga por el, pero tu debes usar otro

El hombre salió, Kaoru y el otro chico se miraron con furia, después de eso a como pudo la niña se llevo el futon de ahí, atravesando los pasillos hasta la parte de las recamaras de los jóvenes.

-¡¿Kaoru que estas haciendo?! – le pregunto Iori al encontrarla por el pasillo

-traigo tu futon, ese Idiota de Hayato quería quedárselo.

-yo tengo un futon nuevo, no tenias que traerlo hasta aquí.

La expresión de la niña era de enojo contenido.

-¿qué te sucede?, tu nunca actúas de esta manera -la cuestiono el chico

-¡¿por qué ya no quieres dormir conmigo?! –exclamo mirando al suelo -¡¿a caso te molesta que este a tu lado?!

Iori levanto una ceja

-no se trata de eso, ahora tengo doce y me han asignado una habitación propia.

-¿y puedo dormir contigo en esa habitación?

Iori se ruborizo sutilmente.

-no es correcto que sigamos durmiendo juntos.

Ella levanto los ojos que estaban llenos de rabia contenida.

-tu vas a crecer también y lo entenderás Kaoru, los hermanos no deberían dormir juntos a esa edad.

Escuchar eso la golpeo demasiado y sin darle una respuesta bajo el rostro para que el no la viera y salió corriendo de ahí, esa noche ella se cubrió hasta la cara con las cobijas para que no la vieran llorar.

-Iori solo me ve como una hermana, aunque el diga que no lo somos... solo piensa en mi de esa manera – meditaba aun en el techo de la escuela –cuando escapamos juntos pensé que el realmente me quería de otra forma, pero al crecer... me di cuenta que la diferencia de edad era determinante.

Recordó una de varias ocasiones en las cuales estaba en el restaurante por la noche escuchando a la banda tocar, al finalizar un par de chicas que al parecer eran fanáticas de los músicos rodearon a Iori, todas eran muy lindas y atractivas. Iori solo las escuchaba con su semblante de costumbre, mientras ellas eran risa y risa tratando de coquetear.

Kaoru lo miraba en la esquina detrás de la barra, cada vez que sucedía era algo muy doloroso para ella.

La mirada de Iori se deslizo hasta la pelirroja quien volteo a otro lado para que el no se diera cuenta.

-esas noches yo me iba sola a casa, no esperaba que el me dijera nada, aun si me reclama después por hacerlo, pero no quería ver mas... el llegaba mas tarde de lo usual o a veces hasta el amanecer, sucedía siempre con una chica diferente...

Patinando por las calles de Tokio para llevar unos mandados Kaoru se topo con una chica en un cruce.

-¡oye, tu eres el hermano de Iori, ¿verdad?! –dijo la joven.

-no somos hermanos –le respondió con seriedad

-bueno pero eres el chico que esta siempre con el – La joven dama se agacho para ver la cara de Kaoru por debajo de su gorra y le miro el rostro directamente, provocando que la otra se incomodara -¡ay!, pero si también eres muy guapo, tus rasgos son muy delicados.

-¿necesitas algo? – pregunto ruborizada y haciendo los ojos aun lado.

- como sea, ¿cómo esta Iori?, ¿te ha dicho algo de mi?

La otra solo se le quedo viendo, ni siquiera sabia el nombre de la chica y temía decir algo que la hiriera.

-¿podrías decirle que me llame?, no se nada de el desde la otra noche.

La pelirroja afirmo con la cabeza y partió de nuevo.

-hoy me encontré a una chica al medio día, la rubia de la otra noche, me pregunto por ti – le decía a Iori mientras comían –me pidió que te dijera que la llamaras.

El otro no respondía, solo seguía comiendo.

-es muy bonita – continuo Kaoru –y parece agradable.

-¿quieres ver una película? – le pregunto él, evadiendo la conversación.

-El nunca menciono esos temas, era como otro mundo que quería que yo desconociera de él –seguía sumergida en sus pensamientos -Era tan confuso... siempre lo ha sido, podía pasar una noche fuera con una chica pero después sentarse a comer y mirar una película conmigo, mientras yo recostaba mi cabeza sobre su hombro o el la suya en mi regazo...

-sabes, creo que es hora de que consiga un empleo – dijo Kaoru a Iori apartándose de él –con lo que gano de los mandados no será suficiente

-nadie te dará empleo a esta edad, eres una niña ¿y para que quieres uno?, ¿deseas algo en especial? Yo puedo comprártelo.

Ella sacudió la cabeza.

-no soy una niña y eventualmente tendré que vivir por mi cuenta y necesito comenzar a ahorrar para tener mi propio lugar.

Iori apago el televisor y miro a Kaoru con el entrecejo arrugado y la cara seria.

-¿de que demonios estas hablando? –pregunto fríamente

-no lo tomes a mal, tu algún día conocerás a alguien, querrás estar con esa persona y será incomodo que vivas conmigo, aunque digan que eres mi hermano no será igual... después de todo tenias razón, ahora que he crecido un poco mas comprendo a que te referías aquella noche cuando te dieron tu propia alcoba...

Iori bajo la mirada y guardo silencio, después se puso de pie y salió del departamento casi azotando la puerta.

Ella solo se quedo ahí abrazando sus piernas hacia su pecho y apoyando el mentón sobre las rodillas.

Kaoru se puso de pie y camino de regreso a su salón una vez que la campana sonó marcando el final del el tercer periodo.

Yuki miraba a cada rato el lugar vacío de Kyo, desde el inicio del tercer periodo no lo había visto.

-¿tu sabes donde se ha metido, Shingo? –pregunto al tenerlo al frente

-mmm... no ni idea – mintió

Shingo también contemplo el asiento de Kyo, pero lo hizo con tristeza.

-espero estés dando lo mejor Kusanagi-San, yo tampoco me voy a rendir – pensó.

A la salida Yuki iba caminando del brazo de su novio conversando de los planes para el fin de semana, el otro la escuchaba pero su atención se desvió de inmediato a la pelirroja que estaba al frente cruzando la salida.

-¡ey! – le grito Kyo –disculpa Yuki debo alcanzar a Kaoru –fue lo único que le dijo y corrió hacia la otra.

Yuki solo pudo ver como Kyo iba detrás de ella.

-¿no te molesta? – le pregunto una amiga –a mi me molestaría que mi novio pasara demasiado tiempo con otra chica.

-ellos viven en la misma casa es imposible que no pasen tiempo juntos – respondió confiada –además, estoy segura que Kyo ve a Kaoru como una hermana pequeña.

-bueno, pero la escuela es otra cosa, el la lleva y la trae a todos lados, y siempre anda corriendo tras ella.

Las palabras de su compañera comenzaron a incomodar a Yuki.

-el solo esta preocupado, ya sabes que ella tuvo un accidente horrible, por eso el la cuida, es lo que cualquier hermano haría.

-mi hermano me dejaría a mi suerte – dijo la amiga.

-Kaoru tiene interés en Shingo y es mas que obvio que el esta enamorado de ella así que no me preocupa, Kaoru y Kyo son solo amigos.

-pero Yabuki aun no se lo ha pedido, así que cualquier otro chico puede acercarse a ella.

En el trayecto a casa Yuki seguía pensando en todo lo que su amiga dijo, nunca había puesto mucho atención al tipo de relación que tenían Kyo y Kaoru.

-ha pasado mucho tiempo desde que visite la casa de los Kusanagi – medito –siempre espero que Kyo vaya hasta mi casa, debería pasar mas tiempo en su la suya.

Mas tarde ese mismo dia.

-¡¿a dónde vas?! –pregunto Kyo

-voy a casa de Ayame, a ver películas de terror –dijo Kaoru poniéndose los tenis

-¿no harás tus deberes de la escuela?

-los haremos juntas.

-entonces te llevare

-no.

-entonces dime a que hora iré a buscarte

-¡¿de nuevo con eso?!

Kyo tomo a Kaoru de la mano

-no voy a aceptar un no como respuesta

-¿Kyo? ...– pronuncio Yuki que estaba de pie en la entrada.

Kushinada se fijo de inmediato en la mano de Kyo sosteniendo la de Kaoru.

Kaoru soltó a Kyo.

-¡Y-Yuki!, ¿qué haces aquí?

-¡qué pregunta Kyo!, ¿qué no puede tu novia venir a visitarte?

-eh... si, c-claro...

-además traje un postre –sonrió -¿nos acompañaras a comerlo Kaoru?

-disculpa Yuki-san pero quede con una amiga, disfruten la comida.

-bien.

Kyo y Yuki entraron a la casa, Kyo dejo pasar primero a su novia pero al hacerlo miro hacia la puerta donde pudo contemplar a Kaoru que también volteo a verlo con una expresión de desconcierto.

-¿estará celosa? – pensó.

En casa de Ayame se les había unido Takeo para ver la película, los chicos estaban muy relajados disfrutando de la compañía entre ellos, o al menos eso parecía.

-es una lastima que Tsubame no haya podido acompañarnos.

-dijo que tenia clases de modelaje – comento Ayame.

Kaoru no prestaba mucha atención, se había fugado en sus pensamientos.

-¿por qué pienso tanto en lo que podrían estar haciendo?... cuando vi que entraba a su lado sentí ganas de correr a él y jalarlo del brazo... es, es esa misma sensación que siempre tuve cuando veía a Iori rodeado por chicas –reflexionaba.

-¡El planeta hablando a Kaoru!- exclamo Takeo

-¡¿eh?!, lo siento, ¿qué estaban diciendo?

-qué si querías rosetas de maíz.

-n-no gracias...

-¿qué te pasa Kaoru?, haz estado en las nubes desde hace rato.

-lo lamento estoy algo cansada, debo ir a casa.

Kaoru se despidió de sus amigos y camino de regreso al dojo, durante el trayecto se tomo su tiempo para continuar cavilando.

-no debería pensar en Kyo de esa manera, no es correcto... además, ¿qué hay de Shingo? El es tan lindo, realmente lo quiero... pero Kyo... ¡ese idiota es como Iori, tan confuso!

Aquella noche que Iori había dejado el departamento enojado, Kaoru paso horas de esta preguntándose por que él se había molestado tanto.

-quizás... es por que insistí en el tema, si, debió ser eso, pero era necesario que lo dijera, es mejor que sea ahora a que la situación nos tome por sorpresa... además, no se si podría manejar el hecho de ver a Iori con otra chica bajo el mismo techo...

Mientras ella continuaba meditando en la oscuridad, escucho el cerrojo de la puerta abrirse, sabia que era él, y como generalmente lo hacia se fingió dormida.

Pudo oír como se despojaba de su gabardina y algunas otras prendas, aun sin zapatos sus pisadas eran pesadas, de repente sucedió algo que ella no esperaba.

Iori se había acostado en su cama y la abrazo por detrás.

Kaoru se puso muy nerviosa, hacia ya un tiempo que ellos no compartían la cama asi que no sabia si debía mostrar que estaba despierta o simplemente dejarlo ya que detecto olor a alcohol.

-¡esta... esta ebrio! –pensó –¡Iori jamás se ha puesto realmente ebrio!

-Kaoru... - le susurro a su oído –se que estas despierta.

Ella se helo, se puso aun mas nerviosa, pero no le respondió, trataba de mantener su charada.

Iori la abrazo con firmeza y la acerco a él.

-t-tu no, no te vayas... no me dejes– le dijo y se quedo dormido.

Ella se giro despacio para contemplar su rostro enrojecido por el alcohol.

-mientras tu no me apartes de tu lado yo siempre estaré contigo, aun cuando se que no pueda aspirar a nada – dijo casi susurrando.

Estando ya mas cerca del dojo, Kaoru contemplo el cielo nocturno de la ciudad de Osaka.

-parece que hoy va a llover otra vez...

Al entrar a la casa de los Kusanagi se topo con el gatito de la escuela.

-¡pequeño Iori!, ¿cómo llegaste aquí?

-yo lo traje, lo encontré después de que lleve a Yuki a su casa, por que tu, mala mujer lo dejaste en la escuela – Le dijo Kyo que tenia toda la cara arañada

-¡¿qué rayos le hiciste?!

-le di un baño pero parece que no le gusta

Kaoru se acerco a Kyo y le reviso el rostro.

-no haz tenido mascotas nunca, ¿verdad?- ella lo tomo de la mano y lo llevo por el pasillo, hizo que se pudiera cómodo y le examino la cara–mira como estas...

Saco de uno de los cajones una botella de desinfectante y se acerco de rodillas al otro.

-te va a arder.

Coloco un algodón con el producto en uno de los rasguños y Kyo se aparto.

-¡ouch!

-te dije que te ardería –Kaoru soplo con delicadeza sobre la herida -¿mejor?

Él contemplaba su rostro tan cerca del suyo mientras ella continuaba curando sus heridas, a esa distancia podía sentir el aroma de su cabello, incluso podía percibir la textura suave de su piel.

-¿el maestro no se molestara porque trajiste al pequeño Iori?

el otro estaba embobado con el rostro de la chica, no le prestaba atención a nada mas

-¿Kyo?

El tomo el rostro de Kaoru con sus dos manos, ella se ruborizo

-me estas volviendo loco – le dijo con una voz suave

Ella intento apartarlo pero el fue muy rápido.

Kyo quiso besarla en los labios, moría de ganas por hacerlo, pero se abstuvo, en su lugar, le dio un beso entre el nacimiento de su labio y la mejilla.

-gracias por limpiar los rasguños, te dejare para que descanses.

El se levanto y se retiro de la habitación de ella, Kaoru estaba perpleja, ni siquiera le pudo dar las buenas noches, su corazón aun latía intensamente.

-se que me voy a arrepentir de no haberte besado, pero te prometí que primero me ganaría tu corazón... no me voy a rendir –pensó Kyo al regresar a su cuarto.