Capitulo 22"VISITAS "

Una vez que Kaoru despertó y los médicos confirmaron que no tuviera ningún otro tipo de lesión fue trasladada a una habitación. Sus heridas aun estaban en recuperación y debía permanecer varios días en el hospital, Iori no se movió de su lado, pero al verla despierta pudo sentir alivio, Kyo y Aoi se quedaron un poco mas y después se retiraron a descansar.

A la mañana siguiente Kyo regreso junto con Aoi y Benimaru.

-es un alivio que estés despierta, realmente te hubiera extrañado linda.

-Gracias Beni-sama –dijo con su aun débil voz

-¿Beni-sama? – pregunto Kyo

-asi lo llama Tsubame

-¡ja, ja, ja, ja, me gusta, creo que lo conservare! – comento Benimaru

-por cierto, ¿alguien sabe como están los chicos?, me refiero a Ayame y los demás.

-supongo que están bien – respondió Kyo

-¿supones?, ¿no los viste en la escuela?

-si, bueno, yo...

-mi primo no ha ido a la escuela desde que te trajo aquí.

Kaoru miro a Kyo con el unico ojo entre cerrado.

-¡oye no me mires asi!, ¡me pondré al corriente después!, además ¡deberías agradecer que vine a cuidarte!

-Yagami la estuvo cuidando la mayoría del tiempo, tu solo estaba aquí sobrando.

Kyo le volteo la cara a su prima.

Iori se mantenía en silencio a un costado, tratando de no ser parte de la conversación.

-Les agradezco a todos por sus atenciones y les ofrezco una disculpa si los hice preocuparse – dijo Kaoru.

-no tienes nada que agradecer, somos tus amigos – dijo Benimaru ofreciéndole una sonrisa.

Un alboroto se escuchaba por el pasillo, no parecía ser del tipo que había armado Iori cuando llego, era mas bien como un relajo.

-¡oh, lo siento!, ¡disculpe!, ¡con permiso!

Cuando todos se asomaron a la puerta vieron entrar a Shingo o eso suponían, no se le podía ver la cara debido a que venia cargando un enorme arreglo de flores al igual que un muñeco de peluche y otros obsequios. Aparto las flores un poco para poder buscar a la chica, pero al verla recostada y con todas esas vendas dejo caer las cosas que por fortuna Aoi y Benimaru lograron atrapar.

-¡Kaoru! – exclamo y se acerco de inmediato a ella -¡Dios, no creí que fuera tan grave! –continuo y de inmediato le tomo la mano.

Iori y Kyo levantaron una ceja mientras que Benimaru y Aoi se miraron uno al otro con una sonrisa de complicidad.

Kaoru se ruborizo un poco, sobre todo por que Iori estaba presente.

-hola Shingo...

-¡lamento no haber venido antes, apenas me entere hace unos minutos!... ¡soy el peor!

-no te preocupes yo...

-¡mira, te traje esto, espero pueda hacerte sentir mejor! – dijo quitándole las flores a Benimaru y poniéndoselas casi en la cara.

-m-muchas gracias son muy lindas...

-no tanto como tu – dijo sonriéndole y después le dio un beso en la mejilla.

La chica se puso colorada.

Kyo frunció el ceño pero su expresión fue pasada desapercibida debido a lo que continuaba.

Yagami tomo a Shingo del cuello de la camisa en un instante.

-¡¿quién diablos te crees que eres para atreverte?! –le reclamo agresivamente

-el es Shingo Yabuki, también es amigo de Kaoru – dijo Kyo, pero no lo ayudo.

-¡es su novio! – comento Aoi desde el fondo.

-¡Novio! – grito Yagami y los ojos se le encendieron en furia

-me encanta que hagas las cosas mas interesantes – le dijo Benimaru a Aoi.

-¡no, no somos novios! – comento Shingo –bueno aun... - murmuro –solo hemos salido un par de veces.

Iori estaba por arrojarle un golpe a Shingo pero la voz de Kaoru lo detuvo.

-¡Iori! – con eso hizo que el pelirrojo se paralizara –¡no lo lastimes!, el es una buena persona, es un chico amable, solo es un poco efusivo.

El otro bajo el brazo pero demoro un tanto en soltarlo mientras aun lo veía con ira.

-¡¿Iori?! – ¿tu eres el Iori que Kaoru menciona con frecuencia?, ¿su hermano verdad?, ¡oh!, ¡ja, ja, ja! Ya veo por que te molestaste –le hablo como si ya le tuviera confianza -¡es un gusto por fin conocerte!

Iori no cambio ni por un instante su expresión hacia él, cuando Yabuki termino de hablar el pelirrojo le envió un vistazo rápido a Kaoru.

-no somos hermanos.

-¿son primos?

-¡eso no te incumbe, y mas te vale mantener tu distancia!

-¡claro, claro!, no seré tan atrevido la próxima vez, prometo comportarme – respondió sonriendo.

Yagami solo se dio la media vuelta y lo dejo hablando solo.

-apropósito –Shingo se giro de nuevo a la chica pero esta vez su semblante era un poco serio -¿qué fue lo que sucedió?, ¿quién te hizo esto?

Kaoru miro a todos los presentes que también estaban ansiosos por saber.

-no lo se –respondió –lo único que recuerdo es que estábamos buscando a Tsubame y unos sujetos la intentaron secuestrar, es todo lo que viene a mi memoria.

-imagino que fue por la explosión, salió en el periódico, el impacto debe haber hecho que perdieras los detalles – dijo Aoi

-es probable.

Kaoru se dio cuenta que Kyo no le había creído, ella no sabia que el estaba presente en el choque de poder y fue quien la saco de ahí, pero no la quiso desmentir en ese momento, esperaría el tiempo adecuado.

Shingo comenzó a entregarle los demás obsequios a Kaoru.

-se que no puedes comer cualquier cosa, así que te traje fresas, también te traje este libro que encontré sobre el periodo Sengoku, se que te gusta mucho leer sobre samurais e historia, además te traje una tarjeta con un mensaje que escribí yo mismo, se que te gusta la caligrafía así que use un brush pen, no es lo mismo pero parece.

-¡si, si ya nos dimos cuenta que sabes mucho sobre ella!– dijo Kyo con su expresión de molestia.

Las acciones de Shingo irritaban a Iori, pero se contenía.

-muchas gracias Shingo, lo leeré después, los médicos dijeron que no debo forzar mi visión ya que solo tengo un ojo en uso.

-¡no te preocupes, yo puedo venir a leerte diario hasta que te recuperes!

Ella desvió la mirada buscando una excusa para cambiar de tema, de repente su ojo aterrizo en el oso de peluche.

-¡cierto!, ¡lo estaba olvidando! –Shingo coloco el osito en las manos de Kaoru, este estaba vestido igual a el, tenia una bandita en su frente y era del color del cabello de Shingo.

Ella de inmediato sonrió fue algo que no pudo controlar, el osito era muy tierno y ella jamás había tenido uno.

Kaoru lo contemplaba y tocaba con cuidado.

-es adorable –dijo en voz baja.

-¡¿en verdad te gusta?!... –pregunto con emoción.

-si, es muy lindo, muchas gracias.

Iori contemplo la expresión de Kaoru al tener el osito en sus manos, verla sonreír a otro chico le causo una desagradable sensación, provocando que abandonara la habitación.

Los demás no se dieron cuenta pero Kaoru si, y bajo la mirada pensando que había sido su culpa que el se hubiera marchado.

Aoi y Benimaru se retiraron, Kyo permaneció mas tiempo, no se iría hasta que Shingo lo hiciera y el otro parecía que tenia planes de quedarse hasta la noche, pero Kyo llego al rescate.

-Kaoru tiene que descansar, vamos Shingo.

-cierto... bueno, nos veremos mañana Kaoru, haré todo lo posible para que te sientas mejor –Shingo se acerco y antes de intentar otro beso recordó la reacción de Iori y tuvo que conformarse con un ademan.

Una vez que se fueron Iori se recostó en el sillón de la habitación, de manera que ella no pudiera ver su rostro.

Kaoru coloco su osito al lado de su cama y decidió averiguar las cosas.

-¿estas molesto? – le pregunto a Iori

-no.

-mentiroso – le dijo ella

-si lo sabes, ¿por qué me lo preguntas?

-para oírlo de ti... ahora dime, ¿por qué estas molesto?

-sabes que no me gusta estar rodeado de tantas personas y menos si son tan irritantes como tu "noviecito"

-el no es mi novio.

-parece lo contrario, han salido juntos, tiene atrevimientos y sabe mucho de ti al igual que Kusanagi Kyo, incluso te ha visto bailar, jamás habías bailado.

Parecía mantener un tono de voz sereno pero ella se dio cuenta de lo irritado que estaba.

-eso fue un evento escolar, era algo que debía hacer... parece... ¡parece como si tuvieras celos! –exclamo ella

Iori se incorporo y la miro, Kaoru tenia la mirada baja y la expresión seria.

El no le respondió nada, se levanto y se marcho de la habitación de nuevo, sin volver a mirarla.

Kaoru suspiro, esperaba que el pudiera darle una respuesta que ella estuviese deseando.

Encendió el televisor para tratar de distraerse y lo primero que apareció fue la noticia sobre la fabrica.

"Tres jóvenes estudiantes habían sido secuestrados por una banda de delincuentes, pero una falla provoco una explosión en la fabrica, hubieron seis muertos, todos pertenecientes a la banda, por fortuna los jóvenes lograron escapar ilesos"

La noticia estaba claramente alterada, en las imágenes aparecían el rostro de los matones pero ninguna foto de Goenitz y tampoco la mencionaron a ella.

Tocaron a la puerta en ese momento y apago el televisor.

-adelante.

Una enfermera de cabello negro y corto entro, tenia una dulce sonrisa.

-es hora de su revisión señorita

-ya hicieron la revisión –dijo mirando fijamente a la enfermera –no tienes que actuar, solo estamos tu y yo.

La enfermera cerro la puerta de inmediato y se acero a ella, mientras avanzaba su aspecto cambiaba.

-no pensé encontrarte sola.

Era Chizuru quien había usado su poder para disfrazarse.

-no pensé que vendrías.

-iba a hacerlo desde el día que sucedió, esa energía no era fácil de ignorar, pero supuse que los Kusanagi estarían a tu alrededor.

-lo de las noticias, ¿fuiste tu quien lo arreglo?

-¿y quien mas lo haría?, no podíamos correr riesgos de que ellos te mencionaran.

-Tampoco lo mencionaron a el, al Hakkesshu, Goenitz... - pronunciar el nombre de este hacia que la mirada de Kaoru pareciera el filo de una espada.

-probablemente huyo...- suspiro antes de continuar -¡¿Cómo te atreviste a pelear contra el?!, ¡tu fuerza aun no es suficiente!

-primero Maki y ahora tu... fue una trampa, y si no lo hacia mataría a quienes eran inocentes.

-esto en parte es mi culpa, debí hablar contigo desde que recibí tu carta y advertirte que era posible que ya te hubieran encontrado, pero aun contamos con el hecho de que el no sabe si sobreviviste, así que de ahora en adelante debes mantenerte en un perfil bajo.

Kaoru acento con la cabeza pero no le dirigía la mirada, la visita de Chizuru era principalmente para reprenderla.

-me alegra que estés viva – le dijo en voz baja

-gracias.

Iori entro en ese instante y al ver a Chizuru cerro la puerta de inmediato

-¿Yagami?, ¿qué haces?... olvídalo, pregunta estúpida, era obvio que estarías aquí, bueno, vine a asegurarme de que estuvieras bien, ahora debo volver, si alguien me ve contigo podrían sospechar.

Chizuru volvió a transformarse en la enfermera antes de despedirse de Kaoru.

-recibirás indicaciones mías pronto, lo buscaremos antes de que el te encuentre primero.

Iori abrió la puerta a Chizuru y la siguió al pasillo.

-¿quién exactamente la esta buscando?

-shh, no en voz alta – le indico –La persona que enfrento Kaoru, uno de los Hakkesshu, el la encontró e intento eliminarla.

-entonces me llevare a Kaoru de vuelta a Tokio para protegerla.

-¡de ninguna manera!, ella esta a salvo aquí en Osaka, los Kusanagi la rodean!

-¡ellos son unos inútiles!, ¡además yo soy su guardián!

-¡uno!, eres uno de sus guardianes, y Kyo Kusanagi también lo es – Iori se sorprendió al escuchar eso.

-¿ella lo escogió?

-no, a diferencia tuya que te adjudicaste esa responsabilidad, Kyo paso la prueba de su linaje, por lo tanto, oficialmente es su guardián y estoy segura que se convertirá en uno de los mas fuertes.

Mientras la escuchaba en silencio Iori apretaba su puño con furia.

-y esa es la razón por la cual Kaoru debe permanecer al lado de Kyo.

Chizuru contemplo la expresión de frustración en el semblante de Yagami.

-si realmente quieres que este a salvo dejaras que se quede aquí.

-ella estaba a salvo conmigo.

-¿pero por cuanto tiempo mas?... no olvides la herencia de Orochi que corre por tus venas.

Yagami paso el resto de la noche sin poder dormir bien, reflexionando todo lo que había sucedido, no solo las palabras de Chizuru sino ademas su discusión con Kaoru.

Los días pasaron, Shingo y Kyo llegaban diario por las tardes, algunas veces Shingo se adelantaba y para cuando el otro llegaba ya estaba platicando con la chica.

Kaoru se fue recuperando poco a poco, sus amigos no llegaron a visitarla pero le enviaron muchos mensajes, cartas y dibujos de aliento.

Iori se percataba de la calidez de las personas que la rodeaban y podía apreciar que ella estaba contenta con ellos, sin embargo no dejaba de irritarlo ver la manera en que Shingo y Kyo interactuaban con ella, el verla reír por las ocurrencias de Shingo y que hiciera ese gesto tan adorable al enojarse cuando Kyo la molestaba hizo que los pensamientos negativos lo rodearan. Era como una voz en su interior que le repetía el hecho de que Kyo la estaba alejando de él, sobre todo por que era su nuevo guardián.

La mañana del día en la cual saldría del hospital se encontraba sola, aun le costaba moverse de cierta manera, pero debía cambiarse de ropa, mientras lo hacia se dio cuenta que su vendaje del pecho se había zafado, entonces se lo quito para poder arreglarlo, sin embargo no le estaba quedando muy bien.

Iori entro y la observo teniendo problemas.

-¿quieres que llame a una enfermera?

-no – dijo cubriéndose con la faja–solo debo girar esta cosa.

El la asistió pacientemente y cuando termino de vendarla noto el collar que él le había dado.

Iori llevo su dedo índice hasta el dije y trazo el contorno de este.

-te queda bien –le dijo en voz baja

ella sintió el roce de su piel y sus mejillas se tornaron rosas, lo tenia tan cerca que se puso nerviosa y al intentar ponerse de pie tropezó. Iori la sostuvo para que aterrizara sobre el.

-¿estas bien?

-si...

El no la soltó, tomo el rostro de la chica y lo levanto hacia el suyo.

-en cuanto termines tu entrenamiento vendré por ti para llevarte de nuevo a Tokio y buscaremos un apartamento mas grande, solos...

-Iori... -susurro la chica casi perdiendo el aliento.

-no van a volver a separarnos - dijo al oido de la chica.

Cuando sus miradas se encontraron ambos comenzaron una lucha interior.

Kyo llego de repente y los encontró de esa manera.

Kusanagi aclaro su garganta fuertemente, al escucharlo ambos giraron a él y se separaron.

-¿interrumpo algo?

-¿no sabes tocar la puerta? –le pregunto Iori con el entrecejo arrugado

-el nunca toca –murmuro Kaoru

-¿qué rayos quieres? –le pregunto Iori

-vine por Kaoru, para llevarla a casa, ¿ya estas lista?

-me estoy cambiando de ropa, ahora, si me pudieran dar un poco de privacidad...

Los dos se retiraron al pasillo, pero Iori de inmediato se acerco al joven Kusanagi

-¡debo hablar contigo, afuera!

-¡¿no puedes pedirlo, "por favor"?!

Yagami solo lo miro enojado.

-bien de acuerdo...

Fuera del hospital los dos se detuvieron frente a frente para hablar.

-¡si por mi hubiese sido me llevaría a Kaoru en este momento de regreso a Tokio, pero ella terminara su entrenamiento con ustedes, sin embargo te advierto que si a ella le vuelve a suceder algo como esto, serás tu quien pague!

-¡estas loco!, ¡para comenzar yo no voy a permitir que nadie vuelva a lastimarla!, y ¡no eres nadie para amenazarme!

-¡yo soy su guardián y he estado a su lado durante siete años!

-¿guardián?, que dramático eres Yagami – rió.

-¡realmente no comprendo como un cretino como tu puede ser el heredero de su linaje! –exclamo con desprecio

-¡mucho cuidado!, ¡no querrás que te lo demuestre! –dio Kyo enfurecido.

-¡acabaría contigo antes de que toques el suelo! –respondió Yagami

La intensidad de sus palabras y sus miradas cruzadas llenas de furia no demoraron en encender las ganas de enfrentarse uno contra el otro.

-¡bien, ¿quieres intentarlo?, ¡adelante!

Kyo y Iori estaban por comenzar a pelear enfrente del hospital, los dos tiraron un golpe uno contra el otro cuando de repente...

-¿qué están haciendo? –pregunto Kaoru cruzando la puerta -¿a caso están locos?

Ambos se detuvieron pero no dejaban de mirarse de manera retadora.

La chica corrió y tomo de la mano a Yagami.

-Iori ven conmigo –le insistió y lo hizo ir hasta la otra esquina dejando a Kyo esperando.

-¡¿por qué estaban peleando?!

-¡por que es un idiota insolente!

-eso ya lo se, pero no es una razón para querer golpearlo

-¡pues a mi me parece una excelente razón!, ¡además, es un fanfarrón!, ¡¿como puede pensar que es mas fuerte que un Yagami?!

Kaoru giro los ojos.

-Escucha, Kyo me logra sacar de mis casillas a mi también pero es una buena persona, además, realmente no quiero despedirme de ti de esta manera...

Iori respiro profundamente para tratar de calmarse.

-de acuerdo...

Ella le sonrió y de inmediato lo abrazo.

-no sabes lo feliz que me ha hecho verte, aunque sea en estas circunstancias –dijo con dulzura.

Iori cruzo uno de sus brazos firmemente por la espalda de Kaoru para devolverle el abrazo, y acercarla mas a él.

Por un rato no se dijeron nada, ambos disfrutaban del momento.

Kyo trataba de voltear la cara pero era inevitable para él no observarlos, cada segundo que ellos pasaban abrazados le desesperaba.

Iori la fue soltando lentamente para darle a entender que era le momento de separarse de nuevo.

-no quiero despedirme – dijo ella

-no seas ridícula, es temporal...

Ella le dio su mejor sonrisa pero no pudo evitar soltar un par de lagrimas.

-Iori... tu, tu eres...

El coloco su mano en su hombro antes de que ella pudiera terminar.

-es tiempo.

De puntillas Kaoru le dio un beso en la mejilla a Iori y para evitar hacer mas largo todo cruzo corriendo al otro lado donde estaba Kyo.

Antes de darse la vuelta Iori le lanzo una ultima mirada desafiante a Kyo y viceversa.

Tomaron una taxi para regresar, se sentaron apartados uno del otro, ella miraba por la ventana mientras se aferraba a su collar, Kyo estaba muy enojado, sobre todo por el beso, pero al tenerla a su lado no pudo evitar contemplarla de reojo.

-así que ese es Iori, ¡todo un personaje! – comento para romper el Hielo.

Pero ella no le respondió.

-¿siempre es así de encantador?

Las palabras de Kyo provocaron que ella lo volteara a ver molesta.

-seguramente le hubiera podido ganar, suerte para el que tu nos interrumpiste- continuo.

-¿a que estas jugando?

-¿yo?, ¿no se de que hablas?

Kaoru le volteo la cara de nuevo y contemplo su propio reflejo en el cristal del vehículo cuando vio a Kyo deslizarse junto a ella, sabia que lo estaba haciendo para irritarla aun mas, por lo cual decidió no voltear a verlo. Pero luego lo sintió, el le estaba tomando la mano y no de manera simple, había entrelazo sus dedos con los de ella.

Ella giro despacio y vio como la sostenía, temiendo a encontrar los ojos de Kyo se quedo congelada por unos segundos.

Kaoru miro de nuevo por la ventana, esta vez sosteniendo la mano de Kyo de manera firme.

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