Capitulo 21"EL CAMINO A CASA"

Esa noche en particular hacia frio, no habían podido encontrar un lugar donde resguardarse por lo que terminaron en un parque que jamás habían pisado en sus vidas.

Asediados por maleantes locales y pese a sus advertencias no tuvo mas remedio que noquear a cada uno de ellos, lo hizo con tal facilidad que su acompañante no se inmuto de verlos caer al suelo.

-Vamos Kaoru – dijo el chico de aproximadamente unos catorce años.

-¿los dejaremos ahí?, podrían congelarse – le pregunto la pequeña de manera tranquila

-que sea su castigo por intentar hacer estupideces.

-solo querían que yo fuera con ellos.

-ellos querían aprovecharse de ti.

Caminaron otro poco alejándose del parque, él llevaba su instrumento y una mochila y con su mano libre sostenía la de la niña que solo llevaba una mochila de tela.

-No hay remedio de nuevo nos quedaremos en el metro –comento el chico.

Se acomodaron en una de las bancas cerca de las maquinas expendedoras y una vez que se instalaron, con sus ultimas monedas, compro una bebida caliente para la niña.

Ella la destapo y bebió un poco, después se la ofreció a él.

-yo no, gracias- lo había dicho para que ella aprovechara todo el producto.

Aunque trataba de disimular, estaba preocupado, no pensó ni por un segundo la decisión que tomo días atrás, llevarse a la pequeña consigo, sin dinero, sin un techo ni un plan, había sido una locura. Comenzaba a creer que deberían regresar y aprovechar que las cosas aun podían tener solución, probablemente a el lo dejarían todo el día sin comer bajo un entrenamiento extremo, pero aun así no le parecía un castigo tan grande como la idea de no volver a verla.

-Iori... bebe un poco - insistió la niña

-te dije que no quería.

-pero hace mucho frio.

-¡estoy bien!

La niña ya no le insistió mas, solo bajo la mirada.

Era mas de media noche, Kaoru se quedo dormida en la banca y el se hizo a un lado para que estuviera cómoda, tenia mucho frio, pero no permitiría que ella pasara mas molestias de las que le había provocado por su impulso.

La necesidad de permanecer alerta hizo que el chico no pegara el ojo en toda la noche.

A la mañana siguiente tenia una idea, tomo a Kaoru de la mano y la llevo por el centro de aquella ciudad.

-¿a dónde vamos?

-buscaremos una casa de empeño, nos darán algo por el bajo.

Cuando lo escucho la niña se detuvo de golpe.

-¿Vas a venderlo?

-no tenemos otra opción, ya no nos queda nada.

Ella sacudió la cabeza en señal de desaprobación.

-no lo vendas, a ti te gusta mucho tocar.

-¡entiende Kaoru, no hay otra manera!

la niña se encogió de hombros.

En la casa de empeño Iori trataba de negociar la mayor cantidad posible.

-es de buena marca – le decía el encargado –y no tiene detalles.

Al sujeto le llamo la atención ver que venia con la niña.

-¿ustedes son hermanos?

-si – le respondió el chico para que no sospechara.

El encargado también se percato de la cara pálida de ambos, sobre todo la de él y las mochilas que traían consigo.

-¿por qué quieres venderlo?

-si piensa que es robado no es así, es solo que... ya me aburrí de él.

Al oír eso ella bajo la mirada de tristeza, sabia que estaba mintiendo y que le dolería perder el instrumento.

El encargado se quito las gafas y coloco el instrumento de vuelta en el estuche, -podría darte una buena cantidad, pero necesito saber si funciona correctamente, ¿podrías tocar un poco?.

Conectaron el bajo y Iori le comprobó que funcionaba, sin embargo se dejo llevar por el sentimiento de ser la ultima vez que lo tocaría y se explayo en su demostración.

Al finalizar Kaoru le comenzó a aplaudir con una sonrisa y el encargado también.

-lo haces muy bien, sabes, mi hermano abrió un restaurante aquí cerca y todas las noches presenta una banda local, pero uno de los integrantes se lesiono, tu habrías sido un buen sustituto, es una lastima que ya no quieras tocar, el te hubiera pagado la noche.

Iori se quedo mirando el instrumento y después a Kaoru.

-no... realmente necesito el dinero.

El encargado lo miro y suspiro

-bien, pasa a la caja para que hagamos el papeleo.

Mientras el ponía el bajo de vuelta en el estuche, Kaoru corrió hacia el.

-¿por qué no aceptas su propuesta?

-por que solo será por una noche, con el dinero que nos den podremos sobrevivir hasta dos semanas o mas.

Cuando el se dio la vuelta ella lo abrazo por detrás.

-¡me voy! –exclamo -¡me voy de regreso!, ¡no quiero ver que lo hagas y menos si es por mi!... ¡si estando lejos logro que lo conserves, entonces!..

-¡Kaoru!, ¡¿eso es lo que quieres?!, ¡¿quieres que nos separen?!

-¡no!, ¡pero no quiero verte triste por perder tu instrumento!... prefiero... prefiero.

Ella lo abrazaba con firmeza, poco a poco el se fue ablandando y le devolvió el abrazo.

-eres una tonta... nunca debiste aceptar venir conmigo –murmuro

-jamas me hubiese negado... eres la persona mas importante para mi.

Iori Yagami abrió los ojos, se quedado dormido sujetando la mano de Kaoru, cuando la observo nada había cambiado, sus signos vitales seguían de la misma manera y sus ojos continuaban cerrados.

-estas si son heridas de verdad... son peores que las que te hacia la anciana y ni hablar de las que te hacías al practicar en el parque –le dijo como si ella lo estuviera escuchando –desde que encontraste esa estúpida patineta y te propusiste aprender a usarla no hubo día que no te encontrara con las rodillas y los brazos raspados o amoratados, quería romper esa cosa, pero jamás olvidare cuando llegaste corriendo al restaurante y casi saltando me dijiste que habías podido hacer una acrobacia, traías un enorme golpe en la mejilla pero sonreías de emoción.

Iori mantenía vividos los recuerdos en su mente como si hubieran sucedido hace unos cuantos días.

-se que despertaras y me sonreirás estúpidamente a pesar de tus heridas.

-¡¿por qué rompiste tu concentración?! –le pregunto Maki a Kaoru.

-Esa voz... es Iori... - no había podido reconocer todo lo que decía pero sin duda ella sabia que se trataba de él –Iori me esta hablando...¡el esta ahí esperando!.

-en ese caso, si quieres verlo de nuevo deberas concentrarte.

Kaoru tomo como motivación el poder ver de nuevo a su querido Iori.

-¡lo hare!, ¡encontrare el camino a casa!

Alguien toco el hombro de Iori, se trataba de Aoi

-¿por qué no vas a buscar algo de comer?

-no me moveré de aquí -le dijo Yagami.

-claro, y cuando Kaoru despierte estarás como un zombie por no ingerir alimento, yo me quedare con ella y al menor movimiento les avisare.

-¿avisarnos?

-Kyo esta afuera, no se fue del hospital anoche, el quería relevarte pero es mejor que yo lo haga antes de que se vuelvan a pelear.

Iori se levanto, no podría comer nada pero si beber algo.

Caminando de espaldas escucho a Aoi hablarle a la chica.

-mas vale que despiertes Kaoru, sino ¿quién me ayudara a pintarme las uñas y a molestar a Kyo?

Un recuerdo golpeo a Iori de repente, de un par de años atrás.

-¿Qué estas haciendo? – le pregunto Kaoru con la cabeza y el pecho recostados sobre la mesa de su pequeño departamento

-pintándome las uñas –respondió él

-las mujeres se pintan las uñas.

-cualquiera puede pintarse las uñas, solo es pintura.

Ella miraba como pasaba la brocha de manera despreocupada.

-¡lo estas haciendo mal! –le indico -¡mira!, ¡te esta quedando todo feo!

Iori la observo extrañado.

Ella le quito el pincel del barniz color negro y tomo su mano entre las de ella, con mucho cuidado le pinto cada una de las uñas.

Al principio le molesto, pero al darse cuenta que ella sostenía su mano no le dijo nada mas y solo la contemplo mientras ella cuidaba los detalles.

Fue inevitable toparse con Kyo afuera y los dos se arrojaron una mirada retadora.

-¿alguna noticia? –le pregunto Kusanagi

Iori sacudió la cabeza, y se quedo de pie a un par de metros de él tomando del envase que había comprado.

-si ustedes no son hermanos, ¿entonces cual es su relación?

El otro lo miro de reojo.

-¿eso que te importa?

-me importa y mucho –Kyo sabia que Kaoru sentía algo por Iori, pero quería saber la postura de él con respecto a ella –todo lo que tenga que ver con ella es de relevancia para mi.

-¿a que te refieres con eso?, ¿crees que eres parte importante de su vida ahora?

-eso aun no lo se, pero ella es parte importante de la mía.

Iori redujo el envase de un apretón.

-Kaoru es huérfana, nunca conoció a sus padres, ni el lugar donde nació, cuando llego a la casa Yagami aceptaron albergarla con la condición de que ella llevara el apellido.

-mi padre dijo que ella era una descendiente lejana de ambos clanes.

Iori se dio cuenta que Kyo no estaba del todo inmiscuido en la verdad.

-lo es, pero desconozco con exactitud de que parte.

-entonces simplemente eres su amigo.

El pelirrojo volvió a contemplar a la chica a través del cristal

-ella y yo nos conocimos desde que tenia seis años y terminamos viviendo juntos.

En el fondo Iori menciono esa parte de la historia a Kyo para demostrar su cercanía a ella.

Kyo quedo asombrado, lo que le dijo le dejo mas preguntas y desconcierto, pero sobre todo, celos.

-ya veo por que ella solo habla de ti – dijo molesto –pero aun así debió ser incomodo para ella estar sola con un hombre durante años.

Iori recordó la única vez que Kaoru había sentido vergüenza por estar a solas con él.

-¡Kaoru sal de ahí!, ¡llevas horas en el baño y necesito usarlo! –Le reclamo Iori golpeando a la puerta del baño de su departamento

-¡no puedo salir! –le contesto la otra

-¡¿por qué no?!, ¡¿estas enferma?!

-¡¿qué?!, ¡no!, ¡no lo repitas!

-¡entonces sal! O ¡tirare la puerta! –la amenazo

-¡si lo haces te golpeare!

-¡¿qué rayos te sucede?!, ¡¿desde cuando me hablas de esa manera?!

Ella no respondió y el escucho un sonido provenir de adentro.

-¿estas llorando? – la cuestiono

-¡déjame tranquila! –le grito entre sollozos

-¡lo haré si me dices que te pasa!, ¡así podrás salir y yo entrar al baño!

-¡no quiero decirte!, ¡m-me da pena!

-¿por qué?

-¡por que eres un chico!

El confundido Iori se aparto de la puerta y comenzó a reflexionar la situación, contemplaba el calendario que tenían en una de las paredes cerca de la cocineta cuando algo vino a su mente.

Kaoru estaba contra la puerta del baño, nerviosa, se cubría el rostro con ambas manos, y se limpiaba las lagrimas de la cara con las mangas de su suéter.

Paso un largo rato desde que Iori le había exigido salir, de pronto él deslizo una nota por debajo de la puerta.

-¡saldré por un rato! – le dijo desde el otro lado.

A Kaoru le pareció extraño, y reviso la nota.

"no llores, pasara"

Después de asegurarse que estaba sola abrió la puerta y se encontró con un paquete de compresas sobre la mesa.

-¡Si!, ¡recuerdo ese día! – pensó Kaoru estando junto a Maki, su ceño estaba fruncido y su cara roja... -¡quería que me tragara la tierra!

Kaoru pudo conectarse con una parte de Iori y por ende al otro lado.

-Puedo verlas –dijo en voz baja –puedo ver algunas imágenes en su mente de manera intermitente.

-eso es por que tu energía aun no ha sido restaurada por completo, sin embargo, debes mantener la conexión con el otro lado –le indico Maki. –aunque, dependerá mas de ellos –pensó la guardiana.

Los médicos regresaron para la revisión y Aoi salió para reunirse con Kyo y Iori

-Kyo creo que puedes entrar una vez que ellos se marchen.

-no es necesario, yo seré quien permanezca con ella –comento Iori

-¡no puedes impedir que la vea! –exclamo el otro

-¡claro que puedo!

Kyo y Iori se pararon frente a frente de nuevo con la mirada retadora.

-¡no de nuevo! – dijo Aoi -¡si van a romperse la cara háganlo afuera!, ¡en verdad, si ella los viera pelear seguramente se enfadaría con ambos!

-Kaoru nunca ha intervenido en ninguna de mis peleas, ella sabe que no debe involucrarse –dijo Iori

-quizás por que eran peleas insignificantes, pero si se trata de alguien a quien ella estima por supuesto que intervendría, por eso termino de esta manera – comento Aoi.

Iori giro la mirada a Aoi esperando a que continuara.

-Ella peleo para proteger a sus amigos, es una chica muy fiel y ahora me doy cuenta que incluso es capaz de arriesgar su vida por sus seres queridos y eso incluye al tonto de mi primo.

-¿Kaoru tiene amigos? –pregunto desconcertado.

-así es, tiene varios amigos en la escuela y es una chica popular, aunque no se da cuenta – Kyo camino hasta el cristal para contemplar a la pelirroja –siempre cumple con sus deberes y es muy disciplinada, su materia favorita es historia y aunque no le gusta bailar lo hace muy bien.

Iori permaneció pensativo, en el fondo el quería que ella fuera una chica ordinaria, pero temía que eso la alejara de él, Kaoru no solía sonreírle a nadie que no fuera él y pensaba que conocía todas las facetas de ella.

-¿por qué estas empacando cosas en mi mochila? – le pregunto Kaoru a Iori, -¿piensas echarme?

-no digas tonterías, saldremos de la ciudad, solo por hoy.

-¿y tu ensayo?

-hoy no habrá, arréglate, nos vamos en cinco minutos.

Kaoru se coloco su ropa holgada y la gorra, y cuando pretendía tomar su patineta el otro le dijo qué no podría llevarla.

-¿a dónde iremos?

-deja de hacer preguntas.

Se trasladaron en autobús, Iori paso la mayor parte del trayecto escuchando música y Kaoru iba leyendo, el la observaba de reojo mientras ella permanecía sumergida en su lectura.

Acercándose a su destino ella percibió que el aire tenia un aroma diferente, para nada desagradable.

Caminaron por al menos treinta minutos hasta que al fin llegaron a una hermosa playa.

Kaoru se quedo asombrada, sin palabras por un instante, era la primera vez que veía la playa y el mar.

-se que tu cumpleaños fue hace varios meses, pero no podíamos venir durante la época de frio.

Le había prometido que una vez que tuviera doce años la llevaría a la playa por primera vez, y cumplio con su promesa.

-podemos acercarnos para que sientas el agua con los pies y te familiarices.

Iori volteo pero Kaoru ya no estaba a su lado, había dejado la mochila y corría en dirección al mar quitándose la ropa a como iba avanzando, alarmado fue tras ella pues desconocía si sabia nadar, pero al parecer ella no tenia miedo, con solo su ropa interior se arrojo al agua riendo de emoción.

El recogió sus prendas y busco un lugar con sombra donde la observaba, después de al menos unos veinte minutos salió del agua y fue hasta él.

Por un instante Iori la miro a detalle, parecía una sirena con su cabello largo y húmedo, hacia mucho que el no contemplaba la figura de la chica ya que ella siempre usaba ropa grande, su busto estaba creciendo al igual que sus caderas, Kaoru ya no era una niña.

-¡esto es increíble!, ¡la playa es divertida!, ¡vi a un sujeto que patinaba en una tabla sin ruedas sobre el agua!

-se le dice surf

-¡quiero intentarlo!

-quizás en otra ocasión

-¡ven a nadar conmigo!

-no, yo descansare un poco, ve a divertirte

-¡de acuerdo!

Kaoru iba de nuevo al agua pero se detuvo y regreso hasta donde estaba Iori, se puso de rodillas y le dio un beso en la mejilla.

-¡gracias! – le dijo y salió corriendo al mar.

El se quedo con una media sonrisa.

Pasaron horas ahí, Kaoru solo salía eventualmente para decirle a Iori sobre algo nuevo que había descubierto.

-se hará tarde es mejor que ya salgas del agua.

-esta bien, además tengo hambre.

-te comprare algo que puedas comer por aquí.

La chica se quedo secando su cabello mientras el otro iba a traerle algún refrigerio.

Al regresar vio que junto a ella estaba un chico alrededor de su misma edad, el parecía hacerle conversación y ella tenia la cabeza abajo apenada, se estaba cubriendo con la toalla el cuerpo.

-¿dime como te llamas? – le pregunto el chico -yo me llamo Hachiro

-K-Kaoru –le respondió en voz baja y de manera tímida.

-mucho gusto Kaoru, ¿te gustaría ir con nosotros a la fogata que haremos?, mis hermanos estarán ahí.

-¡Kaoru! – la llamo Iori

Ella lo miro con una expresión de alivio.

-disculpa pero no puedo – le dijo al chico recogiendo sus cosas y fue hasta donde estaba Iori.

Buscaron otro lugar para contemplar la puesta del sol juntos.

-¿por qué no me pediste ir con ese chico?

-por que no me interesa ir con ese chico

-eso dices ahora.

-no estoy en contra de hacer amigos, sin embargo... no me interesan los chicos

-¿te gustan las chicas?

-no... ¿por qué me preguntas tanto?

-ya no eres una niña, pronto vas a querer estar con otros chicos – dijo mirando al frente

Kaoru lo observo y después ella tomo su brazo con afecto.

-eres el único chico con el que quiero estar.

El no le respondió, continuaron observando la puesta del sol.

-Iori... ¿eres feliz?

Iori no novio su vista del atardecer y demoro unos segundos antes de responder.

-¿tu eres feliz?

-si –le respondió con seguridad.

Kaoru dibujo una sonrisa, mientras mantenía los ojos cerrados y la postura de concentración.

-ese fue uno de los mejores momentos de mi vida, siempre hacíamos muchas cosas juntos pero ese día fue diferente... me di cuenta que solo quería estar contigo sin importar nada... Iori –dijo a su interior.

Iori estaba solo de nuevo junto a Kaoru, contemplaba con pena su rostro vendado casi a la mitad, la idea de que pasara mas tiempo y ella no abriera los ojos le angustiaba. Tomo la mano de la chica y la beso con ternura.

-cuando me preguntaste si era feliz, no supe que decirte, pero después que tuviste que alejarte lo comprendí... – por eso debes despertar, por que no seré feliz si te quedas dormida.

Maki se dio cuenta que la presencia de Kaoru comenzaba a desvanecerse a su lado.

-Kaoru... - murmuro –ella, lo logro – dijo asombrada.

-Maki-sama, gracias por ayudarme y permanecer junto a mi, realmente te extraño.

-no lo hagas, aun estaré por aquí, recuerda que siempre seré tu guardiana, ahora ve a casa.

Iori estaba dormido con la cabeza sobre la camilla, una sutil sensación casi igual aun cosquilleo en el rostro lo despertó, era Kaoru que estaba moviendo su mano.

De inmediato se puso de pie.

-I-Iori... -escuchaba llamarlo

-¡Kaoru!

Ella abrió el ojo lentamente y al verlo levanto la mano con mucho esfuerzo para tocar su rostro, el la sostuvo con la suya.

-e-eras... eras tu, tu voz... me trajo a casa.

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