Capitulo 17." EL PRIMER BESO Y EL VACIO DEL CORAZON"
De alguna manera Kaoru se las ingenio para evadir a Kyo la mayor parte del tiempo posible, el no podía calcular como lograba irse antes que él a la escuela, la chica no seguía las mismas rutas, y a la salida era lo mismo, Kyo corría fuera de su salón con la intención de encontrar a Yagami afuera pero solo se topaba a sus amigos quienes le decían que ella ya había salido. En la casa solo la podía ver en la mesa a la hora de comer, cosa que Kaoru no podía evitar para no ofender a sus anfitriones, ahí no le dirigía la palabra ni la mirada, no hablaba salvo que le hicieran alguna pregunta y con los únicos que sostenía media sonrisa era con los otros tres habitantes, pasaba horas entrenando, mas de lo normal y cuando debía hacer la tarea generalmente lo hacia en casa de alguno de sus amigos.
Fueron días muy desesperantes para Kyo, la extrañaba a todas horas, el tampoco parecía ser el mismo, sentía que su corazón le pesaba siempre, pasaba largos ratos contemplando su foto, suspirando, y cuando estaba a solas sus poemas eran melancólicos.
Pero el no era el único que fue evadido por la chica, Shingo llevaba días sin verla o hablar con ella, ni de lejos podía percibirla, preocupado se acerco a su maestro para saber al respecto.
-¿qué ha sucedido con Kaoru?, no la he visto en mucho tiempo, ayer pase por su salón y aunque parecía que estaba ahí, era como si fuera invisible, ¿se encuentra bien? –pregunto con un semblante de tristeza
-esta bien, es solo que... se esta concentrando mas en su entrenamiento –respondió el otro con la misma cara.
-ayer sus amigos bajaron para el almuerzo y les pregunte por ella, me dijeron que se había quedado en el aula, cuando fui solo sus cosas estaban ahí, parecía que ni siquiera estaba en la escuela.
-bien... ya sabes como es, se toma las cosas tan enserio que olvida otras.
-¿estaría bien si voy a visitar?
El quería decirle que no, pero estaba tan desesperado por dentro que pensó que quizás Shingo podría hacerla salir de su escondite, así que le dio luz verde para que lo hiciera.
Kaoru fue a casa de Tsubame esa tarde para hacer los deberes, la otra no noto mucho su semblante debido a que el silencio y la seriedad eran normal en la pelirroja, después de hacer la tarea, Kaoru se quedo un rato mas con su amiga mientras la otra veía su novela, no entendía mucho, pero a Tsubame le gustaba explicarla.
-esa chica es la novia del protagonista, pero el no la quiere por que ella es una persona fea por dentro y además esta enamorada de la chica protagonista –comentaba Tsubame.
-¿y por que no termina con ella si quiere estar con la otra?
-por que le dio su palabra a la novia y esta le dijo que esta embarazada... -continuo.
-oye Tsubame, ¿y si la novia no fuera mala persona, pero el chico estuviera enamorado de otra chica?
-pues... el debería ser honesto y decir lo que siente a su novia para no lastimarla, aunque, si la otra chica tiene principios no aceptaría a un chico con novia.
Kaoru suspiro profundamente, era exactamente lo que ella pensaba.
Al estar cerca la hora de su entrenamiento se despidió de su amiga y se retiro.
Caminaba despacio, con la cabeza abajo, solo la alzaba para mirar por donde cruzar al atravesar las calles.
Una gota cayo sobre su nariz, Kaoru levanto la cabeza y vio que el cielo estaba pintado en gris, comenzaba a llover y ella aun estaba a medio camino, la gota se volvieron dos y después cuatro, corrió pero fue inevitable que la lluvia la alcanzara y se guareció bajo el toldo de un puesto, al lado de otras personas que habían pensado lo mismo.
Se quedo de pie mirando las gotas caer, la lluvia le provocaba una mezcla de sentimientos y recuerdos encontrados, sin embargo estaba bien mientras no hubiera truenos. Estiro la mano para sentir el agua fría caer sobre su mano, las gotas eran gruesas y densas, seria del tipo de lluvia que permanecería el resto del día.
Suspiro pensando que perdería el entrenamiento de ese día.
Una sombra cubrió su rostro de inmediato y las gotas dejaron de caer sobre su mano pero la lluvia aun continuaba.
-Podemos compartirlo, de ese modo no llegaras tarde a tu entrenamiento.
Ella giro un poco su cabeza para descubrir a Shingo de pie, sosteniendo una sombrilla sobre ella, obsequiándole una sutil pero dulce sonrisa.
Kyo estaba en su cuarto a punto de escuchar música en el reproductor de Kaoru, que aun no le había devuelto, el sonido de la lluvia lo distrajo de aquello, salió y se quedo apoyado junto a una de las vigas contemplando el agua caer, esperando que ella no se estuviera mojando.
Shingo caminaba al lado de Kaoru, los dos estaban en silencio, el la observaba tratando de descifrar su semblante, ella se dio cuenta que su acompañante se estaba mojando por que estaba poniendo casi todo el paraguas sobre ella, entonces camino de mas pegada a él.
-hace mucho que no te veía.
-ha sido poco mas de una semana –dijo la chica.
-¿de verdad?, me han parecido meses.
Ella no respondió.
-¿haz estado bien estos días? – insistió
Kaoru solo afirmo con la cabeza.
Avanzaron un poco mas sin decir nada, a un par de calles antes de llegar al dojo el decidió arrojar la pregunta.
-Kaoru... ¿he hecho algo que te ha molestado?
Ella se detuvo y volteo a verlo.
-¿dije o hice algo que te incomodara de alguna manera?... se que soy muy efusivo y a veces ridículo, pero si hice algo que...
Shingo no pudo terminar su oración, ella coloco sus dedos sobre la mejilla de él para dirigir su mirada triste de vuelta al frente.
-no lo eres, no eres ridículo, si eres efusivo es por que es parte de tu personalidad y me parece lindo, es lo que mas me gusta de ti... – Ella hizo una pausa y bajo su mano mirando al suelo -he estado tratando de arreglar algunas cosas y también concentrándome en mi entrenamiento, pero no se trata de ti... eres un chico maravilloso con un corazón de oro, si todas las personas fueran como tu, no existiría la desdicha...
-Kaoru, tu... -murmuro Yabuki con la cara de asombro, nunca espero que ella pensara de esa forma acerca de él y mucho menos se lo expresara de manera abierta.
Mientras ella daba un paso de nuevo para avanzar, Shingo vio de reojo que un vehículo se venia de frente a una velocidad considerable, en un movimiento de reflejo la tomo por el brazo para evitar que siguiera caminando y la cubrió con su cuerpo. Shingo se empapo por detrás a causa del vehículo que paso sobre un charco.
-¿no te mojaste? – le pregunto mientras le sonreía aun con la cara salpicada.
Ella quedo inmutada, solo pudo estirar su mano de nuevo para tratar de quitarle las gotas de las mejillas mientras lo miraba a los ojos.
Estaba oscureciendo con anticipación, no hubo otros vehículos que pasaran por un momento, no hubo personas caminando cerca, el sonido de la lluvia era lo único que se escuchaba, el agua venia como un pequeño arroyo desde la cuesta arrastrando la sombrilla de Shingo que había dejado caer por tener sus manos ocupadas rodeando la cintura de Kaoru mientras la besaba, un beso que ella correspondió; cálido, suave y muy húmedo por las gotas de lluvia que se deslizaban por sus rostros y entre sus labios, duro lo suficiente para que al despegar sus ambos suspiraran con las mejillas coloradas por excitación. Abrieron los ojos lentamente sin separarse mucho y se miraron uno al otro, ninguno de los dos sabia que decir, sin embargo no parecía que se arrepintieran.
-fue perfecto –pensó asombrada.
Kaoru se estiro un poco para darle un pequeño beso solo con sus labios presionando suavemente los de él, como si estuviera agradeciéndole su gesto.
-debemos avanzar... -dijo en voz baja.
Shingo sentía que el corazón le saldría del pecho, no quería soltarla, no quería moverse, no quería que dejara de llover nunca.
Ella se movió despacio para liberarse de sus brazos, Shingo la tomo de la mano y caminaron cuesta arriba, empapados de pies a cabeza.
La lluvia trajo el frio, pero ellos no lo sintieron.
Kyo seguía contemplando la lluvia en el pasillo.
De repente vio a Kaoru entrar por la puerta del costado, completamente empapada, ella se quito los zapatos y las calcetas una vez que estuvo a un escalón de subir al pasillo, se exprimía el cabello y la falda, no se percato de la presencia de él hasta unos segundos después, ambos se miraron estando a unos metros uno del otro, Kaoru solo bajo la cabeza como saludo sin decirle nada y se metió a su alcoba. Se comenzó a quitar el resto de la ropa húmeda y a ponerse su ropa de entrenamiento, escucho la puerta abrirse y luego cerrarse, al voltear encontró una toalla sobre el piso, Kyo se la había puesto ahí para que se secara, pero seguía detrás de la puerta.
Sabiendo que el no se iría ella termino de ponerse la ropa y abrió para dejarlo pasar.
El joven Kusanagi se paro frente a ella como a metro y medio de distancia, Kaoru lo miraba seriamente esperando a que hablara.
-¿por qué me estas evadiendo? – pregunto sin titubear.
Ella levanto la ceja.
-no haz querido dirigirme la palabra en días, tu ausencia me... te extraño... lamento haberte hecho sentir incomoda el otro día, pero yo... ya no puedo ocultar lo que...- Kyo dio un paso al frente y ella dio uno hacia atrás.
Al ver la acción de esta, el volvió a dar otro paso al frente y ella retrocedió uno mas.
Conforme el se iba acercando ella giraba la mirada al saber que se quedaba sin espacio.
-¡¿de quien huyes?, ¿de mi?, ¿o de ti?! –insistió Kyo.
Kaoru se puso nerviosa, cerro los ojos esperando que el desistiera, pero permaneció de pie.
-Kaoru, tu indiferencia esta volviéndome loco... por favor, solo mírame a los ojos y dime que no sientes nada por mi y no volveré a molestarte.
Kyo tomo el rostro de la chica con delicadeza para dirigirlo hacia él.
Ella lo miro por unos segundos, abrió los labios pero no pudo decirle nada, en ese momento recordó lo que había sucedido con Shingo hace apenas un instante, así como también lo que Tsubame dijo.
La chica Yagami lo aparto y camino hasta la puerta.
-Voy a trabajar el doble, esforzarme mas en mi entrenamiento para poder regresar a Tokio, al lado de Iori – hablo dándole la espalda.
Kyo frunció el ceño y bajo la mirada.
-comprendo... -pronuncio con un leve tono de coraje y salió de la habitación.
Kaoru dejo correr algunas lagrimas que cayeron sobre la duela.
-¿por que no puedo decirlo?... –dijo en voz baja llevándose las manos a la cara.
Durante las comidas ya no se miraban ni de reojo, Kyo mantenía una expresión de molestia siempre y ella volvió a su inexpresivo semblante.
Aoi hacia comentarios para molestar a Kyo pero este ni se molestaba en responderle o seguirle el juego.
Los dos pasaban los momentos a solas suspirando con el corazón vacío. En la escuela fue lo mismo, sin embargo él, en ciertas ocasiones se quedaba junto a su moto con la esperanza de que ella de la nada corriera a él, pero no sucedio.
Nuevamente Kaoru solo se la pasaba mirando a la ventana o recostando la cabeza sobre el pupitre calmando por unos segundos sus pensamientos.
El beso que habían compartido dejo a Shingo en un estado reflexivo, hasta hace unos días el estaba realmente atraído y sabia que sentía algo por ella, pero después de haberse besado comprendió la magnitud de ese sentimiento, ella paso de significar un romance colegial, a ser alguien sumamente especial.
Yuki no podía creer la actitud de ambos, trataba de hacerles conversación y los chicos solo le respondían con monosílabos.
-¡¿qué les pasa a ustedes dos?!, ¡se están volviendo aburridos!, ¡¿se enfermaron de lo mismo?!
Kyo solo le lanzo una mirada rápida y giro la cabeza de nuevo al frente.
-¡oye Kyo te estoy hablando! – dijo arrojándole un papel arrugado a la cabeza.
El lo tomo y se lo arrojo de vuelta y así estuvieron arrojándose el papel un par de veces.
Durante la tarde Kyo decidido entrenar ya que el ejercicio lo mantenía distraído, para cuando termino no se dio cuenta que Kaoru estaba dentro de la sala esperando su turno. Lo observo en silencio apoyada en la pared.
-¿por qué no me avisaste que estabas ahí?
-no quería distraerte, puedes continuar si así lo prefieres, volveré mas tarde.
-¡oye!
Kaoru se detuvo de espaldas a el.
-¿quieres practicar conmigo?, necesito un rival.
-¿por qué no le dices al Sensei?
-el no esta, y además hace mucho que no me puede llevar el ritmo.
-¿qué te hace creer que yo lo lograre?
-hemos peleado antes, ven, tu también necesitas enfrentarte a alguien que no sea papá de vez en cuando,
Kaoru le tomo la palabra y se acerco al centro.
-¿sin llamas? –pregunto después de hacer una reverencia al joven Kusanagi.
-sin llamas.
El enfrentamiento fue distinto a los que habían tenido con anterioridad, no estaban peleando por obligación o por rencor, estaban calculando sus movimientos y estudiándose uno al otro, buscaban que su ataque fuera certero pero sin lastimarse realmente.
-cuando te muevas de esa manera procura elevar mas la rodilla – le aconsejo –inténtalo de nuevo.
El combate termino siendo una clase, Kyo la corregía de manera paciente, y ella lo escuchaba con mucha atención, incluso dejaba que el la ayudara a mover el ángulo de su cuerpo algunas ocasiones.
-Apóyate de esta manera – le decía
-¿a si?
-si, perfecto.
Cuando se trataba de técnica el era serio y categórico, realmente era muy buen maestro.
-tu fuerza tiene que venir de todo el brazo no solo de una porción, así será mas efectivo el golpe.
Fue la primera vez en varios días que ambos interactuaban de manera cordial.
El tiempo se les paso sin darse cuenta, habían estado en eso todo el día y fue Aoi quien los interrumpió cuando les indico que era hora de la comida.
-iremos en un momento.
Kyo miro a Kaoru, ella tenia la mirada baja, pero sus ojos arrojaron una vista rápida hacia el.
-Gracias por la practica – dijo fríamente, hizo una reverencia y salió del lugar.
Durante la cena volvieron a las mismas de no hablarse ni mirarse, pero Aoi aprovecho la oportunidad para tratar de hacer algo por ellos.
-tío, hoy mientras no estuviste Kaoru y Kyo estuvieron entrenando juntos.
-¿en verdad?, ¡eso es una buena noticia!, curiosamente el otro día estaba meditando que Kyo debe hacerse responsable de ella después de mi.
Kaoru y Kyo levantaron la mirada hacia Saisyu.
-¿A que te refieres?, ella es tu estudiante.
-si, pero llegara un momento en el que ya no tendrá nada mas que aprender de mi y tu, al ser el líder de tu generación tienes la obligación de continuar con su entrenamiento, confio en que lo harás bien cuando ese momento llegue.
Los dos chicos se miraron uno al otro de manera nerviosa.
El no rechazo la idea pero no parecía convencido.
Ella meditaba el como podría ser su futuro maestro si ni siquiera tenían una buena relación como personas.
-¿qué opinas Kyo? .pregunto su prima
-pregúntale mejor a ella que opina –dijo dándole un bocado a la comida entre sus palillos.
-Ky... Kusanagi Kyo ha demostrado ser buen maestro y si el Sensei Saisyu considera que es necesario... -respondió Kaoru.
Después de la cena, Kyo y Aoi se quedaron en la sala mirando la televisión, pero esta vez ella lo estaba usando de excusa para indagar mas sobre la situación.
-¿y bien? –le pregunto
-¿y bien que?
-no se, tu dime que ha sucedido, Kaoru y tu se sientan en la mesa con la cara que hace parecer que están en un funeral, ¿discutieron?
-no... no exactamente.
Kyo le contó a su prima lo que sucedió, desde aquel día que fueron a los videojuegos.
-¡ay Kyo eres un tonto!, ¡pues obviamente te iba a rechazar, ya que tienes novia!, contento deberías estar de que no te dio un golpe, la idea era que hablaras con Yuki y terminaras esa relación para poder ser libre de confesarle a Kaoru lo que sientes.
-si, pero de todos modos no es para que me evada y deje de hablarme.
-eso es por que ella definitivamente siente algo por ti y teme que sus impulsos la traicionen.
-lo dudo, cuando le pregunte que era lo que sentía por mi ella me dijo que quería terminar su entrenamiento pronto para regresar con el tal Iori.
Aoi miro a Kyo con una sonrisa burlona.
-de verdad eres un tonto.
-¡¿yo por que?!
-Kyo, dijo eso para desanimarte, pero nunca negó tener sentimientos hacia ti.
-¿de verdad?, ¿lo crees?
-por supuesto, mira, cuando a una chica realmente no le gusta un chico lo dice claramente, pero ella se a reservado sus comentarios.
-¿debería confesarle mis sentimientos abiertamente?, ¿insistirle?
-ugh, no torpe.
-¡¿entonces que hago?! –dijo el chico llevándose las manos a la cabeza en desesperación.
-¡cálmate!, tu complicaste las cosas no esperes que se arreglen tan fácilmente, necesitaras esforzarte para arreglar la situación.
Kyo suspiro echando la cabeza para atrás.
-odio las cosas que llevan mucho esfuerzo.
Aoi observo a Kyo sentirse derrotado
-en ese caso deja las cosas así –dijo mientras regresaba la vista a la tele - si para ti Kaoru no vale la pena para que hagas el esfuerzo de componer tu desastre, entonces, mejor déjala tranquila para que llegue un chico que se de cuenta que ella realmente vale el esfuerzo.
-¡¿qué estas diciendo Aoi?!
-digo, que creí que realmente estabas enamorado de ella, pero al parecer me equivoque, solo quieres que ella te corresponda como si fuera cualquier chica.
Kyo arrugo el entrecejo.
-¡primero, ella no es cualquier chica y segundo, el hecho de que haya metido la pata no significa que mis sentimientos no sean reales, es solo que yo!... yo nunca antes me había sentido de esta manera...
-¡entonces arregla las cosas! –le respondió Aoi aventándole un almohadón con fuerza.
Kyo camino al pasillo y se detuvo frente a la alcoba de Kaoru, la puerta estaba abierta, ella no se encontraba en el interior, ya que se estaba dando un baño, el aprovecho y se acostó boca abajo en el futon de la chica.
-que bien huele... -murmuro –han pasado tantos días que temía olvidar su aroma...
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